domingo, 25 de octubre de 2015

¿QUÉ ADQUIRIR EN LAS FERIAS DE URROZ?

¿QUÉ ADQUIRIR EN LAS FERIAS DE URROZ?

Por Simeón Hidalgo Valencia (25 de Octubre de 2015)

Se aproximan las Ferias de Urroz-Villa y como los últimos años la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa pondrá su puesto en la Plaza del Ferial, para darse a conocer a la sociedad y tratar de sensibilizar sobre la necesidad de mantener, rehabilitar y poner en el circuito cultural el patrimonio de la Comarca de Izaga. Allí estaremos, pues, los día 14 y 15 de Noviembre.

Un puesto de este tipo no es frecuente verlo en rastros, mercados o ferias, pero es un toque distinto ante el que más de uno se detiene para ver lo que exponemos y para adquirir nuestras propuestas.

Este año hay dos novedades que pueden adquirir nuestros visitantes y contribuir así a nuestro objetivo de montar un museo dedicado a la figura del  Maestro Petrus de Guerguitiáin, calificado por el Gobierno de Navarra como de interés social y distinguido con el sello MECNA (Mecenazgo Cultura Navarra)


1º EL CALENDARIO PETRUS-2016:


El cantero medieval, Petrus, trabajó en Guerguitiáin, en Vesolla, en Sengáriz, en Najurieta, en Aibar, en Zolina, en Badostáin, en Eusa, en Monreal, en Garaioa y otros lugares y, junto a la Romería a Izaga y la Feria de Urroz, darán nombre a cada uno de los doce meses del año 2016.
Aquí muestro la hoja correspondiente al mes de Enero para que el lector se haga una idea de cómo es este calendario.
Tengo que decir que los capiteles que en él se reproducen se podrán contemplar en su día en la Sala Petrus del PETRUS MUSEUM. 



2º EL LIBRO “IZAGAONDOA. COSAS DE ANTAÑO”: 


Este es el título del libro que la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa ofrece a sus seguidores y vecinos y vecinas de la Comarca de Izaga este año. Se presentó con éxito total ayer, sábado 24, y esperemos que en la Feria también sea el libro más solicitado, pues sus ocho relatos escritos por D. Juan Otano Liberal, “Juanito” (1910-1962), como los firmaba familiarmente, dan a conocer los recuerdos de su infancia y son un vivo retrato de las costumbres de nuestros pueblos hace casi un siglo.

Hoy, que tanto se habla de recopilar la memoria de nuestros mayores y de dar valor al Patrimonio Inmaterial, tenemos la suerte de recuperar a través de Juanito parte de esa memoria, dejada por escrito allá por los años 50 del siglo pasado. 


Tanto el Calendario Petrus-2016 como el Libro “Izagaondoa. Cosas de antaño”, son dignos de estar presentes en cada uno de nuestros hogares. Son trabajos realizados con cariño y calidad. Además, al adquirirlos, se contribuirá a una buena causa liderada por la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa. La adecuación de la Casa Zandueta de Lizarraga como museo.

El Calendario se podrá adquirir por 5 euros y el libro por 10 euros. Ambos tienen una tirada reducida por lo que de estar interesados en adquirirlos se recomienda reservarlos, sea a través del correo  grupocultural@valledeizagaondoa.com, sea llamando al teléfono 659 303 994 y poder recogerlos sin problema en la Feria de Urroz los días 14 y 15 de Noviembre.

Agradecido de antemano por su colaboración.


martes, 20 de octubre de 2015

EL PETRUS MUSEUM - NUEVA PIEZA PETRUS

EL PETRUS MUSEUM – NUEVA PIEZA PETRUS

Por Simeón Hidalgo Valencia (20 de Octubre de 2015)
  


A lo largo del pasado verano se pudo visitar parte del PETRUS MUSEUM, que la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa está realizando en la Casa Zandueta de Lizarraga de Izagaondoa. En concreto las salas de La Vendimia y de La Bodega.

A lo largo del pasado verano acudieron los primeros visitantes, presagio de otros muchos que poco a poco acudirán a la llamada cultural que se está realizando para dar a conocer a la figura del Maestro Petrus de Guerguitiáin, que dejó su firma escrita en la iglesia de San Martín de Guerguitiáin.  

Como la casa en cuestión tenía una bodega con todos sus componentes, fue lo primero que se acondicionó. Se añadieron algunas piezas nuevas, cedidas unas en depósito, donadas al museo otras. Todas relacionadas con el tema de la vendimia y del vino.


Hoy, quien esto escribe ha dejado en depósito una nueva pieza adquirida recientemente. Se trata de una jardinera trabajada en piedra de 130cm. de largo por 30cm. de ancho y 38cm. de alto, cuyo frontal está tallado con escenas de la vendimia y el vino, muy apropiadas por ser la temática que en estas salas se exhibe y además porque responde a la idea de mostrar  piezas etnográficas realizadas en piedra.
  

La primera escena representa un castillo almenado de donde sale el joven labrador para ir a las viñas de su señor a vendimiar. Como estamos ya en el otoño va un poco abrigado protegiendo su garganta con el cuello alto de su túnica que entalla a su cintura mediante una cuerda. La cuerda le sirve para sujetar la pequeña hoz del vendimiador. Y en sus manos porta el cesto para depositar los racimos que corte. 


En la segunda escena el vendimiador está ya en el majuelo y corta y recoge, racimo a racimo, la cosecha que cada cepa ha dado y es tal, que en poco tiempo tiene el cesto lleno.  El cesto se vacía en las comportas que una vez llenas se suben al carro para llevarlas al lagar. 


La tercera escena nos muestra en el lagar a los campesinos cómo pisan la uva  ayudandándose también con la maza. El mosto se derrama en un pequeño pozo de donde se va sacando con cazos y se trasvasa a las barricas Con el tiempo fermentará y se convertirá en delicioso vino, que alegrará las fiestas y celebraciones de su señor  y correrá generoso en bailes y romerías. 


Con él brindarán deseándose buenos augurios. Sellarán sus pactos los nobles y poderosos caballeros y más de uno lo usará, envenenado, para despejar su ascenso al poder.

Brindis entre amigos y familiares que en camaradería celebran la vida con el vino fermentado en barrica de roble es lo que representa la cuarta y última escena.

Una nueva pieza para el PETRUS MUSEUM que se puede contemplar ya en la sala de La Vendimia que representa el proceso de elaboración del vino.

Ya no hay viñas en la comarca de Izaga, pero desde siglos las hubo como reflejó también el Maestro Petrus  al tallar en uno de los capiteles de Guerguitiáin, un racimo de uvas. Bueno, he dicho que no hay viñas, pero al menos se conserva aún una en la ladera del monte que queda a la izquierda saliendo de Artáiz camino a Urroz.

¡A VUSTRA SALUD!



viernes, 16 de octubre de 2015

IZAGAONDOA. COSAS DE ANTAÑO

“IZAGAONDOA. COSAS DE ANTAÑO”

Por Simeón Hidalgo Valencia (16 de Octubre de 2015)



“IZAGAONDOA. COSAS DE ANTAÑO”

Es el título que se ha puesto al libro que el día 24 de Octubre de 2015 se presentará a las 19:00 horas en la Sociedad Legin de Ardanaz de Izagaondoa.

Este libro recoge ocho relatos que escribió D. Juan Otano Liberal a mediados del siglo pasado. Desde Donostia, donde ejercía el magisterio, se los escribió a sus padres como postal de felicitación en sus cumpleaños. En ellos, desde la perspectiva de las vivencias que tuvo en el pueblo siendo niño, recoge las vivencias que se le quedaron grabadas para siempre y, que al ver los grandes cambios que se producían en todos los sentidos en el mundo rural, decidió ponerlos por escrito para que pervivieran de alguna manera.

Estos ocho relatos son los siguientes:

Cosas de antaño.
Meteorología aldeana.
Mecetas en la aldea.
San Antón.
Retazos.
Leyendas y Tradiciones.
Mercado de Urroz.
Estampa de Navidad.

A continuación se anticipa la PRESENTACIÓN que se hace desde un servidor y uno de los sobrinos del autor de los relatos, Félix Máximo Otano, quien nos hace una breve biografía de su tío.


PRESENTACIÓN

La Asociación Grupo Valle de Izagaondoa, fiel a su objetivo de “promocionar y difundir el patrimonio cultural de la comarca de Izagaondoa, de cara a su consolidación, rehabilitación y puesta en valor, como uno de los puntos básicos para su desarrollo”, da a conocer a través de esta publicación titulada “Izagaondoa. Cosas de Antaño”, algunos retazos de la vida de nuestros pueblos, que se vivieron, hace ahora, casi un siglo.
A través de ocho relatos escritos por Juan Otano Liberal, familiarmente “Juanito”, vamos a remontarnos a un estilo de vida que, como presagiaba el autor, ya ha desaparecido, pero que bastantes de los que peinamos canas hemos llegado a conocer directamente en parte o a través de las narraciones de nuestros padres y abuelos. Pero algo permanece de lo que se nos cuenta. La Romería a Izaga, por ejemplo, sigue viva y que sea por muchos años.
Al leer estas páginas, el lector se sentirá viajar en el tiempo, hacia el pasado y entrará en un mundo, sobre todo si es de corta edad, en que salvo los nombres de los pueblos, algunos apellidos o nombres de las casas, le será desconocido en su mayoría. ¡Tanto se ha cambiado en 100 años!
Estos relatos estaban recogidos con mucho esmero, me cuenta Félix Otano, en el escritorio de trabajo del abuelo Cesáreo en la “sala” de la casa Mitxoto de Ardanaz, bien ordenados dentro de una caja de bombones.
Es un buen material etnográfico que nos muestra las costumbres y tradiciones, nos transmite dichos, expresiones, chascarrillos, costumbres sociales, maneras de vivir de las gentes del campo, roles masculinos y femeninos, ritos y ceremonias religiosas que impregnaban a las personas y personajes populares de la sociedad de entonces. Por ello, este libro se convierte en un pequeño tesoro que se ha de conservar con mimo para la posteridad y más aún sus originales.
Algunos relatos ya se publicaron en el CD que con ocasión de la Exposición Etnográfica del Valle de Izagaondoa celebrada en el verano de 2011 en la iglesia de Iriso se editó, titulado “Izagaondoa. Memoria para el futuro”. Ahora se dan a conocer todos ellos en forma de libro, a la usanza tradicional, para que se puedan leer y releer, subrayar y hacer anotaciones  sobre el papel, pues sin duda, necesitaremos más de una vez echar mano de algún diccionario popular para poder comprender expresiones hoy caídas en desuso. Pero en eso mismo reside, en parte, el interés y el valor de estos relatos.
Son relatos costumbristas, escritos con pluma ágil, con diálogos populares chispeantes y no faltos de retranca, grabados en la mente infantil de su autor y por ello escritos, ya de adulto, desde el corazón y el cariño a la tierra de origen.
La Asociación Grupo Valle de Izagaondoa expresó su deseo de poder publicar estos relatos por todo lo anteriormente comentado y agradece a Félix Otano, socio fundador de la misma, su disposición y consentimiento para poder hacerlo y agradece sobremanera al propio Juanito el que los escribiera pues, sin quizás pretenderlo, nos ha legado un testimonio importantísimo de la vida de nuestros pueblos, allá por el primer cuarto del siglo XX.
“Cosas de antaño” es el título que da nombre a uno de estos relatos de Juanito y también, en parte, al libro que ahora se publica, pues resume en tres palabras la vida de entonces en Izagaondoa y comarca. Que al leerlo sintamos y comprendamos también nosotros, en este siglo XXI en que la tecnología parece que lo es todo, que el mantener vivas las raíces de nuestra comarca de Izagaondoa, es la tarea más importante de la que todos somos responsables.
Nuestra Asociación quiere contribuir con la publicación de “Izagaondoa. Cosas de Antaño” a que las raíces sigan vivas y lozanas. 
                                                                     Simeón Hidalgo Valencia


JUAN OTANO

Juan Otano Liberal nació a las cinco y media de la tarde del día 26 de junio de 1910 en casa Mitxoto de Ardanaz de Izagaondoa. Era hijo de Cesáreo Otano Iribarren, heredero de la casa y de Francisca Liberal San Miguel, de casa Camus, de Reta. Fue el primer hijo de este matrimonio, al que siguieron otros ocho (María, José, Jesús, Máximo, Severino, Josefina, Luis y Celi).
Anteriormente, Cesáreo estuvo casado con Micaela Liberal San Miguel, hermana de Francisca, con la que tuvo otros tres hijos, Manuel, Valentina y Brígida, (estas últimas eran gemelas). Como consecuencia de este parto Micaela falleció el día 20 de noviembre de 1906.
La infancia de Juanito, tal y como la refleja en sus escritos, debió ser feliz en una familia tan numerosa y a la que casi siempre se unían otras personas, como los vecinos del pueblo, el pastor, algún “criau” y, por supuesto, el cura, el secretario, el médico, el maestro…
Desconozco el motivo por el que la familia decidió que, de entre todos los hijos, Juanito debía ser el que fuese a estudiar a Pamplona, pero intuyo que su inteligencia y predisposición  para el aprendizaje habrían contribuido a tomar esta decisión. El caso es que fue a estudiar a la Escuela Normal de Pamplona y para marzo de 1928, sin cumplir los 18 años, ya estaba ejerciendo de maestro en Nocellas, un pueblo de Huesca cercano a Graus, hoy día deshabitado.
El día 27 de diciembre de 1934, en la Parroquia de San  Agustín de Pamplona, contrajo matrimonio con Antonia Manzano Perez, natural de Peralta y también maestra, como él. De este matrimonio nacieron sus tres hijas: Isabel, que reside en Gasteiz, Merche en Nimes (Francia) y María Ángeles en Donosti.
En la fatídica fecha del 18 de julio de 1936 se encuentra el matrimonio ejerciendo su magisterio en Peralta. Aquellos primeros días de sangre y venganza dieron con el padre y el hermano de Antonia primero en la cárcel de Tafalla y después asesinados en la trágica “saca” de la Tejería de Monreal. Primero detuvieron y fusilaron al hermano, estudiante de magisterio en Zaragoza y que estaba pasando las vacaciones en Peralta. Más adelante detuvieron al padre, militar republicano, por no haberse incorporado al “Movimiento”. A Juanito, al parecer, también lo iban a detener y fusilar, pero pudo escaparse de noche, avisado por una prima de Antonia y llegar a Pamplona. Una vez en Pamplona, y con la ayuda de un pariente suyo bien situado pudo traer a su familia de Peralta, donde les habían dejado sin nada. Fueron represaliados trasladándolos de escuela, de Peralta a Etxarri-Aranatz.
Juanito se incorpora a la guerra en el bando “nacional” y está hasta su finalización. Como tiene estudios acaba la guerra con el grado de alférez, pero su vocación por el magisterio le lleva de nuevo a ejercer esta profesión.
Posteriormente se traslada a Donostia donde enseña como maestro en el colegio Padre Manjón y donde ostenta el cargo de Director durante varios años. La guerra le dejó secuelas para siempre. Una úlcera de estómago le acompañó desde que llegó del frente, obligándole a llevar un régimen severísimo. Posteriormente le detectaron un cáncer de vejiga y tras diez meses de dolorosa enfermedad falleció el día 10 de junio de 1962.
Si algo cabe destacar en Juanito es su pasión por la familia, por su pueblo y por la casa en la que nació. Adoraba a sus padres y en cada cumpleaños les enviaba una felicitación que, en muchos casos, era una pequeña obra de arte. Tenía una memora fotográfica y una gran habilidad para el dibujo. Sus relatos de los años 1940-1950 reflejan sus recuerdos de niñez de los años 1910-1920, describiendo con todo lujo de detalles sus vivencias de las fiestas de San Martín, de la procesión de Estegaiz a Izaga, de la fiesta de San Antón, de la Navidad, de personajes del pueblo como la Morencha, Blasico el del Herrero, los Quincalleros … Lo sorprendente de Juanito es que ya en aquellos años se daba cuenta de que todas aquellas tradiciones y costumbres que él recordaba con tanta nitidez estaban condenadas a desaparecer; tenían sus días contados y todo ello le producía nostalgia y desazón.
                                                            Félix Máximo Otano

Pienso que sería muy positivo para el Valle de Izagaondoa que todas las familias del mismo tuvieran en sus casas este nuevo libro sobre su tierra, pues de esa manera daremos un nuevo impulso para que los pocos habitantes que en él viven se sientan orgullosos de seguir manteniendo la vida en su tierra y también que los muchos descendientes del valle que han emigrado en busca de nuevas salidas a su propia vida lo adquirieran es importante, porque verán sus orígenes también reflejados en este libro y quizás, quién sabe, alguno se decida a regresar a esos orígenes, o al menos no olvidarlos, que en parte recoge muy certeramente D. Juan Otano Liberal, quien puso su granito de arena para que Izagaondoa siguiera vivo.
Si está interesado/a en adquirir algún ejemplar puede acudir a la presentación o reservarlo en el 659 303 994.
Su precio es de 10 euros.

Muchas gracias.


lunes, 12 de octubre de 2015

URROZ-VILLA: UN CIRCO FAMILIAR

URROZ-VILLA: UN CIRCO FAMILIAR

Por Simeón Hidalgo Valencia (12 de Octubre de 2015)


Me he acercado esta mañana a Urroz-Villa con el fin de ultimar los preparativos para la Visita Guiada que la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa ha organizado para este sábado, 17 de Octubre, y me he encontrado con un ambiente muy especial en medio de la Plaza de el Ferial que me ha hecho recordar a las compañías medievales de juglares, titiriteros, acróbatas y pequeñas compañías de cómicos que se ganaban la vida yendo de feria en feria y de villa en villa y de aldea en aldea llevando a las gentes populares su propio arte y picardía.

Con ellos, villanos, pueblerinos y aldeanos, se reían y divertían las gentes sencillas y hasta los grandes señores, fuera escuchando romances de héroes legendarios, viendo interpretaciones más o menos picarescas, admirándose de trucos de magia que parecían brujería, contemplando seres monstruosos y deformes de la naturaleza o participando en danzas y bailes más o menos alegres o románticos. Todo un acontecimiento que alegraba al menos la vida.

Por unos momentos he dejado de lado la misión que hasta Urroz me había llevado y he aprovechado el momento para ver montar la carpa del circo y hablar entre español y francés con algunas de sus artistas, que me cuenta que se trata de un circo familiar compuesto por 13 personas: 5 mujeres, 3 hombre y 5 niños. Todos se dedican al arte del circo. 

Me dicen que son el Circo Patoche, que residen en la región de París y que están haciendo una gira por Navarra. Han estado ya en Cizur y en Huarte. Ahora montan su tinglado en Urroz y quieren también actuar en Pamplona, aunque están a la espera de que les concedan el permiso.

Como indican los carteles anunciadores del evento será el martes 13 a las 18:00 horas y el miércoles 14 a las 16:00 cuando niños y grandes puedan admirar el verdadero arte y simpatía de esta familia.

Quizás, recordando mi niñez y la novedad que suponía el que llegaran los titiriteros en su carromato con exóticos animales e increíbles atracciones y números de magia, sin olvidar a los queridos payasos que nos hacían reír, como niños que éramos, quizás, digo, me acerque de nuevo a Urroz a pasar un rato divertido. 

Recordar el niño que fuimos y que aún llevamos dentro nos hará ver que también la capacidad de asombro es un valor que hay que mantener vivo hoy en día, pues al fin y al cabo, aunque pasen los años, en el fondo… seguimos siendo como niños.


Y como niños conviene recordar las ilusiones que esta canción nos producía y nos sigue  produciendo.



viernes, 9 de octubre de 2015

URROZ-VILLA: LA IGLESIA FORTALEZA

URROZ-VILLA: LA IGLESIA FORTALEZA

Por Simeón Hidalgo Valencia (9 de Octubre de 2015)


Dado que el próximo día 17 de Octubre, sábado, me voy a acercar hasta Urroz-Villa para asistir a la visita guiada que la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa ha organizado, bien merece dar a conocer a mis lectores algunos rasgos del edificio religioso-defensivo como es su iglesia dedicada a Santa María, en su advocación de la Asunción.

Hay que tener en cuenta que este gran templo cristiano, como el resto de la villa de Urroz, se adapta al ritmo de los tiempos, sean los acontecimientos de tipo económico, religioso o político y de una sencilla iglesia románica de finales del XII o comienzos del XIII, se convierte en el siglo XIV en un templo gótico, que como el de Reta, en el Valle de Izagaondoa muestra su cara más recia al ser a la vez torre de vigía y fortaleza defensiva. En uno y en otro la pervivencia de los matacanes lo demuestra y bien pudieran ambos haber contado con su paseo de ronda correspondiente, a la manera de San Saturnino de Artajona.

Urroz prosperó en gran parte por su posición geográfica estratégica y porque los reyes navarros conscientes de ello la tienen en cuenta en sus propias estrategias. Sancho VII otorga el Fuero Particular en 1195 y su sobrino Teobaldo I lo confirma en 1236. Felipe III de Francia en 1286 le concede el privilegio del Mercado Semanal los miércoles y su hijo Felipe I de Navarra y IV de Francia se lo confirma en 1287. Más tarde, Carlos, Príncipe de Viana en 1454 califica a Urroz de Buena Villa con asiento en Cortes y su padre Juan II en 1456 se lo ratifica.  Para evitar la crisis económica que se cernía sobre la villa logran sus habitantes que Felipe VI de Navarra (Felipe IV de España) en 1630 otorgue el derecho de Feria Anual, del 10 al 12 de Noviembre.

La situación estratégica, el mercado, las peregrinaciones a Santiago, marcaron momentos de prosperidad en auge desde el siglo XII al XVI. A partir de aquí también conoció momentos de decadencia.


Urroz supo aprovechar los momentos de prosperidad como lo atestigua, por ejemplo, su propio urbanismo, con abundantes casas palacio y su gran plaza del mercado en cuyo lado suroeste se levanta la iglesia. A primera vista llama la atención el gran bloque constructivo que pasa de ser una pequeña iglesia románica a un templo gótico en el siglo XIV y se concibe a la vez como fortaleza defensiva del caserío y crece más tarde en el XVI con nueva cabecera y crucero, coro y sacristía. La adaptación a los tiempos se aprecia a simple vista, a poco que nos fijemos.


Llama la atención al visitante, su altura, sus alargados y estrechos ventanales góticos así como sus matacanes defensivos. La visión en contrapicado de su fachada sur es impresionante y digna de cualquier castillo medieval. 


En esta fachada se abre la entrada abocinada al edificio que corresponde al siglo XIV con sus arquivoltas apuntadas, su guardalluvias y sus capiteles adornados con hojas, entre las que algunas se pueden identificar como de vid. Este tipo de portada se repite con muy ligeras variantes por la comarca, como es el caso de Reta.

Es importante alzar la vista  porque nos encontraremos con tres piezas reutilizadas testigos de la antigua iglesia románica. Un par de ménsulas o canecillos y un hermoso crismón.



Piezas reutilizadas de la antigua iglesia románica.

Pero entremos para visitar el interior.


Nos topamos con una nave espaciosa de cuatro tramos que es la planta original del templo gótico del siglo XIV con bóvedas de crucería cuyas claves estás talladas, aunque inmediatamente al visitante se le irá la vista al magnífico retablo obra de Miguel Espinal, que preside la ampliación que se hizo en el siglo XVI añadiendo el cuerpo del crucero y el ábside poligonal. Todo ello nos vuelve a hablar de momentos de prosperidad económica de la villa. La prueba la veremos si alzamos la vista hacia la bóveda estrellada del ábside. Veremos el sello de quien patrocinó esta ampliación. En la clave principal de la bóveda está tallado y pintado el escudo de Urroz. Este escudo se repite en bastantes edificios de cierta categoría constructiva de la villa.  




Si seguimos observando las bóvedas veremos que también tres de sus claves están talladas.

Una con la representación de la Virgen con el Niño en su regazo dentro de la mandorla. Llama la atención como si se hubiera querido representar o reproducir a la imagen románica original del templo  del siglo XII; otra, la del último cuerpo, recoge la figura de un obispo con su báculo en la mano izquierda, mientras que con la derecha, levantada, bendice.  ¿Representaría la figura de San Martín, tan venerado a lo largo del Camino de Santiago, dado que Urroz era plaza importante de descanso en el ramal que cruzaba el Valle de Izagaondoa para dirigirse hacia Pamplona?

Otra más es la que aquí se muestra. Representa a un águila explayada que lleva entre sus garras a un cordero. Lo hago notar dado que esta figura, sea con el cordero, sea con una liebre o conejo, aparece también representada en portadas de la zona como las iglesias de Larrángoz, cuyo escudo del palacio representa a un águila atrapando a un conejo, y Redín, amén de otros muchos lugares de Navarra que corresponden a la misma época.

Bajemos la mirada y volvamos al presbiterio para centrarnos en la pequeña imagen románica de la Virgen con el Niño. Lo original es la Virgen. El Niño parece que se perdió y ha sido realizado de nuevo y colocado en el regazo de la madre que hace de trono al niño-rey.

También de época medieval es la pila bautismal que se halla colocada en el lado del evangelio del crucero. No es su sitio original ni tampoco lo es la base sobre la que se ha colocado, pues corresponde a una piedra de lagar, pieza muy frecuente de ver en las casas de la comarca dado que casi todas ellas contaban con la bodega donde se elaboraba el vino para el consumo familiar en las épocas de la existencia de viñas.

Cabe resaltar de la misma los adornos que se alternan alrededor de la copa. Flores hexapétalas, a manera de crismones florales y círculos solares. Ambos son símbolo de la nueva vida que recibe el catecúmeno al bautizarse.

Al fondo de la iglesia se encuentra el coro. También este elemento muestra la riqueza y prosperidad económica de la villa, pues es de piedra. En la clave central se representa al cordero pascual, símbolo de Jesús resucitado. 

Será al subir al coro cuando los amantes del llamado arte románico se llevarán una de las sorpresas agradables que contiene este edificio, pero siempre que vuelvan la vista al subir las escaleras. Si no, la sorpresa se la llevarán a la bajada, porque el vano que traspasan es la antigua puerta románica del edificio primitivo que como los elementos señalados en lo que es la actual portada, se conservó. A juzgar por los sencillos capiteles, muy semejantes a los que se contemplan en la fachada de la iglesia de Idoate podríamos situar esta portada  más dentro del siglo XIII, aunque su tímpano y magnífico crismón nos recuerden momentos anteriores. Tengo que señalar que como en la encomienda Sanjuanista de Induráin esta iglesia posee también dos crismones.


Desde el coro obtendremos una buena perspectiva del volumen espacial y podremos apreciar sus, al menos, dos fases de su construcción. En la clave de esta zona contemplaremos la figura del obispo San Martín, si realmente fuera este personaje al que se representa por lo razonado más arriba.

Ya casi el visitante se dará por satisfecho por todo lo que ha visto, pero aún queda lo mejor desde el punto de vista constructivo, pues en pocas iglesias tenemos la oportunidad de poder visitar el habitáculo que se abre entre la cubierta externa y las bóvedas del edificio.

Las ventanas que se observan desde el exterior en la zona alta al nivel de los matacanes nos informan de que hay un espacio entre las dos cubiertas, que serviría de refugio en momentos de guerra, a la vez que de baluarte defensivo de la villa contra el enemigo en los vaivenes de los conflictos bélicos bajomedievales del reino de Navarra. Al fin y al cabo este edificio religioso fue concebido a la vez como edificio defensivo de Urroz.

Subamos, pues, y contemplemos esta zona singular del edificio y desde su altura veamos Urroz a sus pies, antes de comenzar el recorrido por sus calles.



Visita realizada el 23 de Abril de 2011, dentro de la “Ruta Gótica de la Comarca de Izaga” organizada por el entonces Grupo Cultural del Valle de Izagaondoa, en la que visitamos las iglesias de Iriso, Urroz, Lizoáin y Redín.

lunes, 5 de octubre de 2015

INAUGURACIÓN DE LA IGLESIA DE VESOLLA

INAUGURACIÓN DE LA IGLESIA DE VESOLLA

Por Simeón Hidalgo Valencia (5 de Octubre de 2015)


En mi último artículo escrito sobre la iglesia de Vesolla[1] (5-12-2014) titulado “Vesolla. Joya románica del maestro Petrus” daba a conocer el resultado de la restauración cara al exterior y defendía que estos edificios hay que ponerlos en el circuito cultural y turístico y rentabilizar la inversión realizada con el dinero de todos los navarros. Por ello proponía una serie de rutas en las que Vesolla estaba presente, como parte de la Ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin. No pude mostrar cómo había quedado por el interior porque no se había acometido la restauración de las pinturas realizadas en el siglo XVI.

Hoy, 5 de Octubre de 2015, junto a otros muchos que han asistido a la inauguración oficial, he podido traspasar su hermosa portada y al contemplar cómo ha quedado el recinto he sentido un sobresalto de emoción positiva que gratamente me ha sorprendido.


En el acto, al que le ha faltado un mínimo de protocolo, (sirva de crítica positiva) pues ni se nos ha presentado al público asistente a las autoridades o técnicos que lo presidían, se ha puesto sobre todo el énfasis en resaltar la recuperación de los elementos que, según la moda del siglo XVI y posteriores se añadieron, fuera a manera de pinturas (del tipo trampantojo en el cuarto de esfera del ábside y cenefa floral y escrita a la manera clásica romana, sea en añadidos ordenados por el Concilio de Trento, como la sacristía, el coro o el púlpito, faltando desde mi visión la base sobre lo que todo lo anterior se sustenta, que es el original edificio románico.


Tengo que decir que la restauración interior de los elementos mencionados está realmente bien y se nota que ha habido un buen equipo de profesionales que han estudiado en primer lugar el edificio y han dado lo mejor para que los diversos elementos añadidos a lo largo de la historia de esta iglesia, desacralizada como tal, se conservaran en la medida de lo posible.


Recuperar incluso, por medio de una reproducción, la imagen gótica de la Virgen con el Niño es un acierto, pues ha implicado un trabajo de investigación y de localización de lo que yo denomino “del patrimonio emigrado”, para poderla contemplar de nuevo, aunque personalmente la hubiera colocado no en el centro de la ventana absidial, pues con toda seguridad ése no era su sitio, y porque no respeta la idea original del maestro medieval que pensaba más en la iluminación del edificio, porque también en estas iglesias románicas rurales la luz, con toda su simbología, era muy importante.

En el artículo anterior hablaba de alguna sorpresa en forma de descubrimiento pictórico y es el escrito aparecido bajo la imposta del ábside, que no es como pensó alguno ni la fecha de la consagración de la iglesia, ni la firma del maestro que estuvo al frente de la obra, sino que hace referencia a un texto evangélico escrito con letra romana mayúscula.  Dice así:



IN ILLO TPE+ INTRAVIT DOMINVS IESVS IN QV[…] (aquí está la ventana absidial)  […]ODDA CASTELLV ET MVLIER  […]QDAM MARTHA

Como se ve, parece que se hace referencia al texto evangélico  recogido en Lucas 38-42:
Yendo de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.” Le respondió el Señor: “Marta, Marta, te afanas y preocupas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.”

No me cabe duda de que más de un abad que estuvo en esta iglesia aprovecharía esta cita evangélica para predicar a sus feligreses sobre las dos actitudes representadas por Marta y por María.

Pero volviendo al tema, he visto que se ha colocado, sustituyendo a la pila original, que tengo entendido la retiró de la iglesia el dueño de la misma pues esta iglesia pertenece al Señorío de Vesolla y por tanto es de propiedad particular, aunque nos han comentado que se ha llegado a un acuerdo con la familia  para que se pueda disfrutar por la sociedad, se ha colocado, digo, otra pila bautismal que por su tipología corresponde al taller medieval que trabaja fundamentalmente por Urraúl Alto. He preguntado, para por si acaso, a un responsable de la Institución Príncipe de Viana y me lo ha confirmado que es así.

A este respecto, supongo que se habrá traído al valle de Ibargoiti con todos los plácemes de los del valle de Urraúl Alto, pues es muy delicado y a veces problemático sacar el patrimonio del lugar al que pertenece. Considero que estaría muy acertado poner una placa indicando la procedencia de esta pila, para el conocimiento de todos. Si no lo es, estamos ante otro caso más de eso que he denominado “patrimonio emigrado”, que además en este caso no tiene más que función decorativa, ya que no va a cumplir la función sagrada a que estaba destinada en su origen en la administración del sacramento del bautismo y mejor estaría en su lugar de origen.

Y llegados a este punto quiero hacer una reflexión:

Este edificio fue concebido en los finales del siglo XII o comienzos del XIII como la Casa de Dios en forma de iglesia parroquial del Señorío de Vesolla, promovido por el Señor del lugar.
Se construyó en románico, según el estilo de la época. Recibió el mobiliario religioso como el altar y la pila bautismal. Altar que con toda seguridad estaría exento, en el centro del ábside, dado que en su rededor está el banco corrido de piedra, igual, por ejemplo, que en Artáiz.
Podemos afirmar que el edificio estaba pintado como era la costumbre habitual, tanto en su portada como en su interior.
Andando el tiempo las nuevas modas del trampantojo desechan las pinturas anteriores y en el siglo XVI se imita lo que se hace en Roma y se renueva  la decoración donde el centro principal del cuarto de esfera se decora con un elemento adorado como Dios supremo desde el amanecer de la humanidad: el sol.

¿Qué había pintado anteriormente en esta zona de la iglesia? ¿Podemos suponer que se hiciera alguna referencia a la Virgen María, titular de la misma? ¿Se ha investigado si debajo de las pinturas que hoy vemos había otras más antiguas y que por ser consideradas antiguas se suplantan con lo moderno de la época?

El hecho es que el edificio se acomoda a los nuevos tiempos manteniendo parte de lo anterior, como son los hermosos capiteles. Sobre la base medieval románica se plasma la moda del renacimiento.

Pero según el momento y normativa de la contrarreforma del Concilio de Trento, se imponen definitivamente los retablos con los santos más venerados en cada lugar que obligan a tapar la ventana absidial, a trasladar los altares al fondo del ábside bajo los retablos, a abrir otras nuevas ventanas para remediar la desaparición del foco original de luz; se abren sacristías para tener recogidos los ornamentos, cálices, cruces y para revestirse el sacerdote para la celebración religiosa, lo que conlleva la modificación del edificio que tiene que rasgar parte de su muro para hacer la puerta a la misma; se introducen púlpitos porque se ordena la predicación a los fieles en su propia lengua, en este caso en vascuence, como aparece tantas veces en los mandatos que los visitadores eclesiásticos hacían a las parroquias en representación del obispo de Pamplona, se hacen los confesonarios y pasan a formar parte del mobiliario de la iglesia porque así lo ordena Trento; en un momento determinado se deja de enterrar dentro de las iglesias por ordenanza civil y se vuelve a enterrar fuera, sea cerca de la iglesia o a las afueras de la población por sanidad; se añaden al fondo de las iglesias los coros en alto, sean de madera o de piedra; se añaden capillas y altares, se introducen los bancos,… todo ello respondiendo a la época, función y necesidades de cada momento. Así prácticamente hasta nuestros días.

¿Cuál es la realidad en muchos de nuestros pueblos de valles como Urraúl Alto y Bajo, Lizoaín-Arriasgoiti, Lónguida, Ibargoiti, Unciti, Izagaondoa,…? Que lamentablemente la despoblación, la falta de juventud, el envejecimiento y otros factores modernos ponen en peligro su existencia como no se haga un PROYECTO CONJUNTO que tome en serio la dinamización de la zona a través de los recursos que posee. Muchos y muy buenos, por cierto.

Una gran parte de estos recursos es el PATRIMONIO HEREDADO MEDIEVAL, que como yo mantengo podrían convertirse, bien planificados y gestionados, en uno de los motores de su desarrollo moderno, a través del turismo cultural y rural, adaptando una vez más los recursos heredados y reconvirtiendo el uso de los mismos, dado que estos antiguos centros religiosos han dejado de cumplir su función y se han desacralizado.

¿Por qué no adaptarlos a la situación actual? Cada vez más estos lugares han pasado de ser centros religiosos a ser centros culturales, sea del tipo que fuere: casas de cultura, museos, etc.
¿Por qué no ser decididos y remodelar y rehabilitar estos centros para los tiempos actuales manteniendo lo que hubiera que mantener por ser patrimonio e historia del mismo edificio? Un ejemplo: La antigua iglesia de San Miguel de Lizoáin.

… 

Hoy se ha inaugurado la iglesia de Vesolla. Desde hoy hay que ponerla en el circuito cultural. Desde hoy hay que pensar también en sacarle un rendimiento económico a la inversión realizada con el dinero público. Desde hoy hay que integrarla en la Ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin, porque fue este maestro uno de los que aquí dejó su impronta. Pero dada la soledad de estos lugares, su despoblación y demás, a lo mejor hay que pensar en un PROYECTO PARA DARLES VIDA.

Cuando se rehabilitó San Martín de Guerguitiáin desde la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa propusimos, y así se lo comunicamos y enviamos, tanto a la Diócesis, antes de donarla al ayuntamiento de Izagaondoa, como a Turismo, como a Cederna y como a la Corporación del Ayuntamiento de Izagaondoa y estuvo colgado en la web de la asociación, el proyecto “DAR VIDA A GUERGUITIÁIN”.

Todo ha caído en saco roto y ni tan siquiera se nos dio las gracias por la sugerencia presentada y así está Guerguitiáin como está. En pleno abandono y soledad hasta el momento, salvo las actuaciones que dicha asociación lleva a cabo con sus visitas guiadas y celebraciones de otro tipo. Tal es el abandono que aún no conocemos el condicionado de uso porque la Corporación Municipal lo tiene pendiente desde hace más de un año.

¿Pasará lo mismo con Vesolla? ¿Se dará nueva vida a Vesolla?

Al menos hoy más de 50 personas nos hemos reunido para celebrar su inauguración. Ojalá muchas más vayan a visitarla y disfrutar no sólo con lo que la vista ve, sino también descubriendo el mensaje que su portada y capiteles esconden, pues no hay que olvidar que estaban hechos para enseñar y catequizar.

Por lo que a mí toca propondré en la asamblea de la asociación la celebración de una inauguración popular para la primavera del 2016 en la que haya música y fiesta y comida popular y alguna sorpresa, pues esta iglesia Petrus merece tal celebración.

Ahora y para terminar, proponer a la Institución Príncipe de Viana, que tenga en cuenta a la Iglesia de Zolina, también dentro de la denominada Ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin.


El Dios Sol, presidiendo con la vida de su luz, el cuarto de esfera del ábside. 



[1] http://elblogdesimeonhidalgo.blogspot.com.es/2014/12/vesolla-joya-romanica-del-maestro-petrus.html