lunes, 25 de septiembre de 2017

JORNADAS EUROPEAS SOBRE EL PATRIMONIO

JORNADAS EUROPEAS SOBRE EL PATRIMONIO


Por Simeón Hidalgo Valencia (25 de septiembre de 2017)


Leo en el Diario de Navarra, el sábado pasado, este titular:


Y a continuación, como siempre hago cuando hay un listado de ayuntamientos que celebran algo conjuntamente en Navarra, voy directo a ver los que aparecen con la letra I (la i) por ver si en el mismo está el ayuntamiento de Izagaondoa. Una vez más, al tratarse de dar a conocer el rico patrimonio cultural de este valle al que quiero tanto, no aparece.

La corporación municipal de Izagaondoa pasa un año más de las “Jornadas Europeas de Patrimonio” que este año se celebran los días 29 y 30 de septiembre y el 1 de octubre, cuyo objetivo es “Sensibilizar sobre el patrimonio cultural”, cuyo lema de este año 2017 es el siguiente: “Patrimonio y naturaleza: un paisaje de posibilidades”.

¿Por qué será?, me pregunto, y yo mismo me respondo que no será porque Izagaondoa no tenga un rico patrimonio cultural y paisajístico que merezca ser dado a conocer, porque considero que es uno de los valles de Navarra con unas valiosas muestras. Edificios románicos y góticos, castillos, palacios de cabo de armería, pinturas murales góticas, fuentes y aljibes medievales, neveros, puentes, molinos, lavaderos, rutas de montaña, monumentos forestales,… No voy a enumerar uno por uno para no extenderme. No será, por tanto, porque no haya materia prima para participar en estas jornadas europeas sobre el patrimonio cultural.

¿Entonces? Pues entonces no cabe otra razón, y lo tengo comprobado, de que los hechos demuestran que la corporación del ayuntamiento de Izagaondoa pasa olímpicamente de dar a conocer su propia historia y patrimonio cultural. Su baja sensibilidad en esta materia posterga el conocimiento por la sociedad de lo mucho y bueno que en el valle de Izagaondoa hay.

Es la iniciativa privada, sin ánimo de lucro además, la que está ejerciendo la labor de trabajar por dar a conocer a la sociedad el patrimonio cultural de Izagaondoa a través de la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa. Lo último ha sido abrir las puertas del PETRUS MUSEUM durante los meses de agosto y septiembre para dar a conocer la obra del maestro Petrus de Guerguitiáin que allá por los finales del XII o comienzos del XIII firmó su obra en San Martín de Guerguitiáin. Ni que decir tiene que ninguno de los corporativos se ha dignado visitarlo.

¿Se podía haber participado en estas jornadas? Desde luego que sí, pues bajo el lema de este año “Patrimonio y Naturaleza: un paisaje de posibilidades” se podían haber ofrecido varias actividades atrayentes que sensibilizarían tanto a los vecinos como a los muchos que vienen a conocer esta tierra. Por ejemplo se podía haber ofertado lo siguiente:

1º. PASEO AL ROBLEDAL DE LIZARRAGA, donde el gran roble centenario, catalogado como monumento forestal, es punto de atracción para muchos amantes de la Naturaleza.

2º. LA RUTA DEL AGUA POR IZAGAONDOA, visitando de pueblo en pueblo, desde Idoate hasta Induráin sus fuentes, aljibes, puentes, molinos y lavaderos, gozando a la vez de un paisaje sin igual por tierra y por aire contemplando las aves rapaces que surcan los cielos.

3º. PASEO A LAS RUINAS DEL CASTILLO DE LEGUIN y su aljibe medieval, para conocer a la vez la Historia antigua de este valle y cómo fue un punto importante defensivo en el camino real de Pamplona a Sangüesa.

4º. PASEO A LA PEÑA DE IZAGA, hito único en Navarra frecuentado por numerosos montañeros. Desde su cumbre se divisa en día claro media Navarra y sobre todo, los pueblos de su comarca, la Comarca de Izaga, que digo yo. Y como remate visitar la ermita-basílica de tres naves de San Miguel de Izaga, sorpresa muy agradable para quien penetra en ella por primera vez.

5º. PASEO DESDE INDURÁIN HASTA GUERGUITIÁIN, con poco más de tres kilómetros para visitar en pleno campo la iglesia románica de Guerguitiáin, a la que se le denominó, por quien ahora está a la cabeza de la corporación municipal, “el buque insignia del patrimonio de Izagaondoa”.

Cinco actividades que me han venido así, a bote pronto.

Una pena que la i de Izagaondoa no aparezca en el listado de municipios que ofertan su patrimonio cultural a la sociedad navarra.

¿Así se levantará Izagaondoa de su postración cultural?

Menos mal que hay una asociación, el “Grupo Valle de Izagaondoa”, que trabaja por el patrimonio y desarrolla el turismo para poner en el lugar que le corresponde por la Historia y Cultura heredadas, a la Comarca de Izaga, partiendo desde Izagaondoa.

Si quiere informarse más al detalle de las actividades ofertadas para estas jornadas puede visitar la página: http://www.culturanavarra.es/es/edicion-2017-5


A las que puede añadir la visita al PETRUS MUSEUM en Lizarraga de Izagaondoa, pues el día 30 es el último día que se abre en esta temporada. A las 12 y a las 13 visita guiada y si antes ha visitado el Robledal, mañana completa. 


miércoles, 20 de septiembre de 2017

LA HIGUERA, EL ROBLE Y MI DECISIÓN

LA HIGUERA, EL ROBLE Y MI DECISIÓN


Por Simeón Hidalgo Valencia (20 de septiembre de 2017)



La sencilla y preciosa portada medieval de la iglesia de Santa Eulalia de Lizarraga de Izagaondoa transmite aún hoy día su mensaje a quien quiera y sepa leerlo. La estudié allá por el año 2010-11 y expliqué mi propia lectura por primera vez con ocasión de la Jornada Románica por Izagaondoa celebrada en octubre del 2011.

Aunque el trabajo realizado lo di a conocer a través de mi blog y más tarde fue uno de los artículos del libro “Las claves de Izagaondoa”, ahora me voy a centrar en reflexionar de nuevo sobre los capiteles del lado izquierdo de la portada, según la miramos, pues en las tallas de sus tres capiteles protogóticos veo compendiada magníficamente la doctrina que la iglesia católica transmitía a los fieles del siglo XIII y que hoy sigue teniendo vigencia también desde el punto de vista de la ética para las personas actuales, sean cristianas o no, pues en definitiva se nos habla, por medio del simbolismo, de la propia libertad que cada persona posee para tomar un camino u otro en su propia vida.

Titulo esta reflexión “La higuera, el roble y mi decisión”, porque el simbolismo de estos dos árboles se convierte en referencia ética para mí, como persona. La higuera y el roble hacen aquí de elementos paradigmáticos que nos llevan a los orígenes de lo que se ha dado en llamar el Antiguo y el Nuevo Testamento.


LA HIGUERA:

Si observamos al detalle y sin prisas el primer capitel, el exterior, llegará un momento en que identificaremos tanto la hoja del árbol como los frutos del mismo perfectamente labrados por el maestro de Lizarraga de Izagaondoa, anónimo sí, pero de tan alto nivel profesional que parece bordar en la misma piedra.
Las hojas y los frutos, sean brevas o higos, nos hablan de la higuera.



¿Y por qué se talla la higuera en este capitel?

Porque quien encargó esta portada para la primitiva iglesia de Lizarraga se propuso plasmar aquí los primeros momentos de la humanidad, cuando veía el Jardín del Edén o Paraíso Terrenal como una referencia palpable que a manera de cuento se recoge en los inicios del Génesis para poder comprender mejor y explicar de alguna forma la situación dolorosa de la condición humana en lucha constante por su propia existencia.

La Biblia inicia con el libro del Génesis, donde se narra los orígenes del mundo y de la humanidad. Hay dos relatos de la creación. El que aquí nos interesa es el segundo. Se puede leer en Génesis 2,4-26. En este último versículo se nos dice que “Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.”

A continuación en todo el capítulo 3º se habla de la serpiente, de la prohibición de comer del “fruto del árbol que está en medio del jardín”. “No comáis de él. Ni lo toquéis, so pena de muerte.” De la visión de la serpiente sobre el tema: “De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.” [1] Etc.,…

Pero, ¿cuál era el árbol situado en medio del jardín?

Nadie lo sabe. Generalmente se habla de su fruto: la manzana, por lo que el árbol sería el manzano, pero en Lizarraga no aparece el manzano, sino la higuera con sus frutos.

¿Por qué?

Porque en esto del mito original del Paraíso perdido a través de la decisión humana de hacer caso a “la serpiente”, la fruta no es lo importante por lo que no se especifica y en Lizarraga de Izagaondoa aparece una de las versiones frutales correspondientes al árbol del centro del jardín primigenio. La higuera.

¿En qué se basa esta talla?

Quien esto manda hacer conocía muy bien las tradiciones antiguas que en el siglo X se plasman en los libros miniados realizados en los escritorios de los monasterios, focos de cultura y de transmisión de saberes. Y es en esos códices donde encuentro la posible base de lo que aparecerá no ya pintado, sino esculpido en Lizarraga unos trescientos años después.

El monje Vigila copia en el scriptorium del monasterio de Albenda de Iragua, La Rioja, entre los años 974 al 976, la Crónica Albendense y terminado el libro su contenido se recoge en gran parte en el monasterio de San Millán de la Cogolla de Suso  conocido por el nombre de Códice Emilianense que se inicia en el 976 y se acaba en el 992.[2] Pues bien, en ambos códices aparece ilustrada la caída de Adán y Eva en el Paraíso Terrenal y el árbol que se representa es una higuera.[3] Pasarán más de 300 años y este mismo árbol se talla en Lizarraga para indicarnos simbólicamente el definido como “Pecado original”.

La lámina representa en el centro a la higuera. La serpiente enroscada en ella lleva en su boca un higo o una breva y se lo da a Eva que extiende su brazo y lo coge. Adán y Eva se tapan con hojas de higuera. “Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores.”

La lámina especifica claramente con las palabras “LIGNVN FICI” que se trata de árbol del higo: la Higuera.

Rodeando a manera de marco  la imagen, el copista escribe comenzando desde la parte superior izquierda y siguiendo el sentido de las agujas del reloj el siguiente texto:”+ Allí entre los árboles del Paraíso Eva había tendido la mano hacia el fruto tomándolo de la boca de la serpiente. Rápidamente se la había llevado a Adán. Después juntaron hojas de higuera y se hicieron perizoniums ( delantales, taparrabos, paños de pureza…)”.[4]

La higuera, ese árbol tan familiar en muchas de las casas de nuestros pueblos, resulta, según esta tradición, ser el árbol del conocimiento del bien y del mal. Árbol representado en este capitel de la iglesia de Santa Eulalia en Lizarraga de Izagaondoa con todo su simbolismo primigenio del mal que acecha a la humanidad.



EL ROBLE:

Lizarraga de Izagaondoa hace gala de poseer un hermoso robledal que bien cuidado y limpio se asemejaría también a un pequeño Jardín del Edén. Edén que con su silencio atrae a más de un caminante a visitarlo y gozar desde su frondoso follaje de unos momentos de paz y sosiego.



Entre todos los robles el que aquí se muestra es el más antiguo y destaca sobre los demás, mucho más jóvenes. En el “Decreto Foral 87/2009. De 1 de diciembre por el que se declaran Monumento Natural determinados árboles singulares y se establece su régimen de protección”, se le cataloga de la manera siguiente:

“M.N.35
Nombre del Mnumentos Natural:
Roble de Lizarraga.
Localización: Lizarraga de Izagaondoa.
Número de ejemplares: 1
Coordenadas X e Y: 622.893 /
 4.735.976.” [5]

Hay una tradición que remonta su existencia ya a los tiempos de la familia de San Francisco Javier, allá por los siglos XV – XVI, pero unos doscientos años antes el roble aparece esculpido junto al anterior de la higuera en la portada de la antigua iglesia medieval.

Si echamos una mirada sobre el simbolismo y la importancia del roble a lo largo de la historia de las civilizaciones podremos atisbar y comprender su presencia entre las tallas de la iglesia de Santa Eulalia de Lizarraga pues se la ha tenido desde antiguo como el árbol de la sabiduría y del conocimiento. Se le ha considerado como el árbol sagrado por antonomasia, así como el árbol que da la vida bajo el cual se toman las decisiones y se establecen las nuevas leyes.

El cristianismo, que hunde sus raíces en culturas anteriores también lo tiene en consideración y al tallarlo con frecuencia en las portadas de sus iglesias, como se ve con frecuencia en iglesias de Navarra a partir del siglo XIII, lo asimila a la Nueva Ley que bajo sus ramas se proclama a través de la palabra de Jesús.

Así pues, la Higuera representa la caída, el pecado y la Ley Antigua, mientras que el Roble representa la liberación, el fuego divino que purifica, la palabra profética de la Ley Nueva que anuncia la vida, el árbol de la cruz que regenera a la humanidad. El árbol de la vida junto al árbol de la muerte.


MI DECISIÓN:

Y así, después del resumen de la Historia Sagrada por medio de las imágenes de dos árboles antagónicos, el tercer capitel me pone personalmente ante mi propia decisión. Alumbra ante mis ojos las dos realidades anteriores y me muestra a dónde me conduce el tomar un camino u otro. Mi propia libertad me llevará a tomar la decisión que me puede esclavizar o me puede liberar. Aquí interviene mi ética personal. Nadie puede decidir por mí. Soy yo el único protagonista y el único responsable de lo que en mi vida pase. Yo me lo he buscado y no vale ninguna de las excusas con que me quiera engañar a mí mismo. Soy libre. Soy responsable de mis actos.

¿Cómo se me comunica todo esto?
Mediante la figura mitológica del ser con cabeza humana de melena al viento, cuerpo de ave y cola de serpiente que enrosca desde los pies hasta el cuello de la persona que ocupa el centro del capitel. Esta persona ha sido atrapada por el mal, sigue en la ley antigua de tal manera que ella misma se va transformando físicamente en el mismo ser que le tiene dominado. Los dedos de sus pies y de sus manos se transforman y se convierten en garras de animal.

¿Podrá liberarse?
La parte derecha de este capitel da la respuesta a través de la imagen de la cabeza humana que se aprecia por encima del ave rapaz. Identifiquémosla como un águila o halcón y tendremos la respuesta liberalizadora, al igual que podemos verla por  en las cercanas iglesias de San Martín de Artáiz y de Santa María de Besolla. La aceptación libre de su presencia nos introduce en la esfera de lo divino y nos ayuda a caminar, en nuestro tiempo humano, por la senda de lo bueno, bello y verdadero.


¿QUÉ MENSAJES NOS COMUNICAN ESTOS CAPITELES?

A manera de resumen expongo lo que yo leo en ellos.

1º. En un principio el ser humano gozó de la felicidad del paraíso, pero al comer del árbol del conocimiento, representado en la higuera, descubrió además su propia debilidad.

2º. Otro árbol, el roble, símbolo de vida, representa la salvación traída por Jesús, donde encontrará su fuerza.

3º. Ante el dilema de muerte o vida, el cristiano opta por la vida, liberándose del monstruo que le atrapa y como el halcón mitológico resucita cada día a la vida.






[1] Los textos bíblicos que se citan en el artículo siguen la versión de la Biblia de Jerusalén.
[2] Consultar en Internet: Códice o Código Albendense o Vigilano y Códice Emilianense.
[3] Imagen recogida en Internet.
[4] Traducción ofrecida por Margarita Marcos González en la página de Facebook “Románicos en movimiento”.
[5] http://www.lexnavarra.navarra.es/detalle.asp?r=29923

domingo, 10 de septiembre de 2017

FAVORECER EL TURISMO CULTURAL

FAVORECER EL TURISMO CULTURAL

Por Simeón Hidalgo Valencia (10 de septiembre de 2017)


Recibo el sábado por la noche -09 de septiembre de 2017-  un whatsapp. Dice así:

-“Buenas noches, Simeón. Me preguntan si se puede visitar Guerguitiáin y en ese caso quién tiene la llave.”
-“Hola. X…, Se puede visitar. La llave hay que solicitarla en el ayuntamiento de Urroz a través de la instancia oficial. Así está el tema.”
-¡Ufff! Muchas gracias.”

Como no es la primera vez que se dirigen a mí en términos parecidos tanto para visitar Guerguitiáin lo mismo que para visitar Besolla, por el interior se entiende, es por lo que me decido a escribir esta pequeña reflexión orientada a que desde los entes públicos encargados de estas dos joyas románicas en las que trabajó el maestro Petrus y su escuela allá por los finales del siglo XII o en los comienzos del XIII, hagan también la suya.

La gente pregunta por quién tiene la llave y nos llaman a la asociación Grupo Valle de Izagaondoa que desde el 2012 solemos hacer visitas guiadas por la Comarca de Izaga, siendo estas dos iglesias puntos clave en la oferta cultural que realizamos. Piensan que, ya que nosotros programamos visitas, dispondremos de la llave. Cuando les informamos de que nosotros, a pesar del trabajo cultural que realizamos no tenemos la confianza de los entes públicos encargados de estas dos iglesias, se quedan extrañados y hay quien comenta: -“Pues qué menos que la tuvieseis, pues sois los que más os movéis.”

Pues no, no la tenemos y nosotros mismos hemos que pasar  por cumplir con la burocracia impuesta por los ayuntamientos de Izagaondoa y de Ibargoiti. Así están las cosas y cuando programamos visita guiada a uno de estos lugares vamos con tiempo al ayuntamiento y rellenamos la instancia solicitando la llave y si es para Besolla tenemos que informar del número de personas aproximadas que acudirán, actividades que se van a realizar, dejar fotocopia del DNI y 50 € de fianza y después, si tienen a bien aprobar la visita, se recoge la llave. Una vez realizada la actividad hay que hacer una memoria de la misma para el ayuntamiento de Ibargoiti, entregar la llave y recoger los 50€. En el caso del ayuntamiento de Izagaondoa con la instancia basta y a esperar si te la conceden.

Lo chusco de todo esto es que los ayuntamientos respectivos piden estos trámites y ellos, que son los encargados primeros de promocionar el patrimonio cultural de su territorio NO HACEN NADA a este respecto. Tal como suena y que nadie se escandalice, pues no sé de ninguna actividad organizada por el ayuntamiento de Izagaondoa en Guerguitiáin. Del de Ibargoiti ya se sabe, lo dice en la normativa, él no organiza visitas guiadas a Besolla, y lo pone con mayúsculas para que se vea con toda claridad.

Y yo me pregunto: “¿Es el mejor procedimiento para favorecer el turismo cultural de la Comarca de Izaga?”

Pienso que no, que más bien es una rémora para el mismo. Tanta burocracia y la falta de confianza impiden que estas cosas sean lo ágiles que tienen que ser y con inmediatez.

¿Qué pasa cuando alguien quiere ir un sábado o un domingo, o en Semana Santa o en períodos festivos en que los ayuntamientos están cerrados? Pues que por más que quieras no puedes visitar estos edificios por el interior, seas de Navarra o de fuera y la imagen que se está dando es muy penosa y las quejas, a veces también nos han llamado para expresárnoslas como si fuésemos nosotros los responsables, cada vez son más frecuentes, pero los responsables de las corporaciones respectivas están tranquilos. En realidad pienso que no les importa y es una pena.

¡Ya tienen la normativa! ¡Que la cumplan!

¡Qué bajo se ha caído! 


Día del socio 2016. Visita a Besolla.