IZAGA: CUMBRE DE UN REINO
Por Simeón Hidalgo Valencia (24-10-2014)
Todos los años, tanto cuando el día 8 de Mayo se sube al “Criadico” a
la ermita-basílica de San Miguel, que se levanta en la denominada antiguamente
Higa de Izaga, hoy Peña Izaga, bien conocida por numerosas personas aficionadas
al montañismo, lo mismo que en los días de Romería de los distintos valles que
rodean a esta cumbre, me he preguntado
sobre el origen de la tradición como hacía en su escrito de 1904 quien firma
con las iniciales E. C. DE A.[1], que parece perderse
en la noche de los tiempos de la calamidad como escribió D. Fermín Zuza
Zunzarren.
“ASTEGAITZ”, que quiere decir “semana de calamidades” (haciendo
referencia a una peste o una gran enfermedad para cuya remisión el valle habría
hecho voto a San Miguel), es el momento en que suben los pueblos del
valle de Lónguida a la ermita de San Miguel de Izaga.”[2]
Me pregunto
si esa “semana de calamidades” que
nadie sabe ni puede situar históricamente en una fecha determinada, de la que
no hay tampoco referencia documental que la atestigüe y que parece dar origen a
los ritos cristianos actuales, no será una manera de “cristianizar” costumbres
o ritos antiguos de épocas primigenias de la humanidad que ocupó esta zona y
que consideraban los altos como residencias de sus dioses.
Desde el valle se sube a la cumbre y en la cumbre está el
arcángel Miguel, defensor del bien frente al caído y rebelde Luzbel, convertido
en la imagen y personificación del mal, que mora en las profundidades del abismo
y así se les representa en lucha constante entre ellos.
En la cumbre
del Olimpo moraban los dioses griegos y en la cumbre del Sinaí Yahvé se
manifestó y dictó su ley. En la cumbre de los cielos está el “Padre nuestro”
para los cristianos y en la cumbre de Izaga se invoca a San Miguel.
Esto, desde
que el cristianismo se impuso como religión imperante, pero anteriormente, en
época romana e incluso antes a la romanización ¿quién moraba en la cumbre de Izaga?
Posiblemente una deidad solar.
SAN MIGUEL Y SAN QUIRICO
El significado de Miguel en hebreo es “Quién como Dios”. Miguel es el
arcángel capitán de los ejércitos de Dios frente a los ángeles rebeldes.
Luchador frente al mal y protector desde su morada en lo alto.
En lo alto también mora Apolo que desciende hasta los hombres para
protegerlos y salvarlos de los males que tienen en la tierra.
Es significativo que muchas de nuestras cumbres estén “cristianizadas”
con ermitas o santuarios dedicados a San Miguel. En todos ellos, si escarbamos
en la memoria antigua a través de leyendas y narraciones, veremos que nos
conducen a antiguos santuarios, altares, ritos que los humanos allí celebraban
y que “cristianizadas” siguen realizándose hoy en día.
En la comarca de Izaga el centro y polo de atracción, no sólo
geográfico, sino espiritual lo encontramos en la cima de la Peña de Izaga,
donde actualmente se celebran romerías anuales y se pide la protección de San
Miguel para las cosechas y habitantes de los valles, pero sabemos, por el
testimonio que se cita, que en 1097 además de la iglesia que “uocatur Sancti Michaelis Archangeli”, también existía otra iglesia en lo alto
de la peña, dedicada a “Sancti Cirici”,
San Quirico de la que no queda rastro en la actualidad.[3]
Curiosamente este santo también hace relación a las alturas y se sube y
baja en procesión según temporadas. Es lo que se hace en la comarca de Izaga
con “el Criadico” ¿Posible transformación de Cirico o Quirico? Pudiera ser si
tenemos en cuenta una costumbre que se sigue realizando en La Rioja, que es
similar a la descrita en Izaga, pero con el niño Quirico, seguramente
reminiscencia de ritos y costumbres antiquísimos.
Cuando se habla de Santa Julita y San Quirico[4], patronos de distintos
lugares hay que recordar que
“También lo son de Matute, población de La
Rioja, en donde celebran la romería hasta la ermita situada en el monte de San
Quiles (o Quirico) portando la imagen del titular, ya que la de su madre Santa
Julita es de estancia permanente.”
Es lo mismo que se hace en Izaga.
También en la cercana Navascués se venera y
visita la ermita de San Quirico. La Gran Enciclopedia Navarra nos recuerda una
tradición similar cuando habla de San Quirico[5] y lo asimila con “Quirix, Cris o Quiriaco, posibles variantes de un nombre
precristiano…”
¿Sería este tal Quirico el nombre regional
del dios Apolo, transformado más tarde por San Miguel Arcángel a quien
se acude para solicitarle protección y ayuda?
¿Tendrá algo que ver con la expresión “Kyrie
eleison”, que ya era usada en
tiempos paganos? ([6]) ¿No tienen algo
de parecido Quirico y Kirios?
“La invocación Kyrie eleison ya se conocía en la antigüedad precristiana,
concretamente en los cultos paganos. Kyrios se refería al título dado al dios,
o al emperador de quien se creía había llegado a ser dios, o al soberano que
realizaba su entrada en la ciudad. En los Salmos (6,3; 40,5.11) y Profetas (Is
33,2; Bar 3,2) encontramos esta misma invocación. Por medio de ella se rendía
honor, homenaje y reconocimiento a aquél que era poderoso”.[7]
Del tal monasterio de San Quirico no queda
rastro y de la actual ermita-basílica de San Miguel muchos nos preguntamos sobre
su origen y de la procedencia de las piedras con que se levantó, pues para un
observador de los materiales de construcción no pasa desapercibido el hecho de
que las piedras con que se construyó no son originales de la cumbre de Izaga,
pues en toda la peña son los conglomerados los que dominan. No cabe otra
explicación que se tuvieron que subir
desde alguna cantera situada en el valle por caminos de mulos. Pero también
este hecho puede remontarse a las leyendas y tradiciones antiguas que pueden
entroncar con los ritos existentes precristianos. Casi todos en la comarca conocen la leyenda que hay
sobre su construcción en el lugar actual.
Fue el recordado D. Fermín Zuza Zunzarren
quien me relató lo que él sabía sobre el tema habiéndoselo oído contar a su abuelo,
que a su vez lo recibió del suyo.[8]
“-¿Conoce la
leyenda de la construcción de la ermita en lo alto de Izaga?
F.- La empezaron a construir arriba en lo alto.
Lo hacían por
el día y por la noche lo encontraban otra vez destruido. Eso al principio. Volvieron
a insistir, insistir y la mismo.
Y las piedras
de por sí solas bajaban donde está actualmente y ya lo tomaron porque era
demostración que quería el santo que se hiciera ahí, donde está.”
Pero lo que yo no sabía era lo que a continuación añadió:
“Se dice que los primeros peregrinos de
entonces cada uno tenía por obligación el subir una piedra, según sus
facultades, mayor o menor. Con ayuda de aquello se empezó a hacer.
Y hasta ahí es
lo que damos de sí en la tradición antigua.
Eso en mi casa
de siempre.”
“Los primeros
peregrinos de entonce…”, “Se dice…”, fórmulas genéricas para remontarse a
tiempos muy antiguos similar a la expresión que tantas veces hemos oído: “In
illo tempore”.
Este último
dato posiblemente sea el relato de lo que los antiguos habitantes de los valles
dominados por la cumbre de Izaga realmente hacían, fieles a los ritos llevados
a cabo con sus dioses antiguos para que les fueran propicios.
Recuerdo que
al hacer el Camino de Santiago, allá por el año de 1998, ascendí en una de sus
etapas al monte Irago, donde los caminantes depositan una piedra en la
denominada actualmente Cruz de Ferro.
Publiqué en su momento un libro y así me expresé al recoger este detalle:
“Ascendemos por camino de montaña, con una vista de todas
las lomas de la sierra, camino del monte Irago, que marca el límite entre la
Maragatería y el Bierzo. Praderas de hierba, helechos, robledales, brisa fresa
y en el puerto, majestuosa, la sencilla y esbelta Cruz de Ferro nos marca el
camino y cumplo el rito de pagar una piedra en tributo, aunque yo no la he
traído desde mi tierra, que es lo que parece pedir la tradición. Tradición que
se remonta a época romana pues parece ser que aquí antes de cristianizar el
lugar, hubo un altar a Hermes-Mercurio donde los caminantes hacían sus ofrendas
pidiéndole protección en sus negocios. (*Apunte 60-61*)”[9],[10]
Observemos dos coincidencias, que a pesar del tiempo y
del espacio, existen en las dos citas últimas que pueden tener interés para
conocer mejor el valor que desde antiguo se dio a las alturas como moradas de
los dioses:
La primera hace referencia al rito de pagar un tributo u
ofrenda depositando una piedra al dios del lugar, implorando su piedad y
protección. Rito, incluso, anterior a la romanización, que posteriormente se
cristianiza y se levanta una ermita cristiana, reemplazando, posiblemente, a
los antiguos altares sacrificiales primitivos.
La segunda hace relación a la semejanza del nombre de la
cima: Izaga en Navarra. Irago en León. Peña o Higa de Izaga en femenino. Monte
Irago en masculino. ¿No será el mismo nombre transformado por las variantes
lingüísticas y geográficas? Sería interesante conocer la procedencia y el auténtico
significado tanto del término Izaga[11],[12]
como de Irago. ¿De dónde provienen estos términos y qué significan? Aunque no
soy filólogo y mi conocimiento del euskera es muy limitado, dudo que la cumbre
de un monte como Izaga sea un “Juncar”, es decir, un terreno poblado de juncos.
El hecho es que en sendas cumbres que en este momento nos
ocupan son lugares religiosos donde se
venera o adora sea a Mercurio, Quirico, Apolo, Miguel o La Santa Cruz.
Y desde esta perspectiva continúo esta, quizás,
elucubración titulada “Izaga, cumbre de un reino”, porque algo hay en esta
cumbre que la hace ciertamente singular, pues parece uno de los centros de los
que emana o al que miran como referente otros muchos lugares del antiguo reino
de Pamplona-Navarra.
Me explico.
Es un hecho, que todavía se mantiene al subir al
“Criadico”, una imagen del arcángel San Miguel de pequeña altura y rostro
infantil, el día 8 de Mayo y en las romerías de los valles circundantes que
suben todos los años a la ermita-basílica de San Miguel de Izaga, que por dos
veces se pare la comitiva a rezar orientadas sus miradas a sendos lugares
emblemáticos situados también en altos, como son Orreaga y Uxue, lugares
presididos por cultos igualmente ancestrales a la Madre Tierra y cristianizados
con las advocaciones de Santa María de Roncesvalles y Santa María de Ujué. De
esta curiosa coincidencia he hablado en otros momentos[13],
pues al preguntar a los más mayores sobre estas dos paradas nunca me han sabido
dar la razón de las mismas, así que pensando que algo tenían que ver entre sí
estos tres enclaves tomé un mapa de Navarra y situé la regla uniendo en una
línea los puntos de Ujué y Roncesvalles y ¡qué casualidad! ¡O no! La Peña de
Izaga, es decir, la ermita-basílica de San Miguel, está en la misma línea.
Esta casualidad me animó a repetir la prueba con otros
dos lugares emblemáticos de los valles bajo Izaga como son Izagaondoa y Unciti
con sendas iglesias románicas dedicadas a San Martín de Tours: Artáiz y
Guerguitiáin y ¡qué casualidad! ¡O no! La ermita basílica de San Miguel, está
prácticamente en la misma línea. En este segundo ejemplo es fácil la
coincidencia pues las distancias son mínimas, por lo que comencé a echar líneas
uniendo puntos de referencias más alejados y el resultado, curioso, si no
planificado, es digno de considerar.
Veamos a continuación diez de estos diámetros que unen localidades,
cimas o monasterios que tienen su centro en la cumbre de Izaga.
1º: ST. JEAN PIED-DE-PORT / TARAZONA
Si voláramos desde St.
Jean Pied-de-Port hasta Tarazona en línea recta divisaríamos a vista de
pájaro lugares tan singulares como: Orreaga-Roncesvalles, punto iniciático de peregrinación a Santiago de
Compostela y hacia donde se vuelven las miradas de los romeros a Izaga; pasaríamos
por Nagore con
la cercana iglesia románica de Arce.
Entraríamos a
Izagaondoa por el poche del hoy desolado Zuza, llegando hasta Ardanaz, con su iglesia románica de San Martín donde el señor de
Grez patrocinó las pinturas murales del siglo XIV, y ascendiendo la cumbre de IZAGA saludaríamos a San Miguel en la ermita-basílica, cuya
advocación se documenta ya en el siglo XI.
Sobrevolando Abínzano en el valle de
Ibargoiti, llegaríamos, cual paloma, hasta Ujué y de aquí a Santa Cara y Valtierra para encontrarnos al final del recorrido por Navarra con
otro centro de espiritualidad en Tulebras, con el Monasterio de Santa María de la Caridad, primera
fundación femenina cisterciense que se remonta a 1156. Aterrizaríamos en Tarazona, ya en Aragón.
2º: NAVARRENX / CORNAGO
Este segundo
vuelo comienza en Navarrenx, de cuyo origen navarro no hay
duda.
Pasaríamos por Mauleon-Licharre y
llegaríamos hasta Abaurregaina, Abaurrea Alta y pasando cerca de Meoz saludaríamos a la ermita románica de Santa Colomba llegando
hasta el Señorío de Ayanz , en el valle de Lónguida, y de aquí a Urbicáin en el de Izagaondoa,
desde donde remontaríamos el vuelo hasta IZAGA.
Dejando a un lado Abínzano llegaríamos a Olleta, en La Valdorba, y
desde aquí sobrevolaríamos la sede real de Olite
y llegaríamos hasta Peralta.
En tierras riojanas
pasaríamos por La Losilla y descenderíamos en Cornago.
3º: ARETTE-LA PIERRE-ST.
MArTIN / SOTO EN CAMEROS
Emprendemos la tercera ruta en línea recta despegando desde
la localidad de Arette-La Pierre-St. Martin, cruzando Ibilcieta-Sarriés, hasta hacer una parada en el
silencio y tranquilidad espiritual del Monasterio
de Santa Fe de Epároz, en Urraúl Alto.
Reiniciado el vuelo
pasaríamos por Uli Bajo y desde aquí, sobrevolando la Sierra de Gongolaz nos
encontramos de nuevo con Urbicáin ascendiendo, cual romeros, hasta la Ermita de San Miguel de
IZAGA y por el
valle de Ibargoiti sobrevolamos los lugares de Idócin y de Zabalza.
Cerca veríamos Olóriz mientras nos
dirigimos a Mendivil y después a Berbinzana y dejando atrás Lerín terminaríamos el vuelo en La Rioja, en Soto en Cameros.
4º: PTO. DE SOMPORT /
LAGUARDIA
La ruta morada comienza
en el Puerto de Somport y sobrevuela Ustés para llegar hasta Sansoáin y de aquí al Señorío de
Grez, cuyo señor tiene sus armas en la iglesia
de Ardanaz, pero como ya lo hemos visto en el primer recorrido seguimos nuestro
rumbo directo hasta lo que fue Izánoz elevándonos en la mitad de este recorrido hasta IZAGA.
Desde aquí tomamos
impulso para cruzar raseando la otra cumbre y divisar La Higa que protege a Monreal, orientado el vuelo
hacia Enériz y Eunate, para llegar por Avínzano hasta la cumbre de Montejurra y divisar Etayo, hasta llegar a Mués y de aquí volar hasta
el punto de destino de la ciudad defensiva del reino: Laguardia.
5º: BERNUÉS /
LEINTZ-GATZAGA
Con la ruta 5 partimos
desde la población de Bernués y tras pasar por Artieda, ambas en tierras aragonesas, descubrimos en nuestro vuelo,
en un claro del bosque que lo rodea, el centro espiritual y político del reino
de Pamplona situado en el Monasterio de Leire a la sombra de la cumbre del Arangoiti en la Sierra de
Leire desde donde tenemos ya la referencia directa de IZAGA haciendo nuestra
entrada mirando a ojo de pájaro el lugar de Muguetajarra.
Por la otra vertiente descendemos
hasta Alzórriz
y volamos directos hasta Noáin y Etxauri y en rápido vuelo estamos en Altsasua continuando hasta
nuestro destino en Leintz-Gatzaga.
6º: STA. MARÍA DE LA
PEÑA / ERMUA
En la línea blanca partimos desde la cumbre de Santa María de la Peña y
entrando en Navarra divisamos desde el aire el
Castillo de Javier a nuestra izquierda, pero
no nos detenemos y seguimos hasta llegar a la Villa
de Lumbier y a la altura de Guerguitiáin hacemos escala
para recoger al maestro Petrus que firmó su obra en la iglesia de San Martín.
Con él a bordo despegamos para recorrer parte de la ruta. Alzamos el vuelo
hasta IZAGA.
Al otro lado, en el
Valle de Unciti, el maestro nos señala en Nujurieta su obra en la iglesia de Santo Tomás y pasando al Valle de
Aranguren nos muestra su obra en Zolina y un poco más adelante, a la derecha, nos cuenta que
también trabajó en Badostáin, a las puertas de Pamplona. Aquí hacemos una parada porque ha de visitar la gran
catedral.
Nosotros seguimos camino
del Monasterio de Lete en vuelo directo hasta otra cumbre emblemática, llena de
misterio y de leyendas donde se levanta el
Santuario de San Miguel in Excelsis de Aralar
y seguimos hasta Eibar y Ermua.
7º: PETILLA DE ARAGÓN /
ZARAUTZ
En esta nueva ruta despegamos de un enclave navarro desde
tiempos del fuerte rey Sancho, Petilla de Aragón, situado en una cumbre desde donde se llega a divisar, en
día despejado, la de Izaga.
Nuestro destino es otra
de sus posesiones en la costa, pues vamos a pasar el día en la playa de
Zarautz.
En este vuelo directo
volvemos a pasar por Guerguitiáin y Muguetajarra y ascendemos otra vez a IZAGA y en línea recta llegamos hasta Artáiz con su preciosa
iglesia de San Martín, donde el gran señor obispo de Pamplona, D. Pedro de
París o de Artajona, según yo lo veo, quiso retratarse como su constructor.
Por Lizarraga y Laquidáin llegamos hasta Eusa y hacemos una visita a
su iglesia de San Esteban como nos había recomendado el maestro Petrus.
Seguimos por Jauntsarats hasta Leitza y pronto divisamos Zarautz, nuestro punto de
destino.
8º: SOS DEL REY CATÓLICO
/ DONOSTI
La segunda ruta marinera es ésta que parte de la villa de Sos del Rey Católico hasta
las arenas de la Bahía de Donosti.
Desde Sos llegamos
volando a la Ciudad de Sangüesa en pleno camino de peregrinación hacia Santiago. Seguimos
por Nardués y Aldunate y volvemos a
visitar por los aires Guerguitiáin y Muguetajarra para ascender a IZAGA.
Seguimos por Reta camino de Lérruz y por Ripa nos acercamos hasta Goizueta y pasando Urumea llegamos a nuestro
destino: Donosti – San Sebastián.
Dos extremos
importantes: Sos y Donosti en línea recta con Izaga.
9º: EJEA DE LOS
CABALLEROS / HENDAYA
Una tercera ruta con salida al mar es la que comienza en la
Villa de Ejea de los Caballeros y nos lleva hasta Hendaya.
Desde Ejea de los Caballeros
marcamos el rumbo y nos orientamos hacia Biota, llegando directos hasta la Villa de Aibar y de allí sobrevolamos el Señorío de Celigueta con su
altiva torre-palacio defensiva y ascendemos a IZAGA.
Descendemos volando
sobre Reta y
nos dirigimos a Mendinueta y en la Villa de Urroz contemplamos desde el aire su iglesia fortaleza y su plaza
del mercado y ferias.
Hacia el norte pasamos
por Setoáin, Usetxi, Legasa, Lesaka y cruzamos el puerto
de Endarlatza y
llegamos a Behobia y pronto aterrizamos en Hendaya.
10º: BORJA / LOUHOSSOA
La última ruta parte
desde el sur en Borja y se encamina por Ribaforada al importante centro de espiritualidad del Monasterio cisterciense de La Oliva.
Seguimos el vuelo y
pasamos por Ezprogui (Moriones) y desde Izco ascendemos a IZAGA.
Por Ardanaz y Zuza seguimos hacia Olaverría y Saragüeta.
Dejando a nuestra
derecha a St. Etienne de Baigorry llegamos hasta el final de la meta en Louhossoa.
Estos son los 10 recorridos seleccionados en los que
importantes hitos urbanísticos, defensivos y religiosos parecen tener a la
cumbre de Izaga como referencia.
¿Es pura casualidad que
lugares emblemáticos del antiguo reino de Pamplona-Navarra parezcan tener a la
Peña de Izaga como su lugar de referencia, o fueron planificados
conscientemente?
A la vista de lo
expuesto no habría que desestimar la idea de que hubiese habido una
planificación consciente, al igual que se planificaban los núcleos de población-
se ve muy claro a lo largo del Camino de Santiago- según la distancia que un
caminante podía recorrer en una jornada: Roncesvalles, Zubiri, Pamplona, Puente
La Reina, …
Quizás no tenga lo que
expongo nada que ver, esta reflexión y análisis ha surgido a partir de lo que
hacen los romeros cuando suben a la cumbre de Izaga a implorar la protección de
San Miguel sobre los cultivos y las personas de los valles circundantes.
Curioso. ¿No?
[2] http://simeonhidalgo.over-blog.com/article-a-la-memoria-de-d-fermin-zuza-zunzarren-120810273.html
[3] Ángel Martín Duque;
Documentación medieval de Leire (siglos IX a XII); Diputación Foral de Navarra.
Institución Príncipe de Viana; Documento 157 del año 1097.
[5] Gran Enciclopedia Navarra
Tomo X, SAN QUIRICO. (16 de Junio);
pág.150
[6] http://es.wikipedia.org/wiki/Kyrie_Eleison
[8] Izagaondoa. Memoria para
el futuro; “Grupo cultural Valle de Izagaondoa”; Recuerdos de D. Fermín Zuza
Zunzarren; 2011.
[9] SIMEÓN HIDALGO VALENCIA; Diario
de un peregrino a Santiago de Compostela; pág.:105
“ Monte
Irago:Cruz de Ferro
Una vez pasado Foncebadón se llega a la cumbre del Irago,
de unos 1.500 metros
de altitud, donde encontramos la llamada Cruz de Ferro. Sobre un montículo de
piedras que los peregrinos van aquí depositando, se alza un tronco de roble de
aproximadamente 5 metros
de altura, rematado por una sencilla cruz de hierro de la que toma su nombre el
monumento.
El origen y significado de esta singular estructura se
encuentra, según algunos estudiosos, en el periodo de ocupación romana (en los
hitos o mojones que marcaban la separación de dos circunscripciones
territoriales). Para otros, sin embargo, se trata de un milladoiro, un amontonamiento de
guijarros que desde época ancestral formaban los caminantes en determinados
lugares para invocar a las divinidades protectoras de los caminos.
Cristianizada esta tradición, los peregrinos creían que el
día del Juicio Final, «cuando las piedras hablen», éstas testificarán que el
romero había cumplido en vida su peregrinación; en caso de no haber arrojado.”
izaga (del sup. vasc. "izaga", de "iz", junco
grande) f. Juncar: terreno
poblado de juncos.
Significado. 'Junto a Izaga'. De Izaga,
nombre de la montaña que da personalidad al valle y la posposición vasca ondo `junto a'.
Comentario lingüístico. Es más difícil precisar el significado
de Izaga. L. Michelena
piense en ihi "junco" (Izaga sería `juncal'). Izagaondoa, lo mismo que Izco, Izcue y el despoblado burundés de Aitzaga poseen variantes antiguas con Ei- (Eyçagondo,Eizco, Ehizcue, Heyçaga). El mismo autor no
descarta la posibilidad de encontrarnos ante compuestos de eiz "caza". Por otro
lado, y aunque las variantes actuales permitirían pensar que haitz 'peña' (cuya variante iz es muy común en toponimia)
forma parte de estos topónimos, las citadas formas antiguas impiden seguir ese
camino que nos proporcionaría etimologías tan satisfactorias. La posposición ondo hoy equivale a "junto
a", pero en toponimia menor parece tener un significado de 'debajo de',
evidente en Roncal donde Iriondo equivale a Iribarren 'barrio de abajo'.
Traducciones curiosas y explicaciones
populares.
Traducciones de este género son: 'el abeto', 'ramajos frecuentes'.
Documentación antigua. Eyçagondo,
Val de (1268, NEN); Itçagaondoa (1196, NEN);Içagundo,
Ardanaz de (1270,
NEN); Yçagondo, Val de (1366, NEN); Yçagondoa (1627, NEN).
(Mikel Belasko;
1999: pp. 252, 253).
SIMEÓN HIDALGO VALENCIA; Las claves de Izagaondoa;
págs.:254-258; D.L.:Na- 1663 - 2014.