MARCAS
DE CANTERÍA EN EL PALACIO REAL DE PAMPLONA.
Por
Simeón Hidalgo Valencia (26 de Diciembre de 2016)
El
Palacio Real de Pamplona, construido a finales del siglo XII en el extremo
noroccidental del burgo de la Navarrería por el rey Sancho VI, el Sabio, fue en
su origen sede real y administrativa del reino de Navarra. Hoy, después de más
de 800 años se ha convertido en la sede del Archivo Real y General de Navarra.
Para
conocer la historia de este emblemático edificio, que ha ido ligada a la de la
propia Navarra, fuera como Reino, Provincia o Comunidad Foral, es interesante
consultar el libro “El Palacio Real de
Pamplona”, editado por el Gobierno de Navarra con ocasión de la última
rehabilitación llevada a cabo bajo la dirección del arquitecto navarro
originario de Tudela D. José Rafael Moneo Vallés.[1]
Personalmente
me centraré en lo que es objeto de mis estudios, desde hace ya algunas décadas,
como son las marcas de cantería en las construcciones medievales, que en parte he dado a conocer en la obra “Canteros románicos por los caminos de
Navarra”. Tomo I y II y en artículos sobre el tema publicados en mi blog o
en grupos de estudio en Facebook sobre esta materia. Tal es el caso de la
publicación de 2013 “Las marcas de
cantería en San Zoilo de Cáseda”.[2]
Sigo
para ello la metodología que he adoptado en anteriores trabajos: identificar,
reproducir por medio del calco, fotografiar, contabilizar y situarlas en cada parte
del edificio concreto, dentro de la labor previa del trabajo de campo.
Posteriormente, en tareas de despacho, se prepararán para el escaneo, el
análisis comparativo y redacción definitiva, sacando las oportunas
conclusiones.
Pues
bien, en lo que al Palacio Real de Pamplona se refiere, pocas marcas he
encontrado en los lienzos originales del siglo XII que la profunda reforma
realizada ha dejado a la vista. En total he encontrado diez, dos de las cuales
se localizan en la torre y las demás en el exterior del muro que da a la galería
del patio en el ala oeste del palacio.
Más
aparecen en la reforma de 1539-41 en la que se remodeló el Patio de Armas y se
levantaron pilares de piedra para sostener la galería de la planta superior. En
los once pilares que se han conservado hay marcas de cantería que entran ya en época renacentista.
Veamos
gráficamente las zonas en que se han localizado las marcas en el plano tomado
del citado libro “El Palacio Real de
Pamplona”.
I* MARCAS EN LOS RESTOS
DEL PALACIO ORIGINAL.
Revisados los sillares
del Palacio Real de Pamplona que quedan a la vista, tengo que hacer notar que
en la Sala abovedada subterránea, que se conserva prácticamente en su estado
original, no he encontrado ninguna marca. Tampoco en el exterior del muro norte
que mira al patio de armas. Sólo en el exterior del muro oeste que da al mismo
patio las hay, así como en el nivel de la torre situada en el encuentro de las
dos alas palaciegas, que hace hoy de zona de paso hacia la Sala de
Investigación.
Marcas en la torre:
La torre de este
palacio real está situada en la esquina del encuentro de las dos alas que
formaban el mismo. Sus medidas exteriores e interiores responden a las
habituales en este tipo de construcciones y según los autores del libro citado se
levantó al mismo tiempo que el resto del palacio. No se ven estructuras
claramente defensivas, saeteras por ejemplo, como sería lo normal, aunque la
puerta en altura, al norte, que coincide con el nivel del patio de armas, es
algo básico en otras torres de vigía y de defensa que conozco.
Nº 1:
Es en la estructura de
esta puerta, en su lado izquierdo asomándonos al río Arga, donde se localiza el
primer sillar con lo que pudiera haber sido inicialmente una marca de cantería
a la que posteriormente se añadieron otros elementos. Al ver ahora el conjunto pudiéramos pensar que es una pequeña
colección de grafitis. Da la casualidad que el sillar en que se encuentran estos
grabados es de roca arenisca fácil de trabajarla frente al resto de sillares
que son de piedra caliza, denominada en esta zona como “piedra de Ezkaba”,
mucho más dura y resistente para su labra. Veamos el conjunto de estos grabados
que ocupan 38cm de anchura por 22cm de altura.
Conjunto
de grabados. Grafiti.
Observando el trabajo
realizado en este sillar me atrevo a
distinguir en él lo que sería la marca original, -realizada por el cantero en
el momento de la labra de la piedra, fuera para este edificio real, fuera
procedente de otro lugar y reutilizada aquí por el simbolismo de su marca-, y
los grabados posteriores.
Fig: 311 [3]
La estrella de cinco
puntas es una de las marcas comunes que se repiten a lo largo del tiempo y del
espacio. Ocupa el puesto nº 12 entre los
cincuenta signos más repetidos en mis estudios. Tiene unas medidas de
7cm de ancho por 8cm de alto y está realizada a mano alzada.
En Navarra está
presente en Nuestra Sra. del Campo en Navascués donde sobre la punta superior
se refuerza su fuerte simbolismo con el trazado de una cruz. Es la única marca
de este edificio y está localizada en las jambas de ventana. Igualmente aparece
en la iglesia de la Purísima Concepción o de Santa María de Arce, en el valle
de Arce. También aquí en jambas de ventana. Sin embargo en los monasterios de
La Oliva, Fitero, Iratxe e Iranzu se reproduce con frecuencia en distintas
dependencias. La he recogido también en las iglesias de San Miguel y de Santa
María Jus del Castillo en Estella, en la del Santo Cristo de Catalain en
Garinoain, en la de la Asunción de Leatxe, en la de San Salvador de Carcastillo, en la ermita de Santa María Magdalena en Mués, así como en la
de San Zoilo de Cáseda o en el Palacio de Olite.
A lo largo del Camino
de Santiago se ha catalogado este tipo de estrella en 16 edificios, sea en
Aragón, La Rioja, Burgos, Palencia, León y Galicia, pero nos quedaríamos cortos
si se estudiara su presencia en el resto de la península Ibérica, en Europa o
en culturas antiguas.
Por el lugar donde se
ha labrado, en la puerta de acceso a la torre desde el exterior, podemos estar,
-como en otros lugares, Navascués, Arce o San Zoilo de Cáseda por ejemplo-,
ante un símbolo de protección ante los males que puedan acechar desde el
exterior, más que ante la firma de un cantero determinado. Este tipo de
estrella tiene un simbolismo claramente positivo que habla de vida frente a la
muerte que trata de destruirla, representada por la estrella de cinco puntas
invertida que nos habla de fuerzas oscuras, malignas y muerte. Esta
interpretación se ve muy clara en el sarcófago medieval expuesto en la sala del
románico en la exposición Occidens en el Museo Diocesano de Pamplona, de cuyo
simbolismo escribí un artículo en mi blog titulado “El sepulcro y su mensaje”.[4]
Este podría ser el
mensaje inicial que este sillar recogía, pero que fue perturbado por añadidos
posteriores, aunque la presencia de una pequeña Tau vendría a potenciar su
carácter positivo de protección.
Grafitis
reproducidos.
Del resto de grafitis
cabe destacar, por su diseño y por su repetición, los mostrados arriba. Este
tipo de grabados es la primera vez que los recojo. A primera vista podíamos ver
en ellos la planta de una fortaleza, castillo o palacio cuadrangular defendida
por sendas torres en cada una de sus esquinas. Sus medidas son las siguientes:
el primero 12,5cm de ancho por 18cm de alto; el segundo 9cm de ancho por 8cm de
alto; el tercero unos 5cm de ancho por casi 6cm de alto. Medidas tomadas en sus
distancias máximas. Su trazado está realizado a mano alzada.
Estos dibujos también
pudieran responder a algún tipo de juego antiguo, aunque me inclino más a favor
de la primera idea.
Nº 2:
La segunda marca de la
torre del antiguo Palacio Real es una ese. Está muy bien perfilada y trabajada
incisa en el sillar. Mide unos 14,5cm de alto por 10,5cm en su parte más ancha.
Está grabada en un
sillar de la parte izquierda del hueco de una ventana que da al oeste, según
miramos.
Como la marca de la
estrella anterior, también la S es muy frecuente verla grabada en sillares. En
concreto este modelo, pues hay varios diferentes que se repiten como el actual
a lo largo del tiempo y del espacio, ocupa el puesto 23 entre los cincuenta
signos más repetidos.
En Navarra la he
encontrado en los monasterios de Leire, de Iratxe y de La Oliva, así como en
las iglesias de Santiago en Sangüesa, Santa María de Aibar, San Pedro de la Rúa
en Estella, San Andrés en Villamayor de Monjardín, Santo Cristo de Catalain de
Garinoain y en la Sanjuanista de Cizur Menor.
Fuera de Navarra la he
recogido también en el monasterio de Veruela, en el castillo de Loarre, en el
monasterio de San Juan de Ortega en Burgos, en la catedral de Astorga en León y
en el monasterio de Carracedo, también en León.
Nº 3:
En el primer sillar de
la jamba izquierda, según miramos, bajo la ménsula que sostiene el tímpano plano
de la portada, que en la actualidad da acceso al Salón de Actos, se encuentran
grabadas tres marcas. Una ese en su giro especular, una línea inclinada que
tiende a la horizontalidad y una especie de tridente que corresponde a la
epigrafía hispánica.
Las tres marcas tienen
entidad propia por separado pues se han encontrado también grabadas en sillares
de otras construcciones. Así la ese especular se ha recogido en los monasterios
de Leire, Iratxe y Fitero; en las iglesias de Santiago en Sangüesa, Santa María
de Aibar, Santo Sepulcro en Estella, Eunate, Santo Cristo de Catalain y en la
de San Pedro de Olite y en su Palacio, dentro de Navarra. En otros lugares
también se ha catalogado en los monasterios de San Zoilo de Palencia y en el
Carracedo en León, además de en la catedral de Santo Domingo de la Calzada.
Esta marca ocupa el puesto 35 entre las más repetidas a lo largo del tiempo y
del espacio y en mi catálogo aparece como la fig. 152.
Está presente también
en los pilares del siglo XVI que dan al antiguo patio de armas.
La línea, sea vertical,
horizontal o inclinada, también es una marca que aparece en algunos edificios navarros y está
catalogada como la Fig. 16. Se ha encontrado en los monasterios de La Oliva y
Tulebras, en la colegiata de Roncesvalles, en las iglesias de Santa María de
Zamarce en Huarte Araquil, la de la Purificación de Labiano, Santa María Jus
del Castillo de Estella, Eunate, San Bartolomé en Aguilar de Codés, Santo
Cristo de Catalain en Garinoain, La Purificación de Gazólaz, en la de Santiago
de Puente la Reina y también en el Palacio de Olite.
Es una marca que se
repetirá varias veces en los sillares correspondientes al mismo edificio que
analizo, pero en una fase de obra posterior correspondiente al siglo XVI.
La tercera marca, el
tridente. Con esta grafía sólo la he encontrado aquí, aunque pudiera asimilarse
a la marca de la oca o a la runa de la vida, lo que daría sentido a su
presencia en la jamba de una puerta, como signo positivo de vida y protección.
Así aparece también en el capitel correspondiente a las mujeres en la portada
de la iglesia de Guerguitiain, también en la parte izquierda según miramos
desde el exterior, obra del maestro Petrus, como demuestra la firma del cantero,
que escribió “Petrus me fecit” en el
interior de la iglesia de San Martín.
Con otra grafía también
la veremos en los pilares del siglo XVI.
Nº 4:
En el lienzo de pared
señalado con el nº 4 se han recogido tres marcas distintas. Dos tipos de cruz y una en forma de ese.
Fig. 20
Este tipo de cruz, la
más sencilla, aparece a lo largo del tiempo y del espacio en muchos lugares. De
hecho es la marca que ocupa la primera posición en el listado de marcas más
repetidas que publiqué en “Canteros románicos
por los caminos de Navarra”.
Fig.130
El modelo de cruz griega
potenzada se ha encontrado una vez. También se ha visto representado en el
monasterio de La Oliva.
Fig. 151
Esta marca, de serlo,
si no es algo natural de la piedra, pudiera representar una ese. El único
modelo parecido que he encontrado en otro edificio está en la iglesia de San
Juan Bautista de Aberin.
Nº 5
El último sillar que
contiene marca se sitúa en el contrafuerte situado en frente de la actual
puerta de cristal que da acceso a la galería porticada acristalada.
Fig. 1199
La letra P es una de
las marcas que con más frecuencia aparece grabada en lo que he estudiado. Como
la A, son abundantes los modelos con que se representa, estando muy presente en
los monasterios de La Oliva y en el de Fitero. Es en este último donde se ha
encontrado una marca con la misma grafía que la que ahora se muestra del
Palacio Real de Pamplona. Esta marca es de gran tamaño. Mide 14,2cm de alto por
7,5cm de ancho. Se encuentra en un sillar de la hilada sexta.
Este modelo de A, que
se encuentra una hilada más arriba que la P anterior, es único en su género. No
se ha encontrado en ningún otro lugar. Aparece grabada en esta posición y sus
medidas son: 9cm de alto por 7,5 de ancho.
Hasta aquí las marcas
correspondientes al Palacio Real de Pamplona que pudieran corresponder al
momento de su construcción. Como se ve casi la totalidad de las mismas están
presentes en otras construcciones contemporáneas y posteriores.
II* MARCAS EN LOS
PILARES DE SUSTENTACIÓN - SIGLO XVI.
Cuando el Reino de
Navarra es conquistado por Castilla, este Palacio Real de Pamplona acoge la
sede del Virrey. Se acondicionó y los soportes de madera que sostenían la
galería superior fueron sustituidos por pilares realizados con sillares de
piedra. La última reforma mantuvo en pie a once de ellos, enumerados para este estudio
del 1 al 11 como se ve en la fotografía. En todos ellos se han encontrado
marcas. Por lo general son marcas de pequeño tamaño, salvo un par de ellas. Los
sillares marcados son 52 y el cómputo de las marcas grabadas en ellos ascienden
a 56, dado que en un sillar hay tres signos distintos y en otros dos aparecen
dos marcas. Aunque estamos en 1539-41 la mayoría ya aparecen en sillares del
siglo XII y siguientes.
*PILAR Nº 1:
Se han recogido tres
marcas en total. En un sillar de la hilada 1ª, una y dos en sendos sillares de
la hilada 4ª.
Fig. 20
La cruz es el símbolo
grabado en uno de los sillares de la hilada 4ª. Está presente también en los
pilares: 2º, dos veces; 3º, una; 4º, tres; 8º, una; 9º, una. Hace un total de
nueve, siendo la marca que más veces se repite.
La escuadra aparece en
la hilada 1ª con este giro, igual que en el 2º y 10º, lo que suma tres
apariciones en total.
Pero la misma marca
aparece con otros giros como se verá en su momento.
La escuadra, en sus
diferentes posiciones, aparece a lo largo del tiempo y del espacio. Ocupa el
segundo lugar en el listado de las 50 marcas más repetidas. Por citar algunos
lugares en que la he encontrado citaré los monasterios de Iratxe, La Oliva,
Fitero, Tulebras, la catedral de Tudela, las iglesias de Santa María de Uxue,
Santa María de Zamarce, Santa María de Aibar,… y así hasta un total de 52
edificios.
La línea se ha visto
anteriormente al hablar del sillar con tres marcas. Ahora aparece en posición
vertical en la hilada 4ª. También está en el pilar 3º en uno de los sillares de
su hilada 6ª. En el pilar 6º aparecerá en posición horizontal.
La línea es la marca
más simple que da origen a formas sencillas como la escuadra y la cruz vistos
en este primer pilar, pero también a otras figuras que aparecen en los primeros
puestos de mi listado como son: el aspa, el ángulo agudo, la tau, el
triángulo,… que también están presentes en algunos de los pilares.
*PILAR Nº 2:
Marcas ya vistas:
Marca nueva:
Con este giro la
escuadra está presente una vez. Es la posición más repetida con un total de
seis apariciones, pues pertenece también a los pilares: 3º, una vez; 4º, dos
veces; 6º, una y 7º, una.
*Pilar Nº 3:
Marcas ya vistas:
*PILAR Nº 4:
Marcas ya vistas:
Marca nueva:
En un sillar de la
hilada 6ª se representa a la Tau en posición invertida. La Tau ocupa el séptimo
lugar entre las cincuenta marcas más repetidas a lo largo del tiempo y del
espacio en lo que llevo estudiado. Su presencia puede ir más allá que la simple
firma de un cantero determinado, pues su simbolismo protector se afirma de
manera clara como la señal con la que se marca a los escogidos.
En Navarra se ha
catalogado, con distintos giros, en los monasterios de Leire, de Zamarce, de
Iratxe, de La Oliva, de Fitero, de Iranzu y en las iglesias de San Martín de
Artaiz, San Pedro de la Rúa en Estella, San Bartolomé de Aguilar de Codés, San
Pedro de Olite, así como en iglesias de
Viana y Puente La Reina y en la catedral de Tudela.
Fuera de Navarra la he
visto hasta en veintiún edificios del
Camino de Santiago.
*PILAR Nº 5:
En este pilar solamente
se ha localizado la marca de la escuadra en esta posición una vez en un sillar
de la 6ª hilada. Otra más se encuentra en el pilar 9º en un sillar que contiene
dos marcas. Ésta y un triángulo.
*PILAR Nº 6:
Marcas ya vistas:
Marcas nuevas:
Fig. 281
Se halla en la 3ª
hilada del pilar y, aunque aparentemente pudiera representar a la fig. 11 en
otra posición, a la que se le ha añadido posteriormente el trazo inferior, me
inclino a ver en ella una marca distinta, dado que otra igual recogí en la
iglesia de Santa María de Aibar donde se representa por tres veces en la
primera fase constructiva.
Marca reproducida al
25%
Esta marca, a primera
vista, parece incompleta. Le faltaría en el extremo inferior la terminación que
tiene en la superior, como se verá en el pilar 7º, aunque a la vista de la
encontrada en el puente medieval de Cáseda, gracias a D. Mariano Zarzuelo y al
coincidir en su diseño con uno de los signos de la lengua ibera, la catalogo
como distinta siendo fiel a lo que he recogido a través del calco. Veremos la
posible evolución de esta marca en las conclusiones de este trabajo. Está una
vez en la primera hilada.
*PILAR Nº 7:
Marca ya vista:
Marcas nuevas:
Esta marca la he
recogido en otros seis edificios navarros además de en el monasterio de San
Juan de la Peña como marca compuesta. En Navarra está presente en los
monasterios de: Iratxe, La Oliva, Iranzu y Aberin, en la catedral de Pamplona,
la iglesia de Santiago de Sangüesa y el Puente Medieval de Cáseda. En el
Palacio Real de Pamplona aparece dos veces. Una en el pilar 7º y otra en el
10º.
Fig. 137
Esta marca aparece en
los pilares un total de 8 veces. En el 7º, dos; en el 8º, una; en el 9º, dos;
en el 10, una. En estos la marca se labra con el tridente hacia la derecha. En
el pilar 11º hay dos más, pero en este caso en ambas el tridente mira hacia la
izquierda.
Aunque se la represente
tumbada es la grafía de una letra correspondiente a la epigrafía ibérica.
En la iglesia de San
Román de Larraya también está, aunque su realización se nota que se ha hecho a
mano alzada.
Este modelo de A se
representa una vez en este pilar. En el pilar 8º aparece también formando parte
de un sillar en el que se graban tres marcas, como veremos.
Pertenece al grupo de
las que se repiten a lo largo del tiempo y del espacio y ocupa el puesto
veinticuatro.
Se ha recogido en
varios lugares en Navarra. Está en los monasterios de La Oliva y Fitero, así
como en las iglesias de Santiago de Sangüesa, de San Miguel y de Ntra. Sra. de
Rocamador de Estella, San Pedro de Olite y en la portada del Convento de los
Tinitarios de Puente La Reina así como
en el Palacio de Olite.
En el Camino de
Santiago se ha visto en los monasterios de San Juan y el de Las Huelgas, en la
colegiata de Castrojeriz dentro de la provincia de Burgos; en San Martín de
Frómista en la de Palencia; en la catedral de Astorga en León y en la catedral
de Santiago de Compostela.
La primera está
representada en el pilar 7º y en el 9º y la segunda en la hilada 10ª del pilar
7º. Se han recogido por primera vez.
*PILAR Nº 8:
Marcas ya vistas:
Marcas nuevas:
En uno de los sillares
que forman la hilada 4ª del pilar están grabadas estas tres marcas. A la
izquierda una especie de rectángulo. En el centro una falsa escuadra y a su
derecha una A tumbada. No es muy frecuente ver un sillar con tres o más marcas.
Esta marca forma
familia con las vistas anteriormente en el pilar 6º y 7º. Ahora el extremo
inferior se cierra formando un triángulo mientras que el superior sigue
abierto. Está localizada en la 7ª
hilada. No se aprecia “in situ”, ni en el calco realizado que la parte superior
formara otro triángulo. Si tal fuera en su origen, estaríamos ante la Fig. 33
de mi catálogo, siendo una de las marcas de listado que aparecen a lo largo del
tiempo y del espacio.
*PILAR Nº 9:
Marcas ya vistas:
Marcas nuevas:
Las dos marcas grabadas
en este sillar aparecen también individualmente. La escuadra, en esta posición,
la veíamos en el pilar 5º. El triángulo está presente en el pilar 9º, 10º y
11º.
De los cinco triángulos
que se han localizado, uno de ellos está realizado a mano alzada. El triángulo
es otro de los signos que se repite a lo largo del tiempo y del espacio. Ocupa
el octavo lugar en la lista de marcas comunes.
En Navarra se ha
recogido en los monasterios de Iratxe,
La Oliva y Fitero. En la catedral de Pamplona y en la de Tudela. En el
santuario de San Miguel de
Aralar. En las iglesias de Santa María de Uxue, San Pedro de Aibar, San Miguel de Estella, San Bartolomé de Aguilar de Codés, San Martín de Tours de Orisoain, Santiago y San Pedro de Puente La Reina, Santa María del Pópulo de San Martín de Unx. En la ermita de San Zoilo de Cáseda. En el Palacio de Olite, entre otros.
Aralar. En las iglesias de Santa María de Uxue, San Pedro de Aibar, San Miguel de Estella, San Bartolomé de Aguilar de Codés, San Martín de Tours de Orisoain, Santiago y San Pedro de Puente La Reina, Santa María del Pópulo de San Martín de Unx. En la ermita de San Zoilo de Cáseda. En el Palacio de Olite, entre otros.
Fuera de Navarra se ha
catalogado en diecisiete edificios más a lo largo del Camino de Santiago.
De esta marca ya se ha
hablado en el primer apartado.
En los pilares aparece
en solitario en el 9º y en el 10º.
Aunque cambia un poco
su grafía, en su esencia es la misma.
La he visto
representada también en el Palacio de Olite, donde aparece sobre todo en la
Gran Torre con distintos giros.
*PILAR Nº 10:
Marcas ya vistas:
Marcas nuevas:
En la hilada 10ª de
este pilar se graba uno de sus sillares con estas dos marcas. Una P invertida o
una d minúscula, según se mire, a la que se le ha añadido en su trazo vertical
otro más corto horizontal que forma una cruz con el anterior. A su derecha, un
triángulo isósceles con su altura.
El tamaño de sendos
signos nos hace recordar a las marcas de los siglos XI, XII sobre todo, pues
sus medidas son: 12cm de alto por 5,5cm de ancho para la P o d y 15,5cm en la
base del triángulo por 9,5cm en su altura. Evidentemente a la vista de la forma
del sillar, de tres caras, es evidente que no es un sillar reciclado, pues la P
o d aparece grabada en la cara que hace de chaflán izquierdo y el triángulo en
la cata frontal del mismo.
La P o d aparece en
varios edificios estudiados. Sobresalen las representaciones del monasterio de
La Oliva o las de la iglesia de San Juan de Cabanillas y las de la ermita de
San Zoilo de Cáseda donde uno de los modelos es casi idéntico, pero donde se ha
encontrado una con la misma grafía es en el monasterio de Fitero, en la zona
exterior de su cabecera. Esta marca se cataloga en mi estudio como la Fig.
1197. En San Zoilo se ha recogido un modelo casi idéntico.
El triángulo tal como
aquí aparece también está presente en el Palacio de Olite donde se reproduce
sobre todo en la Gran Torre y también se ha recogido en los restos de la
iglesia de San Pedro de Viana además de en los monasterios de La Olive y de
¨Fitero y en la Iglesia de Santiago de
Puente La Reina. Se cataloga como la
Fig. 764.
Ambas marcas pertenecen
al listado de las cincuenta más repetidas, ocupando el puesto 28 y 44
respectivamente.
Estas dos marcas
representan dos modelos de llave. La llave está presente también en edificios
medievales, pero las presentes son de distinto modelo que las recogidas en los
monasterios de Iratxe, La Oliva o en el Tulebras. También hay alguna
representada en las iglesias de Santiago de Sangüesa y en la de San Pedro de la
Rúa en Estella. Es abundante su presencia es en el monasterio de La Oliva donde
se puede ver en el interior de la iglesia, en el claustro, en la sala capitular
y por el exterior de la iglesia.
Cabe preguntarse sobre
el fuerte simbolismo de esta marca ya que nos sugiere preguntarnos por la
cerradura que abrirá o cerrará la puerta correspondiente y lo que detrás de
ella se esconde. En el siglo XVI parecen que también se lo preguntan.
*PILAR Nº 11:
Marcas ya vistas:
Marca nueva:
Aunque esta V o ángulo
agudo tiene un pequeño rasgo a la izquierda me inclino a considerarla como tal
ya que pudiera ser un añadido posterior.
El ángulo agudo también
pertenece al grupo de marcas que traspasan el tiempo y el espacio. Ocupa la
cuarta posición en el grupo de las cincuenta marcas más repetidas en mi
estudio.
En Navarra se ha
localizado en los monasterios de Iratxe, La Oliva, Azuelo, Vadoluengo, Fitero,
Tulebras, Aberin. En la catedral de Tudela y en las iglesias de Santa María de
Uxue, San Martín de San Martín de Unx,
Santa María la Real de Sangüesa, San Pedro de la Rúa de Estella, La
Purificación de Gazólaz, San Martín de Guerguitiain, San Juan de Jerusalén en
Cabanillas, San Pedro de Viana y San Zoilo de Cáseda. En los palacios de Los
Reyes de Estella y en el de Olite.
Fuera de Navarra está
presente en veintiséis edificios más a
lo largo del Camino de Santiago.
III* CONCLUSIONES.
1ª. Hay que hacer
notar en primer lugar que el actual
Archivo General de Navarra nos ofrece un claro ejemplo del uso de las marcas de
cantería a lo largo del tiempo, dado que se han conservado unas pocas
correspondientes al siglo XII de época del rey Sancho VI, el Sabio (1150-1194),
quien ordenó su construcción y siguen vigentes en el siglo XVI cuando entre
1539-1541 se realizan los pilares de piedra para sostener la galería porticada
que daba al patio de armas.
2ª. Las marcas
medievales distintas localizadas en las zonas del Palacio de Sancho VI hacen un
total de 10, localizadas en 8 sillares.
3ª. De estas 10 marcas
distintas, 8 se han encontrado repetidas en otros edificios y de ellas: la
estrella de cinco puntas, los dos tipos de eses y la cruz más sencilla, forman
parte del grupo de las 50 marcas que personalmente denomino “comunes” o “de listado”
porque se repiten a lo largo del tiempo y del espacio.
4ª. De hecho, de estas
10 marcas de época medieval hay 3 que aparecen también en los pilares de época
renacentista y de éstas, 2 pertenecen a dicho listado.
5ª. En los pilares del
siglo XVI se han recogido un total de 23 marcas distintas, si valoramos como la
misma las diferentes posiciones de dos de ellas. De este grupo, 3 están también
en la zona original, como se ha comentado. Se representan en un total de 53
sillares. La mayoría de estas marcas no son originales, pues con mayor o menor
frecuencia las he recogido en otros edificios anteriormente.
6ª. El número de marcas
distintas, sea de una época o de otra, recogidas en el Palacio Real de Pamplona
suman 29, si contamos como una las diferentes posiciones de la escuadra o L y
las de la línea (vertical u horizontal) que han aparecido. De ellas 24 se han
encontrado en otros edificios a lo largo del tiempo y del espacio y de estas 24
se han clasificado como “marcas comunes o de listado”, dentro de las 50 marcas
más repetidas en diferentes lugares, un total de 11. Este último dato es
importante tenerlo en cuenta pues nos demuestra la continuidad a lo largo de
los siglos de un grupo de marcas básicas que van más allá de la simple marca o
firma de un cantero determinado, que se emplean a la vez en edificios cuya
construcción es contemporánea, lo que hace imposible que pertenezcan al mismo
cantero. Menos aún si estamos hablando de diferencias temporales como las que
en el Palacio Real de Pamplona se dan.
7ª. Como en otros
lugares también aquí se pueden ver “familias” o grupo de marcas que se
diferencian, sea por su posición o giro, o se complementan a partir de una base
común. Se ve muy claro en los cuatro casos siguientes:
1º.
2º.
4º.
8ª. Sobre el simbolismo
de algunas marcas hay que decir que algunas pueden tener carga protectora como
la estrella o la cruz y que otras, aquí hay hasta 10, que representan símbolos
o letras de distintos alfabetos, especialmente el ibero.
Son los siguientes:
Un trabajo fantástico, Simeón. Como siempre.
ResponderEliminarMuchas gracias, Rafael.
Eliminar