domingo, 20 de agosto de 2017

SAN PEDRO DE RETA. 25 AÑOS DESPUÉS.

SAN PEDRO DE RETA. 25 AÑOS DESPUÉS.

Por Simeón Hidalgo Valencia (20 de agosto de 2017)

Fue en el año 1991 cuando adquirí la abadía de Reta, que el Arzobispado de Pamplona había puesto a la venta por la modalidad de subasta pública en sobre cerrado con posibilidad de mejora antes del día señalado para la apertura de las ofertas presentadas.

Los poco más de los cuatro millones de pesetas que me valieron para hacerme con ella y cumplir uno de mis sueños: vivir en el valle de Izagaondoa, (valle que desde el primer momento en que lo conocí, en mis subidas a la Peña de Izaga, me enamoró a primera vista), tenían un único fin.

Con ese dinero y con el obtenido en la subasta del solar en que estuvo en su día la ermita de San Bartolomé, ignoro si se empleó más dinero, el señor párroco de Reta, a la sazón D. Miguel Ángel Redín Oteiza, pudo acometer las obras que la iglesia de San Pedro de Reta necesitaba y así en el verano de 1992, en el mes de julio comenzaron las obras destinadas a sanearla y evitar las impertinentes goteras que echan por tierra cualquier vetusto edificio y la solera de éste se remonta a época románica en sus zonas más antiguas que con trazas góticas se reformó la nave y la cabecera dando al edificio el aspecto de iglesia fortaleza, con matacanes defensivos que hacen suponer que en su cubierta contaba con paseo de ronda.

Los vecinos colaboraron en la obra y me imagino que eso ayudó a rebajar el coste final.

Ahora se cumplen 25 años de esta última reforma. Recuerdo que ese verano me acerqué a visitar la Exposición Mundial de Sevilla, la Expo-92 y a la vuelta las obras estaban en pleno apogeo y que podía ver a los obreros desde el patio de la casa trabajar en el tejado y escuchar los piropos que lanzaban a mis hermanas cuando tomaban el sol. Para los obreros de la construcción era un deporte favorito y hasta algún vecino me comentó “las bellas vistas” que había traído a Reta al adquirir la abadía.

Han pasado 25 años ya y lo que en otro tiempo fue una iglesia en que los domingos de verano se llenaba de gente, ahora, 25 años después todo ha cambiado. Somos todos más viejos, algunos se han ido para siempre, otros han vendido su casa, otros nuevos se la han comprado, pero en estos 25 años los bancos de la iglesia se han quedado prácticamente vacíos y ya ni hay celebraciones religiosas más que muy de cuando en cuando, a las que acuden no más de cuatro personas.

Pero entonces había ilusión entre los vecinos por hacer un pueblo unido, en que hubiera buenas relaciones, buena armonía haciendo suyo el lema de las olimpiadas de Barcelona-92. “Amigos para siempre” fue la canción que cantamos en la cena de despedida de ese verano.

Al volver la vista atrás me viene la nostalgia y al ver estas fotos de la obra sacadas por mis amigos y compañeros de asociación José Mari y Patxi, recuerdo cuando ilusionado compré la casa con la idea de vivir en este valle singular y desconocido, de hacerme mi estudio de pintura y de creación artística, pero las circunstancias de la vida me llevaron por otros derroteros y lo que no pude realizar entonces, también por circunstancias de la vida lo he puesto en práctica desde hace una década y, casualidades de la vida, la casa que fue abadía hoy está de nuevo en venta, pero yo la dejo estar. 

De la iglesia he escrito en otros artículos, sea sobre su pila bautismal; sobre el tetramorfo gótico labrado en sus ménsulas; sobre el escudo de Usunbeltz que uno de sus párrocos hizo labrar en la clave de la capilla lateral y que pronto volveré a hablar de él para resolver interrogantes que quedaron en el aire sobre el mismo; sobre el crismón de su portada invisible por el efecto de las palomas, que he visto tuvo efecto y se colocaron artilugios para evitar su presencia, pero la misma iglesia como edificio con más de 800 años a sus espaldas se ha convertido en un fósil y prácticamente está siempre cerrada. Menos mal que las obras de 1992 parece que se ejecutaron bien y se mantiene libre de humedades y goteras, pero ya sabemos que un edificio sin uso se desmorona más fácilmente.


Triste sino el que le espera a la iglesia de San Pedro, si los vecinos de Reta y el Arzobispado no hacen algo para que vuelva a tener vida.

viernes, 11 de agosto de 2017

IZAGAONDOA TIENE UN MUSEO

Por Simeón Hidalgo Valencia (10 de agosto de 2017)


¡Pues sí! Izagaondoa, esa zona tan desconocida de Navarra, tiene un museo. Su nombre: “PETRUS MUSEUM”. El museo Petrus.


*Todo empezó cuando, allá por el año 2009, escribí el cuento titulado “El mensaje en piedra del maestro Petrus” y realicé un PowerPoint sobre el mismo, dándolo a conocer públicamente en la presentación de la investigación que realicé durante bastantes años y que presenté en el Ateneo de Navarra con el título: “Canteros románicos por los caminos de Navarra”.

En el curso de esa investigación, recogiendo las marcas de cantería de los siglos XI, XII y comienzos del XIII, me topé con el maestro Petrus de Guerguitiáin, pues Petrus es el nombre del cantero que firmó en la iglesia románica de San Martín y me di cuenta de que sólo por este hecho ya merecía que se le conociera un poco más y que no quedara abandonado a su suerte como estaba el deshabitado lugar.

Entonces la preocupación primera y principal era mantener la iglesia en pie y evitar su desaparición mediante una urgente rehabilitación. En ese punto muchos estábamos de acuerdo y afortunadamente el edificio se rehabilitó.

Seguí interesado en el estilo tan personal de este cantero y lo fui descubriendo por otros lugares del entorno y se reforzó con más fuerza en mi mente la idea del museo. “PETRUS ME FECIT” escribió en uno de los capiteles interiores y yo, también en latín, para que no hubiera discusiones sobre prioridades lingüísticas, pensé en el nombre que llevaría y lo bauticé como el “PETRUS MUSEUM” y así luce grabado en piedra en la fachada de la Casa Zandueta, en Lizarraga de Izagaondoa, donde hoy es una realidad.


*¿Por qué un museo dedicado a Petrus?

Pues primero porque su estilo se extiende por el noreste de Navarra y se ha recogido también en dos iglesias gallegas. Porque es un estilo popular, sencillo. Quizás por eso mismo algunos entendidos y aficionados románicos lo han dejado de lado frente a otras tallas más interesantes y artísticas desde su punto de vista, pero para mí, que a lo largo de mi vida me he apuntado siempre a las causas más débiles, fue un motivo de estudio y emprendí la tarea de  darlo a conocer. Así nació otro nuevo libro, primero publicado en CD y luego en papel, titulado: “La ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin”.

En segundo lugar porque considero a Petrus un rebelde en su época que transgredió  la norma imperante y firmó y tomó posesión de su obra, frente al poderoso comitente de turno y este hecho no es menor, pues pocos más en Navarra se atrevieron a hacer lo mismo. Sólo un puñado de rebeldes lo hicieron, que se han ido descubriendo poco a poco. Petrus está entre ellos y hoy en día es algo que en Izagaondoa hay que resaltar y valorar.


*¿Cuáles son los nombres de este puñado de rebeldes transgresores que firman con la expresión “me fecit”?

Sigamos el recorrido del Camino de Santiago y nos encontraremos con:

1-Fulcherius en el monasterio de Leire.
2-Leodegarius en la iglesia de Santa María de Sangüesa.
3-Petrus en la de San Martín de Guerguitiáin.
4-Sancius en la iglesia del señorío de Villanueva-Hiriberri, cerca de Puente La Reina-Gares.
5-Aldebertus en el Hospital de San Lázaro de Estella.
6-Martinus de Logronio en el Palacio de los Reyes de Estella.
7-Sancius en la iglesia del antiguo monasterio de Azuelo.

También conocemos al maestro Stephanus, que trabaja en la catedral de Pamplona y a Acto, que lo hace en Villaveta junto a Belengeres, el escribano que da fe del mismo.


*Empieza la materialidad del proyecto: Reproducción de capiteles Petrus:

Así pues, con esta idea en mi cabeza empecé a dar pasos. Uno de los más importantes fue encargar a Joseba Lekuona Yaben, un buen maestro cantero, la reproducción de once capiteles Petrus con una condición muy especial: “trabajar como en la época de Petrus y no limitarse a calcar o copiar lo exterior, sino, en la medida de lo posible, captar también el espíritu del propio Petrus al realizar su obra”.

Desde mi punto de vista el encargo se realizó a la perfección y Guerguitiáin, Besolla (uno exterior y otro interior), Sangáriz (hoy día su portada está en la iglesia de San Martín de Tours en San Martín de Unx), Najurieta, Leoz, Aibar (iglesia de Santa María), Eusa, Zolina, Monreal y Garaioa tienen hoy un lugar de honor en el Petrus Museum.
También el destino y las circunstancias de la vida me llevaron a conectar con otro gran artista cantero: Ramón Górriz Elia que se ofreció voluntaria y desinteresadamente a colaborar en el proyecto y realizó dos capiteles más. Uno de Zolina y otro de la ermita de Santa María de Badostáin, amén de hacer varias donaciones de piezas auténticas que también están a la vista del visitante.


*¿Dónde hacer el museo?

Ya se había comenzado la reproducción de las piezas petrus, pero no había local para exhibirlas. Lo que sí tenía claro era que el museo había que hacerlo en Izagaondoa, la tierra donde el maestro Petrus se quiso dar a conocer firmando su obra. Aunque hubo un par de ofertas de otros lugares Petrus, cuyos representantes públicos recibieron con interés el proyecto y atisbaron las potencialidades culturales y económicas que podía traer consigo si lo apoyaban, mi idea no se desplazó de lugar y así, como he dicho antes, las circunstancias de la vida abrieron el camino para despejar esta incógnita.

A finales del 2013, siendo ya miembro fundador de la Asociación Grupo  Valle de Izagaondoa tuve conocimiento de que en Lizarraga de Izagaondoa había una casa que había recibido en herencia ASPACE NAVARRA (la Casa Zandueta) y que estaría dispuesta a cederla siempre que fuera destinada a obra social o cultural sin ánimo de lucro.

En la Asamblea General Ordinaria celebrada en el 2014 se informó de esta posibilidad y la nueva Junta Directiva de la que formaba parte como secretario, dio los pasos para llegar a un acuerdo, siempre con el visto bueno de la Asamblea General de Socios, que lo dio y se firmó el mismo el 20 de noviembre de 2014, pero antes ya se nos permitió, como asociación, hacernos cargo de la Casa Zandueta y empezamos a adecuar la parte baja para el PETRUS MUSEUM, aunque la misma casa en sí era un museo etnográfico con horno de pan, bodega, aperos de labranza y labores de costura, cocina, alcobas, habitaciones montadas,… por ello hubo que remodelar el plan, pues de ningún modo podíamos prescindir de la propia historia de la casa y sus últimos moradores.


*Ley Foral 8/2014, de 16 de Mayo.

 Con la Ley Foral 8/2014, de 16 de Mayo sobre el Mecenazgo la Asamblea de la Asociación aprobó la presentación del proyecto denominado “PETRUS MUSEUM Y CASA MUSEO” que fue aceptado y declarado por La Dirección General de Cultura-Príncipe de Viana de interés social y cultural con una duración del mismo de cinco años, del 1 de enero de 2015 al 31 de diciembre de 2019.

Desde este momento todas nuestras actividades como asociación (visitas guiadas, publicaciones de libros, charlas, etc., han ido dirigidas a la realización de este proyecto que, sin duda, puede ser uno de los motores del desarrollo cultural, social y económico de Izagaondoa y su Comarca.


*Trabajo en auzolan.

Transformar la parte baja de la Casa Zandueta de cuadras infestas en salas museísticas no ha sido tarea de dos días. Nos ha llevado casi cuatro años, pero hemos logrado compaginar lo antiguo con lo moderno, pues de ninguna manera se quería perder la esencia de una casa rural.

El trabajo ha sido arduo y trabajando en auzolan, fundamentalmente los sábados por la mañana, se ha conseguido. Muchos socios y algún no socio han colaborado y gracias a todos se ha llegado a terminar toda la planta baja a lo largo de estos años de trabajo en auzolan.

El verano de 2015 se abrió al público la Sala de La Vid y la Sala de La Bodega.

El verano de 2016 se mostró en la Sala Polivalente la exposición etnográfica en honor de la familia Lizarraga-Irigoyen, que son los últimos habitantes de la Casa Zandueta.

El verano de 2017 se abre al público toda la planta baja con las nuevas salas denominadas: Petrus I, Sala del Pan o del Horno, Petrus II y el Patio de las Estelas.

Ahora, en los meses de agosto y septiembre este museo particular, gestionado por la Asociación Cultural y Turística Grupo Valle de Izagaondoa, abre de nuevo sus puertas a los visitantes y amantes del turismo cultural, a la espera de que tanto nuestros vecinos de Lizarraga de Izagaondoa, el Valle de Izagaondoa, La comarca de Izaga y Navarra entera valoren esta iniciativa que es para todos.

Trabajar para el bien común también se puede hacer desde la iniciativa privada.


*Dado el aforo de las salas las visitas guiadas que se organizan tendrán un grupo máximo de 12 personas.

Los días de visita son:

MIÉRCOLES DE AGOSTO Y SEPTIEMBRE A LAS 18 Y 19 HORAS.
SÁBADOS DE AGOSTO Y SEPTIEMBRE A LAS 12 Y 13 HORAS.

Hay que reservar día y hora para la visita en el 659 303 994.

La entrada en gratis, pero como seguimos trabajando, admitimos donativos que destinaremos a los proyectos de la asociación.




En la Sala Petrus -I