domingo, 27 de agosto de 2023

LAS MARCAS DE CANTERÍA EN NAVARRA. El caso del Castillo de Tiebas.

LAS MARCAS DE CANTERÍA EN NAVARRA. 

El caso del Castillo de Tiebas. 

Por Simeón Hidalgo Valencia. 

Conferencia impartida el día 25 de agosto de 2023 dentro de

“Las Jornadas Medievales de Tiebas”.

 

© Texto, Imágenes, Gráficos de Simeón Hidalgo Valencia, salvo aquellos que se indican.



 

I.- INTRODUCCIÓN: 

Corría el año de 1990 cuando se iniciaba el segundo proyecto de la Escuela Taller de Rehabilitación del Casco Antiguo de Pamplona con un nuevo módulo de aprendizaje además de los de Albañilería y Carpintería: el de Cantería.

Por entonces compaginaba mi trabajo como Coordinador de Formación de la Escuela-Taller con la de estudiante de Geografía e Historia en la UNED, por lo que pude integrar la disciplina de la cantería con la Historia del Arte.

Así, en contacto directo con la cantería y estudiando y visitando monumentos descubrí más al detalle el mundo de los antiguos maestros canteros y aparecieron en mi vida los interrogantes de las marcas de cantería o signos lapidarios. 


     Terminados los estudios me licencié en 1994, año en el que el Diario de Navarra comenzó a publicar por fascículos el libro “El Arte en Navarra”[1], donde Ricardo Fernández Gracia, Profesor Asociado de la Universidad de Navarra, en el Nº8 escribía sobre “Los Monasterios del Císter” y hacía una referencia a “Los Canteros” donde decía textualmente: “Todavía está por realizar un estudio exhaustivo sobre las marcas de cantero de los monumentos medievales navarros”. 

… y aquí comenzó mi nueva afición cultural de investigación sobre las marcas de cantería. 

¿QUÉ SON LAS MARCAS DE CANTERÍA?

-Las marcas de cantería son los dibujos o signos grabados por los canteros en algunos de los sillares que realizaban para las construcciones que levantaban (puentes, iglesias, fortalezas, monasterios, molinos, catedrales, castillos o palacios). 

¿QUÉ CIENCIA ESTUDIA LAS MARCAS DE CANTERÍA?

-La Gliptografía, que se puede definir como *“La disciplina que estudia los signos grabados en materiales duros, principalmente sobre la piedra” [2].

¿FINALIDAD DE LAS MARCAS DE CANTERÍA?

-Con frecuencia se me ha preguntado en directo por los turistas que visitan el monumento mientras hago el trabajo de campo, por el objetivo de éste. Al explicarles que estudio y catalogo las marcas dejadas por los canteros en los sillares, caen en la cuenta de estos pequeños dibujos y preguntan su por qué y para qué. Yo les informo de lo que habitualmente se dice de ellas, pero a la vez les abro las puertas para la crítica y la búsqueda. 

En otras ocasiones los mismos guías de las visitas las comentan e informan a sus seguidores de que por cada sillar marcado el trabajador recibía una determinada cantidad de dinero, pero después de visitar muchos edificios, sigo con mis dudas sobre esta tesis y buscando una explicación más convincente. 

Por ello sigo recogiendo y catalogando estas marcas en las piedras sin tener una respuesta definitiva que explique de manera clara el auténtico objetivo que tuvieron los canteros al grabarlas. 

En este trabajo veo que es muy aconsejable y necesario que no nos quedemos en el estudio de un edificio aislándolo de los demás, pues nos llevaría a hacer afirmaciones y conclusiones que, a poco que miremos al resto, nos hará dudar de las mismas. Por ello en mi primera publicación sobre el tema[3] consideré necesario un capítulo que titulé “Análisis comparativo” donde puse a cada edificio estudiado frente al resto y comparé un conjunto de 63 edificios navarros a los que sumé otros 38 situados a todo lo largo del Camino de Santiago. 

Al hacer este estudio comparativo me di cuenta de que hay una serie de unas 50 marcas, que denomino “marcas comunes” o “marcas de listado”, que a manera de listas o catálogos en manos de los maestros constructores, se empleaban en todo lugar y época, que pudieran asignarse a los trabajadores para que las grabaran en los sillares, pero ¿por qué? y ¿con qué finalidad? 


      La tesis tradicional que asigna una marca a un cantero para poder contabilizar su trabajo y cobrar en proporción al mismo, que se remonta al siglo XIX, no resuelve lo que acabo de comentar, por lo que habrá que orientar las investigaciones y las reflexiones consecuentes hacia otros terrenos. 

Se suele leer también que son una manera de reconocimiento a los mecenas del edificio que se construía, al aportar donaciones para la obra, en muchas ocasiones alentadas por los poderosos, civiles o eclesiásticos. 

Hay quien habla también de cuestiones esotéricas y simbólicas en relación con conocimientos a los que sólo las personas iniciadas tendrían acceso. 

También los hay que relacionan estos signos con la astronomía o como medio de información sobre la propia construcción del edificio en que se encuentran: cuestiones de planimetría, por ejemplo. 

Se constata igualmente que hay un número de marcas que son simplemente letras de alfabetos más o menos cercanos a nuestra cultura lo que alimenta la tesis de la existencia de textos o mensajes ocultos escritos en las paredes de iglesias o monasterios. 

…Todo está entre interrogantes. 

Sea como fuera la cuestión lo cierto es que:

Hoy en día nos movemos en un mar de hipótesis y conjeturas.

El significado de estos grabados, parte de su simbología y posible mensaje sigue pendiente en gran parte.

 No hemos encontrado aún, y dudo que se consiga, la “piedra roseta” que nos permita resolver el enigma y nos facilite el código en que se mueven estos grabados, pero como las marcas de cantería están ahí, en los sillares de todas las culturas a lo largo de la Historia, habrá que seguir intentando, paso a paso, avanzar hasta dar con la solución. 

Lo que no deberíamos hacer es descartar ninguno de los caminos de investigación, pues todo signo grabado lo ha sido por alguna razón y pretende, sin duda, comunicarnos algo relacionado con el mundo de experiencias, creencias, interrogantes, conocimientos, etc., de los hombres y mujeres que nos precedieron. 

En este mar de interrogantes nos sería muy útil, como digo, descubrir este código de comunicación para poder leer y comprender los símbolos. Para la mentalidad contemporánea resulta difícil, aunque se van despejando muy poco a poco los caminos. 




      Si el hombre medieval viajara en el tiempo y llegara a 2023 quizás estos que vemos le resultarían incomprensibles en parte, tal como a nosotros nos cuesta dar con el significado de ciertos símbolos actuales si no estamos en la onda de comunicación de los grupos que los crean. 


      ¿Alguien nos podría decir qué significa esta reciente marca que se ve muy extendida por la comarca de Pamplona? 

 

II.- LAS MARCAS DE CANTERÍA EN NAVARRA: 


       Por todo ello, en la investigación que llevo a cabo me puse como objetivo, al menos, la recopilación o inventario de los signos lapidarios que los canteros grabaron en Navarra y que, diezmados por el tiempo y avatares históricos, han llegado hasta nuestros días.

       

     De los que aquí se muestran uno de ellos está desgraciadamente en plena actualidad a nivel mundial y lo he visto en los informativos. Por parte rusa la Z. Por parte ucraniana se convierte en la denominada Runa DEAG. “Runa que marca la luz después de la oscuridad y anuncia el camino victorioso después de una etapa de oscuridad”.[4] ¿Qué significado atribuyen a uno y otro signo los distintos bandos de la contienda? 


      A lo largo de estos años mi trabajo se ha plasmado en tres publicaciones:

1-Canteros románicos por los caminos de Navarra. Tomos I y II. 2009.

2-Las marcas de cantería de San Zoilo de Cáseda. 2020.

3-Las marcas de cantería en el Palacio de Olite. 2022.

Además de otros artículos publicados en mi blog, entre los que menciono los siguientes:

1-Las marcas de cantero en San Salvador de Majones – 2016.

2-Marcas de cantería en el Palacio Real de Pamplona – 2016.

3-Eunate y la Torre del Homenaje de Sos del Rey Católico – 2019.

4-Orreaga/Roncesvalles. El rosetón de la Sala Capitular – 2020. 


    Trabajo realizado a través de un método riguroso que abarca 10 pasos, que van desde la localización hasta la redacción de las conclusiones. 

En Navarra he localizado y estudiado alrededor de 2000 marcas diferentes, *recogidas en 105 edificios, aunque los revisados son muchos más. *Estos edificios se extienden temporalmente desde el siglo XI hasta el siglo XVIII, si bien el grueso principal de estas construcciones se concentra en los siglos XII y XIII. 


      En el mapa están señalados los lugares y edificios donde se ha encontrado algún sillar grabado y los distintos colores nos indican el siglo en que se iniciaron. En amarillo los del siglo XI, en rojo los del siglo XII, etc. 

Y para tener mejor localizados estos lugares aquí podemos conocerlos por orden alfabético. 



 


      Cuando publiqué mi primer trabajo en 2009 la prensa se hizo eco de esta novedad pionera en Navarra y una muestra de lo publicado es este gráfico donde se dice que con este trabajo se puede “conocer cuáles son las marcas más habituales, qué es lo que representan y en algunos casos saber los nombres de los maestros canteros” que firmaron su obra. Igualmente, se informa de la existencia de un grupo de unas 50 marcas comunes que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio de las que aquí se recogen, a la derecha, las cuatro primeras. 


      Si tenemos en cuenta este grupo de marcas comunes a lo largo del tiempo y del espacio halladas no sólo en Navarra, sino también en todos los lugares que estudiemos, podemos descubrir que algunas de ellas se remontan a los albores de la expresión humana como se descubre al estudiar petroglifos antiguos, como es el caso de estos 36 que vemos de la zona de Escandinavia. De ellos, el 50%, es decir 18, los he recogido grabados en algún edificio de Navarra. 

Llegados a este punto les quiero comentar un par de experiencias que tuve con dos niñas, hija una de una amiga y vecina de rellano la segunda. 



      Una se llama Nerea que en 1999 tenía 10 años. Tengo que decir que ella no sabía nada del tema que tratamos. Un día que estaba yo visitando a la familia llamó por teléfono a otra amiga de clase para preguntarle sobre la tarea que tenían que hacer para el lunes. Observé que mientras hablaba dibujaba algo con el boli sobre una ficha. Pensé que escribía la tarea a realizar, pero como no paraba de mover el boli sospeché que realmente lo que hacía era dibujar inconscientemente. Al terminar de hablar le dije a ver si me podía enseñar lo que había dibujado y al comprobar lo que vi le comenté si me podía quedar con la ficha. Sin conocer nada sobre las marcas de los canteros, al menos había dibujado cuatro de ellas. La runa Deag, un ángulo agudo, la cruz dentro de un círculo y un rectángulo con cruz. 


      Mi vecina de rellano se llama Amaia y en 2018 tenía 13 años. Se había presentado a un concurso de postales navideñas y resulta que recibió el primer premio. Para felicitarle escribí un artículo sobre ella en mi blog y agradecida me dejó en el buzón del portal este mensaje de su puño y letra. Hizo una serie de dibujitos en los que me sorprendió ver igualmente signos que los canteros tallaron en los sillares. Zarcillos de vid o báculos, Signos de Aries, espirales y puntas de flechas o lanzas. 

Ante estas experiencias he llegado a pensar, y otros ejemplos me refuerzan la idea, que algunas marcas que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio, no son más que símbolos que a lo largo de la Historia de la Humanidad se han grabado en el ADN humano. 

 

III.-EL CASO DEL CASTILLO DE TIEBAS: 


   

      A pesar del estado ruinoso en que se encuentra el Castillo de Tiebas, del que queda una mínima parte, he podido recoger, entre marcas de cantería y grafitis, un total de 97 diseños distintos, grabados en un conjunto de 221 sillares, con la seguridad de que algunos más se han quedado sin catalogar dada la dificultad para poder acceder a todas las zonas. He considerado como marcas distintas también a aquellas que, perteneciendo a una misma familia, presentan algún rasgo diferenciador, como es el caso de la familia de la S con 35 apariciones apuntadas que corresponden a 12 modelos diferentes. Es el caso también de la familia de marcas que representan distintos tipos de triángulos de las que se han recogido hasta 22. 


     En el Castillo de Tiebas, como sucede en el resto de los 105 edificios navarros, hay marcas que son propias de este edificio. Esto quiere decir que hasta el momento no se han encontrado en otros lugares. Son 46 diseños.

El resto, 51, las he encontrado repetidas con menor o mayor frecuencia en otras construcciones, tanto de Navarra como de otras Comunidades. Estas marcas repetidas a lo largo del tiempo y del espacio las he señalado con un punto rojo. 


     Como hemos visto en el apartado anterior, también en Tiebas podemos remontarnos a etapas antiguas de la humanidad e identificar entre sus marcas a los primitivos humanos expresándose con signos idénticos, como podemos comprobar: Flecha, Runa Deag, Triángulo, Esvásticas, Rectángulo, Aspa y Cruz. 

Signos que se repiten igualmente en otros 45 edificios navarros sean anteriores, coetáneos o posteriores al Castillo de Tiebas, y que en este caso abren un interrogante en la veracidad de la tesis tradicional.


       Aquí se muestran 17 marcas del Castillo de Tiebas, recogidas y calcadas sobre sus sillares. Todas ellas, y más, aparecen en otros edificios, de los que vemos a los 12 que tienen más marcas en común con el Castillo de Tiebas. ¿Esto quiere decir que…? 

¿Los mismos 24 canteros trabajaron en Tiebas y en el Palacio de Olite?

¿Las 23 marcas comunes existentes entre el Castillo de Tiebas y el Monasterio de Fitero son la prueba de que los mismos mazoneros trabajaron en ambos lugares?, etc., etc.

¿Trabajaron en el Castillo de Tiebas, en el Monasterio de Fitero y en el Palacio de Olite los mismos 13 maestros mazoneros, dado que los tres edificios tienen el denominador común de 13 marcas iguales?

     Aunque estas marcas repetidas puedan crearnos algún problema frente a las tesis tradicionales de su finalidad, quizás sea más interesante  atender a los modelos originales que aparecen en Tiebas,  pues crean singularidad y  abren nuevos interrogantes. De autoría, por ejemplo. 

¿Hubo 46 mazoneros que trabajaron solo en el Castillo de Tiebas? ¿Cómo se llamaban? ¿De dónde procedían? ¿Hay documentación al respecto? Si no se ha conservado poco podemos avanzar, aunque al menos tengamos sus diseños, algunos de los cuales acabamos de ver.


      A pesar de que muchas de estas preguntas se nos queden sin respuesta sí podemos atisbar algún que otro claro de luz que nos permita dar pequeños pasos y despejar poco a poco el camino. *Tal es el caso de esta interesante marca que ha aguantado muy bien la destrucción del fuego y que representa la silueta de una pierna en genuflexión. *Está situada en la sala que había encima de la bodega junto a la ventana central del muro que mira hacia Pamplona. Califico de interesante a esta marca tanto por lo que se representa, una pierna con su rodilla tocando el suelo en actitud reverencial, como porque parece que se emplea en el Castillo de Tiebas por primera vez. 


      La volvemos a ver por dos veces en el Palacio Real de Olite en la Capilla de San Jorge de finales del siglo XIV promovida por la reina Leonor de Trastámara. * * Se localizan en una de las ventanas de la Capilla de San Jorge, estancia situada, como en Tiebas, encima de la sala abovedada que hacía de bodega. Bodega que sigue la misma planimetría que la del Castillo de Tiebas. 


      Otra marca que aparece en Tiebas  es esta especie de  H que está grabada en el único arranque de columna en lo que fue el patio central. Hoy podemos ver su cara superior dado que es el único tambor existente, pero en su origen esta marca quedaba oculta. ¿Sirvió esta marca como directriz que orientaba a los montadores para colocar la pieza correctamente? 


     En el tiempo que llevo en este campo de investigación es la tercera vez que veo alguna marca de este tipo. 


La primera fue en la clave central de la antigua sacristía de la iglesia parroquial de Sada en la que tres de los arranques de los nervios de bóveda tienen también grabados: Cruz griega, cruz de San Andrés y la letra Chi griega (X). 

La segunda pieza está expuesta en el museo PETRUS MUSEUM, creado por la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa para dar a conocer el trabajo y estilo de la escuela del maestro cantero Petrus de Guerguitiáin. En un sillar correspondiente a las jambas de alguna puerta o ventana se grabó en sus dos caras horizontales *una cruz. 

La tercera es la correspondiente al Castillo de Tiebas. 

¿Cabe preguntarse, si seguimos la tesis tradicional de “una marca=un cantero”, si tanto en la clave de Sada como en la pieza del Petrus Museum trabajó el mismo maestro ya que tienen en común la marca de la cruz? 


      Quiero detenerme en otra marca que hemos señalado como repetida en otros edificios.  Es la representación de la runa NIG. En el Castillo de Tiebas la he recogido en 13 sillares y es una de las más repetidas. 

En Navarra también la he catalogado en los Monasterios de La Oliva y de Fitero, en las iglesias estellesas de San Pedro de la Rúa y en Santa María Jus del Castillo, En Olite en la iglesia de Santa María y en el Palacio Real y por último en la Colegiata de Roncesvalles. 

Fuera de Navarra la he visto en el Monasterio de Piedra, en la Catedral de Burgos, en la Iglesia de Ntra. Sra. de San Juan (Castrojeriz) y por referencias también se encuentra en la fábrica de la Catedral de Sevilla. 


      En el caso de la recogida en la Catedral de Sevilla se identifica como propia de Bartolomé García registrada documentalmente en 1487 según Javier Alvarado Planas en su obra: “Heráldica, Simbolismo y usos tradicionales de las corporaciones de oficio. Las marcas de canteros”. 

Como vemos esta marca, como otras muchas, está presente, al menos, en las 12 construcciones citadas que corresponden a lugares y tiempos diferentes, por lo que al asignársela como propia a Bartolomé García se nos crea un pequeño conflicto. 

¿Pertenece esta marca a un cantero concreto?

-Por la diferencia espaciotemporal existente podemos pensar que no.

 

¿Es una de las marcas comunes que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio?

-La respuesta es clara: Sí.

 

¿Está incluida en listados concretos en manos de las corporaciones de mazoneros, que los maestros mayores de cada obra asignaban a sus trabajadores cuando eran contratados, pudiéndose dar el caso de que la misma marca la emplearan a la vez distintos trabajadores en distintas obras, fueran contemporáneas o no?

-Este caso concreto puede ser una prueba de esta tesis, que personalmente defiendo.

 


     Pero en el Castillo de Tiebas me he dado cuenta de que entre los 12 sillares en que aparece esta marca, la que he expuesto presenta una ligera variación con otras, como podemos comprobar.

 


     La de la derecha se compone de dos ángulos agudos, pero si analizamos las partes que componen la de la izquierda, veremos que no son dos ángulos agudos. En este caso podemos ver que el superior sí es un ángulo agudo, mientras que el inferior, lo he medido y comprobado, representa un ángulo recto. Esta diferencia de ángulos nos puede indicar algo más. ¿Estamos ante la representación en el Castillo de Tiebas ya en el siglo XIII de dos de las herramientas básicas del oficio de los mazoneros, como son la escuadra y el compás que unidos constituyen una de las insignias representativas de la antigua masonería operativa? Escuadra y compás que podemos ver, por ejemplo, en la iglesia de San Juan Bautista en Ayechu (Urraúl Alto).
 


   Otro aspecto que habrá que considerar es el fuerte carácter simbólico que parecen tener algunos diseños empleados para marcar los sillares. En el Castillo de Tiebas también están presentes. Da la impresión de que muchos de ellos se emplean precisamente por su valor apotropaico. Es decir, porque se cree que actúan como talismanes que protegen, propician el bien y alejan los males.


 


    De todas formas, pienso que la verdadera y auténtica marca de cantería es la propia firma identificativa dejada por algunos maestros bajo la fórmula del “Me fecit”.

 

En Navarra sabemos de unos cuantos maestros que se dan a conocer y firman su obra:

 

*FVLCHERIVS en el Monasterio de Leire;

*LEODEGARIVS en Santa María de Sangüesa;

*PETRVS en San Martín de Guerguitiáin;

*P LUPI en Santo Tomás de Najurieta (aunque aquí es el comitente de la pila bautismal);

*STEPHANVS en la Catedral de Pamplona; 

*SANCIVS en San Esteban de Hiriberri-Villanueva (Valdizarbe);

*ACTO y BELENGERES (el primero como maestro constructor y el segundo como escribano), en el antiguo Monasterio de San Miguel de Villatuerta;

*ALDEBERTVUS en el antiguo Hospital de San Lázaro de Estella;

*MARTINVS DE LOGRONIO en el Palacio de Los Reyes de Estella;

*SANCIVS en el antiguo Monasterio de Azuelo;

*MARTYN DE GRECYETA en el Palacio de Equisoain.

 

CONCLUSIONES: 

En este breve tiempo de exposición he presentado esta cuestión sin perderme en clasificaciones de uno u otro tipo que considero difíciles de comprobar, por lo que me conformo con la tarea de recopilación o inventario de estos signos lapidarios, que atrapan a toda persona que los ha descubierto, precisamente porque se mantiene un halo de cierto misterio sobre ellos. 

1ª: En todos los edificios estudiados en Navarra, por supuesto en el Castillo de Tiebas, existe un grupo de marcas que son comunes y otro grupo que son propias de cada edificio en particular. 

2ª: Estos signos lapidarios comunes a lo largo del tiempo y del espacio me hace dudar de la certeza de la tesis que afirma que cada marca que aparece en un edificio corresponde a un maestro mazonero determinado, siendo esa marca personal e intransferible. 

3ª: Hasta el momento no he encontrado documentación determinante en que se asocie el nombre del trabajador, con su marca personal. 

4ª: Estos signos lapidarios comunes a lo largo del tiempo y del espacio me hace dudar, igualmente, de la tesis que afirma que el mazonero marcaba su signo en los sillares para contabilizar su trabajo y poder cobrar por él. 

5ª: Hasta el momento no he encontrado documentación determinante en que se asocie el nombre del trabajador, con su marca personal y con el sueldo recibido. 

6ª: La tesis que defiendo acerca de estos signos que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio es que pudieran formar parte de listados que las distintas corporaciones de mazoneros manejaban y que el maestro mayor de cada una de las obras asignaba a sus trabajadores para esa obra concreta. 

7ª: Hay que tener en cuenta que estos signos que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio, conservan todavía hoy en día una fuerte carga de simbolismo y parecen formar parte del subconsciente colectivo de la Humanidad. 

8ª: Igualmente, no habrá que descartar que algunos de estos signos lapidarios cumplan una función apotropaica de acuerdo con la mentalidad universal de los humanos, persistente también en nuestro tiempo, de buscar la protección ante los peligros que podamos sufrir. 

9ª: En el caso del Castillo de Tiebas de los 97 signos lapidarios se da el caso de que 51 están también en algún otro edificio navarro, siendo los otros 46 propios de este lugar. Hasta el momento no se han recogido en otras partes. 

10ª: Resolver el enigma de las marcas de cantería y encontrar respuesta a todos sus interrogantes no es tarea sencilla, por lo que hay que seguir investigando, tratando de descubrir el mensaje de cada una de ellas. Algunas nos van revelando sus secretos. Son pequeños pasos que desbrozan el camino y que animan a seguir abriéndolo.


MUCHAS GRACIAS.



[1] DIARIO DE NAVARRA, El Arte en Navarra, 1 – Del arte prehistórico al románico, gótico y renacimiento. Pamplona 1994, pág. 119

[2]JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ PRADES, file:///C:/Users/User/Downloads/Dialnet-LaGliptografiaEnLaArquitecturaMedievalVisionGenera-5295083.pdf

[3] SIMEÓN HIDALGO VALENCIA, “Canteros románicos por los caminos de Navarra”. Tomos I y II, Pamplona, 2009.

[4] María José Juncal Lemos, “Runas. El portal mágico de las runas”, CS Ediciones, Buenos Aires,1991.

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