viernes, 8 de agosto de 2014

GUERGUITIÁIN TE ESPERA EN AGOSTO


GUERGUITIÁIN TE ESPERA EN AGOSTO
 

Por Simeón Hidalgo Valencia (08-08-2014)
 
 
 
Desde la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa, que trabaja por el Patrimonio del Valle y de la Comarca de Izaga y por el Desarrollo del Turismo, se ha organizado una serie de visitas guiadas en el mes de Agosto para mostrar a las personas interesadas y a los turistas en general que les guste conocer un románico rural escondido, sencillo, pero a la vez sorprendente en cuanto simbolismo.  

Es el caso de la restaurada iglesia de San Martín de Guerguitiáin, cuyo responsable es la Corporación del Ayuntamiento de Izagaondoa, pues ha sido cedida a los habitantes del valle, que forman el Ayuntamiento. 

Quien quiera conocerla deberá contactar con la Corporación Municipal y solicitar su permiso y poder acceder a las llaves. 

Nosotros así lo hacemos y debidamente y con tiempo suficiente se presentó la solicitud para poder realizar esta actividad mencionada todos los jueves del mes de Agosto, pensando más en los visitantes de fuera que en los propios vecinos, pues muchos de ellos ya han acudido en las dos jornadas que realizamos en el pasado mes de Mayo. 

Ayer, día 7, jueves, tuvo lugar la primera visita a la que acudieron en total seis personas de fuera así como cuatro de los miembros de la Asociación. 

Con tiempo de sobra acudimos algunos a la cita y la verdad que echamos en falta un poco de mantenimiento del lugar por parte de los responsables, pues todo alrededor de la iglesia parecía una pequeña selva y como en otras ocasiones nuestro amigo y compañero de Asociación, Ignacio Salvador, siempre solícito a colaborar y presentar una buena imagen ante los turistas que iban a llegar, se pasó un buen rato haciendo labores de mantenimiento, al no haberlas realizado a quien le corresponda, pero bueno, se hizo con buenas ganas. Hubiera sido un poco decepcionante para los visitantes, después de pasar el suplicio de llegar en coche, pues el camino realmente se encuentra en mal estado, el haberse encontrado con la iglesia rodeada de matojos silvestres que llegaban hasta la cintura y no poderla rodear sin impedimentos. 

Se me ocurre como propuesta positiva la convocatoria por parte de la Corporación Municipal de un auzolan a todos los vecinos que deseen colaborar para acondicionar la zona y para implicarse en un bien medieval restaurado con dinero público propiedad de todos los vecinos. Quede lo dicho como sugerencia. Quizás más de uno se apuntaría. Eso si realmente les importa mantener y dar a conocer el Patrimonio de Izagaondoa a los posibles turistas.
  
Solucionado el problema vegetal nos encontramos con algunos otros, que no comento en este momento, y que en lo que pudimos también tratamos de solucionarlo, abriendo el agujero en el suelo de la entrada para que el pestillo entrara lo suficiente y no se pudiera forzar la puerta. Aquí Salvador también demostró su buen hacer. Se ha hecho para evitar males mayores. 

Los visitantes de esta jornada pudieron ver a través de fotos antiguas el estado del edificio antes de su restauración y comparar con el estado actual. Escucharon y colaboraron en la identificación de los símbolos de los capiteles de la portada y se maravillaron al ver el interior del recinto, que por cierto merecería una pequeña limpieza para que desaparezca el abundante polvo acumulado. 

Paso a paso se les comentó cada una de las partes de la iglesia: el ábside, el nivel del suelo antiguo, la recuperación de la bancada corrida de piedra alrededor de la iglesia, la zona de la pila bautismal, enseñándoles la localizada pila bautismal de Guerguitiáin así como su campana, de las que ya hablé en otros artículos[1], se les mostró las pocas, pero bien perfiladas marcas de cantería entre las que sobresale una en forma de P. ¿Hace alusión al maestro cantero que aquí dejó su firma?... Se dieron a conocer los capiteles interiores de la iglesia y se les mostró la inclinación de las paredes norte y sur, nos detuvimos en el magnífico capitel del fondo correspondiente al norte y terminamos ponderando al maestro cantero Petrus, que quiso mostrarse y hacerse el objeto único del capitel último del lado sur. Como Leodegarius de Sangüesa hace todo lo que está de su parte para ser conocido y entre los zarcillos de la vid escribe: PETRUS ME FECIT. 

Se terminó la visita ofreciendo a los asistentes la posibilidad de fotografiar detalles del edificio subiéndose al coro y tener así recuerdos gráficos de esta iglesia medieval, que tiene el privilegio de ser uno de los pocos lugares de Navarra en los que el maestro de obras reivindica su trabajo. 

A pesar del calor inicial el interior de la iglesia nos sirvió para atemperarnos y después de dos horas pudimos seguir un buen rato hablando y comentando cosas mientras el sol caía. 

Una buena jornada que esperamos se repita con nuevos turistas que vengan a conocer al maestro Petrus y su obra, bautizado por mí como el Maestro Petrus de Guerguitiáin.
 

Salvador coloca el gnomon en el rudimentario reloj de sol.

Un visitante inesperado.
 
 
Charlando con los turistas más madrugadores.

... y yo a la derecha de la foto.

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