ARTE DEL CAMINO
NAVARRO.
SAN MARTÍN Y LA
PINTURA MURAL EN LA COMARCA DE IZAGA.
Por Simeón Hidalgo
Valencia (31 de agosto de 2019)
Cuando se hace el Camino de Santiago al
ritmo de hoy en día apenas da como para pararse a contemplar con cierto detalle
las maravillas que nos legaron nuestros antepasados. Hoy las definimos como
obras de arte y por ello, más de un peregrino ha apuntado en su diario: “volver
con calma”. Eso en cada una de las jornadas transitadas por el Camino Francés,
el más frecuentado, pero también hay recorridos, secundarios en la actualidad,
que en otras épocas tuvieron su importancia y dejaron de ello muestras
patentes, que hoy conviene revivir y darlas a conocer. Quizás así se contribuya
a que de nuevo se vean peregrinos recorriendo sus pueblos, como deseaba para la
Comarca de Izaga y en concreto para Izagaondoa (Lo que rodea a Izaga) hace unos
años en estas mismas páginas.[1]
*San Martín de Ardanaz
Corría el año 2002 y en la iglesia de
Ardanaz se hacían obras de mantenimiento, cuando al picar los obreros el revoco
de sus paredes se produjo un afortunado descubrimiento. Aparecieron restos de
pintura anterior tanto en la pared norte como en la del sur y en el intradós de
uno de los arcos fajones de la cubierta. Dado el aviso a la Institución
Príncipe de Viana y efectuadas las catas correspondientes para ver el nivel de
la importancia de las pinturas, resultó que eran de tal categoría y
originalidad que nos remontaban al siglo XIV. Nadie en el valle tenía
conocimientos de su existencia y verdaderamente fue una suerte el poderlas
recuperar y darles la importancia cultural y cultual que tuvieron en su
momento.
Pero no acaban aquí los descubrimientos,
pues en la zona baja del cielo, a la derecha, se representa a la familia del
señor que patrocinó las pinturas. Son los únicos que no tienen el halo de
santidad. Que, ¿quién fue este comitente? Pues por la presencia de uno de los
escudos nobiliarios dibujados podemos pensar en el Señor de Grez, ya que están
sus armas pintadas.
La “psicostasis” o el pesado del alma del
difunto para ver si merece ser salvado o condenado. El alma del difunto es un
niño desnudo colocado en uno de los platillos de la balanza que sostiene el
arcángel San Miguel.
Otra de las escenas habituales en esta época
era la procesión de los condenados en cordada dirigidos por diablos a su
morada, para cumplir su castigo eterno en los tormentos del infierno.
En lo referente a las imágenes del almanaque medieval estas son las
representaciones correspondientes a cada mes:
Febrero: Una aldeana, tocada a la usanza, se calienta junto al fuego
mientras prepara la camida.
Marzo: Se ha perdido. Pudiera representar la poda
de la vid.
Abril: Una doncella con sendas flores de lis en
sus manos.
Mayo: El caballero sale de caza con su halcón.
Junio: Un aldeano siega con la guadaña las
primeras hierbas.
Julio: Un segador cosecha el cereal con la hoz.
Agosto: Sobre el trillo arrastrado por la
caballería se realiza la trilla en la era.
Septiembre: El tonelero prepara las cubas para el
vino.
Octubre: El pastor recoge su ganado y lo
estabula. Se harán los campos para la nueva sementera.
Noviembre: El matarife hace la matanza del cerdo.
Diciembre: Se celebra el fin del año y se recibe
al nuevo con un banquete.
*San Martín de Artáiz
Sesenta años después, en 2018, las
pinturas volvieron a colocarse en el ábside, dado que la tecnología actual permitía
su reproducción y el 11 de noviembre, fiesta de San Martín, se inauguraron. Con
ello, la iglesia ha recuperado parte de su originalidad medieval. Las que se
ven hoy en Artáiz no son las originales, que siguen estando en el Museo de
Navarra.
La pintura protogótica está por debajo de
la imposta ajedrezada y corresponde a los comienzos del siglo XIII[3].
La escena que se representa pone en imágenes el pasaje del Apocalipsis de San
Juan 7,9-10, que dice:
Y gritaban con
fuerte voz: La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y
del Cordero.”
El centro de todas
las miradas es el Cordero Pascual, símbolo de Jesús, muerto y resucitado y
aunque todos dirigen su mirada al cordero, sólo a dos personajes se les pintan
los ojos completos, pues la visión beatífica no necesita de ojos materiales.
De pie, la
muchedumbre adora al Cordero. Ahí están, levitando, fieles bienaventurados de
toda condición y raza. Entre ellos se ven a Santos, Reyes, Obispos, Monjes, … y
algún judío y musulmán. Hay que hacer notar que, al menos en lo que hoy podemos
contemplar, no está representada ninguna mujer.
Las expresiones de
veneración se manifiestan también por medio del lenguaje de las manos. Una rica
y colorida vestimenta, túnicas y capas, cubre a los bienaventurados. Se emplean
los rojos, verdes y ocres para las superficies y el negro para las líneas del
dibujo, al estilo de la pintura gótica lineal. El calzado está ricamente
adornado.
La pintura
renacentista
de la bóveda del ábside corresponde al siglo XVI y probablemente se realizó al
terminar las obras que tuvieron por objeto la construcción de la capilla
lateral del lado norte, la sacristía y la parte de las cubiertas del gótico
tardío.
Sigue la moda de
la época del “trampantojo”, haciendo ver al espectador, gracias a la técnica de
la perspectiva, arquitecturas en tres dimensiones, cuando en realidad no es
así.
Este tipo de
pintura decorativa también está presente en Vesolla, recientemente restaurada, al
igual que en Grez, a la espera de restauración.
*San Martín de Ekai
La tercera parada de esta ruta cultural la
hacemos en Ekai, pues en su iglesia de San Martín se descubrió en los primeros
años de la década de los setenta del siglo XX unas pinturas murales ocultas por
el retablo y por revocos o enlucido en sus paredes norte y sur. Su descubridor
fue D. José Esteban Uranga y quien realizó su estudio e informe Dª. Mª. Carmen
Lacarra Ducay.[4]
Su catalogación temporal corresponde a la
segunda mitad del siglo XIV y tienen de particularidad que, en la principal
zona pintada, el presbiterio, se narran distintas escenas de la vida del santo.
Escenas de la vida de San Martín:
2ª: Jesús se aparece en sueños a Martín
y le dice: “Martín, todavía catecúmeno, me has dado este vestido”.
3ª: Corta el árbol sagrado de los
paganos. Esta escena refleja la contienda que existía entre los cristianos
y los paganos. Éstos tenían un árbol como sagrado que para los cristianos era
el árbol del diablo. Martín propone cortarlo y los paganos acceden, pero con
tal de que Martín se ponga debajo, con la intención de que al caer lo matara.
Martín también accede. Los paganos cortan el árbol, pero al caer cambia la
trayectoria milagrosamente y aplasta a los paganos.
5ª:
En la siguiente escena Martín resucita a un catecúmeno o a un bandido.
En los dos casos sería con la intención de salvarlo.
6ª: Hay una sexta escena, pero no hay
datos suficientes para poderla catalogar.
También
el nivel bajo del presbiterio está pintado. Una hilada de lo que parecen
escudos separa las escenas de la vida de Martín de otra parte de dibujos
geométricos con representación de águilas bicéfalas a nuestra derecha según
miramos al presbiterio y a nuestra izquierda lo que parece ser la
representación de centauros en lucha.
En la pared sur quedan restos de
la escena en que los condenados son conducidos por los diablos al
infierno ante la mirada vigilante del ángel Gabriel, si tenemos en cuenta la
mención escrita que de él se hace en las pinturas de Ardanaz, donde se ha
perdido su imagen.
Además de estas grandes escenas
comentadas, en Ekai hay al menos dos detalles más que se pueden identificar.
Uno corresponde a la vida de San Blas de la que solamente queda la
indicación “Aquí San Blas…” y tres rostros de soldados finamente
dibujados y el segundo se trata de un resto de pintura que se encuentra en el
extremo derecho del ábside según miramos al mismo. En un espacio muy reducido y
casi difuminado se pueden ver a tres personajes en descomposición que salen al
encuentro de otros caballeros que van paseando por el bosque, que formarían
parte de la escena que reflejaba una leyenda muy difundida en el siglo XIV,
época de muertes masivas por las epidemias que asolaron Europa:
“La leyenda de los vivos y los muertos”.
Cuenta la
leyenda que tres ricos y jóvenes caballeros salieron a cabalgar por el campo y
se internaron en un bosque, lugar misterioso y peligroso en aquellos tiempos,
pues en su espesura podían sufrir ataques de bandidos y proscritos, salteadores
de caminos en busca de riquezas de todo tipo. Estando en su espesura se
encuentran con otros tres personajes, que, aunque muertos y en evidente estado
de descomposición, les cortan el camino.
- ¿Quiénes sois?
- preguntan los jóvenes y ricos caballeros.
Los tres muertos
vivientes toman la palabra y les advierten desde su estado de ultratumba.
- Lo que sois,
nosotros lo fuimos un día. Lo que somos, vosotros lo seréis pronto. Aprovechad
la vida mientras hay tiempo, porque lo importante es lo que hagáis de positivo
y provechoso para vuestra alma.
En Ekai esta leyenda no está completa,
pues falta la parte correspondiente a los caballeros vivos, pero se puede
completar con las pinturas recogidas en Uxue-Ujué, dado que allí también se
pintó esta escena y afortunadamente se conserva la primera parte.[5]
Espero y deseo que esta ruta cultural y
artística hoy presentada, sirva al lector para llegarse por estas tierras
navarras de la Comarca de Izaga y disfrutar tanto como lo hago yo
difundiéndola. Estamos en el Camino de Santiago y hemos caminado junto al santo
del Camino, San Martín. Hemos vuelto con calma y ahora conocemos mejor la
pintura mural de Ardanaz, Artáiz y Ekai. Quizás además de arte hayamos conocido
también la manera de sentir de las gentes medievales y algún interrogante se
haya formulado en nuestra mente para mejorar como personas. Al fin y al cabo,
no es sólo arte lo que vemos. Eso es el exterior. En su interior está lo más
importante.
Nota: Para saber más del arte gótico y en
particular de la pintura mural gótica en Navarra se puede consultar el libro “El
arte gótico en Navarra”[6]
[1] Izagaondoa en el Camino de
Santiago; Estafeta Jacobea, noviembre 2016; págs. 37-39.
[3] María
Carmen Lacarra Ducay;
“Pintura mural gótica en Navarra y sus relaciones con las corrientes europeas.
Siglos XIII y XV”; Cátedra del Patrimonio y Arte Navarro de la Universidad de
Navarra.
En
Internet: http://hdl.handle.net/10171/4276
[4] María Carmen Lacarra Ducay; file:///C:/Users/User/Downloads/Dialnet-
LaIglesiaParroquialDeEcayYSusPinturasMurales-1148604%20(2).pdf
[6] VARIOS; “El arte gótico en
Navarra”; Gobierno de Navarra, Departamento de Cultura, Deporte y Juventud,
2015.