domingo, 15 de diciembre de 2024

DE AVES, PERSONAS Y ACTITUDES.

 

DE AVES, PERSONAS Y ACTITUDES. 

Por Simeón Hidalgo Valencia (15 de diciembre de 2024) 

Siempre que voy por la Valdorba y más si me adentro hacia Leoz me impongo parada obligada en la iglesia del Santo Cristo de Cataláin, una de las construcciones románicas del siglo XII en este valle tan poblado de herencia medieval. 

El sábado 7 de diciembre fui hasta Artaráin para visitar al artista Javier Murillo Simón, del que hablé ya en noviembre de 2018 en un artículo que titulé “Canecillos románicos”[1], porque había solicitado un nuevo pedido de los tres modelos de canecillos que tiene magistralmente reproducidos de la iglesia de San Martín de Artaiz, como son: “La mujer parturienta”, el Trifronte imberbe” y “El hombre nervioso” que en la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa ofrecemos a nuestros visitantes como recuerdo de su paso por Artaiz.


La parada en Cataláin fue a la vuelta. Me entretuve un buen rato en sacar algunas fotografías pues, a pesar de la lluvia, la luz ambiental y el paisaje lo reclamaban. Como casi siempre pasa, a poco que uno se detenga y observe con atención, se descubren detalles que ayudan a comprender mejor el mundo simbólico en que estas tallas se mueven y más cuando en algún otro lugar los tienes ya catalogados y comentados en alguna publicación. En esta ocasión lo que descubrí se relaciona con la iglesia de “La Purificación” de Vesolla y con la iglesia de Santo Tomás de Najurieta, ambas en la Comarca de Izaga, Valle de Ibargoiti y Valle de Unciti, respectivamente.[2]

Además, a las personas que han visitado el “PETRUS MUSEUM” se les hará conocido el detalle que voy a comentar, dado que en uno de los capiteles reproducidos correspondientes a Vesolla realizados por el maestro Petrus de Guerguitiáin está presente y reciben del guía la adecuada lectura. También en la iglesia de Santo Tomás de Najurieta volveremos a ver lo recogido en Vesolla. 



Como parece que el Santo Cristo de Catalain es anterior a la iglesia de Vesolla quiero pensar que el maestro Petrus anduvo por estos lugares de la Valdorba y se detuvo a observar el trabajo de sus predecesores y asimiló el lenguaje simbólico que se difundía y que él y su escuela contribuyó a expandir. Que trabajó por la Valdorba es un hecho como se puede observar en la portada de la iglesia de San Esteban de Leoz[3], donde se repite, aunque de manera más tosca, las características de su estilo. Hay que recordar, además que la Valdorba y la Comarca de Izaga se comunican por caminos de la Sierra de Izco, usados habitualmente en épocas antiguas y que muy posiblemente el maestro Petrus los conocía y transitó.



Pues bien, cuando hice la secuencia de fotos y me fui acercando hasta los detalles de las tres ventanas absidiales observé que la ventana que queda más hacia el sur, a nuestra izquierda según contemplamos el exterior de la cabecera del edificio, tiene dos capiteles en los que se reproducen aves.

El capitel de la izquierda son dos aves zancudas que, a semejanza de las talladas en el Monasterio de Leire, en la Catedral de Pamplona o en Santa María la Real de Sangüesa se pican sus zancas.

El que me llamó más la atención fue el situado a la derecha, porque inmediatamente me recordó las aves de Vesolla. En Cataláin, a través de tres aves el maestro de tallista muestra, en definitiva, la misma composición que yo veo en el capitel mencionado de Vesolla, donde intervienen cuatro. 


 
Capitel derecho de la ventana absidial izquierda del Santo Cristo de Cataláin.





La iglesia de La Purificación de Vesolla, de finales del siglo XII o comienzos del XIII, se levanta sobre roca viva y desde el año 2015, en que se reinauguró, es el único edificio que no amenaza ruina en este señorío particular del Valle de Ibargoiti, dentro de la Comarca de Izaga. Esta iglesia rezuma “estilo petrus” tanto en su portada como en su interior.

Es precisamente en la portada donde se encuentra el capitel que repite lo comentado en Cataláin. En él se tallan, entre otros símbolos, tres parejas de aves. Según miramos la portada es el capitel exterior del lado derecho. 



Dos de las parejas representadas pudieran ser palomas, tórtolas, perdices o codornices, aunque la especie en este caso no parece que sea lo importante.

La tercera pareja de aves se posa en unos pámpanos o zarcillos de vid -elementos básicos y representativos del estilo de Petrus de Guerguitiáin- y por su silueta podemos adivinar que se trata de una pareja de pájaros carpinteros.


 

Tanto en Cataláin como en Vesolla, los maestros tallan a estas parejas de aves en las mismas posiciones. En una de las parejas las aves se dan la espalda, pero giran sus cuellos hacia el interior mirándose. En la otra están de frente y a su vez también giran sus cuellos hacia el exterior y no se miran. Parece que con estas representaciones se quiere dar valor a la comunicación entre ellas y es obvio que para comunicarse las miradas se tienen que cruzar.


 

Y si hablamos de Vesolla, lo tendremos que hacer igualmente de la iglesia de Santo Tomás de Najurieta. Es también “iglesia petrus”. En el capitel izquierdo del ábside, según miramos hacia al altar, en medio de los dos personajes que levantan sus brazos transformados en zarcillos o pámpanos de la vid podemos ver repetida una de las tallas de Vesolla, detalle que también se reproduce en el capitel primero del muro sur.

Aún veremos cuatro veces más a parejas de aves enfrentadas en el tercer capitel del mismo lado, aunque cambia el diseño. En Najurieta todas las parejas de aves, que son en total seis, aunque están de espaldas, giran sus cuellos y se miran.




Ampliando un poco más el campo geográfico por Navarra nos trasladamos hasta Sangüesa, donde en Santa María la Real volveremos a encontrarnos con estas parejas de aves enfrentadas y algún detalle más que nos informará sobre su simbolismo.

En dos de sus canecillos encontraremos de nuevo a las aves enfrentadas repitiendo la doble mirada hacia el exterior o hacia el interior. En Sangüesa hay además una pareja nueva de aves que no se miran entre sí, sino que alzan la mirada y observan a sus posibles progenitores.



 

EL POSIBLE MENSAJE.

Si aceptamos que el arte medieval tiene, entre otros fines, una función pedagógica, pues a través de las imágenes y escenas que se representan, tanto grabadas en la piedra como pintadas en los muros de los edificios, tienen como objetivo la evangelización, catequización y formación ética de las gentes a través de imágenes, narraciones, teatralizaciones, cantos, etc., en los que el recurso a los símbolos de fácil comprensión es básico, tendremos que dar un paso más y considerar el valor simbólico de las imágenes que se han mostrado en lo que llevamos expuesto y valorar igualmente su repetición a lo largo del tiempo y del espacio.

Y aquí la representación de las aves afrontadas son eso: símbolos. Las aves desde muy antiguo, con anterioridad al cristianismo[4], se asimilan con el alma humana que mora en el interior de cada persona, por lo que de alguna manera el ave viene a representar a la persona. Es importante para captar y asimilar el posible mensaje que estas escenas nos comunican que tengamos en cuenta que esas aves que vemos representadas son la imagen simbólica de cada una de las personas que nos acercamos a contemplarlas y desde su imagen congelada en el tiempo nos hablan. 

Así lo entendió el maestro Petrus de Guerguitiáin, cuya escuela hace de las aves uno de los símbolos más repetidos en su obra. Al menos aparece una de ellas en Guerguitiáin representada en el capitel exterior izquierdo de su portada, según se mira; en Vesolla por dos veces, sea en el capitel exterior derecho igualmente de la portada y en el capitel interior más occidental del muro norte; en Najurieta en el capitel interior izquierdo situado en el presbiterio y en los correspondientes a los capiteles interiores primero y tercero del muro sur; en Aibar en la iglesia de Santa María en el capitel interior último del lado norte y en Santa María de Baiona, Pontevedra, en el pilar tercero del lado norte. En estos lugares se pueden reconocer a palomas, tórtolas, perdices o codornices, pájaros carpinteros, halcones, alguna especie difícil de identificar y hasta a alguna ave de corral. Todas ellas, desde mi punto de vista, y teniendo en cuenta el entorno en que aparecen, simbolizan y representan a la persona humana. 

Hay representaciones muy directas de esta igualdad simbólica entre el ave y la persona y se manifiesta sobre todo en las representaciones de la denominada “psicostasis” o pesaje de las almas, creencias que el cristianismo hereda de la religión egipcia antigua. El pesaje de las almas es la creencia en que al final de la vida de cada persona se le juzgará, no tanto por su fe, sino por las obras realizadas en su tiempo de vida sobre la tierra. En un platillo de la balanza se colocan las obras buenas y en el otro platillo las obras malas. Si el platillo de las obras buenas pesa más, la persona juzgada se salvará. De lo contrario se condenará.

En las representaciones de esta escena en uno de los platillos se suele colocar, sea un niño desnudo, sea un ave, sea algo que simbolice a las obras realizadas en vida.

Hablando de las aves es interesante visualizar la “psicostasis” representada en la fachada de Santa María la Real de Sangüesa, donde el alma está representada por una paloma. 



Y volviendo a la Comarca de Izaga, en concreto a Ardanaz de Izagaondoa, veremos la asimilación entre el “ave como alma” o el “alma como persona” en la figura de un niño desnudo. 



Si el alma está representada por un ave -en este caso una paloma- y a su vez el alma se representa como una persona -en este caso un infante desnudo-, es fácil comprender que para el pensamiento simbólico se identifican el ave y la persona. Por ello cuando en este artículo hablo de aves estoy hablando de las personas y lo que ellas hacen lo hacen las personas y sus actitudes muestran las actitudes humanas. 

¿Qué nos dicen, pues, todas estas aves? ¿Cuál es la actitud correcta en nuestras relaciones con las demás personas? ¿Qué es apariencia y qué es la realidad? ¿Hemos de fiarnos de las apariencias? ¿Cuándo hay auténtica comunicación entre las personas? 

Básicamente estas parejas de aves nos están mostrando dos posturas o dos maneras que podemos tener las personas en nuestras relaciones además de las claramente positivas -la aceptación- y claramente negativas -el rechazo-, que son: 

1. Las actitudes en las que aparentemente aceptamos a la otra persona, pero que realmente la rechazamos y miramos hacia otra parte -nuestras miradas no se encuentran- como en: 



2. Las actitudes en las que aparentemente hay rechazo por la causa que sea, pero que realmente se trabaja por lograr una solución buscada por ambas partes, llegando a hablar con la mirada, aunque no se digan palabras. Hay aceptación, acercamiento, empatía y colaboración en la solución de los problemas que surjan en la vida cotidiana, como se nos muestra también en: 



Quiero recalcar que en Santo Tomás de Najurieta se transmite por seis veces esta segunda actitud. 



Pero hay un mensaje más que, quizás por mi dedicación a la educación, veo en el último canecillo de Santa María de Sangüesa. En él se nos habla de la responsabilidad que tienen los progenitores en la propia formación de sus hijos, pues nos miran desde sus ojos infantiles y aprenden e imitan lo que los mayores hacemos. ¿Qué referencia comunicamos con nuestros actos?

¿Somos ejemplo para los que nos rodean?


 
 

De aves, personas y actitudes es el título de este artículo. Descubrir la imagen medieval, estudiarla, analizarla y ponderar más o menos el nivel artístico que el tallista ha logrado es importante, pero quizás no sea lo esencial. Lo esencial, para mí, es penetrar el arte y descubrir lo que la imagen nos puede comunicar y una vez descubierto ponerlo en práctica en la vida de cada cual. 

Dar este último paso es lo más importante, aunque la pieza haya sido ejecutada por un artesano de segunda línea. Si apreciamos una obra por su calidad artística y renunciamos a realizar el esfuerzo de descubrir su mensaje, quizás nos valga para superar un examen, por ejemplo, pero poco más, pues el auténtico valor de una posible obra de arte es el mensaje que nos comunica. En las tallas que he mostrado hay algunas con más calidad artística que otras como se puede apreciar sin necesidad de ser una persona experta en el mundo del arte, pero el mismo mensaje se transmite en ellas y eso es lo que realmente le confiere valor para la práctica diaria de cada persona y su puesta en práctica desarrollará las actitudes necesarias para que cada persona haga su propia metamorfosis espiritual, como sugiere este sencillo capitel de Najurieta.



[2] SIMEÓN HIDALGO VALENCIA; “La Ruta del Maestro Petrus de Guerguitiáin”, Año 2012, págs.:30-33, 46-47 y 74-77.

[3] Obra citada; págs.:36-39 y 79.

[4] JOSÉ ALBERTO MORÁIS MORÁN; “De lo pagano a lo cristiano en el arte hispánico: a propósito de la iconografía de las aves afrontadas a la crátera de la vida”; XVI Congreso Nacional de Historia del Arte. Mesa I La amplitud del horizonte y los contactos; Internet.

martes, 3 de diciembre de 2024

FERIA DEL LIBRO DE OTOÑO EN URROZ-VILLA

 

FERIA DEL LIBRO DE OTOÑO EN URROZ-VILLA 

Por Simeón Hidalgo Valencia (3 de diciembre de 2024)

 

En Urroz-Villa, titulada modernamente como “Urroz-Villa del Libro”, dado el impulso que sus tres librerías están desarrollando para fomentar, a través de sus variadas actividades, el amor por los libros, con todo lo que ello implica para el fomento de la cultura en niños y mayores, se vienen celebrando estos últimos años las Ferias del Libro en cada una de sus cuatro estaciones. 

El pasado fin de semana, 30 de noviembre, sábado, y 1 de diciembre, domingo, tuvo lugar la correspondiente al otoño. La asociación Grupo Valle de Izagaondoa, que promueve también la cultura y la difusión del rico patrimonio de la Comarca de Izaga estuvo presente con sus tres novedades editoriales de este año que termina de 2024. 

En este año la asociación ha querido recordar a las gentes de Navarra los 1100 años, 11 siglos, al menos, de la existencia del Castillo de Leguín, si nos atenemos a las crónicas musulmanas que relatan la razia del 924 llevada a cabo por el emir Abderramán III contra la capital del incipiente reino de Pamplona. En su recorrido, el ejército del emir pasó por Izagaondoa el 23 de julio y puso su mirada en el Castillo de Leguín y no dejó de él piedra sobre piedra. Pero volvió a levantarse hasta que por segunda vez fue destruido en 1512 tras la conquista de Navarra por el reino de Castilla y ya no levantó cabeza y hoy siguen sus restos dispersos por la ladera del monte, sin que a nuestros gobernantes y responsables culturales les produzca el menor rubor. 

Por ello, la citada asociación ha querido ofrecer la oportunidad de recuperar su memoria y valorar la importancia que tuvo dentro de la Historia de Navarra en esta parte de su territorio durante más de los 588 años que sabemos con seguridad estuvo en pie. Esta Memoria y esta Historia forman parte del título del libro. “CASTILLO DE LEGUÍN (924-2024) EN LA MEMORIA Y EN LA HISTORIA”. Trabajo realizado por el que esto escribe. 


Junto a él, nuestra compañera de asociación, Gemma Morraja, nos ha presentado con gran éxito y acogida su primera obra titulada “EDERRA”, que nos cuenta de manera novelada otra historia que forma parte del extenso “Patrimonio Emigrado” de Navarra. Se trata de la hermosa talla románica de la Virgen del antiguo monasterio de Elizaberria, cuyas ruinas todavía se pueden ver, entre Zabalza y Salinas de Ibargoiti. 

La imagen emigró a América en algún año de la tercera década del siglo XX presuntamente saltándose, quienes traficaron con ella, todas las leyes del momento sobre el patrimonio artístico, pero si triste fue este momento, también lo fue el correspondiente al siglo XXI, cuando se produjo su última subasta y nadie, de manera oficial, tubo el mínimo interés por recuperar nuestro patrimonio. 

Otra vez a gobernantes y responsables culturales este desaire a nuestro arte no les produjo ni una pizca de rubor y con argumentos   poco convincentes declinaron la puja y se quedaron tan a gusto sentados en su poltrona.


Con esta publicación, nuestra asociación, de alguna manera, la hemos recuperado para todas las gentes de Navarra y muy en especial para las de Salinas de Ibargoiti, de donde no hubo de haber salido nunca. A través de Gemma quienes lean esta novela apreciarán su belleza y seguro que la recordarán y volverán a verla presidiendo los rezos y escuchando las súplicas que desde lo íntimo de sus almas le dirigen, como hacían allá desde el siglo XIII los frailes del monasterio o las gentes de Salinas cuando en romería la procesionaban hasta el Santo Cristo de Cataláin junto a otras dos tallas marianas. “Las tres Marías”, las llamaban.   


  Y la tercera publicación que fue novedad en esta Feria del Libro de Otoño es el Calendario-2025, que recoge las ilusiones y el arte fotográfico de las personas que participaron en el concurso fotográfico organizado por la asociación bajo el lema “PAISAJE Y PATRIMONIO” de la Comarca de Izaga. 

Las 14 instantáneas seleccionadas por el jurado recibieron el honor de representar a cada uno de los doce meses del año, además de la portada y contraportada y dan a conocer los recursos culturales de nuestra comarca. 

Otra forma de mantener nuestro patrimonio vivo, pues como dice el dicho, “lo escrito, escrito queda”, según el título del proyecto de mecenazgo cultural que en este diciembre termina, que durante cinco años hemos ido desarrollando: “IZAGAONDOA VIVE / IZAGAONDOA BIZIRIK”.




Gemma Morraja Bullich, autora de “Ederra” con Dª. Clara Fernández Ladreda.
 


Simeón Hidalgo Valencia flanqueado por Dª. Asunción Domeño Martínez de Morentin y Dª. Clara Fernández Ladreda.


Gemma dialoga con Íñigo y su pareja, seguidores nuestros desde 2011. 


Muchas gracias a todas las personas que nos visitaron y adquirieron algunas de nuestras publicaciones.

 

 

lunes, 25 de noviembre de 2024

LA RUTA DE PETRUS SE AMPLÍA – VI: SANTA MARÍA DE BAIONA. PONTEVEDRA. EL MENSAJE Y CONCLUSIONES

 

LA RUTA DE PETRUS SE AMPLÍA – VI:

SANTA MARÍA DE BAIONA. PONTEVEDRA.

    EL MENSAJE Y CONCLUSIONES

Por Simeón Hidalgo Valencia (25 de noviembre de 2024) 


*EL MENSAJE 

A medida que hemos analizado la decoración de esta interesante iglesia de Santa María de Baiona hemos podido vislumbrar su similitud, al menos decorativa, con las iglesias navarras y el par de gallegas mencionadas al comienzo de este escrito. En la mayoría de ellas la persona que las visita puede ver las imágenes a la altura de sus ojos y hasta tocar los detalles esculpidos en los capiteles de sus portadas. Es una escultura cercana al espectador. Incluso en los capiteles interiores situados más altos la decoración es bastante visible y se aprecian bien los motivos, algunos de los cuales se tallan con la intención de que el punto de mira no sea otro que el contrapicado. Por ello, y como dato anecdótico, a la hora de planificar y ejecutar los pies que sostendrían los capiteles petrus en el museo denominado “Petrus Museum” se ha tenido en cuenta este detalle y se ha mantenido en lo posible el punto de mira desde donde el maestro quiso que se observara su obra. Así, cuatro de los capiteles se han colocado a mayor altura que los diez restantes, cuyas imágenes están frente a la mirada de las personas.

Todo ello facilita la mejor identificación de los detalles esculpidos dado que se pueden tocar, calcar y fotografiar sin problema, lo que a su vez ayuda para descifrar o leer su posible mensaje dado que, como se suele decir, este tipo de decoración servía de libro en imágenes abierto para instruir al espectador en la espiritualidad cristiana.

En Santa María de Baiona toda la decoración petrina se encuentra en altura, sea en ventanales de la cabecera, sea en los pilares que sostienen la bóveda central. Estos pilares son “cuadrangulares sin aristas y con una columna adosada por cada una de sus caras”.[1] La decoración no está, por lo tanto, cercana al espectador lo que pudiera indicar que el “estilo Petrus” se limita en este edificio simplemente a la reproducción de unas formas más que a la transmisión de un mensaje, aunque hay que tener en cuenta que si los cuatro pilares cercanos a la cabecera con sus respectivos cuatro capiteles procedieran de otro edificio anterior quizás allí fueran más visibles y cercanos y pudieran interpretarse con mayor facilidad. De hecho, son los que recogen con mayor fidelidad el temario y el estilo del maestro Petrus de Guerguitiáin.

 

*¿A QUIÉN SE DIRIGE EL POSIBLE MENSAJE?           

Si aquí hay un mensaje concreto la Escuela de Petrus lo dirige siempre a las personas, tanto en su condición de hombre como de mujer. Mujeres y hombres que están labrados en tres de los pilares que se suponen más antiguos: los dos primeros pilares del lado norte y el segundo del lado sur. En el Pilar 1º norte aparecen en el capitel que mira al norte. En el Pilar 2º norte se localizan en el capitel que da al sur. En el Pilar 2º sur se tallan las parejas en los capiteles orientados al oeste y al este. En las tres ocasiones a las mujeres se las representa con el tocado tradicional mientras que los hombres están descubiertos. Mujeres y hombres que como hemos visto ya en Vesolla, Najurieta, Garaioa y Paradela están destinados a realizar su propia metamorfosis para identificarse y transformarse en lo que el zarcillo de la vid simboliza.

Pareja humana en el Pilar 2º norte. Capitel sur.


Mujeres y hombres del Pilar 2º Sur. Capiteles oeste y este.

Pilar 1º norte. Capitel norte. Hombre y mujer transformados.

 

*¿QUÉ PUEDE SIGNIFICAR EL ZARCILLO DE LA VID? 

Me parece significativo la representación del ser humano en este capitel del Pilar 1º del lado norte, donde el proceso de metamorfosis comentado se hace visible. ¿Por qué también en Santa María de Baiona se representa al hombre o a la mujer con sus brazos en forma de pámpanos o zarcillos de la vid igual que en Najurieta, Garaioa y Paradela (en este último caso las manos se convierten en hojas de la vid)? La respuesta parece evidente. Porque artística y teológicamente se bebe de la misma fuente: La Escuela del Maestro Petrus de Guerguitiáin.


Para entender el simbolismo de los zarcillos acudo siempre al caso de la imagen representada en uno de los capiteles de la iglesia de Vesolla, que volvemos a ver. Entre las tres parejas de aves que se representan una corresponde a dos pájaros carpinteros que se apoyan en sendos zarcillos de la vid. 

Todos tenemos la imagen de estas aves apoyadas en el tronco de un árbol picoteándolo. Pensamos que es para hacer el agujero donde construirá el nido para su descendencia. Sin embargo, el picoteo del tronco tiene una función quizás más prioritaria como la de detectar a través de las ondas que emite si dentro del tronco hay larvas que le sirvan de alimento. Con esta imagen de la Naturaleza se nos quiere comunicar, desde el simbolismo medieval que, al igual que el pájaro carpintero se apoya en el árbol y busca el alimento en su interior, el creyente ha de apoyarse y alimentarse también del árbol de la vida representado por el zarcillo de la vid que nace en los sarmientos por estar unido a la planta o cepa, que en palabras evangélicas se asimila con Jesús. “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto…Yo soy la vid; vosotros los sarmientos…”[2]

Esta unión entre la vid y los sarmientos, es decir entre Jesús y sus seguidores, implica desde la persona que ha optado en esta dirección espiritual todo un proceso de transformación que externamente se muestra en la misma carne de cada persona donde sus brazos son sendos zarcillos de vid. En definitiva, es dejar atrás la fase humana para renacer a una vida nueva identificándose con Jesús.

Con otras palabras, recoge esta idea Ricardo López al comentar la imagen de la iglesia de Paradela, que yo descubrí al adquirir su libro cuando, como peregrino desde Orreaga-Roncesvalles, llegué a Santiago de Compostela allá por el año de 1998.[3] “De entre todas las fotografías con valor simbólico que, a lo largo de quince años, he ido coleccionando estimo sobre manera la de uno de los capiteles que flanquean el altar de la iglesia de San Miguel de Paradela (Lugo).

Sólo al necio se le ocurrirá reírse de una figura tan “ridícula”, con brazos como tallos y manos convertidas en hojas. El sabio según el Evangelio se dirá: “Este no es Cristo, pero aquí hay Cristo; ¿y si fuera un hombre-vid, un hombre-Cristo?”

Yo digo que sí, que es un hombre-Cristo. Todo él es vid, todo él merece llamarse Cristo”. 

También a mí me llamó la atención el valor simbólico de esta imagen y llegado el momento, la rescaté de mi memoria y en 2010 viajé hasta Paradela el 5 de julio para incorporarla a mi archivo fotográfico y la integré en mis estudios sobre el maestro Petrus de Guerguitiáin, pues iba en la misma senda que las recogidas en las iglesias navarras citadas de Vesolla, Najurieta y Garaioa. Trece años después, en septiembre de 2023 el trabajo de Félix da Costa me atrajo una vez más hasta Galicia para ampliar con nuevas imágenes de la iglesia de Santa María de Baiona esta pequeña colección de “personas-vid o “personas-Cristo”, según D. Ricardo López o dicho de otro modo y salvando las distancias iconográficas, “hombres verdes o green man”.

Desde mi punto de vista lo que acabamos de comentar es el principal mensaje que esta iglesia nos comunica, que se puede resumir de esta manera: “La persona creyente en Jesús para llegar a identificarse y transformarse en él ha de trabajar a lo largo de su vida material siguiendo las enseñanzas y el ejemplo del mismo Jesús. De esta manera llegará a florecer como persona nueva”.

 

*EL SIMBOLISMO VEGETAL. 

Hay un nutrido grupo de símbolos que reproducen elementos vegetales. En quince de los diecinueve capiteles analizados aparece alguna forma vegetal. Esquemas de espigas, distintas especies de hojas o árboles difíciles de identificar y una abundante representación de zarcillos o pámpanos de la vid. Es de nuevo D. Ricardo López quien nos recuerda que “En la tradición simbólica de la Iglesia el vegetal, lo sabemos, representa exclusivamente a Cristo”.[4] 

1º. Los pámpanos de la vid.

Como corresponde al estilo Petrus los pámpanos o zarcillos de la vid son básicos para esta escuela de maestros canteros populares.  A veces se me comenta que los zarcillos o volutas ya están presentes en el arte muchos siglos atrás por lo que no se debería dar tanta importancia a la figura del maestro Petrus.  Pero quien esto comenta quizás no ha llegado a ver algo que hace del maestro Petrus un auténtico innovador, dentro de la aparente sencillez de sus creaciones, pues emplea los zarcillos de la vid con originalidad y hace de ellos creaciones que a ninguno antes se le había ocurrido, pues emplea esta forma vegetal teniendo en cuenta su forma, sí, pero además tiene en cuenta en su obra creativa su propio simbolismo, dado que los pámpanos de la vid nos recuerdan básicamente al vino, que unido a otro de los símbolos empleados en su obra como es la espiga de trigo, que veremos también en Santa María de Baiona, nos descubre a la figura de Jesús como alimento para sus seguidores, en un marco claramente eucarístico.

A nadie antes del maestro Petrus se le ocurrió realizar el sencillo y a la vez magnífico rostro de la portada de San Martín de Guerguitiáin en la que dos zarcillos de la vid son esenciales para su creación. Convertidas en ojos, las volutas nos miran desde la profundidad de un ser nuevo transformado que hipnotiza e introduce, a quien sabe mirar, en la otra realidad y dimensión de la persona renacida. 

Rostro en la portada de la iglesia de San Martín de Guerguitiáin. Izagaondoa. Navarra.

Es en los cuatro capiteles del Pilar 1º del lado norte de la iglesia de Santa María de Baiona donde más zarcillos aparecen. Salvo el capitel que mira al norte, que ya conocemos relacionados con una pareja humana, en los tres restantes se muestras sendos pares de zarcillos en cada una de sus caras. En la cara central de los capiteles oeste y este los zarcillos miran hacia el interior y los correspondientes a las caras laterales miran hacia la central. No así en el capitel que da al sur pues en sus tres caras los zarcillos miran hacia el exterior. 

2º. La espiga de trigo.

Me es difícil identificar los motivos vegetales centrales de los grabados realizados en el Pilar 2º del lado norte orientados al suroeste y al noreste. Más posible veo que los motivos vegetales a sus lados que aparecen junto a los zarcillos que, como sabemos, hacen de marco al conjunto, sean unas espigas de trigo. Si fuera así el simbolismo del pan y del vino quedaría claro, como muy claro se ve en las iglesias de Guerguitiáin y Vesolla. Pan y vino que en la Eucaristía se convierten en el cuerpo y sangre de Jesús, alimento espiritual básico para sus seguidores.

.En el capitel que mira al norte correspondiente al Pilar 2º del lado sur parece más claro aún que entre los zarcillos se ha representado una espiga de trigo. En este caso los dos zarcillos que enmarcan la espiga miran hacia la izquierda. 



En el caso de Vesolla el maestro ha tallado por cinco veces en el capitel que se muestra de la portada la hogaza de pan y en Guerguitiáin la espiga madura del trigo que llevada al molino se transforma en harina, materia que al elaborarse se transforma en pan.

3º. La palmeta entre zarcillos.

El estilo artístico del maestro Petrus enmarca con los zarcillos de la vid los motivos que considera simbólicamente importantes, sea su propia firma, sean ciertos animales como aves o corderos, sean elementos vegetales como espigas o racimos de uva. Lo hace así para indicarnos que estos elementos que enmarca con zarcillos que miran hacia el interior llevan en sí mismos el mensaje que quiere comunicar.

Como he comentado me resulta difícil determinar el tipo o especie de las plantas que en la iglesia de Santa María de Baiona se recogen enmarcadas con sendos zarcillos en los siguientes pilares: Pilar 2º, 3º y 5º del lado norte, así como en el Pilar 5º del lado sur, por lo que de manera general hablaré de “palmetas”.


Algunos ejemplos de palmetas.

Si es cierto que la cita que he recogido sobre el simbolismo de todo tipo de vegetal en la tradición eclesiástica hace relación a Cristo tendremos que pensar que las imágenes de las palmetas están en la misma órbita, aunque su origen sea muy anterior al cristianismo. En el ámbito cristiano la palmera viene a representar el triunfo del creyente, que se mantiene como fiel seguidor de Jesús frente a todo aquello que pretende alejarlo de él. Como se dice en el trabajo sobre “Simbología ornamental vegetal”, publicado en Internet, las palmetas “representan la victoria final del espíritu” .[5] 


4º. Otros detalles con zarcillos.

En el Pilar 1º del lado sur encontramos estos grabados. El primero está en la cara frontal del capitel que mira al norte. Los dos siguientes en las caras laterales del capitel que se orienta al sur. Su denominador común es el zarcillo situado a derecha o izquierda de otras figuras que representan formas geométricas como el círculo y triángulo, así como algún signo rúnico y alguna otra forma que he localizado como marca de cantero en los edificios estudiados por Navarra. También hay dos elementos similares que pudieran representar algún elemento vegetal.

Sobre su posible mensaje no me atrevo a afirmar ni negar su existencia, pero de existir habría que buscarlo siempre dentro de la totalidad del capitel e integrar en ella el simbolismo de cada signo particular. Resulta difícil dada la diversidad de símbolos que se plasman y la inseguridad ante lo que cada uno de ellos nos pudiera comunicar.

Veamos estos dos capiteles desplegados en un mismo plano: 

Capitel norte del Pilar 1º sur.

Capitel sur del Pilar 1º sur. 

Recuperemos de nuevo el capitel que se orienta al sur del Pilar 2º norte y centrémonos en su cara frontal. 

Entre las figuras deterioradas del hombre a la derecha y de la mujer a la izquierda hay otro zarcillo que en esta ocasión la parte superior del tallo se bifurca en sendas volutas. Ya vimos que coincide en su grafía con el signo que se talla en Guerguitiáin bajo la representación del capitel de las mujeres y que a su vez es el signo de la constelación de Aries, símbolo masculino que se relaciona con el fuego, primer signo de los doce del Zodíaco que rige desde el 13 de abril al 14 de mayo, tiempo en que la Naturaleza se renueva y llega a su máximo esplendor.

En Guerguitiáin no parece casual que este signo esté bajo la representación de las dos caras femeninas lo que me lleva a ver con bastante claridad también que a su vez podría representar el esquema del aparato genital interior femenino.

Es curioso que en este pequeño detalle confluyan tres conceptos: El zarcillo de la vid, el signo de Aries y el esquema del aparato genital femenino.

El zarcillo de la vid, que con Aries empieza a despuntar, símbolo de Jesús que en esta época del año ya ha muerto y resucitado.

El signo de Aries, momento en que la Naturaleza se renueva.

Esquema del aparato genital femenino, cuna donde se gesta la vida humana.

El posible mensaje podría ser el siguiente: Así como la vida sale de la muerte invernal y resucita y florece con la llegada de la primavera, así las mujeres y los hombres han de experimentar la metamorfosis que los lleve a morir a la vida material para resucitar transformados en personas nuevas. 

 

*EL SIMBOLISMO ANIMAL. 




En el Pilar 3º del lado norte hemos comentado que en la cara que se orienta al oeste aparece también el estilo Petrus recordando en su forma a uno de los capiteles de la iglesia de Garaioa, en Navarra. Tanto en Baiona como en Vesolla las tallas que enmarcan los zarcillos son más difíciles de identificar y por consiguiente de interpretar.

Pero una vez reconocidas las formas petrinas en este capitel conviene centrarse en los dos animales que se sitúan por encima de la pareja de zarcillos. Un ave y un cordero. Las aves y el cordero forman parte de los símbolos de la escuela de Petrus y así lo podemos ver en tallas de Guerguitiáin, Najurieta y sobre todo en Vesolla. 

El ave: 

En la simbología medieval las aves suelen representar a las personas y aparecen con frecuencia alimentándose o bebiendo. En el caso que nos ocupa en Baiona, esta ave parece picotear el zarcillo de la vid, al igual que hemos visto a los pájaros carpinteros o a los halcones en Vesolla, o como se las representa en Najurieta bajo la sombra de los zarcillos de las personas transformadas.

El mensaje en esta ocasión lo veo más claro y directo: la persona cristiana para llegar a la plenitud de la vida espiritual ha de apoyarse en Jesús, alimentarse de él y ponerse bajo su protección. 

El cordero:

 

El cordero es uno de los símbolos más importantes en el cristianismo, pues representa tanto a Jesús como víctima sacrificada como a Jesús resucitado. La imagen del cordero pascual vencedor de la muerte que porta el estandarte de la victoria se remonta a sus orígenes. A la vez el cordero es el símbolo de las personas cristianas que siguen a Jesús, como el buen pastor que los cuida y guía. Especialmente reconfortante me resulta la parábola de la oveja perdida o el texto de Ezequiel sobre el buen pastor.[6]

El mensaje viene a ser el mismo: La persona cristiana, como miembro del rebaño de Jesús, ha de seguir su senda, pues como buen pastor le guía hacia prados de hierba fresca. Seguir a Jesús supone morir y resucitar a una nueva vida, como él hizo. 

 

*ALGUNOS SÍMBOLOS GEOMÉTRICOS.



Parece que este símbolo, si lo es, tiene alguna importancia para el comitente que patrocinó la primitiva iglesia de Santa María de Baiona, dado que se repite con insistencia. Lo he definido en su momento como “mandorlas dobles”. También alguien me ha comentado que parece duplicado el aparato genital exterior femenino. Igualmente hay quien ve el número 8 como símbolo del infinito. Sea lo que fuere parece que estamos ante un símbolo potente de vida.

En este otro símbolo podemos descubrir la presencia de una figura l hexagonal, presente en todas las culturas. Desde una lectura cristiana podemos leer dos letras griegas: la jota y la ji, iniciales de Jesús y de Cristo, es decir, Jesucristo, como Hombre y como Dios. 

Crismón de Vesolla. 


En este conjunto de dibujos simbólicos ya conocemos el significado del zarcillo de la vid. De los cuatro o cinco que tiene a su izquierda, se me hacen conocidos el Triángulo, situado en la parte superior izquierda, cuyo fuerte simbolismo se manifiesta en el Triángulo Equilátero.

El segundo se me escapa y los tres siguientes los he recogido grabados en sillares de edificios medievales. Todos ellos parecen tener un fuerte simbolismo.


También esta representación geométrica tiene un fuerte carácter simbólico, pues podemos ver en ella al sol radiante o rueda de la vida que irradia su fuerza por todas las direcciones del universo.

 

COMCLUSIONES: 

1º-Tanto en Navarra como en Galicia esta escuela de cantería trabaja en edificios que se inician en el denominado “estilo románico” pero que transitan hacia el “estilo gótico”. En el caso de Santa María de Baiona esto es muy evidente ya desde el primer tramo de la nave contando desde el ábside. 

2º-Tanto en Navarra como en Galicia la mayoría de estos edificios religiosos están levantados en rutas más o menos importantes, en su momento, del Camino de Santiago, sea en el denominado Camino Francés en Navarra, sea como Santa María de Baiona en el Camino de la Ruta de la Plata. 

3º-El dato característico que define el estilo de Petrus de Guerguitiáin es que enmarca los motivos centrales de su obra con un elemento natural de las viñas: los pámpanos o zarcillos de la vid.

Dentro de este marco se talla el elemento simbólico tomado de la Naturaleza y de la vida de cada día, que hay que saber identificar e interpretar, pues ahí reside el mensaje, sea un ave, una persona, una estrella, la luna o el sol, un cordero, un racimo de uvas, una espiga de trigo, una rama de planta, hojas, una rueda de la vida… y hasta su mismo nombre con la expresión “Me fecit”. 

4º-Llama la atención que en la iglesia de San Martín de Guerguitiáin, que es donde Petrus reivindica su autoría con su “Petrus me fecit”, como en la de Santa María de Bayona aparezca como marca de cantería un mismo tipo de “P” o “d”, según su posición. En el caso de Guerguitiáin en tres ocasiones, mientras que es muy abundante en Baiona. “Es el símbolo más representado y con más variantes”.[7] 

5º-Aunque no tengamos la seguridad plena de si los capiteles correspondientes a los cuatro pilares más cercanos a la cabecera de la iglesia de Santa María de Baiona pertenecieron a una iglesia anterior, no cabe ninguna duda de que el estilo y los símbolos empleados por la Escuela Petrus se plasma en ellos.

Najurieta – Navarra  

Baiona - Galicia



[1] Obra citada. Págs.: 19.

 

[2] Biblia de Jerusalén, 1967, Evangelio según San Juan 15, 1-17, pág.1437.

[3] Ricardo López, Símbolos, Vigo, 1997, Hombre Viejo-Hombre Nuevo, págs..:90-92.

[4] Ricardo López. Obra citada, pág. 91.

[6] Ezequiel 34; Lucas 15, 1-7