jueves, 30 de enero de 2020

SANTA MARÍA DE ELIZABERRIA - IBARGOITI - NAVARRA - VI EL EDIFICIO - C: LOS VANOS - A


SANTA MARÍA DE ELIZABERRIA – IBARGOITI – NAVARRA - VI

EL EDIFICIO – C: LOS VANOS - A

Por Simeón Hidalgo Valencia (30 de enero de 2020)


Al contemplar los restos del alzado de esta iglesia e intentar visualizar su conjunto en el momento de su erección, me gustaría poder haber sido compañero del maestro que la concibió para resolver de primera mano las preguntas que me surgen en relación con el sistema constructivo que empleó.

Por ejemplo:
- ¿Realizó la totalidad de la nueva iglesia desde su base?
- ¿Por qué dio tanto grosor a los muros?
- ¿Por qué y para qué se modificó la estructura de la cabecera de la iglesia?
- ¿Por qué abre dos tipos de ventana y hace hasta seis en el tramo de nave contiguo al ábside?
- …

Cabe pensar que, a la vista de lo que queda, el interior de Elizaberria estuviera bien iluminado en días claros, debido a sus catorce vanos.

Los vanos son de cuatro clases:

V0: Vano absidial.
V1: Vano mixto.
V2: Vano saetera.
P: Vano de acceso:
P-W: Puerta Oeste.
P-S: Puerta Sur.
P-N: Puerta Norte.

*V0: VANO ABSIDIAL: 

Lo que más me sorprende de la ruina de Elizaberria, como a la mayoría de los visitantes, es ver cómo la esbelta bóveda del ábside se ha mantenido en pie, a pesar de que la parte exterior de la misma ha desaparecido y algunos sillares se hayan desprendido. También me hace pensar el estado en que nos ha llegado el vano absidial, por lo que parece fueron rectificaciones sobre la marcha en relación con la altura a la que se debía situar.

Observando con atención lo que nos ha llegado, se puede ver que en un primer momento se ejecuta el vano en la zona inferior. Prueba de ello es que se coloca en medio del grosor del muro del ábside el “marco pétreo de la ventana” a la manera de los vanos (V1). Ese hueco de 60cm de altura máxima y 10cm de luz estaba destinado a recoger la luz solar en el amanecer de sendos equinoccios y desparramarla al interior, pero ¿por qué se desecha esta primera idea y se ciega este hueco al seguir levantando el exterior del ábside? ¿Por qué se prolonga el abocinamiento interior hasta la altura que se observa y se abre el vano unas hiladas más arriba?

Mi respuesta, después de haber observado la salida del sol en el equinoccio de otoño y comprobado que su alineación corresponde a uno de estos momentos del año, es la siguiente:

Sencillamente, no se tuvo en cuenta el relieve del lugar y por ello a esa altura inicial los primeros rayos de las amanecidas equinocciales no cumplían el requisito señalado.

Elizaberria se levanta en una hondonada y hacia el este hay colinas que hacen de barrera a los primeros rayos del sol al asomar por el horizonte. Sólo abriendo a mayor altura la ventana absidial se podía lograr que penetraran en el primer momento del día e iluminaran longitudinalmente la nave.

De haber mantenido la primera idea no se lograría tal efecto debido a que, por causa de las lomas situadas hacia el este, el edificio permanece en sombra durante unos minutos más, mientras otros lugares de la zona ya están iluminados, y cuando se ilumina percibimos que el sol está ya a más altura y se ha desplazado unos grados hacia el sur.


Las cuatro imágenes anteriores informan del desnivel del terreno comentado.


En estas fotografías, tomada la primera el 23 de septiembre de 2019, día del equinoccio de Otoño a las 5,53 horas solares se aprecia la primera luz del día a través de la ventana absidial, pero es en la segunda realizada en época del solsticio de verano el 29 de junio de 2015 a las 7,52 horas solares, cuando más se nota este fenómeno pues el sol, en su aparente desplazamiento, penetra por la ventana absidial en forma de rectángulo e ilumina el suelo de la nave haciendo un recorrido interno de sur a norte. En la tercera fotografía se puede ver lo descrito cuando son las 7,57 horas solares del 29 de junio de 2015.


La ventana absidial tiene forma de rectángulo que se prolonga hasta el centro del muro y desde ahí, como se ve por el interior, se abocina, pero parece ser que en un momento anterior se ideó como los vanos V1, con derrame desde el centro hacia el interior y el exterior. Desde el interior se nota que los sillares exteriores que forman ahora las jambas de la ventana son añadidos y que tienen la planta en forma de triángulo rectángulo para que se ajuste al abocinamiento exterior y forme así una pequeña galería rectangular hasta el centro del muro.


Queda aún alguna pregunta más. ¿Por qué en una iglesia de nueva estructura no se corrige este detalle y se ciega por el interior hasta la altura del hueco actual en lugar de dejar a la vista “el fallo”? Hacerlo no hubiera supuesto excesivo trabajo y menos teniendo en cuenta lo comentado más arriba en cuanto a tallar el material a la medida que requería la marcha de la obra a no ser que ya que estaba este hueco se aprovechara, dado que es una zona importante de la iglesia, centro de todas las miradas.

¿Se aprovechó este hueco para colocar aquí la talla de la santa titular de este monasterio, Santa María? ¿Fue el sitio de honor para la imagen, recientemente subastada, de la talla de María con el Niño, datada en el siglo XIII, que sustituiría a alguna anterior? Tapando con un paño el fondo de la ventana y colocando la imagen delante se arreglaba el entuerto y se daba una función importante a esta parte inferior del ventanal. Si se tiene en cuenta el tamaño de la talla en cuestión, 90cm de alto, bien pudiera haber presidido desde este lugar los rezos de los monjes.


Talla de Santa María de Salinas de Ibargoiti, posiblemente procedente del monasterio de Elizaberria.[1]


sábado, 25 de enero de 2020

SANTA MARÍA DE ELIZABERRIA - IBARGOITI - NAVARRA - V EL EDIFICIO - B: LA PLANTA


SANTA MARÍA DE ELIZABERRIA – IBARGOITI – NAVARRA - V

EL EDIFICIO – B: LA PLANTA

Por Simeón Hidalgo Valencia (25 de enero de 2020)


Una vez despejado el interior de la cantidad de sillares y tierra, he podido realizar las mediciones básicas para poder dibujar el esquema de la planta de la iglesia. Seguramente habrá más de un error, al no disponer de los medios modernos de medición, pero los resultados exactos creo que no variarán mucho de lo que ahora presento.

Como ya se ha comentado al comienzo de este trabajo, la futura iglesia nueva del monasterio de Santa María de Zabalza se orientó de este a oeste como era de rigor. El momento coincidió con uno de los equinoccios del año. Posiblemente con el de la primavera para poder así hacer la cimentación con el buen tiempo. Cimentación que se proyecta bien sólida a juzgar por el grosor de sus muros en torno a las 2 varas, aunque hay zonas en las que se superan.

Cabe pensar en el matrimonio formado por el señor Sancho Fortuñones y la señora Sancha Orioliz como los impulsores de la obra, que hubiera tenido como objetivo, al menos, la mejora del monasterio de Santa María de Zabalza, del cual eran sus dueños. Esta mejora implicaría la sustitución de la iglesia existente por una nueva. De ahí que pase a denominarse en los documentos, tanto el monasterio y el lugar en que se ubica, como Elizaberría (La iglesia nueva). La persona que proyectó la obra y la dirigió es desconocida.



La planta de Elizaberria se diseña con una cabecera o ábside semicircular orientada al este, una nave de tres tramos bien definidos, prácticamente iguales, y un nártex, vestíbulo o pórtico donde se sitúa la puerta principal orientada al oeste.

Es la orientación clásica de todo edificio religioso cristiano en el que el este recibe la luz del sol al amanecer y penetra en el recinto, lo ilumina y llena de vida renovada cada día. Es la resurrección diaria de la vida. Hacia el este se dirigen las oraciones y plegarias de los fieles. El este es el espacio principal de la iglesia y en ese espacio, el ábside, se sitúa la mesa o altar y se colocan los o el presidente de la oración comunitaria.

La comunidad de los fieles se sitúa en el cuerpo de la nave mirando hacia el este, aunque con el tiempo las preminencias sociales se aplican también dentro del recinto de la iglesia y cada cual tiene un lugar asignado o comprado, de acuerdo con su estado, influencia social y económica. A mayor poder le corresponde mayor cercanía al ábside. 

En el extremo opuesto, al oeste, se sitúa, en este caso, el nártex, lugar de acceso a la iglesia con menor altura que la nave. Simbólicamente al oeste se le considera el lugar del ocaso y de la muerte, pues por este punto cardinal muere cada día el sol.


La planta de Elizaberria se diseña con equilibrio y proporción, aunque se aprecian algunas pequeñas irregularidades, debido más a la ejecución que a la planificación. 

Esto se ve claro si tenemos en cuenta sus medidas interiores. Las medidas las he calculado en varas, con una equivalencia con relación al metro de:
                1vara = 78cm.

El ábside está ejecutado con un radio de 2varas, por lo que la anchura de éste en su encuentro con el tercer tramo de la nave es de 4varas.

La planta de la nave en el conjunto de sus tres tramos tiene un total de 19varas más ¼ de largo por una anchura máxima de 6varas en el tercer tramo, que se reducen a 5varas en las zonas entre los pilares adosados que delimitan cada uno de los tramos de la nave.

El nártex casi llega a las 2varas en su eje este-oeste, mientras que de norte a sur llega a las 4varas y 2/3. 


Así pues, la largura del interior de la iglesia es de unas 23varas ¼ de este a oeste y su anchura máxima de norte a sur de 6varas.

Las medidas externas están alrededor de las 27varas ¼ de este a oeste y las 10varas ½ de norte a sur.

Todas estas medidas e incluso zonas del plano, como he indicado, seguramente variarán cuando se realicen los planos definitivos por profesionales. Yo, al fin y al cabo, soy un aficionado con inquietud, además de no disponer de equipo humano y técnico adecuados. Pero con lo que he logrado me hago una idea clara de la que tuvo quien en su origen proyectó esta iglesia nueva. En euskera, Elizaberria.




[1] Ángel J. Martín Duque, o.c.; pág.352.

lunes, 20 de enero de 2020

SANTA MARÍA DE ELIZABERRIA - IBARGOITI - NAVARRA -IV EL EDIFICIO-A


SANTA MARÍA DE ELIZABERRIA – IBARGOITI – NAVARRA - IV

EL EDIFICIO

Por Simeón Hidalgo Valencia ( 20 de enero de 2020)

A partir de los restos que nos han llegado de la iglesia de Santa María de Elizaberría nos podemos hacer una idea bastante certera de cómo era, pues se conserva todo el espacio interior de su planta y gran parte del alzado del ábside y muros perimetrales. La iglesia era el edificio principal del conjunto de todo el monasterio, del que han aparecido e irán resurgiendo nuevas estructuras si se sigue excavando.

Elizaberría, la iglesia nueva, parece que se levanta por el propio interés de la familia formada por el Señor Sancho Fortuñones y la Señora Sancha Orioliz, lo que situaría su construcción en el siglo XI, siempre antes de 1084, pues en ese año se la dona Sancha Orioliz a su hija Sancha Sánchez, lo que indica que es un monasterio de propiedad particular civil.

Este monasterio particular entra en la órbita del gran monasterio de Leire en 1085, año en que la matriarca Sancha Garceiz u Orioliz se lo dona a Leire. Parece que de alguna manera se revoca el testamente o la cesión que había hecho en el año anterior a su hija Sancha Sánchez en favor, ahora, de Leire lo que promoverá el descontento de sus nietos que no están de acuerdo en esa decisión y será en 1097 cuando se resuelvan estas disensiones a través de la mediación real volviendo gran parte de los bienes entregados a Leire en el año citado, a los reclamantes nietos de la Señora Sancha Orioliz. Entre los bienes que conserva Leire está incluido el cenobio o monasterio de Elizaberría, que dentro del organigrama legerense pasa a denominarse Priorato. Tenemos sendos documentos de hacia 1124 y 1238, ya citados, en los que aparece como firmante el “Dompno Sancio, prior d’Elizaberria”.

Los años de prosperidad de este priorato se pueden situar desde su aparición, quizás ya en el siglo X, pero sobre todo en el siglo XI a partir de su donación a Leire hasta la década de los treinta del XIV, pues no fue ajeno a las consecuencias de la prolongada mala climatología que trajo como consecuencias las malas cosechas, el hambre, la ruina económica, las enfermedades y la peste bubónica, que unidos a las diferentes guerras mantenidas y a los altos impuestos, épocas de sequías, etc., favorecieron una fuerte crisis que llegó hasta la mitad del siglo XV.[1] Todo ello diezmó la población y numerosos lugares quedaron desolados.

También el priorato de Elizaberría sufrió los avatares de la crisis, lo mismo que el monasterio de Leire que tuvo que replantearse qué hacer con tantas posesiones que tenía, claramente devaluadas. Elizaberría se constituyó en Granja y por sus pobres rendimientos llevó a Leire a permitir el arriendo a gentes de Salinas y posteriormente a hacer una permuta con Salinas como se refleja en el documento de 1375, pero esto no salvó del progresivo deterioro, a pesar de que Leire puso al cuidado de la iglesia, huerto y otras dependencia al matrimonio formado por Juan Sánchez de Ororbia y Sancha García de Ubani como paniaguados, como recoge el documento relativo al año de 1410, pero el lugar no levantaría cabeza y la ruina se fue apoderando de tal manera que a ella se unió el saqueo de la piedra por parte de vecinos de Salinas, que las emplearon para la construcción de sus casas como recoge el documento de 1536.

La ruina perduró hasta nuestros días en que se ha decidido, al menos, consolidar la misma para recuperar la memoria de este lugar patrimonio de Navarra. 


EL EDIFICIO.

A simple vista hay una serie de cosas que llaman mi atención detenidamente:

*Que todo el edificio religioso, la iglesia nueva, parece responder a una misma época constructiva y que se hizo de una tirada.

*Todos los sillares, tanto los externos como los internos, están tallados con la misma técnica, dejando sus caras vistas “apiconadas”, como si estuvieran destinadas a ser recubiertas con otros materiales. Cuando caí en la cuenta de este detalle me vino a la memoria el Palacio nuevo de Olite, en el que en la mayoría de sus paredes se trabaja de la misma manera, pues estaban destinadas a ser recubiertas.
 
*Hablando de los sillares llama poderosamente la atención su irregularidad, que contrasta con la regularidad de su labra en construcciones posteriores, perfectamente escuadrados en todas sus caras. A hiladas de sillares grandes en la parte inferior, suceden hiladas de menos altura en las intermedias. Muy claro se ve esto en el exterior del ábside.
 
*Y hablando de hiladas, una de las leyes básicas de la construcción nos habla de que han de ir a nivel, más si el muro va a ser a cara vista. Como se puede apreciar en esta cata del interior del lienzo sur, no se cumple con exactitud la norma y en general en todo el edificio es una ley bastante laxa. 

*Cuando se analiza cada uno de los sillares hay numerosas señales que indican que se han realizado en el tamaño y forma que pedía la marcha de la obra, para que encajaran con los ya colocados, como si del moderno juego del Tetris se tratara, pero con mucha más irregularidad. Se hace casi “por encargo” el sillar siguiente para que encaje, según avanza la obra, como se puede ver en este paño interior de fábrica, a la izquierda de la puerta del este.


*La irregularidad de los sillares, tanto en medida, forma y escuadración se ve por todo el edificio. En este ejemplo de la parte correspondiente al exterior de la fotografía anterior, se puede comprobar lo dicho si ponemos sus medidas a los nueve sillares seleccionados, que van desde los 11cm a los 62cm en la altura y desde los 42cm a los 139cm en las larguras. 

Podríamos decir que en todo el edificio no hay dos sillares iguales. Además de los anteriores otras mediciones de la altura o grueso y largura o soga, nos dan los siguientes resultados: 33x80, 49x53, 15x82, 40x84, 36x112, 30 y 37 de alto x 97 y 90 de largo, 37x40, 33x46, 53x72, 51x8, 52x61, 55x56, 45x54, 45x87, 30x75, 35x51, 55 de alto x 9 y 5 de largo, 57x67, …
En los que se ha tomado también la profundidad o tizón pasa lo mismo: 50x117x20, 34x92x20, 50x84x57, 47x79x42, 58x80x33, 44x114x29, 50x49x105, 17x116x31, 56x22x101, 34x92x29, … 


Medidas de uno de los sillares del ángulo suroeste.
22cm de grueso, 129cm de soga y 42cm de tizón. 

En este lienzo del interior de la iglesia se puede observar el que quizás sea el más largo de todos los sillares. Su altura o grueso es de 22cm y su largura o soga llega a los 273cm, medida que equivale prácticamente a 3 varas navarras.

*Algo que merece apuntarse, pues se ve muy claramente, es la manera básica de construir al estilo romano. Dos gruesas paredes de piedra, una al exterior y otra al interior que forman la caja que será rellenada con restos de la obra, cascotes, piedra, arena, todo amalgamado con mortero de cal, que dan a los muros un grosor tan ancho que sorprende.
Tienen en torno a las 2 varas navarras de grosor (entre los 146cm a los 170cm y más según zonas, como se aprecia en la fotografía. Su solidez es tal que no fueron necesarios colocar contrafuertes en el exterior de los muros norte y sur.

Ejemplo de ejecución de sillares según pide la obra. Zona suroeste interior.

Ejemplo de irregularidad en los niveles de las hiladas y en el tamaño de sillares en cara norte.


[1] LUIS Javier Fortún, LEIRE, Un señorío monástico en NAVARRA 8siglos IX-XIX), Gobierno de Navarra,1994, págs. 667-722.

viernes, 17 de enero de 2020

SANTA MARÍA DE ELIZABERRIA - IBARGOITI - NAVARRA -III LOS DONANTES, GENEALOGÍA Y POSESIONES


SANTA MARÍA DE ELIZABERRIA – IBARGOITI – NAVARRA - III

LOS DONANTES, GENEALOGIA Y POSESIONES.

Por Simeón Hidalgo Valencia (17 de enero de 2020)

Después del recorrido realizado a lo largo del tiempo, desde el año 1084, en que aparece nombrado por primera vez el monasterio de Santa María de Zabalza, más tarde de Santa María de Elizaberría hasta derivar en Lizaberría de Salinas, realizo una genealogía del linaje que ofrece al monasterio de Leire el de Elizaberría, basándome en la documentación encontrada que abarca 33 años. Desde 1083 hasta 1116.

*Por el documento nº110 del año 1083 sabemos que: Doña Sancha Sánchez de Oteiza es madre de Aznar Ezcherra. Que la tal señora está casada con Jimeno Aznáraz y que éste es hermano de una tal Sancha.

*Por el documento nº113 del año 1084 sabemos que: la Señora Sancha Orioliz es madre de Sancha Sánchez, a la que le dona, entre otros bienes, el monasterio de Santa María de Zabalza.

* Por el documento nº115 del año 1085 sabemos que: la Señora Sancha Garceiz  (Sancha Orioliz u Oriol) es madre de: García Sánchez, Jimeno Sánchez, Tota Sánchez, García Sanz y Oria Sanz. 

* Por el documento nº123 del año 1087 sabemos que: la Señora Sancha Oriol es hija de Oriol Garceiz y de Tota Ranimíriz. Estuvo casada con el Señor Sancho Fortuñones y dos de sus hijas son las ya mencionadas Tota Sánchez (Sancionis o Sanz) y Sancha Sánchez (Sancionis).

* Por el documento nº149 del año 1095 sabemos que: Aznar Jiménez de Oteiza es hijo de Jimeno Aznárez y que éste es hermano de Sancha, por lo que Aznar Jiménez de Oteiza es sobrino de Sancha. Es, pues, hijo también de Sancha Sánchez de Oteiza y nieto de Acenarius Fortuniz por parte de padre.

* Por el documento nº157 del año 1097 sabemos que: nietos de Sancha Orioliz y Sancho Fortuñiones son Sancho Jiménez, Aznar Jiménez, Tota Jiménez y Sancho Jiménez.

* Por el documento nº192 del año 1102 sabemos que: Sancha de Oteiza es tía de Aznar Jiménez.

* Por el documento nº261 del año 1116 sabemos que: Sancho Jiménez de Avizau (Abínzano) ya ha fallecido y que su viuda es llamaba Sancha. Sus hijos fueron: Jimeno, García, Gil y Aznar Eskerra.

Poniendo en su lugar cada uno de estos personajes llego al siguiente esquema genealógico en el que linajes importantes de finales del siglo XI e inicios del XII emparentan y acrecientan de esta forma su poder económico y social: Los Fortuñones, les Semenones (Jiménez), los García (Garceiz), los Oteizas, los Abínzanos, entre otros. Cabe destacar a la poderosa señora Sancha Orioliz o Garceiz que está en el origen del monasterio de Santa María de Elizaberría junto a su marido el señor Sancho Fortuñones, linaje a destacar desde los inicios del siglo XI cercano a los reyes de Pamplona ya desde el rey Sancho el Mayor.



Veamos a continuación la influencia social y el poder económico de esta familia, partiendo de las posesiones que se citan en los anteriores documentos y otros más que realizan otros miembros. Nos puede dar una idea del poder e influencia de esta saga familiar en su época.


POSESIONES:  DONACIONES AL MONASTERIO DE LEIRE

*En 1047: El señor Sancho Fortuñones, marido de Sancha Orioli: Villa de Briñas con su iglesia y término y la Villa de Ororbia con su iglesia y término. (Las había recibido del rey García de Nájera)[1]

*En 1057: El señor Sancho Fortuñones: Monasterio de Santa María de Egaztegia con sus posesiones.[2]

*En 1065: Sancha Oriol y su hija Sancha Sánchez venden a Leire seis villas de la Bureba: Villanueva, Santa María, Mentosa, Bozo, Beod y Salce.[3]

*En 1071: Sancha Oriol da a Oriol Sánchez su parte de los palacios de Aspurz.[4]

*En 1071: Urraca compra a Oriol Sánchez y a Lope Orioliz su parte de la casa y dependencias en Aspurz.[5]

*En 1083: Sancha Sanz (Sánchez): Villa de Garrués.

*En 1084: Sancha Orioliz lega a su hija Sancha Sánchez: Cenobio de Santa María de Zabalza, Zabalza con su iglesia de San Andrés. Idocin con su iglesia de Santa Cecilia. La iglesia que está en Iga y sus pertenencias. Enériz, Tricio, Ovanos.

*En 1085: Sancha Garcés: Palacio de Lerga con sus pertenencias. 60 mesuras de pan y vino en Eriztain. Casa en Escusega. Arischano. Iriberri.

*En 1087: Sancha Orioliz: Monasterio de San Miguel (Higa de Izaga). Villa de Ariz. Los Arcos. Villatuerta.

*En 1094: Toda Jiménez de Elizaberría: Tierras en Cidoz. Ichisum, Palacio de Unciti, Monasterio en las faldas de Yhiga (Izaga). Yrue. Monasterio en Athea. Villa de Sansoain. Viñas en Zorokiain. Tierras en Arrieta. Casa en Agirioz.

*En 1095: Aznar Jiménez de Oteiza: Monasterio de San Juan de Oteiza. La mitad de Ibizbike. Casas y tierras en Zulueta (Valle de Elorcibar). Palacio de Oteiza. Villa de Oteiza. Villa de Marcalain. Villa de Garciriain. Villa de Osabide. Villa de Añézcar. Villa de Garrués.

*En 1097: Concordia ante los reyes: Villa de Enériz. Iglesia de San Quirico en Monte Hiiga (Izaga). Salinas de Muru. Exaverri.

*En 1102: Sancha de Oteiza y su sobrino Aznar Jiménez: Decanía de San Salvador de Ibizbide. Su parte del Molino de aceite de Ugaiceta. Heredad en Villoria.

*En 1109: El monje Fortún, Sobrino de Sancha Garcés da a Leire: El monasterio de Odieta, los Palacios de Gorriz y de Artanga y dos viñas de “Cepozain”.[6]

*En 1116: Sancha e hijos: Palacio Villatuerta. Molino Puente de Arga o Murugarren.


Esto es lo que se menciona en los documentos. Cabe suponer que lo que ofrecieron a Leire fue una parte relativamente pequeña de lo que poseían.


[1]  Ángel J. Martín Duque, o.c.; pág. 73-75.
[3] Ángel J. Martín Duque, o.c.; pág.116-117.
[4] Ángel J. Martín Duque, o.c.; pág.138.
[5] Ángel J. Martín Duque, o.c.; pág. 138-139.