viernes, 24 de octubre de 2014

IZAGA: CUMBRE DE UN REINO

IZAGA: CUMBRE DE UN REINO

Por Simeón Hidalgo Valencia (24-10-2014)

Todos los años, tanto cuando el día 8 de Mayo se sube al “Criadico” a la ermita-basílica de San Miguel, que se levanta en la denominada antiguamente Higa de Izaga, hoy Peña Izaga, bien conocida por numerosas personas aficionadas al montañismo, lo mismo que en los días de Romería de los distintos valles que rodean a esta cumbre,  me he preguntado sobre el origen de la tradición como hacía en su escrito de 1904 quien firma con las iniciales E. C. DE A.[1], que parece perderse en la noche de los tiempos de la calamidad como escribió D. Fermín Zuza Zunzarren.

“ASTEGAITZ”, que quiere decir “semana de calamidades” (haciendo referencia a una peste o una gran enfermedad para cuya remisión el valle habría hecho voto a San Miguel),  es el momento en que suben los pueblos del valle de Lónguida a la ermita de San Miguel de Izaga.”[2]

Me pregunto si esa “semana de calamidades” que nadie sabe ni puede situar históricamente en una fecha determinada, de la que no hay tampoco referencia documental que la atestigüe y que parece dar origen a los ritos cristianos actuales, no será una manera de “cristianizar” costumbres o ritos antiguos de épocas primigenias de la humanidad que ocupó esta zona y que consideraban los altos como residencias de sus dioses.

Desde el valle se sube a la cumbre y en la cumbre está el arcángel Miguel, defensor del bien frente al caído y rebelde Luzbel, convertido en la imagen y personificación del mal, que mora en las profundidades del abismo y así se les representa en lucha constante entre ellos.

En la cumbre del Olimpo moraban los dioses griegos y en la cumbre del Sinaí Yahvé se manifestó y dictó su ley. En la cumbre de los cielos está el “Padre nuestro” para los cristianos y en la cumbre de Izaga se invoca a San Miguel.

Esto, desde que el cristianismo se impuso como religión imperante, pero anteriormente, en época romana e incluso antes a la romanización ¿quién moraba en la cumbre de Izaga? Posiblemente una deidad solar.


SAN MIGUEL Y SAN QUIRICO

El significado de Miguel en hebreo es “Quién como Dios”. Miguel es el arcángel capitán de los ejércitos de Dios frente a los ángeles rebeldes. Luchador frente al mal y protector desde su morada en lo alto.

En lo alto también mora Apolo que desciende hasta los hombres para protegerlos y salvarlos de los males que tienen en la tierra.

Es significativo que muchas de nuestras cumbres estén “cristianizadas” con ermitas o santuarios dedicados a San Miguel. En todos ellos, si escarbamos en la memoria antigua a través de leyendas y narraciones, veremos que nos conducen a antiguos santuarios, altares, ritos que los humanos allí celebraban y que “cristianizadas” siguen realizándose hoy en día.

En la comarca de Izaga el centro y polo de atracción, no sólo geográfico, sino espiritual lo encontramos en la cima de la Peña de Izaga, donde actualmente se celebran romerías anuales y se pide la protección de San Miguel para las cosechas y habitantes de los valles, pero sabemos, por el testimonio que se cita, que en 1097 además de la iglesia que “uocatur Sancti Michaelis Archangeli”,  también existía otra iglesia en lo alto de la peña, dedicada a “Sancti Cirici”, San Quirico de la que no queda rastro en la actualidad.[3]

Curiosamente este santo también hace relación a las alturas y se sube y baja en procesión según temporadas. Es lo que se hace en la comarca de Izaga con “el Criadico” ¿Posible transformación de Cirico o Quirico? Pudiera ser si tenemos en cuenta una costumbre que se sigue realizando en La Rioja, que es similar a la descrita en Izaga, pero con el niño Quirico, seguramente reminiscencia de ritos y costumbres antiquísimos.

Cuando se habla de Santa Julita y San Quirico[4], patronos de distintos lugares hay que recordar que

“También lo son de Matute, población de La Rioja, en donde celebran la romería hasta la ermita situada en el monte de San Quiles (o Quirico) portando la imagen del titular, ya que la de su madre Santa Julita es de estancia permanente.”

Es lo mismo que se hace en Izaga.

También en la cercana Navascués se venera y visita la ermita de San Quirico. La Gran Enciclopedia Navarra nos recuerda una tradición similar cuando habla de San Quirico[5]  y lo asimila con “Quirix, Cris o Quiriaco, posibles variantes de un nombre precristiano…”

¿Sería este tal Quirico el nombre regional del dios Apolo, transformado más tarde por San Miguel Arcángel a quien se acude para solicitarle protección y ayuda?
¿Tendrá algo que ver con la expresión “Kyrie eleison”, que ya era usada en tiempos paganos? ([6]) ¿No tienen algo de parecido Quirico y Kirios?

“La invocación Kyrie eleison ya se conocía en la antigüedad precristiana, concretamente en los cultos paganos. Kyrios se refería al título dado al dios, o al emperador de quien se creía había llegado a ser dios, o al soberano que realizaba su entrada en la ciudad. En los Salmos (6,3; 40,5.11) y Profetas (Is 33,2; Bar 3,2) encontramos esta misma invocación. Por medio de ella se rendía honor, homenaje y reconocimiento a aquél que era poderoso”.[7]

Del tal monasterio de San Quirico no queda rastro y de la actual ermita-basílica de San Miguel muchos nos preguntamos sobre su origen y de la procedencia de las piedras con que se levantó, pues para un observador de los materiales de construcción no pasa desapercibido el hecho de que las piedras con que se construyó no son originales de la cumbre de Izaga, pues en toda la peña son los conglomerados los que dominan. No cabe otra explicación que  se tuvieron que subir desde alguna cantera situada en el valle por caminos de mulos. Pero también este hecho puede remontarse a las leyendas y tradiciones antiguas que pueden entroncar con los ritos existentes precristianos. Casi  todos en la comarca conocen la leyenda que hay sobre su construcción en el lugar actual.

Fue el recordado D. Fermín Zuza Zunzarren quien me relató lo que él sabía sobre el tema habiéndoselo oído contar a su abuelo, que a su vez lo recibió del suyo.[8]

“-¿Conoce la leyenda de la construcción de la ermita en lo alto de Izaga?

F.- La empezaron a construir arriba en lo alto.
Lo hacían por el día y por la noche lo encontraban otra vez destruido. Eso al principio. Volvieron a insistir, insistir y la mismo.
Y las piedras de por sí solas bajaban donde está actualmente y ya lo tomaron porque era demostración que quería el santo que se hiciera ahí, donde está.”

Pero lo que yo no sabía era lo que a continuación añadió:

Se dice que los primeros peregrinos de entonces cada uno tenía por obligación el subir una piedra, según sus facultades, mayor o menor. Con ayuda de aquello se empezó a hacer.
Y hasta ahí es lo que damos de sí en la tradición antigua.
Eso en mi casa de siempre.”

“Los primeros peregrinos de entonce…”, “Se dice…”, fórmulas genéricas para remontarse a tiempos muy antiguos similar a la expresión que tantas veces hemos oído: “In illo tempore”.

Este último dato posiblemente sea el relato de lo que los antiguos habitantes de los valles dominados por la cumbre de Izaga realmente hacían, fieles a los ritos llevados a cabo con sus dioses antiguos para que les fueran propicios.

Recuerdo que al hacer el Camino de Santiago, allá por el año de 1998, ascendí en una de sus etapas al monte Irago, donde los caminantes depositan una piedra en la denominada actualmente  Cruz de Ferro. Publiqué en su momento un libro y así me expresé al recoger este detalle:

“Ascendemos por camino de montaña, con una vista de todas las lomas de la sierra, camino del monte Irago, que marca el límite entre la Maragatería y el Bierzo. Praderas de hierba, helechos, robledales, brisa fresa y en el puerto, majestuosa, la sencilla y esbelta Cruz de Ferro nos marca el camino y cumplo el rito de pagar una piedra en tributo, aunque yo no la he traído desde mi tierra, que es lo que parece pedir la tradición. Tradición que se remonta a época romana pues parece ser que aquí antes de cristianizar el lugar, hubo un altar a Hermes-Mercurio donde los caminantes hacían sus ofrendas pidiéndole protección en sus negocios. (*Apunte 60-61*)”[9],[10]

Observemos dos coincidencias, que a pesar del tiempo y del espacio, existen en las dos citas últimas que pueden tener interés para conocer mejor el valor que desde antiguo se dio a las alturas como moradas de los dioses:

La primera hace referencia al rito de pagar un tributo u ofrenda depositando una piedra al dios del lugar, implorando su piedad y protección. Rito, incluso, anterior a la romanización, que posteriormente se cristianiza y se levanta una ermita cristiana, reemplazando, posiblemente, a los antiguos altares sacrificiales primitivos.  

La segunda hace relación a la semejanza del nombre de la cima: Izaga en Navarra. Irago en León. Peña o Higa de Izaga en femenino. Monte Irago en masculino. ¿No será el mismo nombre transformado por las variantes lingüísticas y geográficas? Sería interesante conocer la procedencia y el auténtico significado tanto del término Izaga[11],[12] como de Irago. ¿De dónde provienen estos términos y qué significan? Aunque no soy filólogo y mi conocimiento del euskera es muy limitado, dudo que la cumbre de un monte como Izaga sea un “Juncar”, es decir, un terreno poblado de juncos.

El hecho es que en sendas cumbres que en este momento nos ocupan son  lugares religiosos donde se venera o adora sea a Mercurio, Quirico, Apolo, Miguel o La Santa Cruz.

Y desde esta perspectiva continúo esta, quizás, elucubración titulada “Izaga, cumbre de un reino”, porque algo hay en esta cumbre que la hace ciertamente singular, pues parece uno de los centros de los que emana o al que miran como referente otros muchos lugares del antiguo reino de Pamplona-Navarra.

Me explico.

Es un hecho, que todavía se mantiene al subir al “Criadico”, una imagen del arcángel San Miguel de pequeña altura y rostro infantil, el día 8 de Mayo y en las romerías de los valles circundantes que suben todos los años a la ermita-basílica de San Miguel de Izaga, que por dos veces se pare la comitiva a rezar orientadas sus miradas a sendos lugares emblemáticos situados también en altos, como son Orreaga y Uxue, lugares presididos por cultos igualmente ancestrales a la Madre Tierra y cristianizados con las advocaciones de Santa María de Roncesvalles y Santa María de Ujué. De esta curiosa coincidencia he hablado en otros momentos[13], pues al preguntar a los más mayores sobre estas dos paradas nunca me han sabido dar la razón de las mismas, así que pensando que algo tenían que ver entre sí estos tres enclaves tomé un mapa de Navarra y situé la regla uniendo en una línea los puntos de Ujué y Roncesvalles y ¡qué casualidad! ¡O no! La Peña de Izaga, es decir, la ermita-basílica de San Miguel, está en la misma línea.

Esta casualidad me animó a repetir la prueba con otros dos lugares emblemáticos de los valles bajo Izaga como son Izagaondoa y Unciti con sendas iglesias románicas dedicadas a San Martín de Tours: Artáiz y Guerguitiáin y ¡qué casualidad! ¡O no! La ermita basílica de San Miguel, está prácticamente en la misma línea. En este segundo ejemplo es fácil la coincidencia pues las distancias son mínimas, por lo que comencé a echar líneas uniendo puntos de referencias más alejados y el resultado, curioso, si no planificado, es digno de considerar.

Veamos a continuación diez de estos diámetros que unen localidades, cimas o monasterios que tienen su centro en la cumbre de Izaga.


1º: ST. JEAN PIED-DE-PORT / TARAZONA

Si voláramos desde St. Jean Pied-de-Port hasta Tarazona en línea recta divisaríamos a vista de pájaro lugares tan singulares como: Orreaga-Roncesvalles, punto iniciático de peregrinación a Santiago de Compostela y hacia donde se vuelven las miradas de los romeros a Izaga; pasaríamos por Nagore con la cercana iglesia románica de Arce.
Entraríamos a Izagaondoa por el poche del hoy desolado Zuza, llegando hasta Ardanaz, con su iglesia románica de San Martín donde el señor de Grez patrocinó las pinturas murales del siglo XIV, y ascendiendo la cumbre de IZAGA saludaríamos a San Miguel en la ermita-basílica, cuya advocación se documenta ya en el siglo XI.
Sobrevolando Abínzano en el valle de Ibargoiti, llegaríamos, cual paloma, hasta Ujué y de aquí a Santa Cara y Valtierra para encontrarnos al final del recorrido por Navarra con otro centro de espiritualidad en Tulebras, con el Monasterio de Santa María de la Caridad, primera fundación femenina cisterciense que se remonta a 1156. Aterrizaríamos en Tarazona, ya en Aragón.


2º: NAVARRENX /  CORNAGO

Este segundo vuelo comienza en Navarrenx, de cuyo origen navarro no hay duda.
Pasaríamos por Mauleon-Licharre y llegaríamos hasta Abaurregaina, Abaurrea Alta y pasando cerca de Meoz saludaríamos a la ermita románica de Santa Colomba llegando hasta el Señorío de Ayanz , en el valle de Lónguida, y de aquí a Urbicáin en el de Izagaondoa, desde donde remontaríamos el vuelo hasta IZAGA.
Dejando a un lado Abínzano llegaríamos a Olleta, en La Valdorba, y desde aquí sobrevolaríamos la sede real de Olite y llegaríamos hasta Peralta.
En tierras riojanas pasaríamos por La Losilla y descenderíamos en Cornago.


3º: ARETTE-LA PIERRE-ST. MArTIN / SOTO EN CAMEROS

Emprendemos la tercera ruta en línea recta despegando desde la localidad de Arette-La Pierre-St. Martin, cruzando Ibilcieta-Sarriés, hasta hacer una parada en el silencio y tranquilidad espiritual del Monasterio de Santa Fe de Epároz, en Urraúl Alto.
Reiniciado el vuelo pasaríamos por Uli Bajo y desde aquí, sobrevolando la Sierra de Gongolaz nos encontramos de nuevo con Urbicáin ascendiendo, cual romeros, hasta la Ermita de San Miguel de IZAGA y por el valle de Ibargoiti sobrevolamos los lugares de Idócin y de Zabalza.
Cerca veríamos Olóriz mientras nos dirigimos a Mendivil y después a Berbinzana y dejando atrás Lerín terminaríamos el vuelo en La Rioja, en Soto en Cameros.


4º: PTO. DE SOMPORT / LAGUARDIA

La ruta morada comienza en el Puerto de Somport y sobrevuela Ustés para llegar hasta Sansoáin y de aquí al Señorío de Grez, cuyo señor tiene sus armas en la iglesia de Ardanaz, pero como ya lo hemos visto en el primer recorrido seguimos nuestro rumbo directo hasta lo que fue Izánoz elevándonos en la mitad de este recorrido hasta IZAGA.
Desde aquí tomamos impulso para cruzar raseando la otra cumbre y divisar La Higa que protege a Monreal, orientado el vuelo hacia Enériz y Eunate, para llegar por Avínzano hasta la cumbre de Montejurra y divisar Etayo, hasta llegar a Mués y de aquí volar hasta el punto de destino de la ciudad defensiva del reino: Laguardia.


5º: BERNUÉS / LEINTZ-GATZAGA

Con la ruta 5 partimos desde la población de Bernués y tras pasar por Artieda, ambas en tierras aragonesas, descubrimos en nuestro vuelo, en un claro del bosque que lo rodea, el centro espiritual y político del reino de Pamplona situado en el Monasterio de Leire a la sombra de la cumbre del Arangoiti en la Sierra de Leire desde donde tenemos ya la referencia directa de IZAGA haciendo nuestra entrada mirando a ojo de pájaro el lugar de Muguetajarra.
Por la otra vertiente descendemos hasta Alzórriz y volamos directos hasta Noáin y Etxauri y en rápido vuelo estamos en Altsasua continuando hasta nuestro destino en Leintz-Gatzaga.


6º: STA. MARÍA DE LA PEÑA / ERMUA

En la línea blanca partimos desde la cumbre de Santa María de la Peña y entrando en Navarra divisamos desde el aire el Castillo de Javier a nuestra izquierda, pero no nos detenemos y seguimos hasta llegar a la Villa de Lumbier y a la altura de Guerguitiáin hacemos escala para recoger al maestro Petrus que firmó su obra en la iglesia de San Martín. Con él a bordo despegamos para recorrer parte de la ruta. Alzamos el vuelo hasta IZAGA.
Al otro lado, en el Valle de Unciti, el maestro nos señala en Nujurieta su obra en la iglesia de Santo Tomás y pasando al Valle de Aranguren nos muestra su obra en Zolina y un poco más adelante, a la derecha, nos cuenta que también trabajó en Badostáin, a las puertas de Pamplona. Aquí hacemos una parada porque ha de visitar la gran catedral.
Nosotros seguimos camino del Monasterio de Lete en vuelo directo hasta otra cumbre emblemática, llena de misterio y de leyendas donde se levanta el Santuario de San Miguel in Excelsis de Aralar y seguimos hasta Eibar y Ermua.


7º: PETILLA DE ARAGÓN / ZARAUTZ

En esta nueva ruta despegamos de un enclave navarro desde tiempos del fuerte rey Sancho, Petilla de Aragón, situado en una cumbre desde donde se llega a divisar, en día despejado, la de Izaga.
Nuestro destino es otra de sus posesiones en la costa, pues vamos a pasar el día en la playa de Zarautz.
En este vuelo directo volvemos a pasar por Guerguitiáin y Muguetajarra y ascendemos otra vez a IZAGA y en línea recta llegamos hasta Artáiz con su preciosa iglesia de San Martín, donde el gran señor obispo de Pamplona, D. Pedro de París o de Artajona, según yo lo veo, quiso retratarse como su constructor.
Por Lizarraga y Laquidáin llegamos hasta Eusa y hacemos una visita a su iglesia de San Esteban como nos había recomendado el maestro Petrus.
Seguimos por Jauntsarats hasta Leitza y pronto divisamos Zarautz, nuestro punto de destino.


8º: SOS DEL REY CATÓLICO / DONOSTI

La segunda ruta marinera es ésta que parte de la villa de Sos del Rey Católico hasta las arenas de la Bahía de Donosti.
Desde Sos llegamos volando a la Ciudad de Sangüesa en pleno camino de peregrinación hacia Santiago. Seguimos por Nardués y Aldunate y volvemos a visitar por los aires Guerguitiáin y Muguetajarra para ascender a IZAGA.
Seguimos por Reta camino de Lérruz y por Ripa nos acercamos hasta Goizueta y pasando Urumea llegamos a nuestro destino: Donosti – San Sebastián.
Dos extremos importantes: Sos y Donosti en línea recta con Izaga.


9º: EJEA DE LOS CABALLEROS / HENDAYA


Una tercera ruta con salida al mar es la que comienza en la Villa de Ejea de los Caballeros y nos lleva hasta Hendaya.
Desde Ejea de los Caballeros marcamos el rumbo y nos orientamos hacia Biota, llegando directos hasta la Villa de Aibar y de allí sobrevolamos el Señorío de Celigueta con su altiva torre-palacio defensiva y ascendemos a IZAGA.
Descendemos volando sobre Reta y nos dirigimos a Mendinueta y en la Villa de Urroz contemplamos desde el aire su iglesia fortaleza y su plaza del mercado y ferias.
Hacia el norte pasamos por Setoáin, Usetxi, Legasa, Lesaka y cruzamos el puerto de Endarlatza y llegamos a Behobia y pronto aterrizamos en Hendaya.


10º: BORJA / LOUHOSSOA 

La última ruta parte desde el sur en Borja y se encamina por Ribaforada al importante centro de espiritualidad del Monasterio cisterciense de La Oliva.
Seguimos el vuelo y pasamos por Ezprogui (Moriones) y desde Izco ascendemos a IZAGA.
Por Ardanaz y Zuza seguimos hacia Olaverría y Saragüeta.
Dejando a nuestra derecha a St. Etienne de Baigorry llegamos hasta el final de la meta en Louhossoa.



  
Estos son los  10 recorridos seleccionados en los que importantes hitos urbanísticos, defensivos y religiosos parecen tener a la cumbre de Izaga como referencia.

¿Es pura casualidad que lugares emblemáticos del antiguo reino de Pamplona-Navarra parezcan tener a la Peña de Izaga como su lugar de referencia, o fueron planificados conscientemente?

A la vista de lo expuesto no habría que desestimar la idea de que hubiese habido una planificación consciente, al igual que se planificaban los núcleos de población- se ve muy claro a lo largo del Camino de Santiago- según la distancia que un caminante podía recorrer en una jornada: Roncesvalles, Zubiri, Pamplona, Puente La Reina, …

Quizás no tenga lo que expongo nada que ver, esta reflexión y análisis ha surgido a partir de lo que hacen los romeros cuando suben a la cumbre de Izaga a implorar la protección de San Miguel sobre los cultivos y las personas de los valles circundantes.

Curioso. ¿No?




[3] Ángel Martín Duque; Documentación medieval de Leire (siglos IX a XII); Diputación Foral de Navarra. Institución Príncipe de Viana; Documento 157 del año 1097.
[5] Gran Enciclopedia Navarra Tomo X, SAN QUIRICO. (16 de Junio); pág.150
[6] http://es.wikipedia.org/wiki/Kyrie_Eleison
[8] Izagaondoa. Memoria para el futuro; “Grupo cultural Valle de Izagaondoa”; Recuerdos de D. Fermín Zuza Zunzarren; 2011.
[9] SIMEÓN HIDALGO VALENCIA; Diario de un peregrino a Santiago de Compostela; pág.:105

“ Monte Irago:Cruz de Ferro

Una vez pasado Foncebadón se llega a la cumbre del Irago, de unos 1.500 metros de altitud, donde encontramos la llamada Cruz de Ferro. Sobre un montículo de piedras que los peregrinos van aquí depositando, se alza un tronco de roble de aproximadamente 5 metros de altura, rematado por una sencilla cruz de hierro de la que toma su nombre el monumento.
El origen y significado de esta singular estructura se encuentra, según algunos estudiosos, en el periodo de ocupación romana (en los hitos o mojones que marcaban la separación de dos circunscripciones territoriales). Para otros, sin embargo, se trata de un milladoiro, un amontonamiento de guijarros que desde época ancestral formaban los caminantes en determinados lugares para invocar a las divinidades protectoras de los caminos.
Cristianizada esta tradición, los peregrinos creían que el día del Juicio Final, «cuando las piedras hablen», éstas testificarán que el romero había cumplido en vida su peregrinación; en caso de no haber arrojado.”
izaga (del sup. vasc. "izaga", de "iz", junco grande) f. Juncar: terreno poblado de juncos.
Significado. 'Junto a Izaga'. De Izaga, nombre de la montaña que da personalidad al valle y la posposición vasca ondo `junto a'.
Comentario lingüístico. Es más difícil precisar el significado de Izaga. L. Michelena piense en ihi "junco" (Izaga sería `juncal'). Izagaondoa, lo mismo que Izco, Izcue y el despoblado burundés de Aitzaga poseen variantes antiguas con Ei- (Eyçagondo,Eizco, Ehizcue, Heyçaga). El mismo autor no descarta la posibilidad de encontrarnos ante compuestos de eiz "caza". Por otro lado, y aunque las variantes actuales permitirían pensar que haitz 'peña' (cuya variante iz es muy común en toponimia) forma parte de estos topónimos, las citadas formas antiguas impiden seguir ese camino que nos proporcionaría etimologías tan satisfactorias. La posposición ondo hoy equivale a "junto a", pero en toponimia menor parece tener un significado de 'debajo de', evidente en Roncal donde Iriondo equivale a Iribarren 'barrio de abajo'.
Traducciones curiosas y explicaciones populares. Traducciones de este género son: 'el abeto', 'ramajos frecuentes'.
Documentación antigua. Eyçagondo, Val de (1268, NEN); Itçagaondoa (1196, NEN);Içagundo, Ardanaz de (1270, NEN); Yçagondo, Val de (1366, NEN); Yçagondoa (1627, NEN).
(Mikel Belasko; 1999: pp. 252, 253).
SIMEÓN HIDALGO VALENCIA; Las claves de Izagaondoa; págs.:254-258; D.L.:Na- 1663 - 2014.

miércoles, 15 de octubre de 2014

LIBERRI - VALLE DE LÓNGUIDA - NAVARRA


LIBERRI - VALLE DE LÓNGUIDA - NAVARRA

Por Simeón Hidalgo Valencia (15-10-2014) 


  

Fue en las Ferias de San Martín que cada año se celebran en la Villa de Urroz, ya va para un año, cuando recibí la invitación para visitar el Señorío de Liberri, pero hasta finales del pasado Agosto no pude acercarme. 

Siempre había deseado poder conocer por dentro este hermoso lugar y cuando me adentré por su carretil y crucé el puente sobre el río Erro y ascendí  hasta la explanada del lugar pude experimentar la paz y la tranquilidad que aquí se respira, a las faldas de la vertiente norte de la Sierra de Gongolaz y maravillarme por la belleza natural de este señorío que se remonta a época medieval. 

De Liberri se nos habla ya desde el siglo XI en la documentación del Monasterio de Leire en documento de 1099 por el que “Orti Ortiz de Cortes y su hermana Sancha, al entregar como monje a su sobrino Lupo, dan al abad Raimundo y al monasterio de Leire la mitad de su “honor” de la villa de Añués, en Valdonsella, que había poseído el padre del citado Lupo, García Fortuñones, el cual ya había legado a dicho monasterio la otra mitad más sus bienes del monasterio de Santa Cruz, junto a Liberri…” 

También en 1174, así como en 1198, sendos papas, Alejandro III e Inocencio III confirman respectivamente las posesiones del monasterio de Leire y entre ellas se menciona literalmente en las dos ocasiones a Liberri  al que se califica de Villa. 

“Monasterium Sancte Marie de Villanoba cum uilla Liberri et ómnibus pertinentiis suis.” 

También en 1188 se habla de la “hereditate Sancte Crucis de Liberri” cuando el Monasterio de Leire se la “entregan en prenda a Ochoa de Ureta… hasta la devolución de los cien morabetinos de cruz que había prestado al monasterio” 

En 1197 en la “sentencia arbitral sobre las mutuas reclamaciones entre el obispado de Pamplona y el monasterio de Leire” se cita también a la “ecclesia de Liuerri”.[1] 

Quizás por estas fechas existiera ya una torre vigía exenta, aunque la actual en su parte más antigua parece remontarse al siglo XIV o XV. 
 
 El sábado 30 de Agosto me acerqué hasta el lugar y, como digo, me maravillé ante lo que mis ojos vieron y una sana envidia me invadió por no ser yo el señor del señorío y quien divisara desde su esbelta torre las posesiones de la hacienda o recibiera las nuevas transmitidas por los pequeños señores que, como en Liberri, oteaban el horizonte desde sus atalayas, fuera desde la cercana Ayanz, o desde Zuasti, Larrángoz,  Erdozáin, Aós y Zuza, al amparo del castillo de Leguín y desde él llegaran las noticias a los señores de la otra vertiente de la Sierra de Gongolaz, a los valles de Izagaondoa y de Unciti: Mendinueta, Reta, Zuazu, Artáiz, Lizarraga, Idoate, Unciti, Errondo, …  hasta llegar el parte al castillo de Irulegui y desde allí movilizar a los señores del valle de Aranguren y de Egués, hasta alcanzar a la misma capital del reino, Pamplona, sin olvidarme de los señores de Urraúl, fueran los de Grez o los de Artieda, pues raro era el lugar que no ostentaba su torre de vigía, cuya red inundaba todo el territorio. 

La torre de Liberri es una de las más altas y soberbias que he visitado, levantándose sobre una base en talud de grandes sillares. Sus, al menos, tres pisos originarios a juzgar por los niveles de sus saeteras defensivas, que se abrían en sus cuatro fachadas,  dominaban gran parte del valle. De base cuadrada, en su cara oeste, como en otras torres que he estudiado, sirvan de ejemplo las de Reta y Grez, se abría su única portada de acceso y como todo edificio de piedra, fuera militar, religioso o serena vivienda, la seguridad ante el enemigo era el dispositivo de la tranca, cuyo túnel donde se introducía era parte a tener en cuenta al construir la torre, la iglesia o la vivienda.

 
Orificio en el muro oeste para introducir la tranca. 

 
En el año de 1974 se restauró junto al resto del señorío y aunque en la placa conmemorativa se menciona a los dueños del lugar que promueven la restauración y al joven arquitecto que dirigió la obra, sé que la cuadrilla de canteros que aquí trabajó fue la del Sr. Manuel Villamarín, gallegos, que ya los vimos trabajar un poco antes en la iglesia de Santo Tomás de Najurieta,[2] según me comunicó en su día su hijo Félix ponderando el buen hacer de los mismos. Me decía:  

“…esta gente realizó obras tan emblemáticas como el vía crucis de Artica, la hornacina de san Fermín de la calle de Santo Domingo, La restauración de las fuentes de Luis de Paret en Pamplona , Las conocidísimas bolas de la avenida del ejército, La casa Roncal de Zizur Menor entera, La casa Orbáiz de Elcano, La restauración de Liberri..., la restauración de más de 100 iglesias en Navarra (La de Alzórriz en vuestra zona también) y algunas en La Rioja y Álava, aunque si nadie cuenta estas cosas todo se pierde en el tiempo. Después de esta gente, que era la cuadrilla de Manuel Villamarín, coetánea con Filloy, Barros y otros canteros de Galicia que llegaron en los 40 y 50, llegó la restauración de estas obras a través de macro-talleres como Zubillaga S.A. y esa figura del artesano y las cuadrillas, se ha perdido para siempre.” 

Como se puede apreciar en la fotografía de la torre, pues presenta un distinto tono en los sillares de sus hiladas superiores, en su última reforma alcanzó, si no superó, su altura original, desmochada en tiempos de infortunio para el reino de Navarra por razones de conquista, pero recuperadas sus defensas con la reforma.

 
Hoy cada una de sus alturas ha dejado atrás los tiempos de vigilancia y de guerra y se han convertido en sendas estancias para sus pacíficos moradores y ella misma, de ser torre exenta de vigía se convirtió, como otras muchas, en el eje del palacio de cabo de armería posterior. A su cara oeste se adosaron nuevas dependencias, como se ve en la actualidad. 

Su gran portalón, cuyas dovelas adoptaron sus antiguos sillares, ostenta una clave donde está grabado el anagrama de Jesús, indicando el carácter cristiano de los moradores de la casa a la que daba acceso y actuando además como el mejor signo protector a lo largo de los tiempos en perfecto sincretismo con el símbolo de la flor de lis, pata de la oca o runa de la vida.
 
 

Bien pudiera ser que en su antigua fachada, ya que la actual no es originaria del lugar, haciendo honor a su linaje se hubiera esculpido en piedra las armas, que bordadas en tela ondearían en lo más alto de la torre. Armas recogidas en el “Libro de armería del reino de Navarra”[3] y que los canteros de la cuadrilla de D. Manuel Villamarín reprodujeron en el suelo de la entrada de la casa con cantos rodados a la manera medieval, aunque con un toque de modernidad. 

 
 
“El escudo del palacio era de oro con tres fajas entadas –onduladas- de azur”[4] quizás queriendo recordar el movimiento de las aguas del río Erro que cruza el señorío.
 
 

Como lugar o villa que era, según qué documento se tenga en cuenta, una de las dependencias del señorío era la iglesia donde acudían señores y siervos que, aunque muy reformada, todavía tiene detalles de su época antigua como son algunos de los sillares de las jambas de la puerta, o su sagrario gótico de piedra o su pila bautismal cuya copa tiene ocho caras. 

Asunción Domeño la describe escuetamente como sigue: “Basa circular. Fuste cilíndrico con moldura sogueada. Taza aristada.”[5] 

Con las obras de restauración se mantuvo en su lugar original, en el encuentro de las caras norte y oeste de la iglesia.

El día va declinando y después de un ameno descanso sentado en el jardín cambiando impresiones con mi anfitriona, las primeras estrellas aparecen en el despejado cielo y podemos despedirnos saludando a la vez a la diosa Selene que se asoma tímidamente a presidir la noche.  

 
Quedan pocos días para las Ferias de San Martín en la cercana villa de Urroz, donde recibí la invitación para visitar el Señorío de Liberri.  

Sea éste mi pequeño homenaje a la actual Señora de Liberri, a la que desde esta visita del 30 de Agosto de 2014 la he agregado, como ahora se dice, al círculo de mis amistades. 

Muchas gracias.


[1] Angel Martín Duque, Documentación medieval de Leire (siglos IX a XII); Diputación Foral  de Navarra Institucion Príncipe de Viana; documentos:172, 335, 360, 349 y 359.
[2] http://simeonhidalgo.over-blog.com/article-la-cuadrilla-de-canteros-de-manuel-villamarin-106629272.html
[3] J. J. MARTINENA RUIZ; Libro de armería del reino de Navarra; Diputación Foral de Navarra Institución Príncipe de Viana; 43,1
[4] J. J. MARTINENA RUIZ; Navarra. Castillos, torres y palacios; Gobierno de Navarra. Departamento de Cultura y Turismo. Institución Príncipe de Viana; 2008; pág. 160.
[5] ASUNCIÓN DOMEÑO MARTÍNEZ DE MORENTIN; Pilas bautismales medievales en Navarra; Gobierno de Navarra. Departamento de Educación y Cultura; 1992; pág. 161.