sábado, 19 de marzo de 2016

LA LECCIÓN DE HOY 19/3/2016 LIZOAIN-ARRIASGOITI

LA LECCIÓN DE HOY 19/3/2016 LIZOAIN-ARRIASGOITI

Por Simeón Hidalgo Valencia (19 de Marzo de 2016)


Desde hace tiempo los vecinos y vecinas del Ayuntamiento de Lizoain-Arriasgoiti llevaban preparando a través de su Comisión de Cultura, en la que tengo muy buenos amigos, su Exposición Etnográfica.

Recuerdo la que en el Valle de Izagaondoa montamos en el 2011 un grupo de entusiastas con la pretensión de que los recuerdos pasados impulsaran los tiempos futuros y que sirviera de lección a las generaciones futuras para que las raíces no se secaran y el árbol de la vida floreciera año tras año en constante primavera..
  

He de reconocer que nuestros vecinos de Lizoain-Arriasgoiti se lo han montado muy bien y lo que hoy nos han presentado a los muchos que hemos acudido a la inauguración de su exposición es una verdadera lección y una muestra clara de lo que se puede hacer si hay unión, buena vecindad, esfuerzo y colaboración. Cuando el pueblo se une y se resiste a desaparecer produce realidades como la que hoy se ha inaugurado. 


Más de uno pensará que exponer la vida de nuestros antepasados y la nuestra cuando éramos niños es sembrar entre las piedras, pues no sirve para los tiempos actuales y mucho menos para los futuros, pero se olvidan de que los tiempos presentes y los tiempos futuros se han formado y se formarán con el buen barro trabajado por nosotros mismos, por nuestros padres, abuelos y por todas las generaciones pasadas, pues de ellas procedemos y a ellas les debemos, en buena medida, lo que somos.


Asistir a una Exposición Etnográfica en realidad no es echar la vista a lo que se fue, que también, es sobretodo reciclar al día de hoy lo que se quiere que nuestros retoños sean cuando esta nuestra generación pase. Es decir: es mirar y construir el futuro, pues si nos olvidamos de nuestras esencias, de nuestras raíces, el futuro será, sí, pero será alejado de la vida de nuestros queridos pueblos.

¿Y qué futuro quiere transmitir la Exposición Etnográfica del Valle de Lizoáin-Arriasgoiti, según yo lo he visto?





Ahora lo digo, pues entre todos los rincones de la vida plasmados a través de los enseres en ella presentados, a través de ese largo viaje de la Historia que ha desgastado muchos calzados de muchas generaciones, a través de los relatos contados y memorizados al calor del entrañable hogar, a través de los quehaceres diarios de los distintos oficios humanos, fuera labrando los campos, preparando la comida, acunando al recién nacido, vendimiando o haciendo el vino casero y amasando el pan nuestro de cada día, pastoreando el ganado, zurciendo las vestimentas, forjando el hierro o vigilando la caza,… de entre todos esos rincones de la vida, hay uno que sigue vigente hoy día. Es el que a mí, que he sido maestro de niños y jóvenes, me ha atraído desde el primer momento. Sin él no somos ni serán. 


Me refiero al rincón destinado a la educación, a nuestra escuela en la que aprendimos a vivir como auténticas personas gracias a los desvelos de maestras y maestros sensibles que además de enseñarnos las cuatro reglas y a leer, nos dieron también su atención y valores como personas y hoy he vuelto a mi escuela y como cuando era niño la maestra había escrito en la pizarra la fecha correspondiente y debajo la lección que tocaba y me la ha hecho escribir con el pizarrín en mi pizarra personal.


Al leerla y al escribirla, me he dicho a mí mismo que esto es para lo que sirve una Exposición Etnográfica, porque la lección va dirigida a nuestros pequeños y es de plena actualidad.

“Todos los niños del mundo
vamos una ronda hacer.
Todos unidos cantando
que en paz queremos crecer.”

La educación es la base, la educación es lo esencial, la educación nos salvará de los males innatos a los humanos.

Extenderá la mano y acogerá al vecino, al que piensa distinto, facilitará la convivencia en democracia, facilitará el respeto y nos enseñará a conjugar el verbo “Respetarse” y al declinarlo llegará un momento en que las nuevas generaciones dirán como primera persona del plural: 
NOSOTROS NOS RESPETAMOS.

Eso es lo que a mí me ha enseñado la maestra hoy en la escuela. Maestra a la que todavía recuerdo y quiero. Mi querida Señorita Eva. Ella puso en mí el germen de mi vocación para ser maestro y enseñar y escuchar las voces infantiles y juveniles, que igual que la lección de hoy día 19/3/2016 escriben y canturrean para mejor aprenderla:

“QUE EN PAZ QUEREMOS CRECER”. 



Por ello. No puedo terminar esta reflexión sin aconsejar la visita a esta Exposición Etnográfica del Valle de Lizaoin-Arriasgoiti, pues es una muy buena lección para la vida.


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