POR
ARTÁIZ, LARRÁNGOZ Y LIZARRAGA DE IZAGAONDOA
Por
Simeón Hidalgo Valencia (02 de Septiembre de 2016)
Quedé con Mariángeles e
Isabel, dos amigas y antiguas compañeras de trabajo para dar una vuelta “por donde tú te mueves”… y les planteé
la visita a la iglesia de Artáiz, comer en el Restaurante Ekai, llegarnos hasta
Larrángoz y para terminar visitar el Petrus Museum.
-Lo que tú veas lo
mejor. Nosotras a tu disposición.
Y con esa buena
disposición, con ánimo y alegría salimos desde Ansoáin a las 11 de la mañana
del día 1 de Septiembre de 2016, dispuestos los tres a pasar un buen día en
grata compañía conociendo lugares cercanos que muchas veces los tenemos
olvidados, pero que merecen la pena visitarlos.
-Parece mentira, comentaba
Isabel al final de la jornada. Con lo cerca que tenemos lugares tan
interesantes y preferimos irnos lejos para visitar monumentos renombrados, y lo
de casa ni lo conocemos.
Es así la cosa. El
patrimonio rural no se valora, me atrevería a decir ni tan siquiera en muchas
ocasiones por los propios del lugar, y poco a poco se va dejando de lado y sólo
unos cuantos quijotes que navegan contra corriente se resisten a que quede
enterrado, siendo así que podría convertirse en uno de los motores que impulsen
de nuevo la vida de nuestros pueblos, casi despoblados, envejecidos o
tristemente deshabitados y con la propia Historia por los suelos materialmente
hablando.
Pero ayer pasé un día
muy agradable, en buena compañía, a pesar del calor sofocante que hizo.
EN ARTÁIZ:
La primera parada de
nuestra excursión fue Artáiz, donde les expliqué la iglesia de San Martín a mi
estilo, la torre medieval del siglo XIV, que pronto daré a conocer en mi nueva
publicación “Artáiz. Lugar torreado”,
y el bien conservado caserío con sus casas de piedra que conservan parte de su
antigua nobleza hidalga, hasta terminar con el paseo hasta la fuente medieval.
EN EL RESTAURANTE EKAI:
Dice un refrán popular
que “un grano no hace granero, pero ayuda
a su compañero”. Hoy hemos sido tres personas las que nos hemos movido por
los lugares anunciados atraídos por el turismo cultural rural y no sólo hemos
contribuido a su conocimiento, -pues seguros que ya hemos contado a otras
amistades por dónde anduvimos ayer, yo al menos se lo he contado hace un
momento a mi amiga Ana, que me ha llamado por teléfono, y de alguna manera les
hemos metido el gusanillo para ir a conocer lo que a nosotros nos ha gustado-, sino que también hemos movido la economía del
lugar al ir a comer a Ekay, donde mi amigo Txutxín y todo el personal siempre
nos atiende con amabilidad, buen servicio y muy buenos platos en su oferta
culinaria, cosa que, a veces, ni los que se pueden beneficiar de proyectos
culturales interesantes que se desarrollan en su propio valle ven. Pero ese es
su problema. ¡Qué se le va a hacer!
Un lugar acogedor, un
buen servicio, muy buena atención,… cosas que me lo comentan mis dos
acompañantes muy satisfechas, que junto a un rato de descanso, de amena
charla en la sobremesa cierran la mañana.
Hoy hemos sido tres,
pero en otras ocasiones hemos sido 40 o 50 los comensales… y en estos tiempos
que corren es de agradecer que estos quijotes mencionados no sólo muevan el
turismo rural sino que además apoyen otros negocios y contribuyan a que
económicamente la comarca siga viva.
Mariángeles,
Simeón e Isabel, en la sobremesa.
PASEO HASTA LARRÁNGOZ:
Con la calorina de las
5 de la tarde nos atrevemos a llegarnos hasta Larrángoz, pues les propuse vivir
la pequeña aventura de cruzar el puente colgante que salva el río Irati y
visitar uno de los muchos lugares despoblados que desgraciadamente tenemos por
estos valles. Entre la vegetación, el fantasma esquelético de Larrángoz se
asomaba animándonos a acercarnos, pero primero debemos cruzar el puente. Puente
por cierto que cada vez es más peligroso cruzarlo dado que las tablas de madera
están muchas de ellas sueltas.
Aprovecho para lanzar
la idea a los encargados del mantenimiento del patrimonio navarro de que
pudiera ser interesante rehabilitarlo, dado que no creo se mantengan en pie
muchos puentes más en Navarra de este estilo. También son testigos de la Historia
y huellas de un estilo de vida que no hay que olvidar.
Cruzamos el puente y
caminamos hacia Larrángoz. El sol es implacable, atemperado algo por el rumor
de las aguas.
Silencio. Las imágenes
hablan por sí mismas del abandono. Pronto la iglesia verá su bóveda por los
suelos y la torre palaciega veremos lo que resiste aún. Una pena. Cada vez que
voy a visitarlo el corazón se me acongoja. Cada vez más desolación.
¡Qué pena que esto esté
así!, pero así es.
De regreso el roble del
camino nos da sombra y el agua del río me refresca.
EN LIZARRAGA DE
IZAGAONDOA:
Terminamos el recorrido
visitando el PETRUS MUSEUM, que la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa está
construyendo en la Casa Zandueta, en el lugar de Lizarraga de Izagaondoa,
proyecto de interés social y cultural declarado como MECNA (Mecenazgo Cultural
de Navarra) por el Gobierno de Navarra. http://www.mecna.es/index.php/petrus-museum
Ya están visitables las
salas de: La Vid, La Bodega y La sala Polivalente con la exposición homenaje a
la familia Lizarraga – Irigoyen, últimos moradores de la misma.
Todos los domingos a
las 12 horas, hasta el 2 de Octubre, se hace una visita guiada explicando la
portada de la iglesia de Santa Eulalia y visitando en el Petrus Museum las
zonas abiertas.
Mis amigas valoran el
esfuerzo realizado y se admiran ante lo que ven en la exposición y se
maravillan con la visita de las salas de La Vid y de La Bodega
El día se acaba y en la
retina de nuestros sentidos quedan las imágenes de un día pleno de amistad, de
aventura, de cultura, de camaradería. Un día en el que hemos vivido a tope cada
uno de sus momentos.
El “carpe diem” puesto
en práctica nos ha llenado de satisfacción.
La sala de La Vid hace exclamar un ¡OHHHH! a mis
amigas.
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