UN ÁNGEL EN LAS ALTURAS
Por Simeón Hidalgo Valencia (10 de Febrero de 2016)
En el valle reside el Criadico, el San Miguel chico, de Septiembre a
Mayo y es el 8 de Mayo de cada año en que este angelito asciende a las alturas
de la Higa de Izaga, llevado a hombros por sus porteadores. Aunque tiene alas
prefiere dejarse llevar entre rezos y cantos de las gentes, que como él viven
en el valle.
Desde Mayo a Septiembre oteará en compañía del Amo, el San Miguel
grande, los 360 grados del horizonte que rodea su morada. La ermita-basílica de
tres naves de San Miguel de Izaga. Más tarde, normalmente en Junio, tendrán las
visitas de los penitentes romeros que suben desde Lónguida, Izagaondoa o
Ibargoiti.
Antes, en otros tiempos, eran multitud los penitentes entunicados de
negro que cargaban con su cruz hasta la ermita, pero eran otros tiempos. Hoy
pocos se atreven ya a cargar con la cruz, aunque creyentes o no, la llevemos
día a día.
Una tradición que se pierde en la noche de los tiempos, posiblemente
continuación de ritos y costumbres que llevaban a los humanos a implorar la
protección de sus dioses antiguos, hacerles ofrendas para aplacar su ira y para
tenerlos a su favor que con la llegada del cristianismo se adapta a la nueva
expresión espiritual.
Hay quien piensa y teme que en algún momento esta tradición se pierda,
no por falta de fe, que también, sino sobre todo por la gran despoblación de
muchos de nuestros pueblos. El envejecimiento y la falta de juventud los desola
y puede hacer que sencillamente llegue un momento en que desaparezca. ¿Será
éste el destino de la romería a San Miguel de Izaga?
El día 21 de Febrero podremos asistir al documental que sobre la
Romería a Izaga se grabó el año pasado. Os aseguro que la emoción que he
sentido al visionar este excelente trabajo producido por “PYRENE P.V.” en
colaboración con el “MUSEO ETNOLÓGICO DE NAVARRA Julio Caro Baroja” se tornó en
inquietud ante la dura realidad expresada sobre su futuro. Por ello bueno sería
hacer entre todos una reflexión, ponernos las pilas para conservar las raíces y
tratar de atajar el problema.
¿Llegará un día en que el Ángel Criadico no suba a las alturas?
¿Llegará un día en que el Amo San Miguel se quede solitario en su
hermosa ermita-basílica, sin la visita anual de las gentes de sus valles?
¿Llegará a perderse la única tradición que une a nuestros pueblos desde
tiempo inmemorial?
¿Se convertirá esta romería en pieza de museo?
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