martes, 29 de noviembre de 2022

LAS MARCAS DE CANTERÍA EN EL PALACIO DE OLITE.

 

LAS MARCAS DE CANTERÍA EN EL PALACIO DE OLITE.

Por Simeón Hidalgo Valencia (28 de noviembre de 2022)



“¡Por fin! ¡Por fin!

Diez años después de los primeros pasos que di allá por el verano de 2012 iniciando el trabajo de campo en el Palacio de Olite, ha llegado el momento y doy por concluida esta publicación sobre sus marcas de cantería.  

Sé de todos modos que, aunque ponga el punto final, la realidad se impone y lo convierte en punto y seguido, dado que todo en esta vida es mejorable y otros vendrán siguiendo la estela que ahora tienes en tus manos, dispuestos a rellenar los baches de un camino complicado que yo no he podido evitar.

Quizás entre ellos estés tú mismo, interesado como estás en la investigación y el conocimiento de este tema de los signos lapidarios denominados como marcas de cantería. Yo mismo he dedicado gran parte de mi vida a recopilarlos con especial interés por esta querida tierra de Navarra y a darlos a conocer a través de mis publicaciones, sea en papel o en digital a través de mi blog. El tema sigue abierto y por ello, mientras pueda, seguiré prestándole mi atención, aunque a un ritmo más pausado.

Hoy te presento esta nueva publicación que lleva por título “Las marcas de cantería en el Palacio de Olite” en la que se muestran 343 modelos de marcas diferentes, algunas de las cuales pertenecen al grupo que denomino “marcas comunes o de listado”, que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio y otras, la inmensa mayoría, se han recogido en el edificio en cuestión por primera vez.

 Junto a estos 343 modelos podrás conocer a muchos de sus posibles artífices, pues gracias a la documentación conservada se saben los nombres, procedencia, sueldos, tareas, niveles profesionales de muchos de los 392 mazoneros de la piedra que he identificado trabajando durante el reinado de Carlos III, el Noble. Incluso conocerás a alguno más osado que después de trabajar en Olite lo hará en el señorío de Equisoain, en el Valle de Ibargoiti que, como los maestros canteros de siglos anteriores, aparece firmando con su nombre y emplea la fórmula tradicional del “me fecit” para la posteridad.

También podrás ver cómo el tema del porqué y del objetivo de estos signos lapidarios sigue todavía sin una respuesta clara y definitiva, pero te admirarás, como yo lo hice en su momento, al descubrir cómo transmite conocimiento técnico el gremio de los constructores sirviéndose de una marca grabada en alguno de los sillares de las escaleras de caracol. ¿Qué se esconde detrás de las ballestas del Palacio de Olite?

Aunque hable del gremio de los canteros deberás tener en cuenta que la realización de esta gran obra real se levanta gracias al trabajo conjunto de estos con otros muchos gremios: carpinteros, serradores, pintores, plomeros, yeseros, ceramistas, vidrieros, carreteros, etc., atendidos todos ellos por los braceros o peones y en este grupo es donde he descubierto a las mujeres trabajando en el Palacio de Olite. De ellas también trato contestando a una pregunta que se me hizo. ¿Hubo mujeres trabajando en el Palacio de Olite?

Espero que esta publicación que tienes en tus manos te resulte provechosa y amplíe tu conocimiento sobre una profesión tan importante a lo largo de la Historia. Construir con una materia noble como la piedra es garantía de pervivencia y como las piedras nos descubren sus secretos cuando sabemos preguntar, conocemos poco a poco las verdades que ocultan. Ojalá que nuestro diálogo con ellas sea constante y podamos llegar a descubrirlas. Yo lo he intentado y algo me han contado. Aquí te lo presento.”

 


Esta es la presentación que hago al inicio de la publicación “Las marcas de cantería en el Palacio de Olite”, que ha visto la luz silenciosamente, como en silencio se gestó a lo largo de una década, pero es en el Prólogo donde señalo los objetivos que me han movido en esta investigación.

“Durante el verano de 2012 estuve recorriendo, de nuevo, la hermosa y venturada tierra de Navarra. Lo he estado haciendo durante años siguiendo las huellas de los constructores medievales.

Fruto de ese peregrinaje fue mi libro “Canteros románicos por los caminos de Navarra”, que presenté en el año 2009. El objetivo apuntaba a recoger, catalogar y comparar las denominadas “marcas de cantería” que, según la creencia más común, de la que conscientemente me desligo en gran medida porque no he encontrado aún pruebas fehacientes, son las firmas de los canteros plasmadas en los sillares que realizaban para contabilizar y cobrar su trabajo.

El verano de 2012 me animé a retomar esta actividad, aunque orientado ahora, preferentemente, hacia los edificios de época gótica de los siglos XIII, XIV y XV y uno de los que primero vinieron a mi mente, después de trabajar en la Ermita de San Zoilo de Cáseda, cuyo libro se publicó en 2020, fue el Palacio Nuevo de Olite el que más me atraía y después de obtenidos los permisos del director de Cultura de la época en Navarra di el salto desde Cáseda hasta Olite por dos razones.

La primera porque este palacio es una de las obras emblemáticas de la arquitectura del siglo XV en el Reino de Navarra y paradigma de las construcciones reales llevadas a cabo por el Noble Rey, Carlos III.

La segunda, porque al dar temporalmente el salto desde el siglo XIV hasta el siglo XV esperaba recoger los frutos de una administración puntillosa de las cuentas del reino iniciada por Carlos II, creador de la Cámara de Comptos y encontrar en sus registros la respuesta a uno de los interrogantes que no había podido responder en mis estudios anteriores. ¿Realmente hay documentación en Navarra que nos permita identificar una marca de cantería determinada con un maestro mazonero conocido? ¿Es cierta la tesis tradicional que apunta a que la marca de cantería que se talla en los sillares es la forma de saber el trabajo realizado por un maestro y cobrar por ello? ¿Encontraría en algún documento listas de mazoneros de la piedra escritas y al lado de sendos nombres la marca o signo propio de cada maestro?

 Así pues, con el ánimo renovado y con más fortaleza física en este momento, me decidí a realizar el trabajo de catalogar, analizar, valorar y comparar las abundantes huellas que los canteros que trabajaron en este edificio dejaron grabadas en sus piedras”.



En esta investigación soy fiel a mi método de trabajo, que desde el principio diseñé y que más de uno de mis seguidores lo han ponderado y valorado. También lo expongo en el Prólogo diciendo que:

“Sigo fiel a mi método de calcar las marcas que encuentro con la finalidad de ser preciso, pues así logro, después de perfilar la marca y escanearla, reproducirla en su auténtica escala y se puede observar su tamaño real, cosa que la simple fotografía no garantiza.

Es importante este aspecto, pues el tamaño de las marcas de cantería es un punto a tener en cuenta, que nos ayuda a situarlas en una época concreta. Por lo general en época románica las marcas son más grandes, mientras que en los siglos góticos son mucho más pequeñas. Siempre por lo general.

Para realizar la exposición de las marcas recogidas comienzo con las situadas en el Palacio Viejo en el que veremos algunas que parecen pertenecer al siglo XII-XIII y otras que son de la época del Palacio Nuevo. En este último comienzo por exponer las marcas encontradas en la planta baja: la Puerta de acceso a la Sala de Excavaciones, la Sala siguiente y el Patio de la Morera y Pajarera. A continuación, hago el recorrido indicado en la guía para los turistas: Escalera de acceso a la Gran Torre, La Torre del Homenaje, Cámara de la Reina, Tocador de la Reina, Cámara del Rey, Cámara de los Yesos, Galería del Rey, Galería de la Reina, Torre del Portal de Fenero, Torre de la Atalaya o de la Joyosa Guarda, Torre de los Cuatro Vientos o “Tres Finestras”, Torre de las Tres Coronas y Escalera de Bajada. Termino el catálogo con una serie de Sillares Reutilizados en algunas casas de Olite, pasando a continuación al análisis correspondiente.

Haré la comparativa con otros edificios, siguiendo el esquema de mi trabajo anterior para ver de comprobar si también aquí se cumple lo apuntado más arriba en relación con “marcas comunes” o “marcas de listado” y determinar las que son propias y exclusivas, hasta el momento, de este edificio.

Por último, sacaré las conclusiones propias de este edificio y añadiré unos anexos relativos a algún cantero y marca concretos, así como al papel de las mujeres en la obra del Palacio de Olite”.

Mis esperanzas estaban puestas en encontrar pruebas que me permitieran alcanzar un grado satisfactorio de seguridad en este terreno del porqué y del paraqué de las marcas de cantería. El lector verá si lo he logrado o si la esperanza ha resultado vana.

“El objetivo no es otro que dar a conocer, catalogar, analizar, comentar y comparar las marcas de cantería que el Palacio de Olite nos ofrece. Si de paso se logra encontrar datos o pruebas que permitan descubrir si es cierto que cada marca corresponde a un cantero o a una cuadrilla y se puede asignar el trabajo realizado por cada equipo, mucho mejor.

Espero que la documentación existente nos aporte luz para que podamos dar nuevos pasos y avanzar poco a poco en el sendero del conocimiento resolviendo cuestiones que hasta el momento siguen en el aire. Vayamos paso a paso”.

Muchos somos los que en este camino de la investigación sobre las marcas de cantería estamos trabajando. Pocos, creo yo, tenemos la certeza al cien por cien sobre el objetivo y función que desempeñan, pero entre todos podemos avanzar. Cada trabajo que se publica en este terreno lleva muchas horas de dedicación, estudio, reflexión, consulta documental en archivos o “in situ” y cada uno de ellos despeja un poco la maraña del camino para los que vengan a continuación. Al fin y al cabo, es un continuo. Por ello mi personal reconocimiento a quienes me han precedido y mis ánimos a quien nos siga.

También quiero animaros a que conozcáis esta obra que, alguien que me quiere bien, ha definido como tesis doctoral. Otra cosa es que merezca el “summa cum laude”.

Si te animas y deseas adquirir un ejemplar puedes hacerlo a través del 659303994. Su precio es de 30€, más gastos de envío si se envía contra reembolso. Hay que comentar que los beneficios, si los hubiera, se donan a la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa que trabaja, sin ningún ánimo de lucro ni ayuda oficial, por el Patrimonio y el desarrollo del Turismo en la Comarca de Izagaondoa, Navarra. Zona altamente despoblada y envejecida, pero rica en herencia medieval que no queremos que quede en el olvido. Por ello acudimos con nuestros propios recursos y solicitamos la colaboración de la gente interesada en estos temas patrimoniales.

Desde aquí nuestras gracias anticipadas.

 

A.G.N. CO_DOCUMENTOS, Caj. 107, N 10. 21

A.G.N. Firma de Johan Lome, escultor de imágenes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario