A MI SOBRINO-NIETO ENEKO

A MI SOBRINO-NIETO ENEKO

Por Simeón Hidalgo Valencia (16 de Septiembre de 2015)

Bienvenido, mi querido Eneko. Ongi etorri.

Soy tu tío-abuelo Sime, el que te tiene en su regazo.

Tus ojitos abiertos desde el primer día de tu vida están atentos a los mimos que te hago.

Te preguntarás por tanto barullo que hay a tu alrededor, con lo tranquilito y confortable que estabas no hace aún 24 horas dentro de Esti, tu Ama y abres los ojos y miras de acá para allá tratando de reconocer esas caras que se te acercan, esas voces que susurran lo guapo que eres, esos olores distintos al tuyo que se te van haciendo familiares y que te dan seguridad.

Descubres esas puras emociones que al verte por primera vez todos sentimos frente al milagro del regalo de tu vida.

Emociones en forma de unas lagrimitas que sé se le escaparon a tu Aita, Ernesto, en el primer instante de tu nacimiento o en forma de silencio ante tan gran cosita. Emociones alegres que repartes a tus estrenadas Amonas Mariángeles y Fe que te comen a besos. Ellas te contarán de tus Aitonas, que se fueron. De Pedro y de Toni.  También sé de algún otro, tu abuelo Patxi, que tiene miedo a cogerte entre sus brazos, tan pequeñito eres, no sea que te vayas a romper.

Al tenerte entre los míos desde la altura de mis 66 años, ya en mi última fase de la vida, me has hecho pensar y me has permitido contemplar en tu primer día de vida que realmente lo más grande y hermoso de la vida es precisamente eso: VIVIR.

Vivir de cara a la vida, en cada momento, en cada situación, en cada problema que se te presente. No tengas miedo a ver, a escuchar, a caminar, pues junto a ti pasarán personas y cosas maravillosas que te harán muy feliz y también situaciones y personas que pretenderán que no veas, que no escuches, que no camines por tu cuenta.

No tengas miedo a ver, a escuchar, a caminar por la senda que tú decidas, pero deja a los demás hacer lo mismo, porque en este mundo al que acabas de llegar hay millones de personas, todas llamadas a ser personas libres para decidir en su propia vida.

Te vas a encontrar con alguna gente mala que no deja ni ver, ni escuchar, ni caminar libremente a los demás. No les sigas. Intentan que todos los demás veamos, escuchemos y caminemos lo que ellos decidan.

Busca tu propia manera de ver, de escuchar y de caminar, porque eso te hará siempre una persona libre y haz piña con los que defienden la libertad.

Has tenido la fortuna de nacer en Europa. Cuando seas mayor y vayas al cole verás que hay muchos niños, en otros lugares de este planeta Tierra y también muy cerca de ti, que son muy pobres y que no tienen nada, más que miseria y necesidad. Tenlos como tus primeros amiguitos, porque como tú, también ellos quieren poder ver, poder escuchar y poder caminar en libertad y prosperidad y defiéndelos de los hombres malos que sólo intentan que veamos, escuchemos y caminemos lo que ellos decidan.

Mi querido Eneko aprende bien este principio y cúmplelo a lo largo de tu vida: “TRATA A TODAS LAS PERSONAS COMO QUIERAS QUE TE TRATEN A TI”, porque eso es lo más importante. Si así lo haces, cuando tengas tú la altura de mis 66 años, te sentirás gratamente feliz. 

Te lo dice tu tío-abuelo Sime, con el regalo de esta flor que te sonríe y que conmigo te da la bienvenida a este mundo.

Que seas, muy, pero que muy feliz.

MUXU HANDI BAT ZURETZAKO, ENEKO.