viernes, 24 de diciembre de 2021

EL VILLANCICO DE RETA

 

EL VILLANCICO DE RETA

Por Simeón Hidalgo Valencia (24 de diciembre de 2021)

 


Suena la radio en casa de Patxi y en las ondas una melodía navideña ambienta la sala.

- ¿Sabes que también en Reta -me dice- los niños cantaban hace tiempos un villancico en la iglesia delante del Belén que montaba el abad?

- Pues como en todos los pueblos, me imagino. Todos lo hemos hecho de niños.

- ¡No, no! Quiero decir que cantaban el Villancico de Reta.

- ¡Ah! ¿Quieres decir que hay un villancico que tuvo su origen en Reta?

- ¡Sí, eso! Según me contaban mis padres lo debió de componer un cura que estuvo de párroco en tiempos de la Guerra Civil o por ahí.

- Qué interesante. ¿Y tú lo conoces?

- Bueno, alguna vez se lo escuché por Navidad, pero se me ha olvidado.

- Pues ya voy a preguntar a la Señora Felisa o a Irene o a José Luis o a los de Casa Camus a ver si lo conocen.


Indagué y pregunté y los mayores del lugar sí sabían de ese villancico compuesto por el párroco, pero ninguno ya recordaba ni letra ni música.

Lo dejé estar, pero cuando algo se me mete en la cabeza tarde o temprano vuelve a aparecer insistente recordándome que hay que resolver el tema y rescatarlo del olvido.

Por eso volví a preguntar a Patxi y éste repreguntó a Paco y Paco a Mari Carmen quien recordó que alguien lo tenía escrito, pero que la música se había olvidado y mi esperanza fue al menos recuperar y dar a conocer el nombre del autor y al menos la letra del Villancico de Reta.

Las gestiones dieron resultado y parte de otros tiempos ya está a salvo y sabemos que este Villancico lo compuso en 1937-quizás como en son de paz y vida en tiempos de guerra y muerte entre hermanos- el párroco D. José Sugrañes, del cual poco más he logrado saber por el momento.

 

La letra de este Villancico compuesto en Reta dice lo siguiente:

 

“En el centro de una áspera gruta,

en el crudo rigor del invierno

sale a la luz el infante más tierno

y más bello que nunca existió.

 

Es su cuna un mísero pesebre,

sus almohadas la paja y el heno

y su rostro infantil está lleno

de una dulce e inefable expresión.”

 

Han pasado 84 años y en este trocito de vida de este lugar del Valle de Izagaondoa, -donde esta noche se recordará de nuevo en al menos diez de sus casas, sea el cumpleaños del Nacimiento del Niño Jesús, sea el renacimiento del Sol, sea la Unión Familiar, sea los Buenos y Humanos sentimientos- volverá a brillar la luz de la Esperanza para todo el mundo.

Yo así os lo deseo de todo corazón, a la vez que hago una llamada a que, si alguien conoce la música de este villancico o se atreve a componerle una a esta letra de D. José Sugrañes, me lo comunique por favor.