domingo, 4 de octubre de 2015

URROZ VILLA: EL PUENTE DE OCCIDENTE.

URROZ VILLA: EL PUENTE DE OCCIDENTE.

Por Simeón Hidalgo Valencia (5 de Octubre de 2015)

Este verano de 2015 he estado descansando y “trabajando”, aunque ya estoy jubilado, en la hermosa villa de Urroz, que para quien no la conozca, le recomiendo la visite alguna vez. Quedará gratamente sorprendido, pues recorriendo sus calles y su gran plaza, le parecerá que ha retrocedido en el tiempo, pues afortunadamente su trazado urbano se ha conservado desde época medieval.

Este verano de 2015, entre otros de mis trabajos de campo, me he dedicado a recorrer tranquilamente la villa de Urroz, tomar fotografías de sus palacetes del siglo XVI, de sus escudos y claves, de su iglesia fortaleza, de su gran plaza ferial, de su singular crucero gótico y me he dedicado también, casi, casi, como penitencia, pues he salido con arañazos de mortificación por todo mi cuerpo, a localizar y bajar hasta el cauce de los varios puentes que tiene esta villa alrededor de sus faldas.

Como el día 17 de Octubre he oído y he visto, tanto en la web de Turismo de Navarra y en la prensa, que la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa, fiel a sus objetivos culturales y turísticos, ha organizado una visita a dicha villa, me voy a entretener en informar a mis lectores de algunos detalles que ese día se visitarán.


Para comenzar voy a hablar de uno de sus puentes. El puente antiguo que se sitúa al oeste, camino de Pamplona, bajando desde el crucero medieval y figura en la fotografía de SITNA con el número 1.

Ya escribí[1] algo de otro de los puentes olvidados de la villa (figura en la fotografía con el número 5) y abogaba por recuperarlo limpiando tanto la vegetación así como uno de los ojos que está prácticamente taponado de sedimentos que impiden el normal fluir de las aguas. Hablo del denominado por los más mayores Puente de los Gitanos, porque en el verano era la morada de los mismos, pero seguro que su nombre original antiguo será otro que habrá que investigar.

Pero hablemos ahora del pequeño puente citado que está paralelo al puente moderno por donde pasa la carretera de entrada o de salida por el oeste de Urroz.

Me habló de él uno de los vecinos y fue a verlo, aunque la verdad para poder verlo tuve que sufrir dado que el paraje estaba completamente cubierto de maleza, zarzas, árboles caídos, lianas,… que hacían casi imposible adivinar que allí hubiera un puente medieval, aunque remozada como todos los de Urroz mediante una buena plancha de hormigón para hacerlos transitables también en tiempos más modernos y soportar el paso de coches y maquinaria agrícola.

Lo que vi me reafirmó en la idea de que estas pequeñas o grandes obras de ingeniería medieval, dado su estado, poco o nada interesa conservar y al no hacer labor de mantenimiento y limpieza de los cauces de los arroyos o de los ríos se van deteriorando y llegan a ser olvidados.

Pero al preparar la visita del día 17, se me ocurrió pasarme por el Ayuntamiento de Urroz por ver si tenían algún folleto o tríptico guía de la villa para repartir a los asistentes a la misma y muy amablemente me recibió el actual alcalde y se interesó por dicha actividad.

En el transcurso de la conversación, después de hacerme entrega del material solicitado, le propuse como colaboración de la villa la limpieza y desbroce del puente antiguo hacia Pamplona (alguien me dijo que lo llamaban el Puente Negro, aunque no estaba muy seguro del porqué) y al instante le gustó la idea.

Me comunicó días después que se iba a proceder en AUZOLAN, costumbre antigua en los que los vecinos de cada casa colaboraban en los arreglos municipales, para limpiarlo y hacerlo aparecer a la luz el sábado, día 3 de Octubre.

No pude acudir ese día, pues tenía otros compromisos, pero me quedé maravillado del cambio realizado en el paraje en cuestión cuando me detuve al pasar por él.

Ahora se ve claramente la estructura del puente.  

De época medieval, conserva los muros de las orillas, aunque una plancha de hormigón hace de calzada y un arco un poco rebajado con las dovelas dibujadas en los laterales y las huellas del encofrado en todo el intradós  podría ocultar el arco original si es que lo tuvo, pues pudiera ser en origen uno de esos puentes que sólo tenían los dos fuertes muros en las orillas y la calzada se construía con maderos o troncos de árboles trabajados que se apoyaban sobre sendos muros. En caso de peligro de guerra o invasiones al quitar la pasarela a manera de puente levadizo, se dificultaba el paso al enemigo y se ganaba tiempo en la propia defensa.


De este tipo de puentes he visto uno en Izagaondoa[2] y otro en Monreal[3] llamado Zirimotz. Al de Monreal también se le ha echado una plancha de hormigón armado para hacerlo transitable, y es paso de coches, tractores y peregrinos que se dirigen hacia Santiago. El de Izagaondoa está tal cual se construyó en su día y no tiene pasarela, dado que al construirse la carretera y al realizarse la concentración parcelaria quedó sin función, al igual que el puente primero, románico, que estaban en el camino real hacia Sangüesa.


En la parte inferior de los muros se conserva una especie de imposta similar a las que tienen algunos aljibes medievales, como el de Artáiz, Reta, Turrillas o Fuente del Moro en Legin y otros.

Desgraciadamente parte de los sillares laterales se han desprendido y la plancha de hormigón está en parte al aire. Sería interesante, más adelante, hacer un proyecto para recuperar la estructura y evitar más corrimientos.

El primer paso se ha dado. Ahora ha vuelto a ser visible gracias a algunos de los vecinos de Urroz que han respondido voluntariamente y con sus medios al auzolan convocado por el Ayuntamiento.

Enhorabuena y a seguir recuperando el resto de los puentes que rodean a la noble Villa de Urroz que son parte del patrimonio de la Historia.


 

  
Dos momentos del auzolan con voluntarios de Urroz-Villa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario