LA RUTA DE PETRUS SE AMPLÍA – ZOLINA (VALLE DE ARANGURAN) NAVARRA
Por Simeón Hidalgo Valencia (27-06-2014)
En el valle de Aranguren se ha localizado también una iglesia en la que
el maestro cantero Petrus o su escuela dejaron su impronta en los capiteles
interiores de San Esteban de Zolina, catalogada de finales del siglo XII [1], aunque personalmente
ampliaría la época hasta los comienzos del XIII, una vez más, como todas las
que se citen a continuación.
Es posible que esta cuadrilla de canteros pasara al valle de
Aranguren, desde el de Izagaondoa, a través del poche de Laquidáin protegidos
por el castillo del mismo nombre que defendía, junto al de Leguín, el camino
real desde Pamplona a Sangüesa.
Después de haber localizado claramente a Petrus en Guerguitiáin (valle
de Izagaondoa donde firma su obra), en Vesolla y en Sengáriz (valle de
Ibargoiti), en Leoz (valle de la Valorba),
en Aibar, en Najurieta (valle de Unciti), en Eusa (valle de Ezkabarte), en Garaioa (valle de Aezkoa), se fue
ampliando esta ruta con la ermita de Santa María de Badostáin (valle de Egüés)
y ahora lo hago con la iglesia de Zolina (valle de Aranguren).
El estilo Petrus está presente, sin duda, en los cuatro capiteles delanteros de la
iglesia, en los que aparecen con mucha simplicidad las formas básicas de su estilo
basado en los zarcillos de la vid, pero también habría que tener en cuenta el
capitel último del lado del evangelio que sigue el mismo esquemas de los vistos
en el mismo lugar en Guerguitiáin y Vesolla. Además hay que considerar la
posibilidad de que los capiteles realizados en su preciosa torre románica
original puedan pertenecer también a esta escuela pues, en concreto, el de la
“pareja de amantes” presenta los zarcillos de la vid, aunque se hayan perdido
en parte.
Veamos los detalles Petrus de esta iglesia de San Esteban de Zolina:
Capitel delantero del lado de la epístola o zona sur.
Capitel del lado del evangelio o zona norte.
Lo primero que hay que comentar es que estos capiteles delanteros se
labran en un solo sillar pero simulando ser dos capiteles iguales, pues rematan
una especie de ancho semipilar, pues no llega a semicolumnas como en el resto
de la iglesia.
Aquí son cruces en clara alusión
cristiana cuya interpretación está clara. En otros lugares se colocan detalles
como una espiga de trigo, un racimo de uvas, una hogaza de pan, un cordero, una
corriente de agua, una rueda solar de ocho rayos, un pájaro carpintero, etc.
Todos estos motivos simbólicamente están relacionados con la vida espiritual en
relación con el ambiente cristiano de la época en que aparecieron. Símbolos,
por otra parte, perfectamente comprensibles para las personas de entonces.
CAPITELES CENTRALES:
Capitel central del lado de la epístola o zona sur.
Capitel central del lado del evangelio o zona norte.
Siguen el estilo de los capiteles delanteros y en este caso es en el
capitel central de la zona norte donde aparece el detalle del motivo central en
especie de bola o pan enmarcado por los zarcillos enfrentados.
OTROS CAPITELES A TENER EN CUENTA:
Quien conozca ya el estilo del maestro Petrus o haya visitado las
iglesias de Guerguitiáin o de Vesolla verá que también en este capitel de
Zolina se sigue la misma composición aunque varíen en parte los motivos.
El denominador común de estos capiteles es que su trazado y talla es mucho más esmerado y alcanzan un mayor nivel artístico y formalmente se nota en los encuentros de las caras la representación humana, como se ve en el presente.
Este capitel es único en Navarra. Está situado en la torre románica y
aunque la cara oculta está muy deteriorada y el encuentro de las dos caras que
vemos también, se aprecia aún el motivo que lo formaba que no es otro elemento
que sendos zarcillos de vid enfrentados.
El símbolo del águila perfectamente labrada y la pareja de amantes
cariñosamente abrazados sugieren historias y leyendas que nos hacen pensar en
relatos de amor y desamor magníficamente imaginados por Mikel Zuza Viniegra en
sus Crónicas irRreales de Navarra[2], aunque la cronología
del relato difiere de la época constructiva de la torre y, por ende, del
capitel en cuestión.
Me refiero al denominado “Hombre Verde” o “Green Man”.
Como vemos se representa en medio de hojas de vid y racimos de uvas un
rostro humano de cuya boca salen los tallos de las hojas de la vid. Es muy
interesante este detalle pues además de una posible interpretación pagana de la
Naturaleza que da sus frutos puede decirnos que simbólicamente es el alimento
que el creyente en Jesús ha de tomar para tener vida espiritual.
Hasta aquí la constatación de que en la iglesia de San Esteban de
Zolina hay detalles que nos hacen pensar que también por este lugar pasó el
maestro Petrus y su taller.
Desde aquí habrá que tenerlo en cuenta para visitarla dentro de la Ruta
del Maestro Petrus, que la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa realiza desde
hace unos años.
En su momento se dará a conocer y para los amantes y seguidores de
Petrus comentarles que es un motivo más para potenciar la figura de este
sencillo cantero medieval que osó escribir su nombre dándose a conocer en San
Martín de Guerguitiáin, en contra de la costumbre habitual de su época.
[1] CATÁLOGO MONUMENTAL DE
NAVARRA, IV*. Merindad de Sangüesa; pág. 86
[2] http://cronicasirreales.blogspot.com.es/2013/04/desconocido.html
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