EL TETRAMORFOS DE RETA - IZAGAONDOA - NAVARRA
Por Simeón Hidalgo Valencia (26-06-2014)
Es que esta comarca, como digo, tiene mucho y muy buen patrimonio, al
que si desde los Ayuntamientos y Asociaciones se lo valora y da a conocer, no
cabe duda que se convertirá en uno de los motores de su propio desarrollo.
A veces, de tanto verlo, ni los propios lugareños lo valoran, pero no
por no valorarlo deja de tener valor e interés. Pasa con cantidad de detalles,
como el que es tema de este artículo: El Tetramorfos de Reta.
En la mencionada Ruta del Agua se abrieron sus puertas para visitarla, pues posee una hermosa pila bautismal románica, que pertenece al taller que trabajó por Izagaondoa, Unciti y Lizoáin.
Una vez dentro aprovechamos para visitar los detalles del retablo, la zona de la torre de época románica, la clave de la capilla del señor de Reta, cuyas armas están grabadas en la misma y ¡cómo no! las cuatro ménsulas góticas en las que se esculpen las figuras del Tetramorfos.
Es que en Izagaondoa, tenemos de todo. Menos gente, eso sí, pues la despoblación
es cada vez más evidente.
Hablemos del Tetramorfos.
Esta palabra procede del griego “τετρα, tetra,
"cuatro", y μορφη, morfé, "forma"”[1]. Las cuatro formas o
figuras que tanto el profeta Daniel como San Juan en el Apocalipsis, último
libro de la Biblia, describen a su manera.
En el Apocalipsis se dice en Juan 4,1-9 lo siguiente:
“Después tuve la siguiente visión: una puerta estaba abierta en el
cielo, y aquella voz que había oído antes, como voz de trompeta que hablara
conmigo, me decía: “Sube acá, que te voy a enseñar lo que ha de suceder
después”.
Al instante caí en éxtasis. Vi que había un trono en el cielo, y Uno
sentado en el trono.
El que estaba sentado era de aspecto semejante al jaspe y a la
cornalina; un arcoiris rodeaba el trono, de aspecto semejante a la esmeralda.
Vi veinticuatro tronos alrededor del trono, y sentados en los tronos a
veinticuatro Ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro sobre sus
cabezas.
Del trono salen relámpagos y fragor de truenos; delante del trono arden
siete antorchas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios.
Delante del trono hay como un mar transparente semejante al cristal. En
medio del trono, y en torno al trono, cuatro Seres llenos de ojos por delante y
por detrás.
El primer Ser es como un león; el segundo Ser, como un novillo; el
tercer Ser tiene un rostro como de hombre; el cuarto Ser es como un águila en
vuelo.
Los cuatro Seres tienen cada uno seis alas, están llenos de ojos todo
alrededor y por dentro, y repiten sin descanso día y noche:
“Santo, Santo, Santo,
Señor, Dios Todopoderoso,
`Aquel que era, que es y que va a venir´.”
Y cada vez que los Seres dan gloria, honor y acción de gracias al que
está sentado en el trono y vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro
Ancianos se postran ante el que está sentado en el trono y adoran al que vive
por los siglos de los siglos, y arrojan sus coronas delante del trono diciendo:
“Eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el
poder, porque tú has creado el universo; por tu voluntad lo que no existía fue
creado”.[2]
Esta larga cita nos lleva a identificar a los cuatro personajes
tallados en las cuatro ménsulas de la iglesia de Reta, pertenecientes al primer
gótico. Aunque no son obras “artísticamente” ponderables, sí merecen ser
tenidas en cuenta dentro del patrimonio del valle, pues es el único caso que lo
he visto tallado en piedra dentro de la comarca.
La representación de estos personajes citados en la visión apocalíptica
se asimila en el cristianismo con los cuatro evangelistas canónicos.
El primer Ser es como un
león.” Representa al evangelista
San Marcos.
"El segundo Ser, como un
novillo." Representa al evangelista
San Mateo.
“El tercer Ser tiene un
rostro como de hombre.” Representa
al evangelista San Lucas.
Como se puede observar todas las representaciones tienen alas y en algunas
de las ellas se aprecia aún resto de la policromía original.
En el caso de la representación del león y del novillo me viene a la
cabeza la posibilidad de que el tallista de turno se fijara en las imágenes de
San Martín de Artáiz y las tuviera como modelo, sobre todo en el rostro del
león.
Un detalle más del patrimonio de Izagaondoa en el que detenerse, éste
del Tetramorfos, cuando se visite la iglesia de Reta, esta iglesia fortaleza
que el señor del palacio del lugar mandó reformar y modernizar según las nuevas
formas constructivas del siglo XIII.
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