martes, 24 de agosto de 2021

EL PALACIO DE EQUISOAIN: MARTÍN DE GRECIETA ME FECIT

 

EL PALACIO DE EQUISOAIN:  MARTÍN DE GRECIETA ME FECIT 

Por Simeón Hidalgo Valencia (24 de agosto de 2021)

 

*24 DE AGOSTO DE 2019:

Uno de los lugares que quería conocer desde que volví a la Comarca de Izaga era Equisoain y más desde que me enteré de que habían restaurado su palacio. Así que en una de mis expediciones a Elizaberri un 24 de agosto de 2019, me dije que de esta no pasaba.  Ya que estaba por la zona de Ibargoiti me decidí a ver más de cerca ese palacio con tintes misteriosos y desde Monreal me interné por la senda que me llevaría hasta él, en las faldas de la Higa.

Cuál fue mi pesar que cuando ya lo tenía a la vista una cerrada verja y un claro letrero me decían que de ahí no pasaba, por lo que eché pie a tierra para al menos hacer con el teleobjetivo alguna toma en la distancia. Me quedaba con las ganas. Es propiedad privada. La solución dar media vuelta y esperar una nueva oportunidad, aunque al menos ya conocía la estructura arquitectónica del exterior del palacio, que seguía básicamente la encontrada en otros lugares de la zona. Una torre en su origen exenta y unos cuerpos añadidos destinados a residencia.


 

*8 DE AGOSTO DE 2021:

Esa oportunidad la tuvo por pura suerte, como ocurre muchas veces en la vida. El 8 de agosto de este año en curso acudieron tres personas a ver el Petrus Museum. Habíamos quedado a las seis de la tarde. Como uno de los visitantes conocía a la dueña del palacio nos propuso que después de la visita del museo nos podíamos acercar a visitar Equisoain y gestionó la visita con los actuales cuidadores del lugar. Sin dudarlo me apunté, a pesar de que llevaba todo el día en actividades culturales, pues por la mañana había realizado una visita guiada a San Martín de Artaiz y estaba un poco cansado, pues una oportunidad así no se me presentaría de nuevo. “Carpe diem”, me dije y a ver qué veo.

La joven pareja que cuida del palacio nos recibió con toda su amabilidad y nos lo enseñaron con todo detalle, informándonos de que, aunque hoy en día Equisoain está sólo, como perdido en la nada, en realidad era una pequeña aldea situada en el camino antiguo de paso entre Monreal y el valle de la Valdorba y, como en el Petrus Museum tenemos un capitel reproducido de la iglesia de Leoz, que está en el mencionado valle, me imaginé al maestro cantero transitando por estos parajes, allá por los finales del siglo XII y los inicios del XIII cuando ni existía torre ni dependencias palaciegas.

Del antiguo poblado prácticamente no queda nada. Su antigua iglesia está comida por la vegetación y desplomada en parte por la ladera del monte. El palacio pertenece al primer cuarto del siglo XV y es muestra de la arquitectura palaciega desarrollada en Navarra en época del rey Carlos III, el Noble. Parece primar más en esta construcción la función de residencia de descanso que la militar de vigilancia y defensa de la zona.

Recorriendo su interior me llamó la atención un par de detalles etnográficos en la torre primitiva exenta. El primero está en la clave de la puerta ojival que da acceso a la primera planta. Se trata de la talla de una arpía, mujer pájaro de la tradición clásica de connotaciones más negativas, en general, que positivas.



Este diseño representando a una arpía no lo había visto hasta el momento, por lo que se acentuó más mi curiosidad. He buscado en internet este modelo de arpía y he encontrado uno muy parecido.[1]

¿Por qué o para qué representaron precisamente una arpía en la clave de la entrada? ¿Quizás con carácter protector hacia los moradores? ¿Es un motivo apotropaico? 

El segundo está en el interior de la torre. Es una ménsula original de madera. Está tallada y representa la cabeza de un animal. Talla que me recuerdan las ménsulas también labradas de la iglesia de Iriso, o las realizadas en el coro de la iglesia de Turrillas -o en el de Petilla de Aragón o en el de Alzórriz-, cuyo estudio realicé cuando estaba expuesto en la catedral de Pamplona.[2] También son dignas de mención las ménsulas de la galería de Santa María de Uxue-Ujué.

 


En cuanto a los cuerpos residenciales añadidos a la torre me gustaron algunos elementos arquitectónicos como puertas adinteladas y ojivales, ventanas geminadas de arcos de medio punto u ojivales, algunos adornos en dichas ventanas que siguen el estilo de los siglos XIV-XV, los distintos tipos de saeteras conocidas ya en edificios similares de la Comarca de Izaga, etc. 

Pero lo que más, lo que más me gustó de todo, fue esa piedra con epigrafía colocada como clave de un vano ojival del primer piso que da al patio interior.  A simple vista se nota que originalmente estuvo colocada en otro lugar y que ha sido reubicada en este vano y que su función arquitectónica no era convertirse en una clave de arco apuntado.

Cuando empecé a ver qué es lo que decía e intenté descifrar su texto lo primero con lo que me quedé es con un “ME FECIT” y con las dos últimas abreviaturas que dicen “DEO” y “EPO” -bajo guion- indicando que es abreviatura, que pusieron mi cerebro a trabajar al instante, pues si había un “me fecit” habría también un nombre. ¿Estaba ante un maestro cantero más que firma su obra? pensé y con estas referencias del “me hizo”, “Dios” y “Obispo” me puse a indagar este texto escrito en clara letra gótica con calma. ¿Quién sería el personaje relacionado con el “me fecit”?

… y leí. 



MARTYNDE

GRECYETA

MEFECITDEO

EPO

 “ME HIZO MARTÍN DE GRECIETA.

GRACIAS A DIOS Y AL OBISPO” 


 

Vano del primer piso donde aparece la inscripción.

¿Por qué ese nombre se me hacía familiar?

*AÑOS DE 1410 OLITE, 1421-1424 TAFALLA.

Dando respuesta a la pregunta anterior he de decir que en el estudio que realizo sobre “Las marcas de cantería del palacio de Olite” ya había encontrado al maestro Machín o Martín de Guerescieta o Grecieta trabajando en el palacio de Olite los días 19, 20, 22, 29 y 30 de agosto y los días 1, 2, 4, 5, 6, 10 y 22 de septiembre del año 1410. En estos días cobraba lo estipulado por jornada de trabajo para los maestros canteros, que era de 8 sueldos. En este año de 1410 aparece en los registros de comptos que diariamente se llevaban. Después no se le vuelve a ver hasta que en 1421 -casi 11 años después- se sabe de él que está trabajando intensamente en la construcción del Palacio de Tafalla citándosele a partir del 30 de septiembre de dicho año hasta el 27 de enero de 1424 en varios “reconocimientos” de cobro de cantidades estipuladas por su trabajo.

¿Qué hizo en ese tiempo de ínterin entre su trabajo en Olite y después en el de Tafalla? La respuesta se puede encontrar en el escrito que hoy figura en la clave indicada.  

 *DATOS SOBRE MACHIN DE GUERESCIETA O MARTÍN DE GRECIETA:

Los datos que tengo recogidos sobre este maestro cantero guipuzcoano después de consultar la documentación de Comptos son los que a continuación trascribo:

“En los Registros de Comptos correspondientes al año 1410 trabaja en el Palacio de Olite 12 días de verano en los meses de agosto y septiembre. En esta primera aparición cobra los 8 sueldos diarios estipulados para los maestros canteros que realicen toda la jornada.

Casi 11 años después su nombre vuelve a aparecer registrado en las obras del Palacio de Tafalla.

Es el 30 de septiembre de 1421 cuando Machín de Guerescieta, “mazonero, reconoce que ha recibido de Johan Périz de Tafalla, recibidor de Olite y clérigo de las obras del rey en Tafalla las siguientes cantidades…” siguen hasta diez partidas en las que se abonan los trabajos realizados. 

Las cantidades son las siguientes: 245 libras; 67 libras 10 sueldos; 97 libras 10 sueldos; 10 libras; 15 libras 12 sueldos; 6 libras; 34 libras 7 sueldos 6 dineros; 114 sueldos; 8 sueldos y 10 sueldos.

Los trabajos que realiza van desde tallar perpiaños a 7 sueldo la unidad, antepechos, “menas” (almenas) y muros, hasta la construcción de la fresquera con su pequeña escalera de caracol, su muro perimetral, su suelo y los batientes de la puerta. Este reconocimiento está firmado por el notario Miguel Périz de Tafalla.[3] Tal volumen de trabajo realizado y de dinero recibido sugieren que su entrada a trabajar en las obras tafallesas se hubiera producido con meses de antelación y como profesional contratista.

Con fecha 1 de noviembre también recibe 30 libras “por hacer el gran caño por donde se pudiese vaciar el agua de la pesquera”.[4]

En el año 1423 aparecen dos reconocimientos. Uno fechado el 13 de mayo y el otro el 20 de noviembre. Cobra, respectivamente, 6 libras por realizar un arco en la gran escalera y 66 libras por obras realizadas.[5]

El 20 de noviembre, en el reconocimiento de Michel de Alquiza, se le nombra junto a Ochoa de Ernialde como uno de los que colabora levantando “la torre del pasaje”.[6]

También aparece en 1424 el 27 de enero reconociendo haber recibido 67 libras y 10 sueldos “por cinco arcos que levantó y mazonó en el gran jardín, junto a la torre del pasaje”.[7]

Esta es la última vez que aparece en los documentos Machín de Guerescieta reconociendo haber cobrado por obra realizada, pero a finales de 1424, en el mes de noviembre, aparece otro Guerescieta. Un tal Johan.

 ¿Quién es este Johan de Guerescieta?

Pues ni más ni menos que su padre, mazonero también, por lo que conocemos a una saga más de mazoneros en esta época de Carlos III.

¿Por qué aparece en escena el 26 y el 28 de noviembre de 1424? Aparece en escena porque su hijo Machín había fallecido y como se le debía dinero por las obras que había realizado, Johan, su padre, le representa y reconoce que recibe parte de la deuda el día 26. Se redacta el reconocimiento de esta manera: “Johan de Guerescieta, vecino de Alquiza, reconoce que ha recibido… 97 libras, 4 sueldos, y 4 dineros sobre lo que se debía a su hijo Machín de Guerescieta por cierta obra de mazonería que hizo en dicha villa”.[8]

También se le ve al padre de Martín como trabajador en el Palacio de Tafalla, pero solamente aparece cobrando su sueldo una vez. Da la impresión de que, al morir su hijo, es el padre el que se hace responsable del resto de la obra contratada y realiza una chimenea. Esto se recoge en el reconocimiento que hace el 28 de noviembre. “Johan de Guerescieta, vecino de Alquiza, reconoce que ha recibido… 190 libras y 15 sueldos, sobre lo que se le debía a su hijo, Machín de Guerescieta, el cual había tomado una parte de la obra que se había hecho en las cambras de los ‘retraytes´ junto a la torre del pasaje, más 45 libras, por una chimenea que el anterior dicho, Johan, mazonó después de la muerte de su hijo y que fue estimada dicha cantidad por Jean Lome”.[9]

Estos dos recibos vienen firmados por el ya citado notario y alcalde de Tafalla, Martín Lópiz Reláya".

 

*¿QUÉ HIZO MARTÍN DE GRECIETA DESPUÉS DEL VERANO DE 1410 Y SU APARICIÓN EN TAFALLA EN 1421?

Para dar respuesta a esta pregunta y llegar a comprender los entresijos de la Historia que nos llevan a descubrir al joven cantero Martín de Grecieta dejando grabado su testimonio de haber hecho algo en Equisoain “gracias a Dios y al Obispo” como pueden sugerir las dos últimas abreviaturas del escrito, recomiendo la lectura del excelente trabajo de Javier Martínez de Aguirre recogido en la revista Castillos de España” Números 175-176-177-178 Monográfico de Navarra. Diciembre 2014 – enero 2015 [10], que salvo en detalles me parece acertado.

Cabe destacar cómo Equisoain, que llegó a ser propiedad del Monasterio de Leire y lo era aún en los primeros años del siglo XV[11] “dejó de ser propietario de Equisoain, como consecuencia de una operación destinada a consolidar la posición señorial de don Lancelot, hijo ilegítimo del rey Carlos III”.

Don Lancelot nació en 1386 y murió el 8 de enero de 1420, con 34. Su padre Carlos III lo destinó a la carrera eclesiástica y por dos veces se le propuso para obispo de Pamplona. La primera en 1403 a los 17 años y la segunda en 1406, ya con 20. Al quedar la sede episcopal de Pamplona vacante con la muerte de Miguel de Zalba obispo entre 1401 y 1404, se sucedieron como Vicario General de la misma Martín de Eusa, Nicolás López de Roncesvalles y García de Aibar. Desde 1408, cuando tenía 22 años, ocupó el puesto de Vicario Don Lancelot de Navarra hasta su muerte. El mismo año de 1420 se eligió, por influencia real, a Sancho Sanchiz de Oteiza como obispo de Pamplona. Lancelot también ostentó el título de Patriarca de Alejandría.[12]

Como vemos la “operación destinada a consolidar la posición señorial de don Lancelot” fue llevada a cabo hasta donde se pudo, pues nunca llegó a ser obispo de Pamplona y el título de Patriarca de Alejandría no tenía más que valor simbólico social. Como hombre de guerra Lancelot prestó también sus servicios a su padre el rey y éste le recompensó generosamente. El lugar de Equisoain parece que formó parte de esa generosidad real y Lancelot se dispuso a hacer ostentación de su posición mandando construir en primer lugar una torre exenta a la que posteriormente se adosaron las dependencias residenciales.

El maestro cantero Martín de Grecieta entra en escena en Equisoain, como revela el escrito encontrado. Estoy con Javier Martínez de Aguirre en que todas las piezas del puzle encajan temporalmente entre estos dos jóvenes personajes, que sin duda se conocerían por el trabajo del cantero en el Palacio de Olite. En los casi 11 años que transcurren desde su trabajo en Olite hasta que aparece de nuevo en Tafalla en 1421 tuvo tiempo de levantar el Palacio de Lancelot del cual parece sentirse orgulloso y como otros maestros canteros antiguos de los siglos XII-XIII reivindica para sí la autoría de su obra cumbre hasta el momento y lo deja por escrito tallado en la piedra con la esperanza de que su memoria se recordara para siempre. Así ha sido. Une su firma a la corta lista de maestros medievales que en el reino de Navarra se dieron a conocer escribiendo su nombre y poniendo a continuación la expresión “me fecit”: FULCHERIVS, LEODEGARIVS, PETRUS, SANCIVS, ACTO, ALDEBERTVS, MARTINVS …[13]

Con la experiencia adquirida en Equisoain Martín acrecentó sus conocimientos para poder contratar sus trabajos en Tafalla dirigiendo a su cuadrilla con las garantías de ser un buen profesional, hasta que la inesperada muerte truncó su carrera a lo largo del año de 1424, muriendo más o menos con la misma edad que Lancelot.

 *¿QUÉ SABEMOS HASTA AHORA DE MARTÍN DE GRECIETA?

1º. Que es un joven maestro mazonero guipuzcoano, vecino de Alquiza, que hereda el oficio familiar de su padre, Johan.

2º. Que nació en la última década del siglo XIV. Murió en 1424.

3º. Que vino para trabajar en las obras del Palacio de Olite junto a otros compañeros de Alquiza, donde se le registra trabajando 12 días en el verano de 1410, cobrando por jornada 8 sueldos.

4º. Que dirigió las obras de construcción del Palacio de Equisoain.

5º. Que como otros maestros mazoneros medievales sintió la necesidad de darse a conocer y reivindicar su obra y labró en piedra su nombre y añadió el consabido “me fecit” agradeciendo a Dios y al “Obispo”, aunque Lancelot no lo fue, la oportunidad que se le ofreció de trabajar en Equisoain su obra cumbre que aún sigue en pie.

6º. Que vuelve a aparecer en la documentación de Comptos en el año 1421 en el que se le paga por trabajos realizados en la construcción del Palacio de Tafalla. Por el número de “reconocimientos” que realiza y por las cantidades monetarias recibidas parece que en estas obras tiene parte activa como contratista. Realiza su trabajo en Tafalla hasta su muerte en 1424.

7º. Aunque no hay datos sobre las causas de su fallecimiento no es descartable que mediera algún tipo de accidente laboral.

8º. Este luctuoso hecho pone en escena a su padre Johan, también mazonero de la piedra, que recibe en dos ocasiones, ya a finales de noviembre de 1424, sendas cantidades que se le debían a Martín y que remata la obra contratada por su hijo realizando una chimenea que parece estaba pendiente.

 


“MARTYN DE GRECYETA ME FECIT DEO EPO”


Vano con la “clave” escrita.


Panorámica del Valle de Ibargoiti y Peña Izaga desde el Palacio de Equisoain.



[2] SIMEÓN HIDALGO VALENCIA, “El coro gótico de Turrillas (Valle de Izagaondoa)”, Pamplona, 2010. D.L. NA 236-2014.

[5] Idem, Año 1423, Caj. 108, nº21, XXXV y nº12, XXII.

[7] Idem, Año 1424, Caj. 109, nº5, LV.

[8] Idem, Año 1424, Caj. 108, nº12, XLI.

[9] Idem, Año 1424, Caj. 109, nº5, L.

[10] JAVIER MARTÍNEZ DE AGUIRRE, “Los grados de la magnificencia: el Palacio de Equisoain, don Lancelor y la arquitectura señorial Navarra en tiempos de Carlos III el Noble”, p. 91-104. Se puede leer también en Internet.

[11] LUIS JAVIER FORTÚN, “Leire, un señorío monástico en Navarra (siglos IX-XIX)”, Pamplona, 1993, pp.628, 676, 683, 696, 704, 749, 751, 758, 761, 762, 769.

[12] JOSÉ GOÑI GAZTAMBIDE, “Historia de los obispos de Pamplona. II, Siglos XIV-XV, Pamplona,1979, pp.407-467.

[13] SIMEÓN HIDALGO VALENCIA, “Las marcas de cantería en San Zoilo de Cáseda”, Ayuntamiento de Cáseda, 2020, pp.183-206.

miércoles, 18 de agosto de 2021

SAN MARTÍN DE ARTÁIZ: LA LUZ Y EL ALTAR.

 

SAN MARTÍN DE ARTÁIZ: LA LUZ Y EL ALTAR.

 Por Simeón Hidalgo Valencia (18 de agosto de 2021) 

 

El día 14 de agosto de 2021 la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa realizó una actividad en el interior de la iglesia de San Martín de Artáiz, cuyo título era “ARTÁIZ. DE MÚSICA Y PINTURA”.

Tenía dos partes. La primera consistía en dar a conocer las pinturas reproducidas en el año 2018 en el ábside e inauguradas el 11 de noviembre de ese año.

Pinturas, las más antiguas, correspondientes al siglo XIII y las de la cubierta del ábside que datan del XVI.

La segunda parte se titulaba “TROVADORES. Los poetas del amor y de la guerra. Siglos XII-XIII”. El ponente, intérprete y cantor era el luthier Emilio Arias. 

Mientras se preparaba el acto afinando tanto los instrumentos como la voz y el sonido, el sol se asomaba por la ventana occidental y penetrando en forma de rayo hacía su recorrido vespertino desde el muro norte, camino del altar y escalando el muro sur moriría en su ocaso. 

Eran las 18,25, hora oficial -las 4,25, solares de la tarde-, cuando saqué con el móvil esta fotografía.




M
ientras llegaba la hora del inicio de la actividad, prevista para las 19.00 horas, saqué alguna más. Con el protocolo Covid y eso de tomar los datos de las personas asistentes, ver la temperatura, indicar a cada cual su asiento y demás, se empezó hacia las 19,15 cuando el sol indicaba el eje de la iglesia desde el oeste e iluminaba la mesa del altar.


La anterior fotografía está sacada a las 19,11 -5,11 solares de la tarde-, y cuando la vi, recordé que en una ocasión alguien me dijo que él no había visto nunca que el sol iluminara la mesa del altar de San Martín de Artáiz y como yo sí lo había presenciado, aunque no sabía el año en que lo fotografié, he mirado en mis archivos y con paciencia lo he encontrado y 


¡Oh casualidad!, al ver la fecha de esa foto veo sorprendido que tal día como hoy y casi a la misma hora, pero del año 2019, estuve en el interior de San Martín de Artáiz en el momento en que el sol vespertino alumbraba y recorría con calma la mesa del altar, como podemos ver en la última fotografía adjunta que saqué a las 19,16 del 14 de agosto de 2019 -las 5,16 solares de la tarde-.

¡Una grata coincidencia!

jueves, 29 de julio de 2021

PETRUS: LA PEQUEÑA HISTORIA DE UN MUSEO.

 

PETRUS: LA PEQUEÑA HISTORIA DE UN MUSEO.

 

Por Simeón Hidalgo Valencia (28 de julio de 2021)

 

En estos días se dará a conocer un trabajo de la productora “HARURU FILMAK” titulado “PETRUS”, cuya presentación tuvo lugar el pasado 28 de junio en el museo “PETRUS MUSEUM” promovido y gestionado por la “ASOCIACIÓN GRUPO VALLE DE IZAGAONDOA”, museo orientado a difundir la obra del maestro cantero medieval que firmó su obra en Guerguitiáin en uno de los capiteles de su iglesia de San Martín. La prensa se hizo eco de este acto que en la presentación a la sociedad se proyectará tanto en la citada iglesia como en algunos pueblos de la Comarca de Izaga.

 

SINOPSIS 

“Joseba, uno de los pocos canteros artesanos en activo, dedica casi toda su creatividad a esculpir exclusivas piezas que él mismo ha diseñado y que, gracias a un éxito que ha cruzado fronteras, le permite vivir de su oficio. Simeón, profesor jubilado y apasionado del románico, ha conseguido hacer realidad su sueño de levantar un museo sobre el cantero medieval Petrus de Guerguitiain, en el valle de Izagaondoa, donde todavía se conservan algunas obras de este maestro, famoso en su época. Territorio de paso de peregrinos del Camino de Santiago, entre los siglos XII y XIII, Izagaondoa es hoy una de esas zonas más desconocidas -y olvidadas- de Navarra. Los caminos de Joseba y Simeón se entrecruzan en torno a este minúsculo y apasionante proyecto cultural en medio de la nada”. 

Así comienza el planteamiento de la productora para contar esta historia de dos, mejor dicho, de tres protagonistas: Joseba, Simeón y Petrus.

Yo la veo de esta manera.

 

LA HISTORIA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SIMEÓN. 

*En el campo de la formación 

En realidad, esta historia comienza mucho antes de que conociera al maestro Petrus. Podría decir que las circunstancias de la propia vida fueron llevándome a traspasar puertas desde que, ya a mis 10 años, atisbaba me conducían hacia la educación. Me estrené como maestro con 20, en el curso 1969-70, siendo en 1986 cuando comencé, junto a otros compañeros, la aventura de ser miembro de la recién inaugurada Escuela-Taller de Rehabilitación del Casco Antiguo de Pamplona, ejerciendo como Coordinador de la Formación. 

En el segundo proyecto entré en contacto con la cantería, pues además de los módulos de albañilería y carpintería que impartimos en el primero se amplió la escuela con este nuevo y en esa época, comenzado ya el curso, Joseba Lekuona se incorporó al mismo. Fueron tan buenos sus resultados que con el tiempo llegó a ser miembro del equipo de formación. 

Pasaron los años y en el 2007 entré a formar parte del club de los infartados y convaleciente volví a mi querido Valle de Izagaondoa donde desde 1992 tuve, unos años, casa en él. Lo recorrí de nuevo estudiando su riqueza artística medieval, con especial interés por el maestro Petrus y la portada de la iglesia de San Martín de Guerguitiáin que interpreté en el cuento titulado “El mensaje en piedra del maestro Petrus”, publicado en el 2009 como apéndice del libro “Canteros románicos por los caminos de Navarra”. Ya entonces pululaba en mi mente la idea de hacer algo más para dar a conocer a este personaje medieval, pues tenía localizada parte de su obra extendida por Besolla, Najurieta, Alzorriz y otros lugares del noreste de Navarra e incluso por Galicia.

 

*Un encargo para Joseba. 

Así me volví a encontrar con Joseba y le propuse realizar el primero de los capiteles que hoy lucen en el PETRUS MUSEUM. 


Puedo decir que en el día 7 de diciembre de 2011 se empezó a materializar el PETRUS MUSEUM, pues es el día en que nos desplazamos hasta Guerguitiain, antes de acometer la restauración del edificio, y se tomaron las medidas al capitel exterior izquierdo según miramos la portada. El 3 de julio de 2012 ya estaba entregado y depositado en el jardín de Reta.
 


Ese mismo día quedé con Ignacio Salvador Fuertes (+), compañero de asociación, que como siempre estuvo dispuesto a colaborar en el trabajo. Nos acompañó hasta Besolla, lugar despoblado del Valle de Ibargoiti, donde se fotografió, calcó y midió el segundo capitel. Para el 22 de febrero de 2013 estaba terminado.
 


Dos meses después, el 22 de abril de 2013 el Valle de Unciti nos recibió en el lugar de Najurieta. La Señora Socorro Ardanaz nos atendió tan simpática como siempre y nos dejó la llave de la iglesia de Santo Tomás. Se eligió el hermoso capitel situado en la derecha del ábside, que, aunque tiene un pequeño desperfecto se decidió reproducirlo en su originalidad. Para el 10 de diciembre de 2013 el capitel seleccionado para el museo ya estaba adornando el jardín de Reta.
 


Días más tarde, el 18 de diciembre de 2013 salimos de Izagaondoa (En torno a Izaga) y nos acercamos hasta la Comarca de Ultzamaldea, al municipio de Ezkabarte porque en la portada de la iglesia de San Esteban, en el lugar de Eusa estaba localizado el siguiente “motivo petrus”. Tomadas las medidas, las fotografías y realizados los croquis y las plantillas correspondientes salimos del peligro imprevisto que nos surgió y al cabo de dos meses -24 de febrero de 2014- otro capitel formaba parte de la pequeña colección destinada al museo.


Subimos a Garaioa -Valle de Aezkoa- el 25 de febrero de 2014, también lugar de la Ruta del maestro Petrus, de donde Ander Ortega me envió muy amablemente unas fotografías de la portada de la iglesia de San Andrés indicándome su posible pertenencia a la escuela del maestro de Guerguitiáin. Da la casualidad de que en Garaioa los dos capiteles internos de la portada repiten el mismo mensaje que en los recogidos en Besolla y Najurieta, así como en la iglesia de San Miguel de Paraleda, provincia de Lugo. Por ello se eligió un capitel original del lugar. El 18 de marzo estaba ya terminado.
 


Nos llegamos hasta Aibar el 4 de abril de 2014 para realizar un nuevo capitel. En esta ocasión se pudo lograr gracias a la colaboración del entonces párroco Fermín Macías y a la Corporación Municipal, que a través de su brigada de trabajo montó el andamio para poder realizar esta tarea. Para el 25 del mismo mes de abril estaba terminado y entregado.

 

La marcha en la ejecución de estos trabajos se acelera a lo largo del 2014 y a final del año eran 13 los capiteles reproducidos por dos maestros canteros: Joseba Lekuona (11) y Ramón Górriz (2). Adornaban el jardín de Reta a la espera de encontrarles un lugar adecuado donde poder exponerlos.


A los pocos días de recibir el capitel de Aibar nos desplazamos el 30 de abril hasta San Martín de Unx y hasta el lugar de Leoz, en la Valdorba. En la iglesia de San Martín, en San Martín de Unx, está colocada la portada de la antigua iglesia de Sangáriz. A esta desaparecida iglesia pudieran pertenecer algunas piezas vistas en Monreal y en Celigueta. Se eligió el capitel y se procedió a tomar sus datos para una exacta reproducción. Para el 2 de junio estaba entregado.
 


En la iglesia de San Esteban de Leoz se descubre el “estilo Petrus” en los capiteles de su portada un poco más tosco e imperfecto que el resto, pero contiene los mismos elementos. Los zarcillos de la vid, los rostros humanos, … Este capitel estaba terminado para el 16 de junio. 


Aprovechando que la iglesia de Besolla estaba siendo restaurada nos acercamos de nuevo hasta ella. El objetivo era poder reproducir el último capitel del lado norte, dado su valor simbólico. Era el 2 de junio de 2014. No hubo ningún problema para poder acceder a la altura en que este capitel se encuentra. Un mes más tarde este hermoso capitel estaba terminado. Era el 4 de julio de 2014.


Cambiando de valle nos trasladamos al de Aranguren, al lugar de Zolina. Previamente se había hablado con el párroco de la iglesia de San Esteban, Eugenio Lecumberri, y con la Escuela-Taller de Ilundáin para pedir su colaboración para colocar el andamio correspondiente dado que el capitel está en lo alto. Con su ayuda, el 13 de agosto se hizo el trabajo de campo habitual y para final de mes, el 29, ya estaba entregado.
 


A continuación, ese mismo día del 29 de agosto, nos desplazamos hasta Elo-Monreal pues había localizado dos posibles capiteles de la desaparecida iglesia de Sangáriz como base invertida de la pila del agua bendita que se colocó a la entrada de la iglesia. De los dos se reprodujo el exterior, dado que el interior presentaba problemas para poderlo realizar, fotografiar y calcar de manera completa. Este sería el último capitel encargado a Joseba, quien para el 4 de noviembre lo tenía terminado.

 

*Ramón Górriz, un generoso mecenas: 


Pero en el Petrus Museum también contamos con la colaboración desinteresada del cantero Ramón Gorriz (+) quien se ofreció a colaborar en el proyecto a raíz de habernos conocido en una de sus exposiciones en la iglesia de Santa María de Badostáin y de la visita guiada que realicé a esta iglesia con ocasión de las fiestas del año 2013. Con toda generosidad se convirtió en mecenas y donó al Petrus Museum los capiteles correspondientes a Badostáin -año 2013- y Zolina -año 2014-, así como tres piezas más que hoy se exponen al público. Mi agradecimiento infinito, Ramón.
 

 

*¿Dónde exponer este trabajo? 

A medida que los capiteles se terminaban se colocaban adornando el jardín de la finca de mi cuñado Patxi Zandueta esperando poder encontrar algún lugar para poder exponerlos y crear así un pequeño y específico museo dedicado a la figura de Petrus. Una cosa tenía clara. Tenía que ser en el Valle de Izagaondoa pues en él se quiso dar a conocer el maestro. 


Por casualidad un día de finales del 2013, mi amigo Txutxín, del Hotel Ekai me comentó de una casa que en Lizarraga había recibido en herencia la Asociación ASPACE y que estaban dispuestos sus dirigentes a cederla siempre que se destinara a cosas culturales. Puestos al habla con los responsables de Aspace en Navarra les expusimos nuestro proyecto y desde el primer momento hubo buenas vibraciones y el 30 de enero de 2014 visitamos las dependencias de la casa Zandueta. Lo que vimos nos gustó, pues la casa en sí misma era ya un museo etnográfico con su bodega, con su horno, con sus muebles antiguos, … así que llegamos a un acuerdo y en asamblea la mayoría de los socios de la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa, una vez vista de nuevo la casa, decidimos quedárnosla. Mientras se preparaban los términos de la cesión ya disponíamos de la llave y comenzamos a planificar su adecuación.
 

Fue en la semana santa de 2014 cuando iniciamos en serio los auzolanes con socios y simpatizantes. Era el 14 de abril.  Para cuando se firmó el contrato de cesión el 20 de noviembre de 2014 estos auzolanes, capitaneados por el gran Salvador (+) ya daban su fruto en el cambio de la planta baja y mientras tenía lugar la realización de los capiteles se iban preparando las distintas salas: Sala de la Vid, Sala de la Bodega, Sala Polivalente -hoy denominada de Ignacio Salvador Fuertes-, la Sala del Pan, Salas Petrus I y II, el Patio de las Estelas y el recibidor. 

Para el verano de 2015, concretamente el día 18 de julio se pudo abrir el PETRUS MUSEUM, mostrando, además de la portada protogótica de la iglesia de Lizarraga de Izagaondoa, las salas que ya estaban montadas: La Sala de la Vid y la Sala de la Bodega.  Con los donativos recibidos en ese verano pudimos seguir adecuando el resto de las salas y al verano siguiente se mostró al público la Sala Polivalente con la Exposición Etnográfica “L-I.2016” con objetos pertenecientes a la familia Lizarraga-Irigoyen, últimos moradores de la casa Zandueta, y los hitos de 2015. 

Fue el 5 de agosto de 2017 cuando se abrieron al público todas las salas de la planta baja del museo: las ya conocidas y las nuevas denominadas Petrus I, Petrus II, Sala del Pan y Patio de las Estelas. A partir de ahora el objetivo se puso en adecuar el primer piso. Seguí arreglando y pintando todas las contraventanas de la casa hasta comenzar de nuevo la campaña de 2018 de cara al público iniciada el 5 de mayo y terminada el 23 de septiembre. En los mismos meses se abrió al público el museo durante 2019 y como para todo el mundo también para nuestra asociación fue un mazazo el Covid-19 y el PETRUS MUSEUM se cerró. Aprovechamos el tiempo de pandemia para habilitar parte del primer piso siguiendo con los planes. Así se actuó en el descansillo, en el dormitorio y en la sala. En los primeros meses de 2021 me dediqué a limpiar y dar nuevo aire a la puerta principal, pues volvíamos a abrir en mayo el museo para todas las personas que previamente lo solicitaran.  Con las medidas de seguridad establecidas, por supuesto.

 

*Una llamada inesperada 

Pero como no hay mal que por bien no venga un nuevo proyecto surgió a través de una llamada telefónica recibida el 21 de septiembre de 2020. Era Rubén Marcilla, un antiguo alumno de la Escuela-Taller que, como Joseba, se inició en el taller de cantería pero que ahora trabaja en el mundo audiovisual. De alguna manera reviví mi experiencia de entonces y más cuando me propuso quedar para hablar y en dicha conversación me comunicó su propuesta sobre el maestro Petrus, el trabajo de Joseba reproduciendo los “capiteles petrinos” y sus novedosos diseños y un servidor como impulsor de la creación del PETRUS MUSEUM. A partir de este momento comenzaron las cosas a girar más vertiginosamente para mí, pues debía adaptarme a las exigencias del guión de la empresa Haruru Filmak, que había obtenido una subvención y con fecha fija debía presentar resultados. 

Y así, he vivido últimamente días de grabaciones, repetido tomas, en escenas simuladas para recordar los pasos que di con Joseba desde aquel 7 de diciembre de 2011 en que después de plantearle mi proyecto fuimos los dos hasta Guerguitiáin, todavía sin restaurar, y le comenté que quería reproducir un capitel del maestro Petrus. Que sobre todo me interesaba que se hiciera con los métodos antiguos y que fuera fiel no sólo a la materia y a las formas, sino también, sobre todo, si era posible lograrlo, se imbuyera del espíritu con el que el maestro medieval lo hizo para que de alguna manera su sentimiento y mensaje nos llegara hasta nuestros días y pudiésemos entender lo que escribió a través de unos signos sencillos, populares, del día a día de las gentes de Guerguitiáin.  ¿Qué más popular que el día y la noche representado con el sol, la luna y las estrellas, los pájaros, las hojas de los árboles, los campos de trigo, los racimos de uva en los viñedos con sus pámpanos o zarcillos? 


Ahora, por exigencias del guión, se quería volver a los orígenes y reproducir un nuevo capitel. La productora quería mostrar ¿Cómo se reproduce y se recrea un capitel antiguo y desfigurado? Se eligió el capitel de los corderos perteneciente a la portada de la iglesia de Besolla, pero antes, el día de San Martín, 11 de noviembre de 2020 enseñé tres “lugares Petrus” a parte del equipo: Guerguitiáin, Besolla y Najurieta. El 10 de febrero de 2021 se rodó en el PETRUS MUSEUM el encargo a Joseba de dicho capitel. El 9 de marzo se rodó el trabajo de campo de Joseba en Besolla. El 23 de abril se rodó de nuevo en Guerguitiáin. El 25 de mayo viajamos hasta el taller de Joseba para contemplar el nuevo capitel terminado. De aquí hasta el encuentro siguiente levanté con mis manos el pilar donde sería colocado el nuevo capitel y presentado a la prensa el tráiler del documental titulado, como no, PETRUS. Tuvo lugar en la Sala Ignacio Salvador Fuertes del museo el 28 de junio.

 

*En agosto se da a conocer al público el documental PETRUS. 

Aquí estoy a la espera de ver el documental en la sesión de presentación oficial en Guerguitiáin el día 7 de agosto, sábado, a las 19.00 horas en el acto organizado por Haruru Filmak e Izagaldea que además se proyectará por otros lugares de la comarca según la siguiente programación recogida en el cartel anunciador del evento. 

Y esto es todo. Una pequeña historia en la que el museo creado por la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa, el PETRUS MUSEUM, fue concebido en mi mente desde hace años y llevado a cabo por el esfuerzo de socios y simpatizantes de la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa, para dar a conocer y homenajear al cantero Petrus. Transgredió la norma del anonimato imperante en su tiempo y al hacerlo se dio a conocer en Izagaondoa escribiendo en el último capitel del lado sur de la iglesia de San Martín de Guerguitiáin: “Petrus me fecit”. Una pequeña historia que la productora Haruru Filmak ha recogido a través de sus protagonistas: El maestro y medieval cantero Petrus, el joven y moderno cantero Joseba y el ya jubilado maestro y amante del románico Simeón, a través del documental “PETRUS. LA HISTORIA DE UN CAPITEL”.