martes, 28 de julio de 2020

EL PUENTE COLGANTE DE LARRÁNGOZ. VALLE DE LÓNGUIDA


EL PUENTE COLGANTE DE LARRÁNGOZ.
VALLE DE LÓNGUIDA

Por Simeón Hidalgo Valencia (28 de julio de 2020)

El Puente Colgante de Larrángoz sobre el río Irati es una de esas estructuras civiles creadas por la ingeniería para poder cruzar de una orilla a otra sin tener que penetrar en el río. No hace falta decir que con el paso del tiempo y la despoblación del lugar de Larrángoz esta obra, como otras similares, han perdido su razón de ser y, o han desaparecido o fenecen por falta de un mínimo mantenimiento que hace que transitar sobre él sea una aventura peligrosa.

Cuando me acerco hasta Larrángoz y cruzo este puente compruebo con pena que cada vez está peor. Su firme de tablas sería digno de una nueva aventura de Indiana Jones que bien pudiera titularse “Indiana Jons y el misterio del caballero descabezado”, pues cruzar este puente tibetano es obligado para poder llegar a ver la iglesia en cuya portada está esculpido el misterioso caballero descabezado que sin voz no puede revelarnos los secretos que esconde este abandonado lugar oculto en la progresiva selva.

Cada vez que me acerco me pregunto si no habría una solución para este puente y este lugar del Valle de Lónguida, zona navarra que sufre los males del envejecimiento poblacional, de la despoblación y abandono de muchos de sus pueblos.

Quizás sea cuestión de sensibilizarnos ante el patrimonio y de valorar y poner en el circuito cultural también estos despojos de tiempos pasados y darles una segunda oportunidad, quizás habría que decir, darnos una nueva oportunidad a los que todavía creemos en la posibilidad de vida en estos pueblos. Quizás lo que nos están pidiendo es una reconversión para que estas ruinas, estos despojos culturales y patrimoniales contribuyan de nuevo al desarrollo del valle y de la comarca.

¿Por qué digo esto?
Porque al menos tanto el puente, como la iglesia, el palacio de Larrángoz y alguna casa más, siguen en pie, por ahora. Ya veremos por cuánto tiempo en el caso de la iglesia. Y como dice el dicho: “Mientras hay vida hay esperanza”. Otros, como el gran Puente Colgante, existió hasta que el progreso del Pantano de Itoiz acabó con él.

¿Por qué digo esto?
Porque otros ya han hecho lo que comento y lo han reconvertido en aventura, recreo y diversión en contacto con la Naturaleza y han hecho de su puente colgante, puesto al día, el centro de atención de una Ruta Natural de Senderismo que parte desde Aribe. Puente, también sobre el cauce del río Irati, más pequeño que el de Larrángoz, al que ahora se le saca fruto y el mismo Aribe es uno de sus beneficiarios.
Hice esta ruta el día 19 de julio y pude comprobar cómo actúa de polo de atracción de las gentes, ansiosas de disfrutar de la Naturaleza en familia con sus mascotas y todo.

Y para que no quede todo en buenas consideraciones, aquí aporto una sugerencia de vida tanto para el puente como para Larrángoz, así como para los Valles de Lónguida, Izagaondoa y Urraúl Bajo a través de sus poblaciones de Murillo de Lónguida, Turrillas y Grez.

Es una posible RUTA DE SENDERISMO que ahora presento, consciente de que habrá que pulir y perfilar en sus detalles, pero que puede aportar un buen día de paseo a los amantes de la Naturaleza, del Turismo Cultural, de nuestros pueblos y de la Comarca de Izaga. Una ruta que yo aporto y que en parte ya la hemos realizado desde la Asociación Grupo Valle de Izagaondoa, a la que se la ofrezco como actividad de su nuevo proyecto MECNA: “IZAGAONDOA VIVE-IZAGAONDOA BIZIRIK”.

Si los respectivos Ayuntamientos la tienen en cuenta y se unen para potenciar estas joyas populares quizás nuestros pueblos tengan más vida.

1º. El punto de salida y de llegada será la población de Murillo de Lónguida, Después de visitar el caserío del lugar y contemplar algunas de las portadas de sus casas llegaremos hasta lo alto, donde está la iglesia. Desde ahí bajaremos por el camino rural hacia el río Irati y al llegar a él seguiremos su curso hasta llegar al Puente Colgante.

2º. Cruzaremos el puente con precaución, sintiendo la emoción de su bamboleo y contemplando las aguas fluir a nuestros pies. Con imaginación nos podemos sentir como protagonistas de película de aventuras.
Al llegar a la otra orilla seguiremos el camino hacia la derecha bordeando el río hasta llegar a encontrarnos con la falda de la Sierra de Gongolaz  y tomaremos el camino que sube hasta el pueblo de Larrángoz. Un hermoso roble nos dará la bienvenida junto al tapial que defiende a la abandonada iglesia de San Bartolomé.
El pueblo está deshabitado y los edificios que se mantienen en pie están en este momento en proceso de ruina, pero a tiempo aún de salvarlos para el turismo. Iglesia, Palacio y Caserón. La portada de la iglesia es lo mejor, artísticamente hablando del lugar con su caballero y águila cazadora. Portada que forma grupo con las cercanas iglesias de Redín y Lizoain y con el grupo escultórico de la ventana de la iglesia de Zuazu.

3º. Seguimos el camino hacia la cumbre por el camino que nos llevará a la otra vertiente del monte desde donde divisaremos el Valle de Izagaondoa. Orientaremos nuestros pasos hacia Turrillas donde podemos descansar y tomar un aperitivo junto a su fuente románica y visitar después su iglesia y en ella su original pila bautismal.

4º. Desde Turrillas tomaremos el camino que nos llevará a Grez y llegando a esta población visitaremos su caserío y recordaremos al Señor de Grez y visitaremos la iglesia restaurada hace pocos años con muestras de pinturas renacentista que están por restaurar.
Podemos descansar un rato en el merendero y después proseguir la ruta por sendero del monte hasta llegar de nuevo a Larrángoz y desde aquí desandar el camino hacia el Puente, revivir las emocionas al cruzar el río y volver a Murillo de Lónguida.

Esto sería a groso modo el recorrido, que como digo habrá que definir más al detalle, marcar la ruta, abrir partes del recorrido al público, pues hay zonas que se han cerrado, hacer la ruta marcando desniveles, esfuerzos, dificultad, tiempos, etc. Ruta que puede ser perfectamente para ciclistas y caminantes.

Lo que importa es que demos vida a lo que nuestros pueblos tienen de interés y hagamos algo entre todos, con la unión de los distintos ayuntamientos y el Puente Colgante de Larrángoz, convenientemente restaurado, puede aglutinar una ruta muy interesante en la que a lo largo de su recorrido disfrutaremos de la Naturaleza, de la Historia y del Arte, haciendo realidad lo que denominamos Turismo Cultural.



  Murillo de Lónguida.

Portada de la iglesia de Larrángoz.

Fuente románica de Turrillas.




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