LAS HUELLAS DE LA VIDA – SADA –
NAVARRA
Por Simeón Hidalgo Valencia
(24-12-2014)
Recibo un whatsapp el día 15 de Diciembre informándome de que han
encontrado en Sada una piedra labrada, resto de lo que pudiera ser la antigua
sacristía, que con las obras de remodelación de la iglesia fue demolida y sus
piedras, talladas o no, sirvieron para construir el tapial de subida hacia la
misma.
La foto que me envía mi amigo y socio fundador de la Asociación Grupo
Valle de Izagaondoa, Javier, resulta ser una clave y por las pintas que adivino
nada más ni nada menos que la clave central de la bóveda.
Como hace buen día y ha salido el sol, quedo con él para ir a ver estas
huellas de la vida anterior que han vuelto a salir a la luz. Aunque habíamos
quedado para las seis de la tarde llego con una hora de adelanto y puedo
contemplar en directo los trabajos que un grupo de vecinos realizan en auzolan
acondicionando la iglesia bajo la batuta de D. Fermín, su joven y dinámico
párroco en estos menesteres
arquitectónicos. ¡Cuánto se puede realizar para la comunidad, civil o
religiosa, recuperando el sistema de auzolan, sin depender siempre de las
famosas subvenciones! Este es un claro ejemplo.
Quien quiera ver lo que en la iglesia de Sada están realizando puede
entrar en https://www.facebook.com/fermin.macias
y ver algunas de las fotos de qué se ha hecho hasta el momento, entre las que
he tomado la siguiente.
Como tengo tiempo me dedico a contemplar el retablo mayor recién
restaurado por la Institución Príncipe de Viana, que luce en todo su esplendor
y a observar, subidos en lo alto del andamio, a los pintores dando una mano de
pintura a la pared norte.
En esas estoy cuando aparece D. Fermín, a quien saludo y comento el
motivo de mi presencia y muy amablemente me acompaña hasta la casa parroquial
donde han recogido las piezas encontradas y, ya que estamos, me enseña alguna
interesante pieza más.
LA CLAVE PRINCIPAL DE LA BÓVEDA:
Esta es la clave que se ha recuperado del tapial con su cara vista
tallada con ramaje que se asemeja a la hoja de la higuera. Vista en su alzado
apreciamos los arranques de sus nervios, de los que se ha recuperado también
alguno.
Siempre es interesante recuperar piezas antiguas, en este caso, posiblemente
correspondientes al siglo XVI y poder retrotraernos al trabajo realizado por
canteros antiguos que emplean técnicas mucho más antiguas aún, que hoy día
siguen vigentes, pero más interesante para mí, que recojo y estudio sus huellas
desde hace muchos años, ha sido poder confirmar, por segunda vez en mi vida,
que las marcas de cantería también se encuentran grabadas en zonas ocultas.
Esta pieza tiene tres de los arranques de los nervios marcados. Es
lógico pensar que las marcas no responden a la tesis de que son la firma del
cantero que esta pieza talló, pues no creo que en ella intervinieran tres
personas diferentes, sino que el cantero siguió los mandatos de su maestro
director y marcó con señales las caras para indicar cómo debían casar las
piezas contiguas. Por cierto que son las
marcas más representadas dentro de las cincuenta que se repiten a lo largo del
tiempo y del espacio y que denomino “marcas comunes o de listado”, según
publiqué. [1]
Pero volvamos al lugar donde esta clave fue reutilizada a la sombra de
la gran torre medieval exenta situada en lo alto de la villa de Sada oteando
vigilante el horizonte, reutilizada a su vez en torre campanario de la iglesia
que a su vera se construyó en época románica, aunque pocos elementos se
conservan testigos de estos orígenes. Entre ellos algunos sillares reutilizados
y marcados con marca de cantería de los que hablé en 2012. [2] Volvamos y veremos que
alguna pieza más descubre su talla formando parte del muro.
Se aprecia muy bien al exterior, pero ahora, una vez recuperada la
clave anterior, se puede comprobar que otra clave secundaria, donde confluían
tres de los nervios de la citada bóveda de la sacristía demolida, espera su
recuperación.
Aprovecho la ocasión para fotografiarla y puedo comprobar que también
esta pieza está marcada, al menos en el lado que ha quedado al descubierto en
este momento y para asegurarme si esta clave secundaria estaba tallada. Como me
comentó Javier la cara vista en su día está plana, sin ningún motivo labrado a
diferencia de la clave central que ya hemos visto.
Marca de la clave secundaria.
UN CAPITEL ROMÁNICO:
Otra huella de la antigua iglesia medieval románica de Sada es este
deteriorado capitel. Por su tamaño pudiera pertenecer a alguna de sus ventanas,
pues para corresponder a la portada parece un poco pequeño. Está adornado en
dos de sus caras con motivos vegetales parecidos a los zarcillos de la vid. Las
caras ocultas son planas dado que no se verían una vez colocado en el lugar a
que estaba destinado.
UNA ESTELA DISCOIDAL:
En este mini almacén de restos recogidos por uno u otro rincón de la
iglesia de Sada también se encuentra una estela discordad, a la que le falta el
pie. Su talla es basta y en una de sus caras se le nota el mal trato recibido
desde que dejó de cumplir su función de indicar un lugar de enterramiento. Presenta
en sus dos caras sendas cruces indicando el carácter cristiano de la persona
que bajo ella yacía.
Las medidas del disco son de 31cm. por 31cm. y el canto del mismo de
11cm.
UNA TEJA ÁRABE CON MENSAJE:
Otra pieza curiosa es esta teja árabe muy bien conservada. Cuando el
barro estaba todavía fresco el artesano de turno escribió la inicial de su
nombre: Pº ¿Pedro?, ¿Pablo? y a
continuación añadió, con muy buena caligrafía, el mote o apodo con el que sería
conocido: “el galan”. Detalle
etnográfico digno de tener en cuenta que, sin duda, hace referencia a las dotes
conquistadoras que el tal Pº tenía en el lugar.
Quizás investigando en los papeles de antiguas tejerías de la zona se
pudiera dar con algún proceso que tenga como protagonista a este personaje.
Sería interesante saber de él y de sus conquistas.
…
UNA SUGERENCIA:
Allí por donde voy veo con frecuencia este tipo de huellas del pasado
que en ocasiones, aunque hayan sido recuperadas, están a veces más en peligro
de desaparecer porque no se las custodia como merecen y muchas veces me he
preguntado: ¿Por qué no se crea con todas ellas un pequeño museo local para
mostrarlas a los visitantes debidamente expuestas?
En el caso de Sada pudiera ser otro hito de su ruta turística a
visitar, como escribí en el artículo “La
ruta turística de Sada” [3], junto a su crucero,
la iglesia, la torre medieval, el caserío con sus claves y dovelas talladas, la
ermita de Santa Lucía, la fuente o aljibe medieval, la bodega y el molino
rehabilitado de Ezprogui . Así, entre todos, se daría más vida a estos lugares
que poco a poco se despueblan y envejecen y se evitaría que caigan en el
olvido.
Es una sugerencia que con el espíritu emprendedor de D. Fermín, el
párroco y el demostrado por los habitantes de Sada se puede hacer realidad y
ofertarlo a la sociedad, pues como digo y mantengo “el patrimonio, sea del tipo o de la época que sea, lo podemos
convertir en uno de los motores que revitalice la vida de nuestros pueblos.”
Al fin y al cabo estas huellas de la vida nos hablan de nuestro pasado
y si sabemos gestionarlas correctamente posibilitarán nuestro futuro.
[1] SIMEÓN
HIDALGO VALENCIA; Canteros románicos por los caminos de Navarra; Tomo
II; 2009: Análisis Comparativo; págs.: 578 y siguientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario