LAS MARCAS DE
CANTERÍA EN NAVARRA.
El caso del
Castillo de Tiebas.
Por Simeón Hidalgo
Valencia.
Conferencia
impartida el día 25 de agosto de 2023 dentro de
“Las Jornadas
Medievales de Tiebas”.
© Texto, Imágenes,
Gráficos de Simeón Hidalgo Valencia, salvo aquellos que se indican.
I.- INTRODUCCIÓN:
Corría el año de 1990 cuando se iniciaba el segundo
proyecto de la Escuela Taller de Rehabilitación del Casco Antiguo de Pamplona
con un nuevo módulo de aprendizaje además de los de Albañilería y Carpintería:
el de Cantería.
Por entonces compaginaba mi trabajo como Coordinador
de Formación de la Escuela-Taller con la de estudiante de Geografía e Historia
en la UNED, por lo que pude integrar la disciplina de la cantería con la
Historia del Arte.
Así, en contacto directo con la cantería y estudiando
y visitando monumentos descubrí más al detalle el mundo de los antiguos maestros
canteros y aparecieron en mi vida los interrogantes de las marcas de cantería o
signos lapidarios.
Terminados los estudios me licencié en 1994, año
en el que el Diario de Navarra comenzó a publicar por fascículos el libro
“El
Arte en Navarra”, donde Ricardo
Fernández Gracia, Profesor Asociado de la Universidad de Navarra, en el Nº8
escribía sobre
“Los Monasterios del Císter” y hacía una referencia a
“Los Canteros” donde decía textualmente:
“Todavía está por realizar un
estudio exhaustivo sobre las marcas de cantero de los monumentos medievales
navarros”. … y aquí comenzó mi nueva afición cultural de
investigación sobre las marcas de cantería.
¿QUÉ SON LAS MARCAS DE CANTERÍA?
-Las marcas de cantería son los dibujos o signos grabados
por los canteros en algunos de los sillares que realizaban para las
construcciones que levantaban (puentes, iglesias, fortalezas, monasterios,
molinos, catedrales, castillos o palacios).
¿QUÉ CIENCIA ESTUDIA LAS MARCAS DE CANTERÍA?
-La Gliptografía, que se puede definir como *“La
disciplina que estudia los signos grabados en materiales duros, principalmente
sobre la piedra”.
¿FINALIDAD DE LAS MARCAS DE CANTERÍA?
-Con frecuencia se me ha preguntado en directo por los turistas que visitan
el monumento mientras hago el trabajo de campo, por el objetivo de éste. Al
explicarles que estudio y catalogo las marcas dejadas por los canteros en los
sillares, caen en la cuenta de estos pequeños dibujos y preguntan su por qué y
para qué. Yo les informo de lo que habitualmente se dice de ellas, pero a la
vez les abro las puertas para la crítica y la búsqueda.
En otras ocasiones los mismos guías de las visitas las comentan e informan
a sus seguidores de que por cada sillar marcado el trabajador recibía una
determinada cantidad de dinero, pero después de visitar muchos edificios, sigo
con mis dudas sobre esta tesis y buscando una explicación más convincente.
Por ello sigo recogiendo y catalogando estas marcas en las piedras sin
tener una respuesta definitiva que explique de manera clara el auténtico
objetivo que tuvieron los canteros al grabarlas.
En este trabajo veo que es muy aconsejable y necesario que no nos
quedemos en el estudio de un edificio aislándolo de los demás, pues nos
llevaría a hacer afirmaciones y conclusiones que, a poco que miremos al resto,
nos hará dudar de las mismas. Por ello en mi primera publicación sobre el tema[3]
consideré necesario un capítulo que titulé “Análisis comparativo” donde
puse a cada edificio estudiado frente al resto y comparé un conjunto de 63
edificios navarros a los que sumé otros 38 situados a todo lo largo del Camino
de Santiago.
Al hacer este estudio comparativo me di cuenta de que hay una serie de unas
50 marcas, que denomino “marcas comunes” o “marcas de listado”, que a
manera de listas o catálogos en manos de los maestros constructores, se
empleaban en todo lugar y época, que pudieran asignarse a los trabajadores para
que las grabaran en los sillares, pero ¿por qué? y ¿con qué finalidad?
La tesis tradicional que asigna una marca a un cantero para poder
contabilizar su trabajo y cobrar en proporción al mismo, que se remonta al
siglo XIX, no resuelve lo que acabo de comentar, por
lo que habrá que orientar las investigaciones y las reflexiones consecuentes
hacia otros terrenos.
Se suele leer también que son una manera de reconocimiento
a los mecenas del edificio que se construía, al aportar donaciones para la
obra, en muchas ocasiones alentadas por los poderosos, civiles o eclesiásticos.
Hay quien habla también de cuestiones esotéricas y
simbólicas en relación con conocimientos a los que sólo las personas
iniciadas tendrían acceso.
También los hay que relacionan estos signos con la astronomía o como medio de información sobre la propia
construcción del edificio en que se encuentran:
cuestiones de planimetría, por ejemplo.
Se constata igualmente que hay un número de marcas que
son simplemente letras de alfabetos más o menos cercanos a nuestra cultura
lo que alimenta la tesis de la existencia de textos o mensajes ocultos escritos
en las paredes de iglesias o monasterios.
…Todo está entre interrogantes.
Sea como fuera
la cuestión lo cierto es que:
Hoy en día nos movemos en un mar de hipótesis y
conjeturas.
El significado de estos grabados, parte de su simbología
y posible mensaje sigue pendiente en gran parte.
No hemos
encontrado aún, y dudo que se consiga, la “piedra roseta” que nos permita
resolver el enigma y nos facilite el código en que se mueven estos grabados,
pero como las marcas de cantería están ahí, en los sillares de todas las
culturas a lo largo de la Historia, habrá que seguir intentando, paso a
paso, avanzar hasta dar con la solución.
Lo que no deberíamos hacer es descartar
ninguno de los caminos de investigación, pues todo signo grabado lo ha sido
por alguna razón y pretende, sin duda, comunicarnos algo relacionado con el
mundo de experiencias, creencias, interrogantes, conocimientos, etc., de los
hombres y mujeres que nos precedieron.
En este mar de interrogantes nos sería muy útil, como
digo, descubrir este código de comunicación para poder leer y comprender los
símbolos. Para la mentalidad contemporánea resulta difícil, aunque se van
despejando muy poco a poco los caminos.
Si el hombre medieval viajara en el tiempo y llegara
a 2023 quizás estos que vemos le resultarían
incomprensibles en parte, tal como a nosotros nos cuesta dar con el
significado de ciertos símbolos actuales si no estamos en la onda de
comunicación de los grupos que los crean.
¿Alguien nos podría decir qué
significa esta reciente marca que se ve muy extendida por la comarca de
Pamplona?
II.- LAS MARCAS
DE CANTERÍA EN NAVARRA:
Por todo ello, en la investigación que llevo a cabo
me puse como objetivo, al menos, la recopilación o inventario de los
signos lapidarios que los canteros grabaron en Navarra y que, diezmados
por el tiempo y avatares históricos, han llegado hasta nuestros días.
De los que aquí se muestran uno de ellos está
desgraciadamente en plena actualidad a nivel mundial y lo he visto en los informativos. Por parte rusa la
Z. Por parte ucraniana se
convierte en la denominada
Runa DEAG.
“Runa que marca la luz
después de la oscuridad y anuncia el camino victorioso después de una etapa de
oscuridad”. ¿Qué significado
atribuyen a uno y otro signo los distintos bandos de la contienda?
A lo largo de estos años mi trabajo se ha plasmado
en tres publicaciones:
1-Canteros románicos por los caminos de Navarra. Tomos
I y II. 2009.
2-Las marcas de cantería de San Zoilo de Cáseda.
2020.
3-Las marcas de cantería en el Palacio de Olite.
2022.
Además de otros artículos
publicados en mi blog, entre los que menciono los siguientes:
1-Las marcas de cantero en San Salvador de Majones
– 2016.
2-Marcas de cantería en el
Palacio Real de Pamplona – 2016.
3-Eunate y la Torre del
Homenaje de Sos del Rey Católico – 2019.
4-Orreaga/Roncesvalles. El
rosetón de la Sala Capitular – 2020.
Trabajo realizado a través de un método riguroso que
abarca 10 pasos, que van desde la localización hasta la redacción
de las conclusiones.
En Navarra he localizado y estudiado alrededor
de 2000 marcas diferentes, *recogidas en 105 edificios, aunque los
revisados son muchos más. *Estos edificios se extienden temporalmente desde
el siglo XI hasta el siglo XVIII, si bien el grueso principal de estas
construcciones se concentra en los siglos XII y XIII.
En el mapa están señalados los lugares y edificios donde
se ha encontrado algún sillar grabado y los distintos colores nos indican el
siglo en que se iniciaron. En amarillo los del siglo XI, en rojo los del siglo
XII, etc.
Y para tener mejor localizados estos lugares aquí
podemos conocerlos por orden alfabético.
Cuando publiqué mi primer trabajo en 2009 la prensa
se hizo eco de esta novedad pionera en Navarra y una muestra de lo publicado es
este gráfico donde se dice que con este trabajo se puede “conocer cuáles
son las marcas más habituales, qué es lo que representan y en algunos casos
saber los nombres de los maestros canteros” que firmaron su obra.
Igualmente, se informa de la existencia de un grupo de unas 50 marcas comunes
que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio de las que aquí se recogen,
a la derecha, las cuatro primeras.
Si tenemos en cuenta este grupo de marcas comunes a
lo largo del tiempo y del espacio halladas no sólo en Navarra, sino también en
todos los lugares que estudiemos, podemos descubrir que algunas de ellas se
remontan a los albores de la expresión humana como se descubre al estudiar
petroglifos antiguos, como es el caso de estos 36 que vemos de la zona de
Escandinavia. De ellos, el 50%, es decir 18, los he recogido
grabados en algún edificio de Navarra.
Llegados a este punto les quiero comentar un par de
experiencias que tuve con dos niñas, hija una de una amiga y vecina de rellano
la segunda.
Una se llama Nerea que en 1999 tenía 10 años.
Tengo que decir que ella no sabía nada del tema que tratamos. Un día que estaba
yo visitando a la familia llamó por teléfono a otra amiga de clase para
preguntarle sobre la tarea que tenían que hacer para el lunes. Observé que
mientras hablaba dibujaba algo con el boli sobre una ficha. Pensé que escribía
la tarea a realizar, pero como no paraba de mover el boli sospeché que
realmente lo que hacía era dibujar inconscientemente. Al terminar de hablar le
dije a ver si me podía enseñar lo que había dibujado y al comprobar lo que vi
le comenté si me podía quedar con la ficha. Sin conocer nada
sobre las marcas de los canteros, al menos había dibujado cuatro de ellas.
La runa Deag, un ángulo agudo, la cruz dentro de un círculo y un rectángulo con
cruz.
Mi vecina de rellano se llama Amaia y en 2018
tenía 13 años. Se había presentado a un concurso de postales navideñas y
resulta que recibió el primer premio. Para felicitarle escribí un artículo sobre
ella en mi blog y agradecida me dejó en el buzón del portal este mensaje de su
puño y letra. Hizo una serie de dibujitos en los que me sorprendió ver
igualmente signos que los canteros tallaron en los sillares. Zarcillos de vid
o báculos, Signos de Aries, espirales y puntas de flechas o lanzas.
Ante estas experiencias he llegado a
pensar,
y otros ejemplos me refuerzan la idea, que algunas marcas que se repiten
a lo largo del tiempo y del espacio, no son más que símbolos que a lo largo
de la Historia de la Humanidad se han grabado en el ADN humano.
III.-EL
CASO DEL CASTILLO DE TIEBAS:
A pesar del estado ruinoso en que se encuentra el
Castillo de Tiebas, del que queda una mínima parte, he podido recoger,
entre marcas de cantería y grafitis, un total de 97 diseños distintos, grabados
en un conjunto de 221 sillares, con la seguridad de que algunos más se han
quedado sin catalogar dada la dificultad para poder acceder a todas las zonas.
He considerado como marcas distintas también a aquellas que, perteneciendo a
una misma familia, presentan algún rasgo diferenciador, como es el caso de la
familia de la S con 35 apariciones apuntadas que corresponden a 12 modelos
diferentes. Es el caso también de la familia de marcas que representan
distintos tipos de triángulos de las que se han recogido hasta 22.
En el Castillo de Tiebas, como sucede en el resto de
los 105 edificios navarros, hay marcas que son propias de este edificio.
Esto quiere decir que hasta el momento no se han encontrado en otros lugares. Son
46 diseños.
El resto, 51, las he encontrado repetidas con
menor o mayor frecuencia en otras construcciones, tanto de Navarra como
de otras Comunidades. Estas marcas repetidas a lo largo del tiempo y del
espacio las he señalado con un punto rojo.
Como hemos visto en el apartado anterior, también en
Tiebas podemos remontarnos a etapas antiguas de la humanidad e identificar
entre sus marcas a los primitivos humanos expresándose con signos idénticos,
como podemos comprobar: Flecha, Runa Deag, Triángulo, Esvásticas, Rectángulo, Aspa y Cruz.
Signos que se repiten igualmente en otros
45 edificios navarros
sean anteriores, coetáneos o posteriores al Castillo de Tiebas, y que en
este caso abren un interrogante en la veracidad de la tesis tradicional.
Aquí se muestran 17 marcas del Castillo de Tiebas,
recogidas y calcadas sobre sus sillares. Todas ellas, y más, aparecen en otros
edificios, de los que vemos a los 12 que tienen más marcas en común con el
Castillo de Tiebas. ¿Esto quiere decir que…?
¿Los mismos 24 canteros trabajaron en Tiebas y en el
Palacio de Olite?
¿Las 23 marcas comunes existentes entre el Castillo de
Tiebas y el Monasterio de Fitero son la prueba de que los mismos mazoneros
trabajaron en ambos lugares?, etc., etc.
¿Trabajaron en el Castillo de Tiebas, en el Monasterio
de Fitero y en el Palacio de Olite los mismos 13 maestros mazoneros, dado que
los tres edificios tienen el denominador común de 13 marcas iguales?
Aunque estas marcas repetidas puedan crearnos algún
problema frente a las tesis tradicionales de su finalidad, quizás sea más
interesante atender a los modelos originales que aparecen en Tiebas, pues
crean singularidad y abren nuevos interrogantes. De autoría, por ejemplo.
¿Hubo 46 mazoneros que trabajaron solo en el Castillo
de Tiebas? ¿Cómo se llamaban? ¿De dónde procedían? ¿Hay documentación al
respecto? Si no se ha conservado poco podemos avanzar, aunque al menos tengamos
sus diseños, algunos de los cuales acabamos de ver.
A pesar de que muchas de estas preguntas se nos
queden sin respuesta sí podemos atisbar algún que otro claro de luz que nos
permita dar pequeños pasos y despejar poco a poco el camino. *Tal es el
caso de esta interesante marca que ha aguantado muy bien la destrucción del
fuego y que representa la silueta de una pierna en genuflexión. *Está situada
en la sala que había encima de la bodega junto a la ventana central del muro
que mira hacia Pamplona. Califico de interesante a esta marca tanto por lo que
se representa, una pierna con su rodilla tocando el suelo en actitud
reverencial, como porque parece que se emplea en el Castillo de Tiebas por
primera vez.
La volvemos a ver por dos veces en el
Palacio Real de Olite en la Capilla de San Jorge de finales del siglo XIV promovida por la
reina Leonor de Trastámara. * * Se localizan en una de las ventanas de la
Capilla de San Jorge, estancia situada, como en Tiebas, encima de la sala
abovedada que hacía de bodega. Bodega que sigue la misma planimetría que la del
Castillo de Tiebas.
Otra marca que aparece en Tiebas es esta especie de H que está grabada en el
único arranque de columna en lo que fue el patio central. Hoy podemos ver su
cara superior dado que es el único tambor existente, pero en su origen esta
marca quedaba oculta. ¿Sirvió esta marca como directriz que orientaba a los
montadores para colocar la pieza correctamente?
En el tiempo que llevo en este campo de investigación
es la tercera vez que veo alguna marca de este tipo.
La primera fue en la clave central de la antigua
sacristía de la iglesia parroquial de Sada en la que tres de los arranques
de los nervios de bóveda tienen también grabados: Cruz griega, cruz de San
Andrés y la letra Chi griega (X).
La segunda pieza está expuesta en el museo PETRUS
MUSEUM, creado por la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa para dar a
conocer el trabajo y estilo de la escuela del maestro cantero Petrus de
Guerguitiáin. En un sillar correspondiente a las jambas de alguna puerta o
ventana se grabó en sus dos caras horizontales *una cruz.
La tercera es la correspondiente al Castillo de
Tiebas.
¿Cabe preguntarse, si seguimos la tesis tradicional de
“una marca=un cantero”, si tanto en la clave de Sada como en la pieza
del Petrus Museum trabajó el mismo maestro ya que tienen en común la marca de
la cruz?
Quiero detenerme en otra marca que hemos señalado como
repetida en otros edificios. Es la representación de la runa NIG. En
el Castillo de Tiebas la he recogido en 13 sillares y es una de las más
repetidas.
En Navarra también la he catalogado en los
Monasterios de La Oliva y de Fitero, en las iglesias estellesas
de San Pedro de la Rúa y en Santa María Jus del Castillo, En
Olite en la iglesia de Santa María y en el Palacio Real y por
último en la Colegiata de Roncesvalles.
Fuera de Navarra la he visto en el Monasterio de
Piedra, en la Catedral de Burgos, en la Iglesia de Ntra. Sra. de San
Juan (Castrojeriz) y por referencias también se encuentra en la fábrica
de la Catedral de Sevilla.
En el caso de la recogida
en la Catedral de Sevilla se identifica como propia de Bartolomé García registrada
documentalmente en 1487 según Javier Alvarado Planas en su obra: “Heráldica,
Simbolismo y usos tradicionales de las corporaciones de oficio. Las marcas de
canteros”.
Como vemos esta marca, como otras muchas, está
presente, al menos, en las 12 construcciones citadas que corresponden a lugares
y tiempos diferentes, por lo que al asignársela como propia a Bartolomé García
se nos crea un pequeño conflicto.
¿Pertenece esta marca a un cantero concreto?
-Por la diferencia espaciotemporal existente podemos
pensar que no.
¿Es una de las marcas comunes que se repiten a lo
largo del tiempo y del espacio?
-La respuesta es clara: Sí.
¿Está incluida en listados concretos en manos de las
corporaciones de mazoneros, que los maestros mayores de cada obra asignaban a
sus trabajadores cuando eran
contratados, pudiéndose dar el caso de que la misma marca la emplearan a la vez
distintos trabajadores en distintas obras, fueran contemporáneas o no?
-Este caso concreto puede ser una prueba de esta tesis,
que personalmente defiendo.
Pero en el Castillo de Tiebas me he dado cuenta de
que entre los 12 sillares en que aparece esta marca, la que he expuesto
presenta una ligera variación con otras, como podemos comprobar.
La de la derecha se compone de dos ángulos agudos,
pero si analizamos las partes que componen la de la izquierda, veremos que no
son dos ángulos agudos. En este caso podemos ver que el superior sí es un
ángulo agudo, mientras que el inferior, lo he medido y comprobado, representa
un ángulo recto. Esta diferencia de ángulos nos puede indicar algo más. ¿Estamos
ante la representación en el Castillo de Tiebas ya en el siglo XIII de dos de
las herramientas básicas del oficio de los mazoneros, como son la escuadra y el
compás que unidos constituyen una de las insignias representativas de la
antigua masonería operativa? Escuadra y compás que podemos ver, por ejemplo,
en la iglesia de San Juan Bautista en Ayechu (Urraúl Alto).
Otro aspecto que habrá que considerar es el fuerte carácter
simbólico que parecen tener algunos diseños empleados para marcar los
sillares. En el Castillo de Tiebas también están presentes. Da la impresión de
que muchos de ellos se emplean precisamente por su valor apotropaico. Es
decir, porque se cree que actúan como talismanes que protegen, propician el
bien y alejan los males.
De todas formas, pienso que la verdadera y auténtica
marca de cantería es la propia firma identificativa dejada por algunos maestros
bajo la fórmula del “Me fecit”.
En Navarra sabemos de unos cuantos maestros que se dan
a conocer y firman su obra:
*FVLCHERIVS en el
Monasterio de Leire;
*LEODEGARIVS en Santa
María de Sangüesa;
*PETRVS en San Martín
de Guerguitiáin;
*P LUPI en Santo
Tomás de Najurieta (aunque aquí es el comitente de la pila bautismal);
*STEPHANVS en la Catedral
de Pamplona;
*SANCIVS en San Esteban
de Hiriberri-Villanueva (Valdizarbe);
*ACTO y BELENGERES
(el primero como maestro constructor y el segundo como escribano), en
el antiguo Monasterio de San Miguel de Villatuerta;
*ALDEBERTVUS en el antiguo
Hospital de San Lázaro de Estella;
*MARTINVS DE LOGRONIO en el Palacio de Los Reyes de Estella;
*SANCIVS en el antiguo
Monasterio de Azuelo;
*MARTYN DE GRECYETA en el Palacio
de Equisoain.
CONCLUSIONES:
En este breve tiempo de exposición he presentado esta
cuestión sin perderme en clasificaciones de uno u otro tipo que considero
difíciles de comprobar, por lo que me conformo con la tarea de recopilación
o inventario de estos signos lapidarios, que atrapan a toda persona que los
ha descubierto, precisamente porque se mantiene un halo de cierto misterio
sobre ellos.
1ª: En todos los edificios estudiados en Navarra, por
supuesto en el Castillo de Tiebas, existe un grupo de marcas que son comunes y
otro grupo que son propias de cada edificio en particular.
2ª: Estos signos lapidarios comunes a lo largo del
tiempo y del espacio me hace dudar de la certeza de la tesis que afirma que
cada marca que aparece en un edificio corresponde a un maestro mazonero determinado,
siendo esa marca personal e intransferible.
3ª: Hasta el momento no he encontrado documentación
determinante en que se asocie el nombre del trabajador, con su marca personal.
4ª: Estos signos lapidarios comunes a lo largo del
tiempo y del espacio me hace dudar, igualmente, de la tesis que afirma que el
mazonero marcaba su signo en los sillares para contabilizar su trabajo y poder cobrar
por él.
5ª: Hasta el
momento no he encontrado documentación determinante en que se asocie el nombre
del trabajador, con su marca personal y con el sueldo recibido.
6ª: La tesis que
defiendo acerca de estos signos que se repiten a lo largo del tiempo y del
espacio es que pudieran formar parte de listados que las distintas
corporaciones de mazoneros manejaban y que el maestro mayor de cada una de las
obras asignaba a sus trabajadores para esa obra concreta.
7ª: Hay que tener
en cuenta que estos signos que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio,
conservan todavía hoy en día una fuerte carga de simbolismo y parecen formar
parte del subconsciente colectivo de la Humanidad.
8ª: Igualmente, no
habrá que descartar que algunos de estos signos lapidarios cumplan una función
apotropaica de acuerdo con la mentalidad universal de los humanos, persistente
también en nuestro tiempo, de buscar la protección ante los peligros que
podamos sufrir.
9ª: En el caso del
Castillo de Tiebas de los 97 signos lapidarios se da el caso de que 51 están
también en algún otro edificio navarro, siendo los otros 46 propios de este
lugar. Hasta el momento no se han recogido en otras partes.
10ª: Resolver el
enigma de las marcas de cantería y encontrar respuesta a todos sus
interrogantes no es tarea sencilla, por lo que hay que seguir investigando,
tratando de descubrir el mensaje de cada una de ellas. Algunas nos van
revelando sus secretos. Son pequeños pasos que desbrozan el camino y que
animan a seguir abriéndolo.
MUCHAS GRACIAS.