viernes, 2 de febrero de 2018

EL POSIBLE ORIGEN ASTRAL DE ALGUNAS MARCAS DE CANTERÍA - I

EL POSIBLE ORIGEN ASTRAL DE ALGUNAS MARCAS DE CANTERÍA - I


Por Simeón Hidalgo Valencia ( 02 de febrero de 2018)


Cuando en el año 2009 publiqué el libro “Canteros románicos por los caminos de Navarra” Tomo I y II (I.S.B.N. 978-84-613-3555-8), fruto de muchos años de investigación, juzgué conveniente e importante hacer un estudio comparativo de las 1489 marcas de cantería diferentes que recogía en los más de 60 edificios medievales estudiados donde encontré algún sillar grabado, correspondientes a los siglos XI, XII y comienzos del XIII.

Al poner en relación las marcas de cantería catalogadas en cada uno de ellos pude comprobar que de estas 1489 marcas diferentes estudiadas se repetían,  al menos en dos de estas construcciones, un total de 125 marcas, lo que supone un reducido 8,4%. Al ampliar el estudio con edificios medievales fuera de la geografía actual navarra esta cifra se reducía a un total de 51 marcas, un 3,42%. Es decir, que de las 1489 marcas diferentes hay una cincuentena, en cifra redonda, que son marcas comunes que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio y que no parecen pertenecer a “la firma” de un cantero concreto  o a una familia determinada de canteros.

Este hecho, me dio pie a defender la tesis de que hay un grupito de marcas de cantería o signos gliptográficos comunes que parecen responder a la existencia de listados de marcas o signos de hechura relativamente simple y sencilla que parece estar en la base genética de los humanos y que no confirman la tesis tradicional de que a cada cantero le correspondía una diferente marca, pues tanto en edificios contemporáneos en su construcción como en construcciones alejadas siglos en el tiempo, se repiten.

Decía a este respecto en la publicación citada:
“Es interesante observar cómo varias de las marcas que aparecen en este listado responden a grafías que se repiten a lo largo de los siglos. Parecen pertenecer al inconsciente colectivo de las personas. Cruces, ángulos, triángulos, cuadrados, rectángulos, rombos, círculos, (estos cuatro últimos con su centro, radios, diagonales o cruces inscritas), estrellas, flechas,… Signos que cualquiera de nosotros dibuja inconscientemente mientras seguimos distraídos una conversación, asistimos a una reunión o hablamos por teléfono, por ejemplo.

Observemos el siguiente conjunto de dibujos realizados en esta ficha.

Vemos la cruz, la marca más reproducida de nuestro estudio. El círculo con la cruz inscrita en su interior, recogido como marca de cantero en Santa María La Real de Sangüesa, en los monasterios de La Oliva y de Fitero y en la entrada al claustro de San Pedro de Olite.  El rectángulo con la cruz en su interior o el lazo o runa “Deag” que ocupa la quinta posición entre las marcas recogidas en este estudio, apareciendo en 38 de los 102 edificios analizados.
Pues bien, estos dibujos están realizados por Nerea, la hija de una amiga. Tenía en su momento 10 años y los dibujó cuando mantenía una conversación telefónica con una amiga suya del colegio. Yo estaba presente y al observar que estaba dibujando inconscientemente sobre el taco de hojas que había para anotar los avisos, cuando terminó la conversación le pedí que me enseñara lo que había dibujado y enseguida relacioné estos dibujos con marcas de cantería, pues ya había empezado a recopilarlas para este trabajo. De esto hace al menos diez años, allá por 1999. Le pedí que me lo diera y desde entonces lo he conservado hasta este momento en que lo doy a conocer. Por supuesto la niña ni sabía, ni había oído hablar de los canteros y sus marcas.”


Si lo anterior me sucedió en 1999, ahora en el 2018, casi 20 años después, he vuelto a tener una experiencia similar con mi vecina Amaia, quien al darme las gracias por el artículo que sobre ella escribí en mi blog lo hizo con este dibujo.

Amaia tiene 12 años y me comentó que no sabía nada de las marcas que los canteros grababan a veces en las piedras cuando le dije que había dibujado signos como hacían los canteros.

Si nos fijamos en las tres solapas (las dos verdes y la azul) veremos que la mayoría de los dibujitos representados aparecen en el catálogo de marcas de cantería y más de uno las habremos recogido en nuestros estudios respectivos. El símbolo de Aries, un zarcillo de la vid o báculo, espirales, puntas de flecha o lanzas se pueden ver con facilidad.
Para mí es otra prueba más de que son signos que pertenecen a las raíces profundas del ser humano y por ello los podemos observar en cualquier latitud de la Tierra, en cada una de las culturas existentes y a lo largo del tiempo como expresiones básicas de la humanidad.

Con este convencimiento me he preguntado a menudo sobre el posible origen de estos signos que forman parte del acervo cultural colectivo inconsciente de la humanidad, pues pienso que esta cincuentena de marcas, que se repiten en muchos edificios, repito, a lo largo y ancho de la Geografía y de la Historia, pudiera transcender  una simple firma y convertirse en símbolo y lectura  gráfica del devenir astral del  sol y la Tierra, así como la representación en piedra de signos zodiacales y constelaciones básicas en la historia de la humanidad.

Veo un ejemplo claro de esto último en el Palacio de Olite, levantado en los comienzos del siglo XV por el rey Carlos III.




Esta marca está grabada en el intradós de una de las dovelas de la puerta ojival, por donde los turistas comienzan la visita al palacio, una vez recorrido el patio de entrada. Me llamó la atención cuando la vi, pues tenía cierto parecido con alguna recogida en las iglesias sangüesinas de Santa María y de Santiago, así como en la zona de la cripta románica de Gallipienzo, realizadas en los siglos XII-XIII. Al compararlas, la diferencia salta a la vista ya que en la de Olite se cierra en las puntos más cercanos del centro.




                                                                  
Sangüesa.


Gallipienzo.  

Hay que señalar que esta marca aparece por varias zonas del palacio, tanto en sillares rectos como aplantillados correspondientes a dinteles, jambas de puertas, peldaños de escalera de caracol o sillares de escalera de caracol y que es la segunda marca que más veces he recogido en el palacio, llegando a un total de 40 apariciones distribuidas de la manera siguiente: en la portada mencionada está 2 veces, pero además se ha recogido también otras 2 veces en la puerta del fondo de esta planta, así como otra más en la puerta de acceso a la Sala de los Arcos y en la que da acceso a la Gran Torre que es donde más veces aparece. En total 17 veces. También en la escalera de caracol que actualmente sirve para la bajada de los turistas está por 5 veces. En la Cámara de la Reina se ha visto 4 veces (una de ellas grabada en el mismo sillar junto a unas circunferencias concéntricas) y en el Tocador de la Reina otras 2. En la Torre del Portal de Fenero también 2 y en la Torre de las Tres Coronas  6.

Quiero recalcar lo de que es la segunda marca que he recogido por más veces y pienso que no es por casualidad, pues si observamos su forma al girar la marca nos llevaremos una grata sorpresa, como me la llevé cuando escribí sobre lo que las ballestas del Palacio de Olite realmente son.[1]


¿Quién diría que esta marca corresponde al dibujo de una de las constelaciones que más sugiere a los humanos?

Aparentemente, a simple vista, la primera imagen es una nueva marca de cantería y no nos dice nada, pero volteemos horizontalmente o mirémosla en visión especular y obtendremos la imagen central y quizás alguien que conozca las constelaciones empiece a barruntar algo y mire en noche estrellada al cielo e identifique el esquema de una constelación en la imagen tercera. De una marca de cantería nueva hemos pasado a la imagen reproducida en el Palacio de Olite de una constelación de estrellas. ¿Casualidad? No lo creo, pues su reproducción es prácticamente perfecta, al igual que en Sangüesa y Gallipienzo. El o los canteros que grabaron esta marca en los, al menos, cuarenta sillares en los que la he recogido en el Palacio de Olite, no estaban colocando su firma para así cobrar un sueldo por su trabajo, sino más bien pienso que se hacían transmisores de unos conocimientos antiguos que se remontan a la época de las pirámides de Giza, reflejo en la Tierra de lo que en el Cielo hay, lo cual abre nuevos interrogantes.  

Resolvamos la cuestión e identifiquemos la constelación que aparece reflejada en esta aparente marca de cantería del Palacio de Olite. Para ello miremos al cielo.


En el centro de esta imagen podemos ver claramente a la constelación de Orión con su famoso cinturón formado por las tres estrellas, cuyo reflejo en la Tierra, en forma de pirámides, está desde hace miles de años interrogando a los estudiosos.

¿Qué hay en esa constelación y más en concreto en el “Cinturón de Orión” para que también los constructores del siglo XV la reflejaran en su trabajo bajo la apariencia de marca de cantería?

Ésta no es una marca común, como catalogaba a las cincuenta que recojo en mi investigación, que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio, aunque con pequeñas diferencias la podemos asimilar con las indicadas en Sangüesa y Gallipienzo, pero con tanta similitud, tanta que parece un calco, sólo la he encontrado hasta el momento en el Palacio de Olite.

¿Qué pasará con esas marcas comunes? ¿Cuál es su posible origen? ¿De dónde procede su grafía?

Lo empezaremos a desvelar en el próximo capítulo.

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