EL PETRUS MUSEUM – X – VESOLLA
Por Simeón Hidalgo Valencia (04-07-2014)
El maestro Petrus, cantero medieval de finales del siglo XII y
comienzos del XIII, dejó su firma en uno de los capiteles interiores de la
iglesia de San Martín de Guerguitiáin.
Ya saben los asiduos a este blog que es mi intención, y para ello
trabajo en la actualidad, una vez conseguida entre muchos interesados la
restauración de la citada iglesia, dedicar un museo a la memoria de este
personaje que se dio a conocer en este lugar de Izagaondoa.
En algún otro escrito defendía la idea de que el propio ayuntamiento de
Izagaondoa, es decir, los vecinos y vecinas de Izagaondoa, deberían estar
orgullosos de este hecho, pues pocos hay en Navarra de esa época que firmen su
obra, lo que bien le merece el reconocimiento y tal vez el título de hijo
predilecto del Valle de Izagaondoa, pues su obra, aunque popular y sencilla, se
extiende por otros lugares de Navarra.
Personalmente abogo y promuevo este reconocimiento y he emprendido la
empresa de realizar un museo dedicado a dar a conocer el conjunto de su obra,
después de escribir el libro “La ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin”.
El nombre de PETRUS MUSEUM hay que entenderlo desde la doble vertiente
de PETRUS en cuanto nombre de persona: en este caso el cantero medieval Petrus
y en segundo lugar en cuanto su significado: piedra.
Petrus – Piedra para mostrar.
Por una parte la obra de este personaje medieval. Por otra, las piezas
etnográficas en piedra que los vecinos y vecinas de Izagaondoa y la comarca
quieran aportar.
Estos dos conceptos se unen en los capiteles que se están
reproduciendo. Ya conocen mis lectores nueve de ellos. Hoy presento el décimo.
“Una vez más en un poco espacio de piedra se
labran varios motivos como en Guerguitián. Cada uno de esos motivos forma parte
del todo que el maestro Petrus quiere transmitir y que en una segunda fase
interpretativa habrá que tratar de acercarse a su lectura correcta para dar con
el mensaje que aquí se plasma. Son al menos siete los símbolos que emplea.
Los
conocidos zarcillos de la vid aparecen tanto en el lado izquierdo como en la
frontal del capitel. Las bolas o casquetes de esfera están por tres veces, al
igual que el ave rapaz, cuya silueta recuerda a un halcón.
La parte inferior del capitel está surcada
por un elemento de gran simbología como es el puente. Se aprecian con toda
claridad al menos nueve ojos de medio
punto.
En la parte superior del capitel ha colocado
una greca ondulada visible sobre todo en la cara frontal.
En el encuentro de la cara izquierda con la
frontal ha tallado un elemento nuevo, difícil de identificar, que se asemeja a
una gota de agua repetida de manera concéntrica por tres veces, como si se
hiciera más grande a medida que cae.
El séptimo elemento se halla en el encuentro
de la cara derecha con la frontal. Allí ha representado a una persona. Su
expresiva cabeza sobresale sobre su diminuto cuerpo. Aparece con túnica talar
que deja ver sus pies. Lo que llama la atención de este personaje es que
aparece mutilado, sin brazos. “
¿Cómo interpretarlos? ¿Cómo descifrar el
mensaje que tanto símbolo junto nos quiere comunicar?
Personalmente lo interpreto o leo de la
manera siguiente:
“En este capitel ya conocemos el simbolismo
de los zarcillos de la vid y de los casquetes esféricos o bolas. Jesús y su
cuerpo en figura de pan. También está
presente la figura humana, curiosamente como amortajada, sin brazos. Su gran
cabeza cubierta y la expresión de sus ojos redondos y abiertos miran fijamente
hacia ninguna parte. Parece representar a una persona muerta. Esta persona
ocupa el encuentro de las caras central y derecha del capitel. El maestro
cantero ha grabado a su derecha un ave rapaz que por su silueta recuerda a un
halcón y por encima del halcón dos hogazas de pan. La figura del halcón nos remonta a las creencias
egipcias en las que a la vez que simboliza el alma de la persona, se le
identifica como divinidad solar siendo el símbolo de la luz y el que marca el
proceso de la muerte y la resurrección. Se asume de nuevo una tradición antigua
para expresar el hecho de la muerte y la esperanza de la resurrección en la
vida de los creyentes.
En la parte inferior del capitel se ha
representado un puente de arcos de medio punto que lo recorre de extremo a
extremo. En el otro extremo del capitel
se representan de nuevo los zarcillos de la vid como punto de llegada y en el
encuentro de las caras central e
izquierda del capitel se ha labrado, como dijimos en su momento, un detalle
difícil de identificar que podría simbolizar a la vida nueva en forma de gotas
de agua. El centro del capitel lo ocupa otra vez la representación de los
pámpanos de la vid escoltados simétricamente por un par de halcones que, a
manera de los pájaros carpinteros del capitel exterior derecho de la portada,
parecen indicarnos en dónde han de obtener el alimento y la vida las personas
cristianas. La vid, el vino y la sangre están presentes junto al pan y la
carne.
¿Qué comunica este capitel?
Parece comunicarnos que la persona cristiana
ha de realizar un cambio a lo largo de su existencia, que le lleve de la muerte
a la vida. Las fuerzas para realizar el recorrido de una orilla a otra, a
través del puente de su existencia, las obtendrá alimentándose con el cuerpo y
la sangre de Jesús. Es decir, llevando a la práctica las enseñanzas de Jesús.”
El décimo capitel ya está en los anaqueles
preparado para exponerlo. Si todo va bien será la Casa Zandueta, de Lizarraga
de Izagaondoa, donde se habilite el PETRUS MUSEUM.
Se van dando pasos. Ojala cada vez haya más
vecinos y vecinas entusiasmados en este proyecto que, sin duda, dará que hablar
y que como la Exposición Etnográfica que montamos en Iriso, se llevará a cabo
con la colaboración de todo aquel que quiera participar. ¡Ah! Y aunque no sea
del valle será bienvenido.
¿Te apuntas a colaborar?
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