viernes, 16 de noviembre de 2018

UN QUINQUENIO PARA ZOROQUIAIN. (VALLE DE UNCITI) NAVARRA.


UN QUINQUENIO PARA ZOROQUIAIN. (VALLE DE UNCITI) NAVARRA.


Por Simeón Hidalgo Valencia (09 de noviembre de 2018)


Al poco de enterarme de que en el despoblado lugar de Zoroquiain había un grupo de personas que estaban realizando un proyecto de volver a darlo vida, me personé a ver si contactaba con alguna de ellas para que me contara sus inquietudes y planes para este lugar del Valle de Unciti.

Lo conocía de años atrás y siempre que me acercaba a él me embargaba la misma sensación que otros muchos pueblos ya abandonados y arruinados, que son las rúbricas palpables de la sentencia de muerte dictada de antemano para muchos de los que componen el prepirineo navarro.

En medio de su desolación, ruina y abandono, algunos de ellos, al menos, han visto su vida prolongada al recibir jóvenes “okupas” que al menos han mantenido y mantienen hoy en día el pábilo encendido de la llama de la esperanza, pero eso de “okupa” para algunos oídos suena muy mal y por ello alguien me preguntó en su momento que si también en Zoroquiain eran “okupas” los que pretendían llevar adelante el proyecto de volver a darlo vida.

Cuando me personé en el pueblo me encontré con Iosu, un joven dinámico y optimista que me informó con ilusión del plan de vida que ese grupo denominado y registrado como Asociación Vecinal  “Errekazar” querían realizar.

No, no eran “okupas” pero, aún así, para más de una persona era algo raro y  sospechoso el que hubiera gente dispuesta a comprar una casa arruinada con la idea de recuperarla e irse a vivir a un despoblado.


El soleado domingo, día 21 de octubre, después de investigar de nuevo dentro del aljibe del castillo de Monreal, me acerqué de nuevo hasta Zoroquiain, pues quería ver de primera mano los avances realizados, tanto en las calles del pueblo, como en las casas y sobre todo en el Centro Social, antigua iglesia del lugar comprada al Arzobispado de Pamplona.

Cuando llego, lo primero que diviso es la fuente del pueblo con su aska restaurada que da de nuevo agua a la comunidad. Junto a la fuente el colorido de unos juegos infantiles sobre un recinto de arena. Camionetas aparcadas. Al fondo de la calle principal hay unos niños con sus jóvenes madres. Una cama elástica para recreo y diversión de los mismos. Movimiento y trajín terminando las últimas tareas en una tarde que declina. El trabajo se desarrolla en el Centro Social y el cambio externo e interno se nota a simple vista. Se trabaja en auzolan. Se trabaja en equipo y cual hormigas cada cual está en su tarea. Comparto saludo con cada miembro del colectivo y Iosu, desde el tejado de la cocina del Centro Social, me saluda. Está a punto de rematar la tarea y cuando acaba, baja. Nos saludamos y me pone al día de los avances logrados en el tiempo que llevan con el proyecto.

-¿Cuántos años hace que empezasteis?
-Ya hemos hecho los cinco años.
-¡Ya cinco años! ¡Cómo pasa el tiempo! Oye. Veo que hay un par de casas que están en venta.
-Sí. Una es de unos del grupo que han tomado otro camino.
-Bueno. A ver si tenéis suerte y se anima alguien más a venir a Zoroquiain.

Después me invita a ver el interior de la antigua iglesia y a subir hasta la torre y allí el trabajo realizado se hace más evidente. Este proyecto de recuperar la antigua iglesia como Centro Social del colectivo Errekazar dentro del programa MECNA del Gobierno de Navarra va dando sus frutos y marca la senda y en este caso es, a mi parecer, un ejemplo a seguir por otros organismos para que de manera ágil posibiliten la recuperación de un lugar que de despoblado quiere pasar a la categoría de habitado.

Las imágenes hablan por sí solas y ver el antes y el después de algunas de ellas se convierte en el mejor certificado de que se va en serio.

Zoroquiain – Zorokiain ya tiene vida y está habitado, aunque de las chimeneas de sus casas no salga aún el humo que indique que en su interior hay un hogar caliente y acogedor. 










¿Cuándo podrá mi amigo Iosu encender el fuego de su hogar en Zoroquiain-Zorokiain?


Iosu nos presenta el proyecto:



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