EL PUENTE COLGANTE
DE LARRÁNGOZ.
VALLE DE LÓNGUIDA
Por Simeón Hidalgo
Valencia (28 de julio de 2020)
El Puente Colgante de Larrángoz sobre el
río Irati es una de esas estructuras civiles creadas por la ingeniería para
poder cruzar de una orilla a otra sin tener que penetrar en el río. No hace
falta decir que con el paso del tiempo y la despoblación del lugar de Larrángoz
esta obra, como otras similares, han perdido su razón de ser y, o han
desaparecido o fenecen por falta de un mínimo mantenimiento que hace que
transitar sobre él sea una aventura peligrosa.
Cada vez que me acerco me
pregunto si no habría una solución para este puente y este lugar del Valle de
Lónguida, zona navarra que sufre los males del envejecimiento poblacional, de
la despoblación y abandono de muchos de sus pueblos.
Quizás sea cuestión de sensibilizarnos ante el patrimonio y de valorar y poner en el circuito cultural también estos
despojos de tiempos pasados y darles una segunda oportunidad, quizás habría que
decir, darnos una nueva oportunidad a los que todavía creemos en la posibilidad
de vida en estos pueblos. Quizás lo que nos están pidiendo es una reconversión
para que estas ruinas, estos despojos culturales y patrimoniales contribuyan de
nuevo al desarrollo del valle y de la comarca.
Porque al menos tanto el
puente, como la iglesia, el palacio de Larrángoz y alguna casa más, siguen en
pie, por ahora. Ya veremos por cuánto tiempo en el caso de la iglesia. Y como
dice el dicho: “Mientras hay vida hay esperanza”. Otros, como el gran
Puente Colgante, existió hasta que el progreso del Pantano de Itoiz acabó con
él.
¿Por qué digo esto?
Porque otros ya han hecho
lo que comento y lo han reconvertido en aventura, recreo y diversión en
contacto con la Naturaleza y han hecho de su puente colgante, puesto al día, el
centro de atención de una Ruta Natural de Senderismo que parte desde Aribe. Puente,
también sobre el cauce del río Irati, más pequeño que el de Larrángoz, al que
ahora se le saca fruto y el mismo Aribe es uno de sus beneficiarios.
Hice esta ruta el día 19
de julio y pude comprobar cómo actúa de polo de atracción de las gentes,
ansiosas de disfrutar de la Naturaleza en familia con sus mascotas y todo.
Y para que no quede todo en buenas
consideraciones, aquí aporto una sugerencia de vida tanto para el puente como
para Larrángoz, así como para los Valles de Lónguida, Izagaondoa y Urraúl Bajo
a través de sus poblaciones de Murillo de Lónguida, Turrillas y Grez.
Es una posible RUTA DE SENDERISMO que
ahora presento, consciente de que habrá que pulir y perfilar en sus
detalles, pero que puede aportar un buen día de paseo a los amantes de la
Naturaleza, del Turismo Cultural, de nuestros pueblos y de la Comarca de Izaga.
Una ruta que yo aporto y que en parte ya la hemos realizado desde la Asociación
Grupo Valle de Izagaondoa, a la que se la ofrezco como actividad de su nuevo
proyecto MECNA: “IZAGAONDOA VIVE-IZAGAONDOA BIZIRIK”.
1º. El punto de salida y de llegada será
la población de Murillo de Lónguida, Después de visitar el caserío del lugar y
contemplar algunas de las portadas de sus casas llegaremos hasta lo alto, donde
está la iglesia. Desde ahí bajaremos por el camino rural hacia el río Irati y
al llegar a él seguiremos su curso hasta llegar al Puente Colgante.
2º. Cruzaremos el puente con precaución,
sintiendo la emoción de su bamboleo y contemplando las aguas fluir a nuestros
pies. Con imaginación nos podemos sentir como protagonistas de película de
aventuras.
Al llegar a la otra orilla seguiremos el
camino hacia la derecha bordeando el río hasta llegar a encontrarnos con la falda
de la Sierra de Gongolaz y tomaremos el
camino que sube hasta el pueblo de Larrángoz. Un hermoso roble nos dará la
bienvenida junto al tapial que defiende a la abandonada iglesia de San
Bartolomé.
El pueblo está deshabitado y los edificios
que se mantienen en pie están en este momento en proceso de ruina, pero a
tiempo aún de salvarlos para el turismo. Iglesia, Palacio y Caserón. La portada
de la iglesia es lo mejor, artísticamente hablando del lugar con su caballero y
águila cazadora. Portada que forma grupo con las cercanas iglesias de Redín y Lizoain
y con el grupo escultórico de la ventana de la iglesia de Zuazu.
3º. Seguimos el camino hacia la cumbre por
el camino que nos llevará a la otra vertiente del monte desde donde divisaremos
el Valle de Izagaondoa. Orientaremos nuestros pasos hacia Turrillas donde
podemos descansar y tomar un aperitivo junto a su fuente románica y visitar
después su iglesia y en ella su original pila bautismal.
4º. Desde Turrillas tomaremos el camino
que nos llevará a Grez y llegando a esta población visitaremos su caserío y
recordaremos al Señor de Grez y visitaremos la iglesia restaurada hace pocos
años con muestras de pinturas renacentista que están por restaurar.
Podemos descansar un rato en el merendero
y después proseguir la ruta por sendero del monte hasta llegar de nuevo a
Larrángoz y desde aquí desandar el camino hacia el Puente, revivir las
emocionas al cruzar el río y volver a Murillo de Lónguida.
Esto sería a groso modo el recorrido, que
como digo habrá que definir más al detalle, marcar la ruta, abrir partes del
recorrido al público, pues hay zonas que se han cerrado, hacer la ruta marcando
desniveles, esfuerzos, dificultad, tiempos, etc. Ruta que puede ser
perfectamente para ciclistas y caminantes.
Lo que importa es que demos vida a lo que
nuestros pueblos tienen de interés y hagamos algo entre todos, con la unión de
los distintos ayuntamientos y el Puente Colgante de Larrángoz, convenientemente
restaurado, puede aglutinar una ruta muy interesante en la que a lo largo de su
recorrido disfrutaremos de la Naturaleza, de la Historia y del Arte, haciendo
realidad lo que denominamos Turismo Cultural.
Portada de la iglesia de Larrángoz.
Fuente
románica de Turrillas.