lunes, 13 de junio de 2016

LA ESPADAÑA DE SANTA FE DE URRAÚL ALTO - NAVARRA

LA ESPADAÑA DE SANTA FE DE URRAÚL ALTO – NAVARRA

Por Simeón Hidalgo Valencia (13 de Junio de 2016)



He vuelto a la paz del monasterio de Santa Fe en esta tarde de domingo, 12 de Junio de 2016. Esta vez acompañado por Marta, mi compañera de la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa y Vocal de la Junta Directiva, ya que no lo conocía.

De monasterio medieval ha pasado a ser Hospedería donde los turistas pueden gozar de la paz en contacto con una naturaleza silenciosa llena de encanto, como lo tiene todo el conjunto arquitectónico, con su iglesia protogótica del siglo XIII, su hórreo del XV, su claustro del XVII, su pozo en medio del claustro, las dependencias adaptadas para los visitantes, su antigua cocina, etc., etc.[1]

Cuando llegamos está a punto de irse el matrimonio que regenta la Hospedería, ya que han tomado unas vacaciones, y después de los saludos y presentaciones nos confían la llave de la iglesia para que Marta la pueda ver por su interior.

-Muchas gracias por vuestra confianza y que todo os vaya bien, les digo y quedamos como señores del lugar.

El hórreo es la primera atracción que nos recuerda el quehacer diario de los monjes dedicados a la oración y al trabajo. Lugar en alto sostenido por doce pilares diseñados para evitar que los roedores pudieran penetrar en el recinto y diezmaran la cosecha y los frutos allí guardados.

Marta me fotografía a mí.

Yo fotografío a Marta.

…y ambos posamos delante del hórreo de Santa Fe.

Después recorremos el claustro y las muestras de admiración se hacen patentes. Sorpresa tras sorpresa.

-¡Qué empedrado tan bonito tiene! ¡Y estos dibujos en el suelo!, dice Marta.
-¿Has visto algún claustro que tenga asiento corrido como éste?, pregunto yo.
-No, ninguno.
-¿Para qué serviría en este caso?, pregunto

…y le informo de que según yo lo veo no son simples dibujos esmeradamente realizados, sino “mandalas” colocadas en el suelo, para que los monjes antiguamente y los visitantes actuales también, sentados en el banco, dediquen un tiempo a la reposada meditación.

Recorremos una a una las diez existentes, todas ellas diferentes, y nos detenemos comentándolas. Como ya escribí sobre este capítulo de Santa Fe aquí os dejo la referencia a pie de página con la recomendación de que si os acercáis por este antiguo monasterio, hoy hospedería, dediquéis un poco de vuestro tiempo a la meditación. Merece la pena y os sentiréis como nuevos.[2]  

Dada la vuelta al claustro llegamos a la entrada este de la iglesia y de nuevo la sencilla pero hermosa portada gótica deja absorta a mi acompañante con sus pequeños detalles esculpidos con rey y reina y personita en oración, pero a mí más me llama la atención unos papeles que han colocado en la pila benditera situada a la derecha de la entrada.

Tomo uno. Lo leo y me llevo una gran alegría. Hay un grupo de personas que busca potenciar y salvar este patrimonio del Valle de Urraúl Alto y recuerdo la charla que en el 10 de agosto de 2013 impartí sobre “EL PATRIMONIO COMO MOTOR DE DESARROLLO DE URRAÚL ALTO”, en el que ponía ante los ojos de los vecinos que asistieron lo mucho y bueno que tienen y les animaba a darlo a conocer para que este valle, como el resto de valles colindantes, tocados por la enfermedad del envejecimiento y de la despoblación puedan seguir adelante. Al final de la misma, como conclusión, les decía lo siguiente:



Como he comentado al principio, potenciar el crecimiento, facilitar el conocimiento y transmitir la herencia patrimonial que han recibido a las nuevas generaciones que den nueva vida a Urraúl Alto depende de Vds.
¿Están dispuestos, en la medida que cada cual pueda, a trabajar en esta tarea?
¿Están dispuestos a que sus pueblos no desaparezcan progresivamente?
¿Están dispuestos a animar y educar a sus niños y jóvenes en el amor a su valle?
¿Se resignan, como me decía una vecina, a que sus pueblos queridos terminen ocupados por gentes de fuera?
¿Han pensado, desde el lado positivo, considerar estos despoblados como un recurso de Urraúl Alto para impulsar nuevas iniciativas de repoblación humana?
¿Están dispuestos a contar y trabajar unidos a otros valles que padecen la misma enfermedad?
… y más interrogantes que podríamos hacer.
Sólo decirles que el movimiento se demuestra andando y que les deseo de todo corazón sepan unirse para sacar partido a los recursos que tienen, porque en esta tarea todos somos necesarios, pues por encima de ideas, partidos e intereses particulares está la pervivencia de Urraúl Alto.
Muchas gracias.

Mi enhorabuena por esta iniciativa y mi apoyo a la misma. Algo se mueve para dar a Santa Fe nueva vida. Ojala haya respuesta comunal. 

Visitada la iglesia, ya un poco rendido me siento a echar una cabezadita apoyado en la fuente bajo la sombra de un árbol. Perder por segundos la consciencia me despeja la mente y cuando despierto sigo contemplando la arquitectura de la iglesia y descubro algo que hasta el momento no había reparado en ello. ¡Siempre se aprende algo en cada visita!

¿Qué es lo que me llamó la atención?

Ni más ni menos que la torre de la iglesia. Al contemplarla desde su lado norte descubro y reparo en una línea vertical que me indica que primitivamente esta iglesia no tuvo tal torre, sino una gran espadaña para las campanas.

De nuevo le pongo a prueba a Marta a ver si repara en lo que yo acabo de descubrir. Al final, con cierta ayuda, ve la línea divisoria que delimita la antigua espadaña del añadido posterior que cerraba el espacio por el norte, este y sur y que conformó lo que actualmente vemos hoy. Cuando esta iglesia se construyó no tenía torre, sino una hermosa espadaña con sus vanos para las campanas.

Me levanto y voy a comprobar en su lado sur si también se distingue la separación. También coincide.

A veces el conjunto nos ciega por su armonía, su magnificencia o su esplendor y su grandiosidad nos impide analizar las partes y distinguir paso a paso la misma historia del edificio que admiramos y cómo se ha ido adaptando a las necesidades de sus moradores. Hoy he descubierto algo más. Sé más de la arquitectura de la iglesia de Santa Fe. 

Vista norte de la torre levantada sobre el tramo occidental. 

Sé que como en la iglesia-cementerio de Zabalza, también del mismo valle, la iglesia de Santa Fe lucía una hermosa y esbelta espadaña originalmente. Al menos eso deduzco al contemplar sus sillares.

Espadaña medieval de la iglesia-cementerio de Zabalza.

Esto es lo que he aprendido hoy al visitar por enésima vez este lugar apartado y silencioso, pacífico pero bullicioso a la vez, cuando las gentes de Urraúl Alto vienen a celebrar acontecimientos del valle en la mejor joya patrimonial que poseen: Santa Fe.





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