LA
FUENTE DE IDOATE – IZAGAONDOA – NAVARRA
Por
Simeón Hidalgo Valencia (11 de marzo de 2018)
Una vez más hablo de la fuente
medieval de Idoate, la única del valle de Izagaondoa que todavía sigue a la
espera de que “a quien corresponda” se fije definitivamente en ella y tenga un
poco de compasión y la rehabilite de una vez.
¿Qué por qué hablo de
nuevo de esta fuente medieval?
Porque el pasado 8 de
marzo, me acerqué hasta Idoate para buzonear una comunicación a los vecinos
invitándoles a la reunión informativa del día 18 de este mes a las 12 horas en
la Sala Socio-Cultural del ayuntamiento, pues desde la Asociación Grupo Valle
de Izagaondoa tenemos un proyecto de edición de un libro sobre las Casas de
Izagaondoa-2018 y queremos contar con la colaboración de los mismos y, ya que
estaba, por allí me acerqué a ver la fuente y su entorno.
La
reflexión que me hice es que bien merecería un plan de conjunto esta zona de
Idoate, pues forma parte del patrimonio de Izagaondoa al igual que las fuentes
o aljibes de Zuazu, Reta, Ardanaz, Turrillas e Induráin, sin olvidarnos de la
fuente de Artáiz, paso obligado del recorrido de Idoate a Guerguitiáin.
Estos aljibes
medievales citados están todos rehabilitados y se mantienen en perfecto estado.
No así el de Idoate y en más de un artículo lo he hecho saber, pero parece que
este rincón de Izagaondoa, punto de partida o meta de la actividad que de vez
en cuando programa nuestra asociación titulada “La ruta del agua por Izagaondoa
y comarca”, está gafada en el mejor de los casos.
De esta fuente escribí
ya en el 2011 lo siguiente:
“La fuente de Idoate se ubica, como
todas las demás, a las afueras de la población. En este momento es la que
requiere una mayor actuación, pues se encuentra bastante deteriorada al
exterior. Se adivina en el frontal de la fuente los restos de un pequeño
pórtico, del que quedan algunos sillares como testigos. La entrada al aljibe
está cegada y el único vano de entrada se limita a un pequeño ventanal taponado
por una estructura metálica agujereada. Como el agua se aprovecha en la
actualidad y se saca con motor, se ha colocado en el tapial frontal una caja
metálica para guardar los mecanismos eléctricos. Al exterior se adivina entre
la vegetación la estructura abovedada del aljibe.
La fuente alimenta también al
antiguo abrevadero y al lavadero del pueblo, recuerdo pasado, que se encuentra
rehabilitado.
Como podemos observar, una vez
despejado el camino, el suelo está empedrado. Una pronta actuación puede
recuperar este entorno como lugar de solaz y de paseo para las gentes del
lugar.
Al exterior se adivina, como hemos
visto ya en otros lugares, una fachada porticada con bóveda de medio punto. A
la izquierda, como en Induráin o Zuazu, el banco de piedra cumplía las mismas
funciones y a su lado la abertura del aljibe, que mide 50cm de anchura por 60cm
de altura y 22cm de grosor. Esta entrada tiene su base con curvatura por donde
rebosa el agua sobrante camino del abrevadero y del lavadero. La plataforma de la
derecha es más elevada y serviría para colocar el balde o el cántaro de agua que
se iba a transportar hasta la casa sobre la cabeza. Se facilitaba así esta
operación que requería mayor esfuerzo.
La fachada tiene 188cm de anchura
total, de los que 111cm corresponden al arco. Su altura total, desde el nivel
del suelo a la parte más elevada del extradós del arco es de 209cm.
A la espera de poder penetrar en el
interior de esta fuente he podido fotografiar someramente su interior que es un
pequeño recinto abovedado de forma rectangular de 95cm de ancho y unos 120cm de
largo por más o menos unos 200cm de profundidad, a decir de los vecinos de toda
la vida a los que pregunté. Pero esta fuente, por lo que me cuentan, tiene otro
compartimento, pues hay una puerta inferior que da paso al mismo.
…Por los datos que he podido
obtener la capacidad del primer recinto podría estar alrededor de los 2.280
litros de almacenamiento, amén del resto no visible en este momento.
La boca de la fuente está orientada
al sureste.”
Han pasado ya unos años y por
desgracia la última adecuación del camino no tuvo en cuenta la sugerencia de
una actuación del conjunto y desde mi manera de ver fue, en parte, tirar el
dinero.
Esperemos que este nuevo
recordatorio llegue a “quien corresponda” y se haga un esfuerzo para poner a
este rincón de Idoate tan visitable para los turistas rurales como los de
Artáiz, Zuazu, Reta, Ardanaz, Turrillas e Induráin.
De la también medieval “Fuente del
Moro” de Legin, de propiedad particular, no me olvido y bueno sería establecer
negociaciones con sus propietarios para rescatarla de su hundimiento y
abandono.
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