VESOLLA: JOYA ROMÁNICA DEL MAESTRO
PETRUS
Por Simeón Hidalgo Valencia (05-12-2014)
El primer documento conservado en la documentación del monasterio de
Leire que hace mención a la advocación de la primitiva iglesia del actual
señorío de Vesolla se remonta al año de 1093. Se la denomina con el nombre de “Sante Marie de Bessoila”. El señor de
esta villa, Acenari Lopeiz de Bessoila, en ese año la nombra cuando dona al
monasterio de San Salvador de Leire sus
posesiones de Bessoila.[1]
No siempre, como se ve, se ha escrito igual el nombre de este lugar,
como pasa con la mayoría de los toponímicos. En el documento citado y el Libro
de Cuentas de la actual iglesia[2] se recogen las
siguientes versiones: Bessoila, Bessoilla, Bessolia, Besolla, Vessolla y Vesolla.
El investigador Mikel Belasco añade
además las de: Bessoylla, Vessoylla, Ueassala y Veassala.[3]
Vesolla, es pues, uno de los pequeños señoríos que surgen en la comarca
de Izaga y que en la actualidad ha quedado despoblado como sus vecinos de
Celigueta y Guerguitiáin.
La actual iglesia de Vesolla por su estilo corresponde a finales del
siglo XII o comienzos del XIII y muestra tanto en su portada como en el
interior la mano de la escuela del maestro Petrus, que se dio a conocer en
Guerguitiáin grabando el famoso “PETRUS ME FECIT” en un capitel interior. Basta con observar los capiteles de la
portada de Vesolla, así como detalles de su interior para confirmarlo. Después
las mismas manos repetirán formas de Vesolla en la iglesia de Santo Tomás de
Najurieta y de los tres lugares anteriores los repetirán en la fachada de la de
Garaioa. Pertenece, por tanto, esta de Vesolla a la que he denominado “La ruta
del maestro Petrus de Guerguitiáin”[4].
Quien decidió levantar esta iglesia donde hoy se encuentra seguro que
pensó en que durara por los siglos y siguió el consejo de Jesús contenido en el
Evangelio de edificar sobre la roca viva ahorrándose así el trabajo de la
cimentación. [5]
Si hoy me detengo a hablar de esta iglesia es porque las obras de
restauración de la misma prácticamente han acabado y hoy se puede contemplar
sin los añadidos, arquitectónicos o vegetales, que antes la ocultaban y
oprimían.
Desde que me acerqué a visitar por primera vez la iglesia de Vesolla
hace ya veinte años, cuando trabajaba en el estudio de las marcas de cantería
en las construcciones románicas de Navarra, me quedé impresionado de la belleza
y categoría artística de su portada, así como de los capiteles de su interior.
Entonces pude hablar y compartir mesa en la casa abacial con los habitantes que
todavía tenía este lugar: los hermanos José y Eugenio. Hoy día, como he dicho,
es ya un despoblado más.
Después he vuelto más veces sea para estudiar el estilo del maestro
Petrus, sea para darlo a conocer a los amantes del turismo cultural a través de
las visitas guiadas que desde la aparición del Grupo Cultural del Valle de
Izagaondoa primero, convertido en 2012 en Asociación Grupo Valle de Izagaondoa,
se vienen realizando, pues el rico Patrimonio de la Comarca de Izaga es tan
abundante que merece la pena ponerlo en el circuito turístico para tratar de
hacer revivir a esta comarca de Navarra tan deprimida, tan despoblada y tan
envejecida. Si nadie hace nada el peso de los siglos y de la indiferencia
acabaría con la ruina de todas estas joyas legadas por nuestros antepasados.
Afortunadamente la Institución Príncipe de Viana se hizo eco de las
voces que abogaban por la restauración de estas pequeñas iglesias y hoy es el
día en que puedo contemplar, no ya desde la barrera ni con andamios, el edificio
recién restaurado y circundar su perímetro contemplando el edificio desde todos
sus puntos de vista. Lo que he visto me ha gustado.
Aunque el edificio sigue cerrado ya que la consolidación de las
pinturas renacentistas, con descubrimiento incluido oculto bajo capas más
recientes, según me ha llegado, aún no ha terminado.
Cuando se termine este trabajo habrá que incluir esta iglesia dentro de
un programa cultural que englobe la Comarca de Izaga y no dejarla abandonada a
su suerte. Los amantes del Turismo Cultural y los amantes del Patrimonio
Natural tienen aquí un recurso admirable para registrarlo en su agenda de
actividades, pues lo que nuestros antepasados construyeron y mantuvieron en pie
a lo largo del tiempo llega hoy a las nuevas generaciones remozado, sin
añadidos, tal y como en su origen se planeó. Si esto se hace servirá para dar
nueva vida a esta Comarca de Izaga pues, como mantengo en mis escritos y
procuro inculcarlo a mis seguidores, el Patrimonio ha de ser uno de los motores
para el desarrollo de la misma.
Afortunadamente ahora se ha dado un paso muy importante y se ha
levantado la tierra que los siglos pasados depositaron sobre este lugar,
literalmente hablando, y ha aparecido parte del magnífico empedrado que vio
resonar los pasos de los fieles que a su iglesia acudían, que acogió la alegría
de sus gentes en fiestas y romerías, que marcó la senda del último viaje a los
que desde aquí partieron. Recuperarlo es un acierto y completarlo a manera de
plaza algo que habrá que realizar en una segunda fase de adecuación del
entorno.
Conservarlo, cuidarlo y transmitirlo
es nuestra responsabilidad.
… y para que veamos la diferencia, aquí dejo unas imágenes que hablan
por sí solas de lo que se ha hecho con el dinero de todos los navarros. Personalmente
lo considero muy bien invertido.
Vista de la cabecera, orientada al este.
Vista sureste de la iglesia de Santa María de Vesolla.
Vista noroeste. Se puede ver la roca madre sobre la que se asienta la
iglesia.
El maestro Petrus se fija en la
Naturaleza para transmitir el mensaje.
Un atractivo recorrido cultural y paisajístico por parte de “La Ruta
del Maestro Petrus de Guerguitiáin”, visitando Guerguitiáin, Celigueta y
Vesolla.
Recorrido 1: Llegando en coche hasta Induráin lo aparcamos en el
pueblo y seguimos por el camino de la izquierda hacia Vesolla. Volvemos por el
mismo camino. Unos 4km. de ida por buen camino. Total unos 8km.
Recorrido 2: Llegando en coche hasta Induráin lo aparcamos en el
pueblo y seguimos por el camino de la derecha, marcado con la señal de
Guerguitiáin, visitaremos la iglesia de San Martín, donde Petrus dejó su firma.
Unos 3km de distancia. Total unos 6km.
Recorrido 3: Recorrido circular. Después de visitar la iglesia
de Izco con su interesante portada medieval subimos hasta el primer puente que
cruza la autovía y tomando el camino de la izquierda llegaremos a Vesolla.
Después nos llegamos hasta Induráin, donde se visita la Encomienda Sanjuanista.
Después se prosigue hasta Guerguitiáin, donde la firma de Petrus revela el
estilo de este cantero medieval y su escuela. Después de recuperar fuerzas se
prosigue hacia Celigueta donde veremos la torre medieval del señorío, teniendo
en cuenta que es propiedad particular y caminamos hasta llegar de nuevo a Izco.
Total unos 16km.
Recorrido 4: Circular (Siempre que se recupere el camino desde
Celigueta a Vesolla.) Llegando en coche hasta Induráin lo aparcamos en el
pueblo y seguimos el primer recorrido que nos lleva hasta Vesolla. De allí bajamos,
siempre que se recupere el camino, hacia Celigueta y nos llegamos hasta
Guerguitiáin y de allí de nuevo a Induráin. Unos 10km. Se puede hacer también a
la inversa.
Visita de investigación a Vesolla.
Dirigiendo una visita guiada en
Marzo de 2012.
[1] ANGEL
J. MARTÍN DUQUE; Documentación medieval de Leire (siglos IX A XIII);
Documento 140; págs.:201-203. “…et
concedo illis meam uillam que uocatur Bessoila cum ómnibus terminis et
adiacensiis suis, pratis, pascuis, montibus, vallibus, terris et uineis, cultis
et incultis,… Constituo autem ut
ecclesia Sante Marie de Bessoila semper decantetur a propriis clericis ipsius
uille si boni fuerint, sin autem procuret abbas et monachi Sancti Salvatoris
quod melius prouiderint. …”
[2]ARCHIVO DIOCESANO DE
PAMPLONA; Libro de fábrica de Besolla;
Caja 170-3
[3] MIKEL BELASCO; Diccionario
etimológico de los nombres de los pueblos, villas y ciudades de Navarra –
Apellidos navarros; 1999; pg. 424.
[4] SIMEÓN HIDALGO VALENCIA; La
ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin; 2012; pgs.: 30-33 y 74-76.
[5]
Biblia de Jerusalén; Evangelio de San Mateo: 7, 24-25: “Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en
práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la
lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra
aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca.”
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